
Catálogo de la exposición de Ambrós realizada en Albuixech en junio de 1992

Esta es la historia de un pequeño leoncito de color blanco, que llegará a convertirse en rey entre los suyos
José Luis Vidal
27 de noviembre 2025
En lo más profundo de la jungla africana, los pueblos indígenas temen y veneran a partes iguales a un mítico animal al que pocos han podido ver de cerca. Se trata de Panja, el león blanco que nunca ataca a los animales salvajes, tan solo a aquellos que tras ser capturados viven una existencia cómoda tras una jaula.
Ficha
Kimba, el emperador de la junglaPlaneta Cómic
Su fuerza y astucia le han convertido en un magnífico oponente, y no hay ser en este lugar que pueda plantarle cara. Tan solo con el engaño podrán cambiar las tornas, justamente en un momento muy especial para el monarca leonino, ya que junto a su pareja están esperando el nacimiento de un vástago al que, por desgracia, nunca llegará a conocer…
Y justo en este momento de la historia sale a escena Leo, el pequeño y curioso protagonista del relato, que una vez pueda librarse del abrazo de su madre comenzará una increíble peripecia en la que, llevado por su instinto, va a verse perdido, solo y rescatado in extremis para llegar a un lejano lugar, la civilización humana. Allí vivirá con Kenichi, que se va a convertir en su mejor amigo pese a las reticencias de su bigotudo tío (seguro que reconocéis el porte de este personaje de otros, muchos, mangas firmados por Osamu Tezuka).
Obviamente, con el tiempo, y vistiendo unos pantalones humanos, Leo regresará a su hogar africano, donde tratará de educar al resto de la fauna local en las costumbres, usos y lenguaje humanos, dando pie a momentos realmente divertidos.
Pero este es solo el principio de toda una peripecia vital para el protagonista, que tendrá que enfrentarse no solo a la maldad de algunas tribus del lugar, sino además a la codicia de algunos hombres como Ham Egg, Cutter o Lamp, que llegarán al lugar en busca de unas míticas piedras, trayendo la desgracia y drama al relato.
Aunque claro, como no podía ser de otra manera, la maldad existe también entre los animales, como en el caso de Bubu, un taimado león tuerto con el que Leo tendrá más que palabras.
Este manga de Osamu Tezuka pertenece a su primera época y, aunque como él mismo indica en el epílogo, tuvo que volver a dibujar toda la primera parte, posee las características que convirtieron a este autor en lo que es a día de hoy: un sentido de la aventura total; desopilantes y locos momentos de humor, con sus buenas pizcas de slaptick aquí y allá; acertados golpes dramáticos y como guinda del pastel, incluso incisos de carácter didáctico.
En las más de quinientas páginas de este volumen que se une a la biblioteca del 'Dios del manga' vais a encontrar todo esto y mucho, mucho más, con una lectura que te atrapa desde la primera página y que, obviamente, en algún que otro pasaje os va a recordar a cierta producción cinematográfica de animación…
Preparad el salacot, unas buenas botas e internaros en lo más profundo de la selva africana para conocer la verdadera historia del Rey del lugar, el León Blanco.
Diario de Cadiz
Telaraña transitiva
JULIAN M. CLEMENTE
WEB OF SPIDER-MAN NACIÓ EN 1985, COMO SUSTITUTA DE MARVEL TEAM-UP, CON LA IDEA DE DAR UN MAYOR RELIEVE A LA VIDA PROFESIONAL DE PETER PARKER, ALGO QUE FUE DIFUMINÁNDOSE CONFORME AVANZÓ AQUELLA TERCERA CABECERA PROTAGONIZADA POR EL HOMBRE ARAÑA. DURANTE LOS DOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA, DESTACÓ EL EQUIPO CREATIVO FORMADO POR DAVID MICHELINIE Y MARC SILVESTRI. TRAS SU MARCHA, LA COLECCIÓN COMENZÓ UNA BÚSQUEDA DE RUMBO QUE CULMINÓ, AL CABO DE UN TIEMPO, CON LA LLEGADA PRIMERO DE PETER DAVID Y LUEGO DEL VETERANO GERRY CONWAY, QUIEN HERMANARIA LA SERIE CON THE SPECTACULAR SPIDER-MAN. ESE PERIODO ES EL QUE ABARCA ESTE VOLUMEN.
Jim Salicrup, el editor que habría de conducir la transición de la Oficina Arácnida desde la solidez de los primeros ochenta hasta el contexto del Spiderman casado que determinaría la franquicia a partir de 1987, dispuso de Web of Spider-Man como una serie multifunción, que obedecía a las necesidades de cada momento. La inestabilidad creativa, con una sucesión de historias autoconclusivas y la presencia de guionistas y dibujantes machacas, caracterizó al título en muchas ocasiones. En este volumen, con abierta vocación completista, vas a encontrar unos cuantos de esos socorridos fill-ins, algunos con autores tan inesperados como Jim Shooter, pero sería injusto asegurar que esa es la caracteristica definitoria del volumen. Web of Spider-Man no era tanto una colección de relleno como aquella que permitía profundizar en aspectos determinados de la vida privada de Peter, además de cerrar cabos sueltos de argumentos que venian de Amazing y Spectacular.
Bajo esa premisa, en estas páginas te vas a encontrar alguna que otra joyita
La primera que nos gustaría destacar es la que abarca los Web of Spider-Man #29 y 30 USA. Se trata deuna secuela del especial coprotagonizado por el lanzarredes junto a Lobezno ese año de 1987, en el que tuvo lugar la muerte de Ned Leeds, y comparte con éste a su guionista, James C. Owsley. Poco antes, Owsley, en calidad de editor de la franquicia, mantenía un conflicto con Tom DeFalco alrededor de la identidad de El Duende. DeFalco pretendía que éste fuera Richard Fisk, el hijo olvidado de Kingpin, mientras que Owsley se decantaba por El Forastero, un villano que había aparecido en The Spectacular Spider-Man. Otra opción sobre la mesa barajaba la posibilidad de que se tratara de Leeds, y fue esa la que prosperaría... sólo que no lo iba a tener fácil.
Owsley estaba dispuesto a que no fuera así bajo ningún concepto, asi que buscó la manera de que saliera adelante la solución de El Forastero... quitando de encima a todos los demás candidatos. A día de hoy, DeFalco sigue convencido de que ese fue el motivo por el que murió Leeds en el especial con Lobezno, pero también la razón por la que, en los números de Web of Spider-Man a los que nos referimos, se anuló la otra posibilidad que descansaba sobre la mesa.
La solución final, ya con Owsley fuera de circulación, fue la que aportó Peter David, tal y como se refleja en Marvel Héroes. El Asombroso Spiderman: La Identidad del Duende. Contra todo pronóstico, los Web of Spider-Man #29 y 30 USA encajan en el planteamiento final de la saga, y a día de hoy continúan suponiendo una interesante lectura. Owsley también nos deja el autoconclusivo Web of Spider-Man #37 USA, un relato de género negro, que supone una de las escasas apariciones de Dakota North al margen de la miniserie que protagonizara esta detective privada, que encaja en la vertiente más realista y cruda de su autor, la que exploraria a fondo cuando se dedicó en exclusiva a los guiones.
Otro número inusual lo constituye el Annual #3 USA de la serie, cuyo contenido lo convierte en una rara avis. Desde los viejos tiempos de Stan Lee, muchos Annuals se complementaban con galerías de pin-ups y pequeñas historias de background que explicaban detalles de los protagonistas, como sus orígenes, poderes o gadgets. Se trataba del aliño perfecto para las aventuras principales, algo así como los extras de un DVD. Pero ¿te imaginas un DVD formado exclusivamente por extras? Porque eso es exactamente lo que nos encontramos en este Annual: alrededor de cincuenta páginas que suponen una foto fija del mundo del trepamuros en 1987, mediante una sucesión de pin-ups con texto que desgranan sus secretos, los de sus amigos, compañeros de trabajo y enemigos, para concluir con un repaso a sus más viejos antagonistas. Nunca ha existido un artefacto de estas características, y probablemente nunca vuelva a existir.
Su razón de ser se pierde en la noche de los tiempos, pero podemos conjeturar con que la que debía ser historia principal del Annual quizás vio la luz dentro de la propia colección, mientras que el Annual se nutrió con extras que deberían haberse ubicado en la trastienda de éste y otros especiales arácnidos de ese año. Porque... nos referimos a 1987, el año de la improvisadísima boda de Peter y Mary Jane: la ceremonia ocupó todo el Amazing Annual #21 USA, mientras que la luna de miel se quedó con el Spectacular Annual #7 USA: ninguno de ellos contenía extra alguno.
La necesaria sincronización de toda la franquicia de cara a la boda también impacta en este volumen.
Echarás en falta los Web of Spider-Man #31-33 USA. Esto es debido a que formaban parte, los dos primeros, de "La última cacería de Kraven" y, el último, de la aventura en la que Peter se internaba en un psiquiátrico. Ambas están publicadas en Marvel Héroes. El Asombroso Spiderman: La leyenda empieza de nuevo. También están ausentes aquí los Web of Spider-Man #35 y 36 USA: supusieron el regreso de Gerry Conway al mundo arácnido después de tanto tiempo y los reservamos para los tres tomos que contendrán su segunda estancia completa en la franquicia. Lo mismo puede decirse de los Web of Spider-Man #47 y 48 USA, de igual forma a cargo de Conway.
Aunque cuente con otro guionista invitado, en este caso un recién llegado Fabian Nicieza, la relevancia del Web of Spider-Man #38 USA nos impide calificarlo de episodio de relleno, puesto que se trata una de esas historias costumbristas con el más puro sabor arácnido que nos permiten cartografiar la vida de Peter Parker hasta en sus detalles más cotidianos.
Desde mediados de los setenta, Peter había sido el inquilino del celebérrimo cuchitril de Chelsea. Una vez casado con Mary Jane, tocó mudarse junto a ella, y es esa mudanza la que narra este número, animada por la presencia de alguien que no parece dispuesto a cargar con ninguna caja, el nuevo Duende que surgió tras el Amazing #289 USA. Aunque debajo de la capucha se encuentre otro individuo, el carisma del villano era tal que invitaba a hacerse con ese capítulo. Pero el motivo por el que te quedarías a vivir en este tebeo es la aparición de todos los amigos y conocidos de Peter: Lance Bannon, la Tía Anna, Joe, Martha, Randy y hasta Amanda Robertson, J. Jonah Jameson, Glory Grant, Betty, Glory, Flash, las tres míticas vecinitas del edificio (Candi, Randi y Bambi) y, por supuesto, Mamie Muggins, la entrañable a la par que odiosa casera de Pete durante tantos años. Un adiós para recordar.
El mismo equipo nos deja, además, otro tebeo reivindicable, el siguiente al de la mudanza. Se trata de un relato centrado en Tía May y Nathan Lubenski, su novio de estos años, que además nos descubre el destino del disfraz que compró Peter en el especial con Lobezno: cuando se encontraba en Alemania sin su traje arácnido, pero consiguió encontrar otro casi perfecto. Casi. Por cierto, en la edición americana de este número, constatamos que la cabecera colocaba, en aquellos años, alrededor de 230.000 ejemplares cada mes. Una auténtica barbaridad incluso para la época.
Nicieza no se quedó (otro What If editorial que explorar) y su puesto lo ocuparía Peter David, el autor de "La muerte de Jean DeWolff" y quien había dado con la solución para la identidad del Duende. Le acompañaba Alex Saviuk, dibujante de corte clasicista heredero de John Romita, y de hecho amigo de su hijo, John Romita Jr., que más tarde se uniria a Conway para acometer su etapa dentro de la serie
Juntos, pergeñaron una saga en cuatro partes en que Peter Parker debía infiltrarse en una secta para salvar a uno de sus seres queridos. El subargumento de esta historia, relacionado con Mary Jane, Tía May y la lencería, todavía nos cuesta creer que llegara a existir. David también nos procuró un crossover con The Incredible Hulk, serie en la que despuntaba con su época del Hulk gris en Las Vegas, y se despidió, durante una buena temporada, con el episodio con el que concluye este volumen y con el que nosotros buscamos afianzar el compromiso de recuperar la integridad de la complejísima y extensísima trayectoria de Spiderman a través de las décadas.
(Este artículo forma parte del volumen de La Telaraña de Spiderman: Mudanza de Planeta Comics)
Catálogo para la exposición de Martí Riera editado durante el 9º Saló Internacional del Cómic de Barcelona, de 9 al 12 de mayo de 1991, en el Mercat del Born
Por Jordi Amat
Una mujer de mediana edad a quien no le da la vida entre obligaciones laborales y todas las obligaciones domésticas. Así mal que bien va tirando la protagonista de la novela gráfica Hoy, de la argentina Agustina Guerrero. Ella, como la autora, lleva más de 20 años afincada en Barcelona. Anda perdida entre la gente hasta que un día, camino del trabajo, dice basta. Su fatiga es una experiencia contemporánea típicamente urbana. Llamémoslo una variante del género del estrés. Se trata de una vivencia que se adapta y declina en función de la circunstancia. En un lugar concreto de la ciudad, la protagonista de Hoy se siente atrapada porque la conexión entre su angustia íntima y la arquitectura intensifican dicha sensación. Sucede en uno de los iconos de la nueva Barcelona cultural, en la calle que atraviesa el Auditorio.
Tras las primeras elecciones municipales después de la dictadura, los consistorios progresistas fueron actor clave de una democratización tangible a escala local. Como apuesta de dignificación a través del urbanismo, uno de los lemas de los primeros ayuntamientos socialistas barceloneses fue la monumentalización de la periferia. Barrios obreros, zonas posindustriales. Cerca de la plaza de las Glòries se levantó el clasicista Teatro Nacional de Catalunya y justo al lado el racionalista L´Auditori de Rafael Moneo. En un plano cenital vemos a la protagonista de Hoy presa de su desazón y ella se imagina trepando por las paredes, llegando a la cornisa del edificio y desde allí mirando la ciudad como una forma de reconquista de la libertad. Guerrero la dibuja de espaldas y en el paisaje que ella contempla destaca la Sagrada Familia.
Cuando deja la oficina, liberada, decide redescubrir la ciudad, buscar señales que le permitan redescubrirse a sí misma. Uno de los primeros barrios que camina es el Poble Sec. Una viejecita le explica que esa fuente pública fue una conquista de la lucha vecinal, después se acerca a un parque público, se columpia y a su lado un hombre tararea Hoy puede ser un gran día, de Joan Manuel Serrat. Interiorizar la letra de la canción, mientras pasea por Barcelona, es una fábula de la búsqueda de la felicidad en la ciudad. Es una bonita historia, una más de las historias barcelonesas escritas por mujeres.
La novela de Barcelona: un animal mitológico
"¿Barcelona es una ciudad literariamente bien contada?", le preguntó Javier Rodriguez Marcos a Francisco Casavella cuando publicó la primera entrega de El día del Watusi. Casavella no titubeó: "Incluso demasiado contada, para ser tan pequeña. Pero con buenos resultados". Era una sentencia para cerrar una vieja querella que ha atravesado a lo largo de 100 años la literatura sobre Barcelona. Por entonces Sergi Pamiés, con ironía al cuadrado, publicaba un libro de cuentos titulado La gran novela sobre Barcelona (1997), Miqui Otero, respondiendo en otra entrevista tras la publicación de la espléndida Simón (2021), tiraba de más ironía para huir de ese tópico: "La novela de Barcelona no existe, es un animal mitológico". Esa discusión bizantina, que abre ángulos muertos de autopercepción de la literatura catalana y su tensa relación con la castellana en la capital catalana, ayudan a resolverla libros como Barcelona y sus escritoras, de María Ángeles Cabré. Por dos motivos. Porque ficha a 70 autoras cuyo "campo de acción" ha sido la ciudad y que en muchos casos no habían sido tenidas en cuenta. Y, sobre todo, porque sus datos reescriben el mapa barcelonés.
Cuando Barcelona fue designada invitada de honor en la FIL de Guadalajara, uno de los objetivos institucionales fue reforzar la traducción al castellano de libros con la capital catalana como centro de la trama. La operación la ha pilotado el Instituto Ramon Llull. Así ya puede leerse por primera vez en español una novela publicada por entregas hace un siglo: Un film (1926), de Victor Catalá -seudónimo de Caterina Albert, fundadora de la novelística catalana contemporánea-. Es la obra que inaugura el ciclo de los paseos de las escritoras por la piel de la ciudad.
La llegada de Nonat Ventura -personaje de identidad escindida- es el pretexto para descubrir Barcelona desde su mirada resentida. Una mirada muy distinta es la de Colometa de La plaza del Diamante (1962), escrita por Mercè Rodoreda en el exilio, o la que ve una Barcelona cautiva de los fantasmas de la posguerra, donde la Andrea de Nada (1945), de Carmen Laforet, pasa por el rito de paso del aprendizaje a la decepción. La historia que transiciona entre esa Barcelona gris y la democrática es la que capturó Monserrat Roig en El tiempo de las cerezas (1977), seleccionado por Babelia como uno de los 50 mejores libros del último medio siglo.
La conclusión es obvia y no está asumida: la ciudad paseada a través de la mirada de las mujeres constituye un vector fundamental de la construcción literaria de Barcelona.
Contar la precariedad
La construcción democrática de Barcelona buscó rehabilitar el Barrio Chino, monumentalizar la perifaeria y transformar la urbe posindustrial para convertirla en una ciudad de servicios. Los Juegos Olímpicos permitieron una intervención urbanística a gran escala y crearon un mito religado a los días del Fin de la Historia. El éxito ha tenido una larguísima resaca. ¿Qué vería hoy Gurb si volviese a visitarnos?
A finales de la primera década de 2000, empezó a sustanciarse un discurso ideológico que denunciaba la captura de la ciudad por el neoliberalismo. La sospecha se convirtió en realidad con el estallido de la crisis económica. Hoy el chivo expiatorio es el turista y el expat. ¿Cómo contar entonces la ciudad?
Las nuevas circunstancias crearon las condiciones para crear otro personaje emblemático de la literatura barcelonesa. Una víctima del sistema que lo narra sin victimismo. Es el reverso del cuento de hadas pijo que es Vicki Cristina Barcelona. Si el clásico contemporáneo había sido el Pijoaparte de Últimas tardes con Teresa (1966), de Juan Marsé, el nuevo sujeto había sido la joven que vive la ciudad con hostilidad o la mujer que se siente progresivamente precarizada o desclasada. Son asuntos sobre los que versa Nadie me esperaba aquí, el último ensayo de Noelia Ramírez. La periodista también describe su viaje de la periferia al centro de la ciudad, las nuevas miradas sobre ella desde el privilegio que redefinen su identidad. Es la historia de las primera novelas de Llucia Ramis, Anna Pacheco y Andrea Genovart: Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 años (2008), Listas, guapas, limpias (2019) y Consumir preferentemente (2023). Ramis recuerda cómo la tradición le sirvió para la construcción literaria de su Barcelona. "Tuve en la cabeza maneras de escribirla: las calles, las plazas y las gentes de Rodoreda y Laforet, pero también Pàmies y Monzó". También asumió ese legado Genovart para construir su ficción. "Como lectora me habían interesado el humor y los personajes mundanos y mediocres de Pàmies, Monzó o la acidez sarcástica y lúcida de Casavella".
En estas tres novelas sus protagonistas chocan de diversas maneras con una ciudad que no acoge sino más bien expulsa o se convierte en un acompañante desagradable porque el problema de la vivienda, los bajos salarios o la tensión entre clases dificulta que esas mujeres que se pasean puedan construirse un horizonte de madurez tranquilo.
No es una experiencia tan distinta a la que sufre la protagonista de La próxima vez que te vea, te mato (2024), de la chilena Paulina Flores, o la que la dramaturga catalana de origen argentino Victoria Szpunberg plantea en El imperativo categórico (2024), que se acaba de representar en Madrid y ha ganado el Premio Nacional de Literatura Dramática. La experiencia de la ciudad de sus protagonistas es indesligable de la angustia por la vivienda y la ciudad que expulsa.
Pasear el amor por la calle
También vivimos la ciudad a través del imaginario que ha configurado la literatura de la ciudad. La escena inicial de Nada es la de llegada de Andrea a la estación de tren de Barcelona. Su historia es la del descubrimiento de la juventud en la miseria moral y material de la posguerra. La escena inicial de la excelente Una chica en la ciudad es parecida. Mercè Ibarz llegó en autobús, es cierto, y la ciudad de principios de los setenta no era la de los negros años cuarenta, pero ella, callejeando, en los cines, cambiando de piso, también iba a convertirse en Una chica en la ciudad.
Esta memoir que se acaba de publicar es uno de los tributos literarios más bellos que se han escrito sobre Barcelona. Lo que origina esta escritura de madurez plena es el duelo por la muerte es el duelo por la muerte de L., su marido. Desde la pérdida física, la escritora rememora y piensa su vivencia de la juventud, la formación de su intimidad a través de la amistad y de la construcción de una relación de pareja. En ese ejercicio de rememoración la vida y la ciudad se confunden para contar una historia de amor al hombre que se quiere y a la ciudad que te ha acogido -Barcelona- para ser quien eres. "Las ciudades son sueños, y tener veinte años también era eso, soñarla con los ojos despiertos y con los ojos cerrados".
Babelia Núm. 1.774 Sábado 22 de noviembre de 2025
La Hora del Bocadillo
Mathieu Bablet, uno de los grandes nombres del aclamado sello francés Label 619, regresa a las librerías españolas
José Luis Vidal
23 de noviembre 2025
No quisieron escuchar a los científicos y entendidos en esos temas, el cambio climático era imparable e iba a afectar a los ecosistemas terrestres de manera radical. Así que cuando las abejas desaparecieron se inició una irreversible cuenta atrás que, con el paso del tiempo, ha sumido al planeta en un estado que tan solo podemos considerar como letal.
Nuevo Nueve
La biodiversidad ha muerto, y con ella los grandes y pequeños núcleos donde antaño bullía la vida. Ya no existen las ciudades como tales, y los supervivientes a este auténtico apocalipsis malviven a bordo de enormes urbes mecánicas, mastondónticos vehículos que recorren estos paisajes yermos, letales, sin nunca poder apagar los motores y detenerse, ya que el peligro aguarda.
Bienvenidos a una de estas naves-ciudad, una mónada llamada La Buscadora, donde sus habitantes se han convertido en una gran familia, que procura cuidarse entre ellos. La vida en este lugar está controlada por costumbres que se han heredado de padres a hijos, como por ejemplo que los más jóvenes deban llevar casco protector hasta que alcancen una edad. Deben protegerse de los virus que flotan en el ambiente y podrían transformar sus cuerpos.
Una de las peculiares habitantes de esta nave, tal vez la que más, es Jenny. No suele pasar largas temporadas en esta, ya que su trabajo, su vida, consiste en trabajar para la gran corporación PYRRHOCORP, que tiene a una serie de sujetos contratados para que busquen, gracias a la tecnología alimentada por el Inertium, algún rastro y presencia de las deseadas abejas que, tal vez, podrían hacer que el mundo volviera a parecerse al que fue…
Pero esta labor tiene sus riesgos, y si eres expuesto a los virus tu cuerpo comienza a cambiar, invadido poco a poco por la enfermedad. La profesión de Microide es tan solo para algunos valientes… o locos.
Reducir sus cuerpos e investigar en parajes microscópicos no es tarea fácil, y Jenny, la silenciosa Jenny, lleva años acompañada por alguien a la que ve en los peores momentos, un presencia que la sigue allí a donde va.
Mathieu Bablet , con su tremendo genio, ha recreado un mundo en el que te sumerges en sus increíbles páginas, y recorrerás junto a sus personajes parajes peligrosos, de una extraña belleza, donde esperan ocultos los Comepiedras para atacar la nave.
A estas alturas, con la mayoría de sus obras publicadas en nuestro país, podemos constatar que Bablet es un auténtico amante de la ciencia ficción, plasmada en su obras Shangri-La o Carbono y Silicio; diferentes visiones de una tierra post apocalíptica, como en La Bella Muerte o esta misma Silent Jenny y, por si esto no fuera poco, el género fantástico, protagonizado en su trayectoria por Midnight Tales y sus varias incursiones en las increíbles Doggy Bags o Lowreader.
Su última incursión en el mundo de las viñetas ha sido junto a su compadre, otro de los miembros del genial grupo encabezado por RUN, pater del sello Label 619. Se trata de Shin Zero, junto a Guillaume Singelin. Un tándem de aupa.
El autor galo inventa un mundo que ojalá nunca llegue a parecerse al nuestro, en una auténtica odisea de ciencia ficción en la que su protagonista llegará lo más lejos posible en busca de los deseados insectos, para entonces reencontrarse consigo misma y plantearse muchas preguntas que tal vez no tengan respuesta.
Prepárate para un intenso viaje a bordo de La Buscadora y esas tierras baldías, y un mundo microscópico a descubrir, avezado lector, ya que el trayecto va a ser de todo menos tranquilo, y te aseguro que te dejará marcado, como a Jenny, la silente protagonista.
Nuevo Nueve, con el buen hacer y criterio que les caracteriza, lleva a tus manos un voluminoso tomo de más de trescientas páginas, donde lanzarte de cabeza a esta apasiónate ficción creada por uno de los autores franceses más interesantes del momento.
Diario de Cadiz
¿Quién no quisiera haber conocido a esta apasionante mujer?
José Luis Vidal
20 de noviembre 2025
Hay muchas historias, multitud de biografías que nos pasan inadvertidas. Es lógico.
Afortunadamente, existen artistas que, como el dúo formado por Virginie Augustin y Hubert, nos llevan de la mano hacia la narración de la vida de una mujer extraordinaria. Probablemente no os suene su nombre, Marion Barbara Carstairs, pero una vez hayáis disfrutado de este cómic, de haber viajado junto a ella, y conocido a todas las personas con las que relacionó y muchas a las que amó, alucinaréis ante una existencia tan increíble.
Ediciones La Cúpula
La pequeña Marion (o Tuffy, como a ella le gustaba que la llamaran), hija de una mujer que cambiaba de marido como de abrigo, ya dio claras señales de una rebeldía, lo que provocó que su madre la ingresara en una prestigiosa escuela para señoritas, pensando que ese fuego que ardía en su interior acabaría por extinguirse.
Craso error.
Allí, rodeada de muchachas de su misma edad, y en total libertad, pese a las restricciones de un lugar como ese, conoció por primera vez el amor, y vaya si lo practicó.
Tras esta etapa de 'aprendizaje', Marion, a la que todos conoceremos a partir de ahora como Joe, se traslada a New York, donde se labrará una reputación, y será una presencia exigida en toda buena fiesta, viviendo las noches de la gran manzana y comenzando una lista de amantes que, con el paso del tiempo, se convertiría en casi eterna.
Por supuesto, en aquellos tiempos, su condición sexual no fue aceptada por todos, pero la decidida protagonista de esta biografía en viñetas miraba hacia otro lado, seguramente esbozando un comentario irónico o, si la situación lo planteaba, tal vez usando los puños.
Curtida entre las explosiones y heridos de la Primera Guerra Mundial, Joe tendrá un gran gusto por la velocidad y el mar, por lo que vamos a ver cómo con suma habilidad se convertirá en un hábil piloto de lanchas de carreras, ganando infinidad de premios.
Como os decía anteriormente, su existencia vendrá marcada por la infinidad de relaciones que tendrá, pero la única que le durará para siempre, acompañándola en los buenos y malos momentos, será la de una curiosa figura, Tod Wadley. Y no, no fue una persona, sino un muñeco al que Joe trataba como si fuera real.
Millonaria, dueña de una flota de taxis, capitana de barco, propietaria de una isla donde recreó una sociedad que rozó la perfección, amante de la mítica Marlene Dietrich, piloto de avión… En la vida de esta increíble mujer no hubo momento para el aburrimiento, y vamos a ser testigos de excepción gracias al increíble trabajo que ahora llega a las librerías de la mano de Ediciones La Cúpula, que edita un volumen en el que la dibujante Virginie Augustin, cuyo arte, muy influenciado por su etapa laboral en el mundo de la animación, le viene como anillo al dedo a la narración, donde también brilla el talento del desaparecido Hubert, guionista con una fértil trayectoria, que supo resumir con fidelidad y genialidad toda una existencia.
En fin, si buscáis conocer la vida y trayectoria de una mujer increíble, no dejéis pasar la lectura de este cómic.
Diario de Cadiz
Lo mejor del mes
1. El laberinto del Cuco. Max. Editorial La Cúpula
Concebido originalmente como una instalación a modo de laberinto en el que las viñetas guiaban al visitante, parecía imposible trasladar esa propuesta al papel, pero Max demuestra que su larga carrera se ha gestado desde la experimentación continua con el lenguaje de la historieta. Traduce la tridimensionalidad a un clásico "sigue la aventura" donde la acción se convierte en puro slapstick, en dinamismo y movimiento que toman el legado de Coll para traerlo al presente, pero sin renunciar nunca a una reflexión que transcurre en paralelo y transciende siempre.
2. Aquí donde estoy. María Castro Hernández y Tyto Alba. Editorial Astiberri
Recuperación del relato de un superviviente de la Quinta del biberón en la batalla del Ebro, que apuesta con acierto por conjugar la voz del protagonista con la mirada actual de un adolescente. Castro y Alba crean un potente discurso antibelicista que no cae en la trampa de la equidistancia, gracias a un relato en primera persona que narra con realismo el absurdo infinito de ese horror que se convierte en vivencia cotidiana, pero leído desde el presente de una persona que hoy tiene la misma edad que aquel que asumía con resignación una muerte que parecía inevitable.
3. Mi amigo Kim Jong-un. Keum Suk Gendry-Kim. Reservoir Books. Traducción de María Rosario Albarracín en castellano y Yasmine Bonjoch en catalán.
La autora coreana de obras tan estimable como Hierba o La espera se embarca en su última novela gráfica en la espinosa tarea de dibujar la biografía de Kim Jong-un, el dictador norcoreano. Una tarea compleja en tanto la historia se ha reescrito por completo para ensalzar o demonizar una figura que deviene más en personaje que en humano, lo que le permite a la dibujante crear en paralelo una sugerente reflexión sobre la evolución de su país y de una sociedad criada en la confrontación constante y el miedo a la guerra, tanto desde la realidad interior como desde la política mundial.
4. Calva. Teresa Drahonôvská y Štěpánka Jislová. Traducción al castellano y catalán de Katerina Valentova. Andana Gráfica.
Los estereotipos sociales han definido el pelo como una herramienta de control de la mujer, desde el castigo hasta la imposición de una norma estética, que provoca que la alopecia aceptada en el hombre como un signo de masculinidad se transforma en la mujer en estigma insuperable. Desde la experiencia personal de la guionista, Calva explora el camino aceptación de la enfermedad no como una resignación, sino como una reivindicación de una identidad que no puede ser dictada por normas excluyentes, jugando con el simbolismo gráfico de la ausencia del cabello como clave narrativa de una obra muy sugerente.
5. Brunilda en la Plata. Genis Rigol. Apa Apa Cómic.
Brunilda es puro teatro, una reflexión surrealista que va de Godot a Pirandello, que rompe la figura del demiurgo para que sea el espectador quien decida sobre una propuesta tan sorprendente como sugerente. Rigol debuta jugando con el absurdo cotidiano que, trasladado al escenario y las bambalinas del teatro, obliga a plantearse las ficciones como formas poliédricas de una realidad que nunca se deja ser representada en su totalidad, que termina por seguir los caminos de un guion que parece prefijado en nuestra existencia, pero que, quizás, pueda ser reescrito por un hábil espectador.
Babelia Núm. 1.774. Sábado 22 de noviembre de 2025