viernes, 26 de diciembre de 2014

Pintores rusos del siglo XIX (y II)

 KISELEV Aleksandr - Vid v okrestnostiah har'kova (View at Kharkov surroundings)


KLEVER Iuliiy - Debri (the wilds)

KLEVER Iuliiy - Derevnia na ostrove Nargen (Village on the Nargen Island)

KLEVER Iuliiy - K vecheru (towards evening)

KLEVER Iuliiy - Osen' v lesu (Autumn in the wood)

KLEVER Iuliiy - Ottepel' (Snowbreak)

KLEVER Iuliiy - Ottepel' (Snowbreak)

KLEVER Iuliiy - Peiyzazh. (Paysage)1892

KLEVER Iuliiy - Zakat solnca zimoiy2 (Winter sunset 2)

KLEVER Iuliiy - Zakat solnca zimoiy (Winter sunset)

KLEVER Iuliiy - Zima (Winter 2)

KLEVER Iuliiy - Zima (Winter)

KLEVER Iuliiy - Zimniiy peiyzazh s izbami u reki (Winter paysage with cottages in river)

KLEVER Iuliiy - Zimniiy peiyzazh s izbushkoiy (Winter paysage with Hut) 


KLEVER Iuliiy - Zimniiy peiyzazh s izbushkoiy (Winter paysage with 

KLEVER Iuliiy - Zimniiy peiyzazh s rekoiy i domami (Winter paysage with river and house)

KLEVER Iuliiy - Zimniiy zakat v elovom lesu (Winter Sunset in fir forest)

KLODT Mihail (Konstantinovich) - Dubovaia rosha (oak grove)

KLODT Mihail (Konstantinovich) - Lesnaia dal' v polden' (Forest distance at midday)

KONDRATENKO Gavriil - Letniiy peiyzazh (Summer paysage)

KONDRATENKO Gavriil - Zima (Winter)

KRYZHICKIIy Konstantin - Boloto (Swamp)

KRYZHICKIIy Konstantin - Derevnia na beregu rechki (a village on the banks of the river)

KRYZHICKIIy Konstantin - Les zimoiy (Winter forest)


KRYZHICKIIy Konstantin - Ozero (Lake)

KRYZHICKIIy Konstantin - Peiyzazh (Paysage)

KRYZHICKIIy Konstantin - Pered dozhdiem (before the rain)

KRYZHICKIIy Konstantin - Pered poludnem (before noon)

KRYZHICKIIy Konstantin - Poveialo vesnoiy (a breath of spring)

KRYZHICKIIy Konstantin - Ranniiy sneg (early snow)


KUINDZHI Arhip - Ladozhskoe ozero (Ladoga Lake)


KUINDZHI Arhip - Lunnaia noch' na Dnepre (moonlit night on Dnepre)



KUINDZHI Arhip - Na ostrove Valaame (On Valame island)

LEVITAN Isaak - Beriezovaia rosha (Birch Grove)

LEVITAN Isaak - Leto (Summer)


LEVITAN Isaak - Lilii. Neniufary

LEVITAN Isaak - Mart (March)


LEVITAN Isaak - Na ozere (on the lake)

LEVITAN Isaak - Nad vechnym pokoem (Above Eternal Peace)

LEVITAN Isaak - Osenniiy peiyzazh (Autumn Paysage)


LEVITAN Isaak - Ozero. Rus' (Lake Rus)


LEVITAN Isaak - Posle dozhdia. Plies (After the Rain, River flow)

LEVITAN Isaak - Savvinskaia sloboda pod Zvenigorodom (Savvinskaya settlement under Zvenigorod)


LEVITAN Isaak - Solnechnyiy den' (Sunny day)


LEVITAN Isaak - Svezhiiy veter. Volga (a fresh wind. River Volga)

LEVITAN Isaak - Tihaia obitel' (quiet abode)

LEVITAN Isaak - Vecher. Zolotoiy Plies (Evening. Golden flow of the river)

LEVITAN Isaak - Vecherniiy zvon (Evening Ringing)


LEVITAN Isaak - Zolotaia osen' (Golden Autumn)


Amura de Sergio García. Apoteosis del cómic colmenero





 AMURA
Sergio García
Ediciones Glénat Serie limitada de 6 números 24 páginas. Blanco y negro Formato cómic-book
PVP: 195Ptas.


Amura es una refinada muestra de cómic colmenero, es decir, de un tipo de historieta de protagonismo coral, en las que es tan importante qué sucede como dónde sucede, que crea un universo peculiar y particular, encarnado aquí por la isla de la Desolación y el mestizaje de personajes.

Sergio García hurga en la guerra, burlándose de ella, pues supone una gran chanza el proponer su profesionalización, despojándola de bajas civiles, constriñéndola a un escenario y unas regias precisas y severas y una vigilancia estricta. Una chanza porque olvida que la regulación del acto bélico es antinatural y, si se consigue, se le arrebata su esencia. De cualquier manera, la guerra es díscola y siempre acaba haciendo el máximo de estragos sin pedir permiso.

El conflicto bélico en nuestro mundo actual está en un segundo plano, hasta confundirse con un rumor eterno y lejano que va a desembocar en nuestras playas. Un rumor que no cesa y que habita de alquilado en nuestros oídos occidentales. Hemos llegado al punto de digerir, tranquila y placenteramente, horas y horas de imágenes impregnadas de escenarios bélicos y brutales, que de padecerlos en vivo darían un giro radical a nuestra vida y a la propia actictud frente a ella. Esto, lamentablemente, es señal de que algo grave (nos) sucede.

En el cómic, el conflicto se presenta como un orden perfecto —casi todos los personajes ostentan un rango jerárquico militar—, en el que se abren brechas de desorden: el fauno Flavio Patacabra y la búsqueda del inquieto Svensson, rodeados de hallazgos tan increíbles como el gongorino, inquisidor, superlativo, sayón y escriba Horacio Mapamundi y la bella nínfula Amura, ducha en el manejo de la katana.

Amura descubre despacio sus cartas para mantener el interés más allá de que al final de la mano haya' una escalera de color o un farol. Requiere atentas lecturas que desoculten las conexiones existentes entre los personajes. La primera entrega sirve de introducción, haciéndose especial incidencia en el carácter normativo que lo contamina todo. En la segunda se plantea una reflexión sobre cuál es la verdad, vista desde tres perpectivas distintas.

El estilo del dibujo emparenta con la mejor ilustración infantil, y la cuidadosa composición de la página incluye, en casi todas ellas, una viñeta que abarca, como si de un fondo se tratase, el resto.
Por el momento —a la espera de los últimos cuatro números— es una brillante obra que debería tener un hueco entre las nominaciones del próximo certamen barcelonés. JOAQUÍN J. PÉREZ


Revista Viñetas nº14, Ediciones Glenat, abril 1995

martes, 23 de diciembre de 2014

EL ORIGEN DE LA COSA! por Gallardo







Revista Viñetas nº4, Ediciones Glenat, abril 1994

Las palabras como lápices



Trazo de Tiza
Colección Miguelanxo Prado n" 1 Norma Editorial P.V.P. 1.750 Ptas.


JAUME VIDAL

Tengo la sensación de que ha pasado mucho tiempo desde que apareció TRAZO DE TIZA de Miguelanxo Prado en las páginas de la revista Cimoc hasta ahora que Norma nos lo presenta en forma de álbum. Demasiado quizá. TRAZO DE TIZA es una obra que hay que leerla de un buen tirón. No admite fraccionamientos, porque no se trata de una narración con diferentes episodios. Las distintas anécdotas que aparecen en TRAZO DE TIZA son estados de la mente y el alma humana.

La pequeña isla, que ignoran todas la cartas marítimas y que sirve de escenario de la obra, es la metáfora del pozo oscuro en el que se introducen los seres humanos cuando afloran sus contradicciones. Los personajes son seres desubicados que todavía esperan el milagro de la fe. Raúl, un navegante perdido en el mar y también en su propia vida, llega a una isla en donde perseguirá un amor inalcanzable. Ana espera también una cita imposible y Sara, la dueña de la pensión y única residente fija de la isla, junto a su hijo Dimas, atiende su desolado establecimiento a la espera de ocasionales clientes. La existencia en la isla de un faro que jamás ilumina es el mejor equivalente de las vidas de los personajes de TRAZO DE TIZA. Sólo Dimas, de apariencia totalmente anormal, es el que tiene cogida la medida de la realidad de un pequeño universo en el que nada es lo que parece.

Para construir esta historia de sentimientos, entendidos éstos como algo más que la simplificación amor/odio, Prado tiene que recurrir a crear una atmósfera especial y ésta es su gran virtud. Dibujar lo intangible es tarea sólo al alcance de los grandes autores.

Prado disponía a priori de pocos elementos para matizar gráficamente su historia: el mar, una isla, un faro y unos pocos personajes. Sin embargo, su excepcional y particular uso del color permite un inmenso juego de luces en el que se identifica degradadamente cada instante del día. Mañanas luminosos, matizados atardeceres y sobrias noches reflejan también momentos anímicos diferentes.

Una de las grandes aportaciones de Prado a la historieta, y que en TRAZO DE TIZA queda muy patente, es romper con la tradición de que el cómic es la simple suma de palabra y dibujo, como si se tratara de un cóctel en el que si se aciertan las proporciones y la composición se puede obtener un buen combinado. Palabra y dibujo son en el cómic elementos muy distintos que los que se utilizan para realizar un cuadro o escribir una novela. Tienen valores diferentes, su unión no es una sencilla suma, es la creación de un nuevo lenguaje con códigos muy diferentes. El recientemente desaparecido Alberto Breccia había llegado al final de su vida a una conclusión aparentemente obvia: "El cómic todavía no ha dicho lo que tiene que decir, se usan técnicas y temas caducos". Prado parece haber tomado buena nota de las palabras del maestro, y por eso utiliza un diálogo como elemento plástico o un componente gráfico como si se tratara de una palabra.


Viñetas nº2, Ediciones Glenat, febrero 1994


El Honesto Irresponsable



Gente Peligrosa
Manuel Vázquez Colección by Vázquez nº 1 Ediciones Glénat P.V.P, 495 Ptas.

IGNACIO VIDAL-FOLCH

Desde finales de la pasada década, el movimiento editorial de renovación de la historieta —en su breve y torturada historia no ha tenido tiempo siquiera para nombrarse— ha tenido la generosidad (o quizás fuese más exacto decir sólo: la sensatez) de echar la mirada atrás para tratar de rescatar del olvido a algunos de los mejores autores de la tradición.

Dicho en plata: a veces, los editores modernos piensan en algún viejo as de la historieta y se dicen: "Vamos a darle una nueva oportunidad al viejo carcamal, a ver si sabe aún menear el lápiz".
Así han desembarcado a veces los viejos maestros en las nuevas revistas. Algunas de estas experiencias han resultado fiascos: el abuelo estaba para sopas; o bien el resentimiento hacia los explotadores de antaño le hacían ver con desconfianza el "Resucita, Lázaro" de hogaño, y, aferrados a su fórmula antes segura, se negaban a ver más allá de la misma; o el marco de nueva libertad expresiva le venía grande, como pájaro enjaulado al que la libertad le llega demasiado tarde; o, en algún caso cómico, se frotaba las manos, cambiaba la bata y las zapatillas por chupa de cuero y botas de punta:
—Vais a ver, niñatos, quién es aquí el más más. Voy a armar la de Troya.
Los resultados en este caso eran patéticos.

En este marco general se inscribe, con mayor fortuna, la reaparición de Vázquez, uno de los más imaginativos y eficaces autores de la época Bruguera. La "segunda oportunidad" le ha pillado con grandes reservas de energía, y, en consecuencia, Vázquez ha intentado el aggiornamiento en todos los frentes que ha encontrado abiertos: en historietas seudosicalípticas en Makoki (mensual recientemente desaparecido), el comentario a la cotidianeidad política en el (también kaputt) periódico barcelonés El Observador, y en esta revista trata de aprovechar los formatos o la libertad de la nueva historieta para profundizar en las posibilidades que le brinda su propia maestría como humorista.

GENTE PELIGROSA (Glénat, 1993) es un paso intermedio entre el trabajo a destajo de los años de su juventud y la serie nueva que publica VIÑETAS (una versión potenciada, más ambiciosa, de aquellos impagables Cuentos del tío Vázquez). Es un álbum excelente para asomarse al espíritu del creador de Anacleto, agente secreto o La abuelita Paz.

La galería de gremios indeseables (sí, están los inevitables Terribles hombres del fisco, Los domingueros, Los huéspedes imprevistos, Los sabelotodo; pero también, cosa chocante, Esos tipos bajitos o Los que practican el vudú) sirven sólo como pretexto para que el aludido espíritu de Vázquez se explaye a sus anchas. A partir del autoretrato con que se abre el álbum, en el que Vázquez saluda al lector y le sonríe con anfetamínica alegría aunque le veamos atado a la mesa de trabajo mediante una bola de forzado, reencontramos en cada página el trazo limpio y funcional, la visión del mundo de gran ligereza e irresponsabilidad, la encadenada sucesión de chistes característica, en el mismo y muy agradable tono de humor popular —en el mejor sentido de la palabra— que es su marca personal.

Hay que decir que Vázquez hace muchos, muchos chistes, y aunque la mayoría son graciosos, a veces se muestra autoindulgente con el nivel de los mismos. Algunos (¡sí, Vázquez!) son pueriles. Pero hay que decir en su descargo que esa limitación responde a la misma honestidad de su trabajo: pues, acertados o fallidos, todos los golpes de humor de Vázquez se dan en el mismo tono, en el mismo espíritu, en la misma alegría irresponsable, maliciosa pero nunca maligna ni mezquina, que es la marca de la casa, su gracia.

Viñetas nº2, Ediciones Glenat, febrero 1994


Otro aguerrido inserto


Lope de Aguirre: La Conjura
Felipe Hernández Cava y Federico del Barrio Colección Imágenes de la Historia n" 24 Ediciones Ikusager P.V.P. 2,000 Ptas,


JESÚS CUADRADO

Sobre todo porque se masca; todo lo que aparece en el álbum, me lo creo por eso: una incierta realidad. Las vaharadas del humedal, de la jungla tropical, cuando se mira al frente, hacia allá, desplazan, es cierto, las masas de vegetación y el paisaje se oblicua, se alarga, se achata, se aglutinan las formas, la perspectiva, y lo vertical no es, y lo horizontal, tampoco: todo el conjunto tiene vida propia, la suya, el vértigo de la orgánica extraña a nuestro ojo, los bloques no palpitan en función de nuestra mirada, y la masa avanza o se aleja; lo insondable. Y el aguacero, es así, pesante, denso, una muralla casi pétrea: daña; y el intentar protección es en vano, porque atosiga, sigue ahí, vigila, incluso te incita al contacto (lo entiendo, sí, Aguirre se adentra y alza el rostro), un imán del golpeteo, que amorata incluso, que te ahoga. Y el fuego, desde la hoguera, al reverberar en sí mismo, distancia el entorno, nos aisla en su núcleo, y no hay nimbo, es un encuadre cerrado, férreo, y la sombra, la propia sombra de uno es un otro distinto a ti, y el resto, lo exterior, es más brutal porque es menos tuyo, está menos próximo, no puede estarlo porque es un marco, el límite nada nidio, el contorno sin prisas, el fin inmediato, el negror.

Sobre todo porque me atrona; todo lo que se escucha en el álbum, me lo creo por eso: una irreal presencia. En esa angustia de lo ignoto, de la constante espera hacia la nada, en ese espacio extraño hasta la quemazón, lo inaprehensible, los otros extraños intentan no serlo, la partida de invasores, los huidos del hambre se vigilan hasta el insomnio, intentan salvar lo cotidiano y se atisban, se apostrofan en sus retahilas de blasones, se armamentan en apellidos de arbitrarios ecos, baladronean, sopesan sus amenazas por un si acaso, absortos en el amague, deslizan sus faramallas, reafirman su prepotencia en unos diálogos cautivos de vigilia, del propio miedo: la acechanza. Y en ese desvarío, el sometido desvaría. Y en esa sinrazón, el licurgo razona su razón: conjura.

Así están las cosas: el álbum del año, la más justificada aventura autoral y editorial para hacer comprender a los otros que la Historieta es también vida y que está viva.

Viñetas nº2, Ediciones Glenat, febrero 1994


Representar lo que no se ve, narrar lo que no sucede


 Perramus (La Isla del Guano)
Juan Sasturain y Alberto Breccia Colección Los libros de Co&Co nº 6 Ediciones B P.V.P. 2,400 Ptas.





Informe sobre ciegos
Alberto Breccia sobre un texto de Ernesto Sabato. Colección Los libros de Co&Co n° 7 Ediciones B. P.V.P. 1.800 Ptas.

PEPE GÁLVEZ

Poco antes de que la aparición simultánea de la tercera parte de PERRAMUS e INFORME SOBRE CIEGOS fuera noticia, la vida de Alberto Breccia se agotó, casi por sorpresa, sin dar tiempo a que la decadencia degradara la relación que unía al autor con la innovación creativa. Y es por ello que la lectura de estos álbumes nos habla más del futuro de la Historieta que del testimonio pasado de un autor.

La isla del guano es la tercera parte de PERRAMUS, y como en el resto de la serie, el guión de Juan Sasturain conjuga los códigos del género de aventuras con el desarrollo alegórico de una compleja reflexión sociopolítica. En la Isla del Guano, el protagonista último, es la Revolución así con mayúscula, aunque a veces aparezca en su versión minúscula de simple y tornadizo cambio político. Cierto que es demasiado protagonista, incluso para las 134 páginas de este álbum, pero por lo menos es una interesante aproximación al mito, a su necesidad, a la amputación que significa su renuncia, a sus contradicciones, a su inevitabilidad y a su carácter efímero. Todo ello visto desde la atalaya de un rico bagaje literario y de la tradición de una sociedad, la argentina, que se autoanaliza hasta la obsesión. Si en esta obra A. Breccia consigue una vez más un espléndido equilibrio entre la legibilidad mínima que exige un primer nivel de lectura y la riqueza expresiva que exije representar el mensaje de los símbolos, en INFORME SOBRE CIEGOS realiza un auténtico ejercicio de estilo para poder narrar gráficamente la tortuosa evolución de algo tan inaprensible como una obsesión. A partir del texto de Ernesto Sábato, el autor se enfrenta al reto de exponer en imágenes los itinerarios de una búsqueda, o mejor una huida, abstracta, que apenas tiene referencias físicas. El miedo es el personaje principal de este álbum, un miedo que alimenta monstruos plasmados en espléndidas viñetas y que impone el terrible ritmo de este viaje sin final hacia un interior que bien puede ser el nuestro.


Viñeta nº2, Ediciones Glenat, febrero 1994


Navidades azules


No lo puedo evitar. Papel, lápices azules y tiempo para garrapatear algo. Otra cosa que al parecer no puedo evitar es seguir poniendo cosas diversas en el este blog en la red. Son ya más de ocho años (lo escribo, y se que es así, y aún así me cuesta de creer), más de mil quinientas entradas, un gran almacén, tan caótico como mi cabeza. Pero le he cogido el gusto y a falta de que encuentre donde archivar tan diverso material, que mejor sitio que el me proporciona el Dios Google. Un saludo a todos y Felices Fiestas. El Ojo continúa su periplo.