jueves, 22 de agosto de 2024

Dan Da Dan: 3er tráiler y lanzamiento el 4 de octubre

 


Tercer tráiler de la serie animada Dan Da Dan , dirigida por Fuga Yamashiro en el estudio Science Saru , basada en el manga de Yukinobu Tatsu.

DOS MUJERES Y UN DESTINO

Elisa McCausland



Supergirl: La mujer del mañana

Tom King, Bilquis Evely y Matheus Lopes

ECC Ediciones

Estados Unidos

Grapa (8 núms.)

24 págs. (cada núm.)

Color

Traducción: Bárbara Azagra Rueda 

Rotulación: Juli Cases

Obras relacionadas

Capitana Marvel: La heroína más poderosa de la tierra

Kelly Sue, DeConnick, Emma Ríos y Dexter Soy

(Panini Cómics)

Mr. Milagro

Tom King y Mitch Gerads

(ECC Ediciones)

Supergirl: Fuera de lo común

Mariko Tamaki y Joëlle Jones

(ECC Ediciones)

Supergirl: Primera temporada – Los asesinos de Krypton

Dan Jurgens, Marc Andreyko y VV. AA.

(ECC Ediciones)

Universo Sandman: El sueño

Simon Spurrier y Bilquis Evely 

(ECC Ediciones)


Supergirl: La mujer del mañana tendrá película propia. El reciente anuncio por DC Studios de que las aventuras de Kara Zor-El en la gran pantalla estarán inspiradas por esta miniserie de ocho números firmada por el guionista Tom King y la dibujante Bilquis Evely le ha dado alas entre el fandom a un personaje que, pese a gozar de otra adaptación cinematográfica estrenada en 1984 y una serie de seis temporadas emitida entre 2015 y 2021, nunca ha podido escapar a la sombra de su primo, el Hombre de Acero.

Sin embargo, el impacto de Supergirl: La mujer del mañana podría cambiar por fin esta percepción. Tom King apuntaba en Twitter que se trata de un cómic modesto y, a la vez, ambicioso, lo que certificamos tras su lectura. La apuesta de King nos recuerda a la reformulación arquetípica de la Capitana Marvel a cargo de Kelly Sue DeConnick. Su Supergirl ya no es un simple ejercicio de gender bending adolescente a partir de Superman, sino un personaje con entidad propia o, mejor dicho, como  siempre tratándose de King, con traumas propios vinculados a la institución familiar.

El relato sitúa a Supergirl en una celebración de cumpleaños crítica, por cuanto siente que su viaje superheroico no tiene demasiada entidad a pesar de todo lo que ha vivido, en un guiño meta a su propia (in)definición como personaje, salvo por lo que respecta quizá a su tratamiento por Peter David y Gary Frank en el periodo de entresiglos, objeto no por casualidad de un guiño en Supergirl: La mujer del mañana. En cualquier caso, la crisis de identidad de Kara se resuelve a través de una aventura que nos obliga como lectores a cambiar nuestro punto de vista sobre ella.

Para lograr ese objetivo, King recurre a otro personaje que adquiere estatus de coprotagonista y cuya voz como narradora sirve para descubrirnos a Supergirl como mito superheroico: Ruthye Marye Knoll, una joven que busca vengar el asesinato de su padre a menos de un genocida estelar, Krem de las Colinas Amarillas. Supergirl acepta ayudarla, aunque trate de convertir la misión en un acto de justicia y no de venganza. La relación entre Kara y Ruthye mientras siguen la pista de Krem planeta a planeta, y la nueva concepción de Supergirl como figura empática y férrea que se deduce de ello, constituyen el núcleo argumental de la miniserie, cuyo carácter esencialista se ve más potenciado aún por los ecos evidentes de las fantasías primordiales de Robert E. Howard y de westerns como Dos hombres y un destino (1969) y las dos versiones de Valor de ley (1969 y 2010).

King vuelve a poner así de manifiesto su querencia por la ciencia ficción como escenario idóneo para la exploración, tanto interior como exterior de los personajes. Y la dibujante Bilquis Evely contribuye a todo ello con un dibujo de marcado carácter cinético, como puede apreciarse desde las dos primeras páginas, que emulan en un espectacular plano fijo la muerte del padre de Ruthye y, a continuación, mediante una sucesión de primeros y medios planos, su decisión inquebrantable de vengar lo sucedido. Secundada de manera excepcional por el colorista Matheus Lopes, Evely trabaja además con talento la creación de atmósferas y ecosistemas planetarios, sin descuidar por ello las expresiones de los rostros, fundamentales para plasmar las borrascas psicológicas por las que atraviesan los personajes, la gran especialidad de King.

En este aspecto, Supergirl: La mujer del mañana no puede evitar caer en los lugares comunes dramáticos de King y, en particular, los daddy issues, que ya habían hecho acto de aparición en muchas de sus historias. Tanto Kara como Ruthye están marcadas a fuego por las ausencias de sus padres, que determinan el sentido de su aventura conjunta, por lo que en buena medida la propuesta emancipadora del cómic se queda en el camino. Las últimas palabras de Zor-El a Kara antes de que abandone Krypton son «Siempre serás mi pequeña» y, en paralelo, Ruthye cifra su lucha final con Krem en una recapitulación alienada de los vínculos que la unían a su padre.

Esta obsesión recurrente de King es el mayor pero que se le puede poner a Supergirl: La mujer del mañana junto a un epílogo, criticado por especialistas y aficionados, en el que la materialización de una nueva y más interesante Supergirl ha de lidiar con un golpe de efecto amoral, poco riguroso, que deja la construcción de mitos a través de los relatos en mera anécdota, en un evento más susceptible de interpretarse de cualquier manera, de abrirse a planes corporativos varios en forma de potenciales secuelas. Con todo, los ocho números que componen esta miniserie dan para ofrecer otra dimensión de Supergirl y para contarse entre lo más inspirado de Tom King y lo más espectacular de Bilquis Evely.




Jot Down Comics nº7

Año 2023




miércoles, 21 de agosto de 2024

Big Fish and Begonia : The Story of Rong Song

 



"Big Fish and Begonia: The Story of Rong Song", futura serie animada derivada de la película del mismo nombre (Big Fish y Begonia, también conocida como Da Hai)

Se anuncia que el equipo original volverá a esta nueva serie, con B&T Studio y también los directores Liang Xuan y Zhang Chun 

(Via Catsuka)

De Blueberry al Desierto B dentro de la cabeza de Giraud/Moebius por Daniel Pizzoli

 

El interior exterior
Firmado Jean Giraud/Moebius, la serie Inside Mœbius  quería una exploración íntima de los dolores de la creación. Fue objeto de seis volúmenes. y una integral publicada en
Ediciones Stardom.
Ilustración para la portada. de Inside Moebius, t. 3, 2007


¿Moebius expuesto? Hemos estado esperando esto desde la fundación Cartier en 2010. Siete años más tarde - una vida - aquí está en Tolón. La oportunidad de descifrar, bajo el prisma de la creación intima, algunos dibujos emblemático del padre de John Difool, Starwatcher y Blueberry.


Buscar comprender los misterios de la creación a veces equivale a estudiar la biografía de los artistas en la luz de su intimidad. A principios de los años 1970 Giraud se sintió psicológicamente un prisionero de la serie de historietas de Blueberry. La historieta La Déviation (1973) va a abrir nuevos horizontes. Dos años después, cofundará la revista Métal Hurlant. El mismo año, él
encuentro con Alejandro Jodorowsky en el proyecto Dune . El artista chileno le descubrió a Carlos Castaneda y todo cambió. En Doctor Mobius y Mister Gir de Numa Sadoul, declara: “Creo que lo que me está pasando actualmente es un punto de inflexión en mi existencia. [...] En los libros de Castaneda, hay una disputa permanente
de una realidad que es desgarradora. » México, donde Giraud estuvo dos veces en su juventud, tuvo una profunda influencia en él. La condición física tuvo una profunda influencia en él. Allí tuvo experiencias que lo marcaron, entre otras cosas el descubrimiento de drogas. Artísticamente, México marcará nítidamente todo su trabajo con las imágenes de los desiertos, símbolo de la soledad absoluta
ahogado en una luz intensa. Lugares propicios para la meditación o la materialización de monstruos surgidos del inconsciente. Allí te puede perseguir un conejo gigante vestido al estilo mexicano o ser asaltado
por visiones delirantes, como el analizador impasible  de 40 días en el desierto B.
Moebius nutrirá su obra de nociones desarrolladas por Don Juan, de una manera fundamentada o a veces muy explícita. Al principio, en El Garaje Hermético se invoca al nagual, término que designa el mundo intangible sólo accesible a través de la clarividencia. Sobre la creación
de Chasseur déprime (2010), avatar final del Garaje, Moebius deja claro el punto: “Yo estoy basado en una práctica de chamanico que es descrita por Castaneda. Hay un concepto que recorre toda su obra que es soñar de forma deliberada, consciente y programado para despertarte dentro del sueño mismo.” Moebius admite no haber logrado el control en su vida (¿de ahí su depresión?). Además, en Don Juan, “el cazador” es el que va a la caza del conocimiento. Pero ¿qué hace el Mayor, sino correr tras el conocimiento de sus mundos desviados para recuperar el control? “Mi proyección personal del héroe no es la del ser perfecto sino el ser que se perfecciona”, le dijo a Jean Annestay. Asuntos de investigación por tanto, más que la meta. Sobre este punto Moebius pasó su vida buscando, con franqueza
y entusiasmo. Una vez interiorizados estos descubrimientos místicos y espirituales, podría usarlos como trampolines creativos, ocasionalmente inyectando humor inexpresivo mientras los toma muy en serio en su vida.
Una doble página del Garaje Hermético cita textualmente a
el yogi Sri Aurobindo que aboga por el desapego. Moebius ilustra el punto con humor colegial. El Mayor recita los aforismos, como
un mantra, y se presenta la oportunidad de ponerlos directamente en práctica. ENTONCES pasa por debajo de un puente, y recibe un balde
excrementos en la cabeza! En la apertura del episodio, Moebius se desliza traviesamente “por Aurob y Moebius”. En su viaje, Giraud se encuentra bajo la influencia de varios gurús y teorías de la nueva era. Aquí de nuevo, él introducirá sus enseñanzas en sus obras. Durante varios años,  así figuran los cristales, “receptáculos y emisores de energía” en sus ilustraciones. Durante un tiempo, evacua sus imágenes de toda agresividad u oscuridad, a riesgo de caer en cierta insipidez. Luego se referirá a “un dibujo sin ego”, en particular en el ciclo de Edena. Moebius está entonces en período completo de terapia instintiva, una práctica de instintoterapia que consiste en dejar un alimento desnaturalizado para ingerir exclusivamente alimentos crudos. El ciclo es un manifiesto de estas tesis. Entra la línea de los Jardines de Edena en resonancia con esta búsqueda de pureza.
La línea que quiere estar sin ego se vuelve ética, rígida, irreconocible. El rechazo de cualquier efecto conduce a un estilo incorpóreo, que no se sostiene salvo por el color. Las láminas 32 y 33 de Los jardines parecen malos Hergé. Tendrá que esperar a que salgan los siguientes álbumes para que la línea recupere su sustancia. 
Giraud supo aprovechar su incapacidad citada para estabilizar su estilo empujando sus búsquedas gráficas en todas las direcciones. Estas metamorfosis afectaron la apariencia de sus personajes, incluso su psicología. Así Arzak, cuya ortografía del nombre fluctuaba. Criatura enigmática sin pasado, lo dicen los primeros episodios, ambos en escenas muy oscuras. Como si Moebius transmitiera sus pulsiones más indescriptibles. Luego otro personaje que lleva el mismo sombrero,
apareció, Starwatcher. A priori todo opuesto: Arzak es amoral, hosco y
duro. Viaja en una especie de pájaro (uno de los muchos personajes que vuelan en la obra de Moebius) paisajes deprimentes. Starwatcher es un andrógino contemplativo y lleno de dulzura. Medita en regiones desérticas o en arquitecturas de ensueño.
Arzak se ha convertido en un personaje positivo en L'Arpenteur (2010) mientras que Starwatcher se estaba volviendo preocupante. En
Starwatcher au lézard, ya no sabemos si estamos tratando con Arzak o con Starwatcher. Esta imagen plantea interrogantes incluso sobre la
significado de este brazo izquierdo en parte reptil. Con este dedo índice desproporcionado, la mano parece un boceto duplicado de la pata trasera del lagarto escondido debajo del banco. Moebius a veces dibujaba a Arzak con ojos de reptil. ¿Podría ser este el origen secreto del personaje o que nosotros presenciamos una operación chamánica?
La obra de Moebius plantea muchas otras preguntas. Aquí tenéis uno entre otras: ¿Por qué, cuando mostró un gran entusiasmo e
interés por el erotismo y la pornografía, encontramos tan poco trabajo relacionado con estos temas (que además no están representados
en la exposición de Tolon). ¿Se explica esta ausencia por su dificultad
representar el cuerpo femenino de manera diferente por arquetipos o sus fantasías? ¿Eran demasiado subversivos, como él dijo afirmar en sus entrevistas con Numa Sadoul? Una cosa es segura, bajo los mundos interconectados de Moebius, esconde un vasto continente un vínculo, en gran parte inexplorado, el de la abundancia de
referencias y preguntas que hacer . Búsqueda para varias generaciones de cazadores.
La cabeza tras las imágenes
¿Que estaba pasando en el cerebro de Jean Giraud/
Moebius antes este saliese de su  cuerpo, alrededor de 2012?
Elementos de las respuestas a través de doce obras descifradas por Daniel Pizzoli, especialista en Gir.
Impresionar el lector

Blueberry, t. 25: Sombras sobre Tombstone
plancha nº 34
En su introducción a ¿Es el hombre bueno?, Jean Giraud escribió: “Sólo hay dos maneras de superarte a ti mismo, una cualitativa, y otra cuantitativa. Para la cantidad, basta con proliferar en gráficos hasta tal punto que impresiones al lector”. Apuesta ganada con
esta página completa que encaja en un álbum muy centrado en las escenas de diálogos. Gir demuestra todo su el saber hacer del dibujante. La composición organizada en un eje dinámico diagonalmente, los globos del discurso son
distribuidos en un arco, la diligencia se coloca en el centro. Los trazos trabajados, la masa oscura de las nubes
en el fondo está estilizada a la manera de un grabado.
Según foto
(arriba)
Blueberry, t. 24: Mister Blueberry
portada
Un ejemplo de una ilustración de una foto. El documento original es una instantánea. Promoción en blanco y negro de la serie.
TVMaverick. En ella James Garner posa en la foto. “En mi carrera de dibujante, he usado muchas fotos", confesó Jean Giraud en el primer número de la revista Cahiers de la bande dessinée. Un gran
número de portadas, pero también números aislados de Blueberry, se llevaron a cabo con el apoyo de un documento de referencia:
El hombre de la estrella de plata, La pista de los Sioux, El Hombre del Puño de Acero, Chihuahua Pearl, Balada para un ataúd, Angel Face
o Nariz rota.

En ambas piernas
(arriba)
Starwatcher au lézard
Aquí encontramos las tres figuras recurrentes de Moebius: un Starwatcher, un cristal y un lagarto. Este excepcional grabado en
sus detalles por sí solos son una exposición de todas sus técnicas de trabajo.  Chocan más de lo que coinciden. Vemos, por ejemplo, que la técnica usada en la pierna derecha es diferente del de la pierna izquierda. la mano derecha está perfectamente dibujado, mientras que la mano izquierda y el antebrazo están confundidos y
parece un boceto de una pata... de un lagarto. El Starwatcher, también una criatura de desierto, ¿está mutando?

Una pureza vertiginosa

The Long Tomorrow
plancha nº 1
La intrusión del thriller negro en la ciencia ficción, esta historia marca un punto de inflexión que prefigura El Incal y Blade Runner. Esta plancha de apertura silenciosa de corte cinematográfico acumula vertiginosas tomas aéreas. El gusto de Moebius por los arreglos
tipográficos de inspiración americana es manifiesto. Es una característica que mantendrá incluso en sus obras más tardías. La línea es precisa, ligera, la pluma no deja ninguna línea de cabello, a diferencia del de Blueberry. Más allá de la trazo, esto es la búsqueda de una ruta refinada es la firma gráfica de Moebius.


En mi burbuja

El mundo de Edena, t. 2: Los jardines del Edén
Moebius translada de forma casi idéntica sus ilustraciones a una viñeta o a la portada de un álbum. Pero, fuera de contexto, puede cambiar su significado por completo. En el original, Stel y Atan como mucho muestran curiosidad. Aquí, el sombreado rojo púrpura de la esfera, las
partículas moradas, la iluminación desde abajo, unidas a su expresión de pánico, una fuerte tensión dramática. Esto contrasta con
la aparente tranquilidad del paisaje sobrevolado y el azul apacible del cielo transparente. Debe el lector imaginar la razón de este miedo.


A la búsqueda de la inspiración
(abajo)
Les Réparateurs
En esta breve historia muda de 1995, Stel y Atan, en traje de buceo, cruzan un mundo bajo tierra para reparar un holograma de
Gir. Éste está en su mesa de dibujo, aparentemente sin inspiración. La imagen, conocida, está tomada de La Déviation (1973). Después de la intervención, en otros lugares del tiempo y en otra dimensión, un destello ilumina la mesa del dibujante de los años 90. Vemos al joven Giraud de 1973 encontrando su impulso creativo. El creador reparado por sus criaturas. Paradojas temporales, implementación, abismo y múltiples interpretaciones, por todo eso se caracteriza el arte de Moebius.

Un vuelo sin motor
(arriba, detalle)
The Nils´son
El tema del vuelo recorre toda la obra de Moebius. La cautivadora poesía de esta imagen está aquí para un uso perfecto desde la perspectiva aérea que permite al lector vagar a voluntad en la
profundidad, para quedarse en los barcos o las construcciones a lo lejos, para imaginar los sonidos e impregnar su retina de colores
maravilloso. Moebius era un virtuoso de color. También cómodo para 
los tonos apagados como los ocres de los desiertos o los
colores saturados. El recorte elegante blanco del pájaro completa el equilibrio de la composición.


¡Ayuda, un conejo!

La Chasse du Major
Aquí, el Desierto B del Mayor está en el mismo tiempo del México del Teniente (Blueberry). Poner técnicas de pintura clásica al servicio de una estúpida mordaza, añade un nivel extra de humor. Sabemos cuánto aportó México a Jean Giraud por las experiencias que vivió y por la luz del desierto que él nunca se cansa de representar por el juego de contrastes y contraluz eruditos (ver el cuello y la mandíbula del Mayor iluminado por el rebote luminoso de su camisa). No se cansa de repetirlo Moebius. De hecho, ¿no podríamos no titular esta pintura “Pesadilla blanca", como el título de una famosa historia de Moebius publicada en 1974 en el nº 8 de L'Écho des Savanes?
Introspección

Inside Moebius, t. 5
Portada
“Inside es el resultado de todo una investigación que abarca años”
confió Gir a Numa Sadoul en Doctor Moebius y el señor Gir respecto a una autobiografía introspectiva. Moebius cuestiona su viaje con humor artístico y espiritual, sus creaciones y sus obsesiones a lo largo de “sus” edades. Aquí (en la imagen), el grupo está esperando algo. El Mayor está aburrido, el falso Milu está dubitativo y Moebius muestra una mirada indiferente. El sostiene su libro de cabecera, El arte de soñar: las cuatro puertas de percepción del universo, que es la clave de todo su trabajo. Castaneda y revela que el sueño nos permite abrir
puertas a otros mundos reales. 

Moebius abstracto

Ayna
plancha nº 4
Gran creador de formas, Moebius intentó algunas incursiones
en la abstracción. Siempre burlándose, nos dice en la página 3 de este ensayo que “es para no entender nada al respecto pasando de lo orgánico a lo mineral, concluye con que esta forma evoca una pieza de maquinaria abierta a todas las interpretaciones. La abstracción practicada por Mobius no tiene nada que ver con lo
espontáneo en su técnica. Mantiene sus bases académicas que traslada a formas sin significado aparente. Aquí encontramos su sentido de los volúmenes, luz y materiales. Estamos lejos de un Pollock o un Kandinsky.


Los nuevos territorios

Homenaje a Gustave Doré
En este homenaje, Moebius toma lo contrario de todas las técnicas a
quien también hizo famoso a Doré en el suyo. “Pagué mi homenaje
al tío Gustave”, confió al fanzine PLG. Opone el color al blanco y negro. De líneas precisas y cerradas, juega en la relajación y apertura de la ruta. A la perfección formal, responde con simplificación y síntesis. Hacia la meticulosidad de trazo, él responde con manchas de acuarela. Y si Moebius se queda en profundidad, lo sugiere más de lo que detalla. El tributo se queda en un  pretexto para explorar territorios
gráficos inéditos.


Sublime, necesariamente sublime

El hombre de Ciguri
portada
En 1979, el Mayor Fatal, vestido todo de rosa, caminó a través de una puerta dimensional. En 1994, se convirtió en El Hombre de Ciguri,
revive la misma escena. Moebius así quería significar la filiación de este volumen con el anterior. Los movimientos principales en el tiempo y salta desde un plano de la realidad al otro sin dificultad. Siempre precedido de su bolso, se ocupa de colocarlo ritualmente frente a él antes de cruzar la puerta, todavía demasiado pequeña.
Su mirada tiene algo inquietante y decidida, acentuada por la sombra del casco. Note la sombra púrpura de su mano dejada en la pared. Sublime. 


Les Cahiers de la BD nº2 enero-marzo 2018
Les femmes sont-elles l´avenir de la bd?

(Traducido del francés como se ha podido)



martes, 20 de agosto de 2024

EL LABERINTO DEL HÉROE

Javier Mora




Terry y los piratas. Dailies & Sundays 1942-1943 Milton Caniff

Dolmen Editorial 

Estados Unidos

Cartoné

176 págs.

Blanco y negro 

Traducción: Rafael Marín

Obras relacionadas

Male Call

Milton Caniff

(Dolmen Editorial)

Steve Canyon

Milton Caniff

(Ediciones Kraken)

Johnny Hazard

Frank Robbins 

(Dolmen Editorial)


«Un agente de policía leía tumbado bocarriba en un catre de campaña. Estaba tan absorto en la lectura que no advirtió la presencia del padre sino cuando oyó el saludo. Enrolló la revista y se sentó en el catre.

—¿Qué lee?— preguntó el padre Ángel. —Terry y los piratas.»

Gabriel García Márquez, La mala hora.


Sin duda alguna la obra cumbre de Milton Caniff ha sido y será «Terry y los piratas». Iniciada en 1934, esta longeva serie cautivó el corazón de miles de lectores. No en vano, su mezcolanza entre el folletín más exótico y la tragicomedia más adictiva confirieron a las vicisitudes de Terry por el continente asiático de un tono único. No solo hablamos de una narración «río» que sigue la evolución de sus protagonistas año tras año (Terry es un niño cuando comienza su periplo junto a su tutor, el aventurero Pat Ryan), también asistimos a la más extraordinaria sucesión de personajes secundarios que han poblado las páginas de un cómic. Desde mujeres fatales, como Burma o Dragon Lady, pasando por villanos pulp, como el Capitán Judas, o damiselas en apuros, como Normandie Drake... la ruptura de estereotipos preconcebidos es una constante en la obra del autor de Ohio. En esta magna saga los personajes crecen y superan sus propios límites. Son más de lo que parecen ser en este camino propio de la aventura destilado tira a tira.

Especial relevancia adquiere en este proceso la figura de nuestro protagonista, Terry Lee. El suyo es un modélico viaje interior con el que se alejará de la sombra de Pat Ryan y tomará conciencia propia. Será valiente, será decidido, será noble y justo, pero por encima de todo será amigo y confidente: noble y leal. Su ejercicio de camaradería interracial con personajes como Big Stoop o Connie los transmuta de meras parodias de la cultura oriental a coprotagonistas y contrapuntos cómicos que revitalizan y hacen más rica y entretenida la acción de los hechos.

Ni siquiera la irrupción de la Segunda Guerra Mundial, y del carácter patriótico con el que Caniff quiso imbuir a su obra, lastró esta revitalización de los anquilosados papeles de las tiras de prensa más clásicas. Al contrario. En este undécimo, y penúltimo tomo de la colección, no asistimos solo a la consagración definitiva de Terry Lee como piloto del ejército de los EE. UU. para deleite de los cientos de militares estadounidenses destinados en los frentes. Su habilidad innata desplegada en los combates aéreos, sus actos cargados de valentía contra el enemigo o su personalidad carismática que le lleva a ser el mejor y más humilde de los compañeros, es lo de menos. No son estos rasgos quienes lo convierten en un héroe inspirador ni quienes lo definen. Son un atrezo que posteriormente serán la base de la que nazca un personaje como Steve Canyon, más imbuido por los valores del estilo de vida norteamericano. Terry, en cambio, es un personaje popular y mundano. Un chico de pueblo hecho a sí mismo y cuyas cualidades se convierten en indispensables por su sentido de la lealtad y la justicia. Si Miss Lace ofrecía una visión histriónica y en cierta medida caricaturesca de las necesidades afectivas de los soldados de la retaguardia en busca de descanso, Terry Lee es el espíritu de superación de quien con esfuerzo y tesón es capaz de llegar lejos. Dotado de ingenuidad y sagacidad a partes iguales, este héroe desea combatir. Pero lejos de esa superficialidad guerrera (mínima en todo caso), Caniff dota a Terry de profundidad y carácter. ¿Qué héroe se deja engañar por confiar en una amiga como Hu Shee? ¿Quién se siente impotente por ver por cómo mueren sus compañeros? Lejos de la calculada y eficaz mentalidad combativa de ídolos como el coronel Corkin, Terry se equivoca y de cada infortunio aprende valiosas lecciones.

Así, Terry, será marcado por dos reencuentros claves que propiciarán esta forzosa madurez: por un lado, con su antiguo tutor Pat Ryan, ahora oficial del ejército, a quien deberá obediencia, pero que se ha vuelto su igual y no deja de ser una mirada a ese niño impresionable que ha quedado atrás; y por otro, con su adorada April Kane, con quien ahora le une la dolorosa certeza de saber que el amor y la felicidad son efímeras (aunque eso sí, mientras Terry sigue conservando cierto aire soñador alejado de un simplón galán, April exhibe el cinismo y la frialdad de quien ha aprendido a sobrevivir a cualquier precio). El sentido de la aventura (como tan bien tomó en cuenta Frank Robbins en su enérgico y ejemplar Johnny Hazzard) se teje de estas vicisitudes sentimentales en el nuevo mundo de posguerra a punto de nacer. Y Terry se presenta como un superviviente nato. Alguien capaz de amoldarse a las vicisitudes y no perder la pasión por cada instante. A través de sus ojos el mañana se presenta desconcertante, pero cargado de misterios y sueños de gloria, que lo confieren en definitiva de dinamismo e intensidad. Entre rugidos de motores, entre la maleza de la selva, entre las concurridas calles de una ciudad asiática, puede brotar la belleza. Y nunca es tarde para recuperarla.



Jot Down Comics nº 7

Año 2023




Entra aquí, Edgar P. Jacobs! por David Amram

Comparado con el de Hergé, el corpus crítico dedicado al padre de Blake y Mortimer parece reducirlo a la mínima expresión. Afortunadamente, las cosas están en proceso de cambio, en particular gracias a esta prueba post mortem de Pierre Sterckx.

Viñeta extraida del tomo 2 del Secreto del Espadón (detalle), por Edgard P. Jacobs.


La Máquina de Jacobs es un trabajo híbrido, ambos ensayo y libro de arte, en el que Pierre Sterckx elogia la obra de Jacobs. Esto, al principio, podría desconcertar el lector que quiera encontrar una monografía histórica rica. Sin embargo, la libertad del tono del autor garantiza destellos tan hermosos como cuestionables, pero ahí está la gracia.

Sterckx analiza el trabajo de Jacobs en elementos. Se reactiva ahí la idea de una discontinuidad irreductible de la historieta, todavía suspendida a la linealidad y la narración.

Además de pasajes en llamas y el agua, el rechazo de la alteración en Jacobs o incluso su creencia en el progreso, tres son los temas particularmente inspiradores.

En primer lugar, basándose en la noción de caos, Sterckx aborda brevemente el papel del boceto, el lugar del fragmento en la página, la pregunta ilegible o incluso la actitud aristocrática de Blake y Mortimer que no interfiere a la multitud desorganizada.

En segundo lugar, el análisis de informe de Blake y Mortimer que en algún momento se pregunta cómo escapan del envejecimiento, inmortales por el estado de su alter ego o de dobles perfectos.

En tercer lugar, el problema de la redundancia del texto y de la imagen de Jacobs, percibida como un retraso de la imagen en la historia, alimentando una reflexión al ralentí de la historieta.

E.P. Jacobs explica él mismo la abundancia de descripciones que le sirvieron como sonido de fondo: Sterckx se sorprende, invitando así al lector a cuestionar la asociación entre el sonido y el texto en la historieta.

Numerosas reproducciones aclaran el propósito del críticoincluso si podemos lamentar ciertas referencias filosóficas mencionadas demasiado rápido, como el concepto de máquina de Simondon, comparado incorrectamente con el de Deleuze y Guattari. Responsable de un sesgo elogioso de Sterckx, estas aproximaciones sin gravedad no deben oscurecer las pistas inspiradoras que beneficiaran a los exégetas que van al trabajo de Jacobs. 



La Machine Jacobs

Pierre Sterckx

éd. Dargaud, 184 páginas, 35 €


Les Cathiers de la BD 02 Enero- Marzo 2018    Les femmes sont elles l´avenir de la BD?


(Traducción aproximada del francés)


lunes, 19 de agosto de 2024

EL PRECIO DE LA AMISTAD NUNCA ES SUFICIENTE

Jaume Vilarrubí




The nice house in the lake

James Tynion IV, Álvaro Martínez Bueno y Jordie Bellaire


ECC Ediciones

Estados Unidos

Grapa (12 núm.)

32 págs. (cada núm.)

Color

Traducción: Bárbara Azagra Rueda

Obras relacionadas


Upgrade soul

Ezra Claytan Daniels

(Norma Editorial)

Secret Wars

Mike Zeck, Bob Layton, Jim Shooter


(Panini Cómics)

El Humano

Diego Agrimbau y Lucas Varela

(Ediciones La Cúpula)  


Nos encontramos ante una de las aproximaciones más brillantes que he tenido ocasión de leer sobre esa fina línea roja que es el fin del mundo (o no fin). No siempre nos cruzamos con planteamientos tan sorprendentes ni excitantes con los que es prácticamente imposible mantenerse al margen: terror, ciencia ficción, aventura, investigación, y un poco de humor negro. La combinación es imbatible si está bien ensamblada, y sin duda lo está.

Un grupo de jóvenes son invitados por Walter, un viejo amigo de los que dejan huella a pasar un fin de semana en una mansión idílica situada en el centro de un paraje fantástico. Un planazo irrenunciable, vamos. A partir de aquí, por supuesto, nada será lo que parece, excepto el paraje. Ni Walter, ni la motivación que les reúne son del todo verdaderos, aunque tampoco totalmente falsos. Los invitados se verán abocados a conocerse no solo entre ellos, sino también a sí mismos y en profundidad, con las sorpresas que conlleva acercarse al abismo. La serie de inimaginables sucesos que se desencadenaran superará todas las expectativas para las que evidentemente nadie está preparado. La casa más allá de convertirse en un personaje más, se elevará a un contexto que condicionará tanto su vida como sus elecciones.

Quizás si reducimos el argumento tan solo a espacio y personajes, nos encontramos con un planteamiento muy deudor de las intrigas elaboradas por Agatha Christie, y no tan lejos de la serie Perdidos (2004; J. J. Abrams), que consiste en encerrar a un grupo de personas en un espacio cerrado y que ellas se encarguen de construir un argumento. Dicho así suena muy simple. Es evidente que no es así ni en Asesinato en el Orient Express (1934) o en Los diez negritos (1939), pues es el talento de la escritora la que hilvana los hilos y nos va escondiendo y mostrando por ejemplo, y en este último caso, a los negritos a su antojo. Aquí es Walter (sí, aquel amigo que todos recordamos con cariño de cuando éramos jóvenes y que hace una eternidad que no vemos) el que va mostrando y escondiendo elementos a su capricho, dosificando pistas e indicios hasta el punto de hacernos partícipes y empujarnos a elucubrar teorías.

A nivel estructural cada capítulo repite esqueleto, nos presenta a un personaje (desde un supuesto futuro) que nos va intercalando cápsulas de su pasado con el presente, que es el que sucede en la casa. Entre tanto, va desgranando poco a poco los mecanismos de esta, hay un funcionamiento lógico para que la casa subsane las necesidades fisiológicas básicas de los huéspedes. Mientras, estos se encargan de explorar el entorno. Hay un límite en el bosque que no se puede cruzar, pero hay zonas inexploradas que contienen otros espacios singulares y que serán especialmente significativos. El haz de misterio se desliza por cada metro cuadrado creando una gran expectativa.

Los autores son viejos conocidos, que ya coincidieron en Batman y en la Liga de la Justicia Oscura. Ahora vuelven a unirse con un libro que les concede mucha más libertad creativa, lejos de las ataduras congénitas del mundo de los superhéroes; aquí pueden dar rienda suelta tanto a su talento como a su ingenio. James Tynion IV, también conocido por ser el guionista de la exitosa Hay algo matando niños (2021), despliega aquí su mejor versión para entregarnos una historia meticulosamente medida, con una narración ágil y cinematográfica, con giros de guion, con diálogos interesantes, y conduciendo a un montón de personajes por diferentes caminos. Por otra parte, el cántabro Álvaro Martínez Bueno firma unos dibujos que hablan por sí solos: por su composición, su estructura de página, sus viñetas flotantes, sus añadidos en forma de redes sociales, su descomposición estética de personajes o por sus splash pages. Álvaro procede tanto del mundo de las viñetas como del de los storyboards, y entiende muy bien tanto el lenguaje del movimiento como el de la acción, dejándolo patente en cada secuencia. Después de haber pasado por las mejores series de Marvel y de DC, aprovecha sin duda esta oportunidad para lucirse con una serie de autor, congeniando perfectamente tanto con el guionista como con la colorista. Jordie Bellaire está absolutamente a la altura, haciendo gala de un trabajo espectacular: coloreando tanto para crear atmósferas como para ayudar a definir las diferentes personalidades de los personajes, pero sobre todo para fundirse con el dibujo como si solo hubiera sido concebido para esto. Una maravilla.

Las portadas merecen un punto y aparte. Son todas secuencias conceptuales en las que un personaje ejecuta una acción rutinaria sobre un fondo catastrofista, como si se tratara de dos líneas temporales superpuestas: la del personaje, iluminada por la luz de un flash, y la del fondo, quemada por la oscuridad derivada de la ausencia de la misma. Una idea brillante.

Serie publicada originalmente en formato de grapas y posteriormente en tomo, agrupando seis números por tomo. Admito que leerla capítulo por capítulo consume al más paciente, dada su gran capacidad adictiva.

Dicen que «A casa del amigo rico, irás siendo requerido, y a casa del necesitado, iras sin ser llamado». Pues eso... más o menos.


Jot Down Comics nº7

Año 2023