martes, 30 de marzo de 2010

Sobre el fundamento de la pintura

DIARIO SUR. TERRITORIOS

Sobre el fundamento de la pintura

El Palacio Episcopal acoge una muestra que revisa a través del dibujo las colecciones públicas de arte en Andalucía

27.03.10 - 01:36 -

ENRIQUE CASTAÑOS |

Esta estupenda y exquisita muestra de dibujos pertenecientes a seis museos andaluces, organizada con indiscutible rigor y esfuerzo didáctico por la Consejería de Cultura del Gobierno regional, tiene al menos dos propósitos científicos y metodológicos claros: en primer lugar, revisar la noción misma de coleccionismo de las colecciones artísticas públicas de Andalucía, de las que sólo tal vez la colección de dibujos del Museo de Córdoba pueda ser considerada estrictamente como tal, impulsando al mismo tiempo el conocimiento y difusión de aquellos fondos entre los aficionados de la Comunidad, y en segundo lugar dejar constancia de la práctica del dibujo como verdadero fundamento de la pintura, así como de su importancia en la formación del artista. Esto último, desgraciadamente, ya no es así en algunos casos, pues nos encontramos con Facultades de Bellas Artes, en nuestra propia Comunidad, en las que o no se atiende debidamente a la enseñanza del dibujo, o, lo que resulta más grave aún, se le erradica prácticamente de la programación docente. Este es precisamente el error, creer que porque se haga una obra puramente conceptual, o una obra mestiza y fronteriza, o una pieza en la que los géneros artísticos tradicionales desaparezcan o se diluyan, ya no es necesario el dibujo, cuando el dibujo es la operación conceptual más específicamente artística, y constituye una disciplina imprescindible en la formación del artista, aunque después olvide, en el acto de la creación, todo lo aprendido, como decía Picasso.

Los más destacados teóricos y tratadistas españoles ya señalaron la primacía del dibujo en la formación del artista. Entre ellos Francisco Pacheco, Vicente Carducho y Antonio Acisclo Palomino. El suegro de Velázquez, en su «Arte de la Pintura» nos dice que «Es el debuxo la forma sustancial de la pintura. Es alma y vida della, sin el cual sería muerta, sin gracia, sin hermosura y movimiento». Por su parte, Carducho, en sus «Diálogos de la Pintura» afirma que «siempre que oigas decir, Dibujo, entiende, y se debe entender por antonomasia, que es la perfección del Arte». Y en cuanto a Palomino, escribe en su «Museo pictórico»: «Y así siempre ha de poner el principiante su mayor cuidado en la firmeza, y verdad de los contornos; porque ese es el principal fundamento del dibujo, sin el cual todo va por tierra».

Buena parte de los dibujos seleccionados para la muestra pertenecen, como señala en un documentado texto del catálogo Benito Navarrete Prieto, a un amplio campo de ejecución delimitado por dos concepciones complementarias: la firmeza en el trazo y el delineamiento perfecto que se advierte en algunos dibujos de Alonso Cano, y la fluidez, pictoricismo y la gran fuerza expresiva de los dibujos de Bartolomé Esteban Murillo.

Buen criterio

Hay dibujos sencillamente espléndidos en la exposición, aunque entre los anteriores a los lenguajes contemporáneos quizá sobresalga uno de José de Ribera del Museo de Córdoba, 'Sansón y Dalila', hecho con grafito y sanguina sobre papel verjurado. La armónica y equilibrada composición, las extraordinarias anatomías y proporción de los miembros del cuerpo, el dinamismo de la acción y el maravilloso sombreado lo convierten en una demostración de las portentosas capacidades para el dibujo de El Españoleto.

Se ha tenido también el buen criterio de editar un cuadernillo aparte con los dibujos seleccionados del Museo de Málaga, entre otros, no por conocidos menos admirables, algunos pasteles de Martínez de la Vega, así como la encantadora acuarela del cervatillo de Franz Marc, una auténtica rareza expresionista en nuestra ciudad.

La alegoría bestial de Walton Ford


DIARIO SUR. TERRITORIOS. EXPOSICIÓN

La alegoría bestial de Walton Ford

La muestra 'Bestiarium' presenta en Berlín 25 obras de gran formato de este pintor norteamericano que representa a la naturaleza en toda su fuerza y dolor

27.03.10 - 01:42 -

ENRIQUE MÜLLER |

La naturaleza -¿o fue el buen Dios?- le regaló a Walton Ford una habilidad extraordinaria que le ayudó a descubrir su pasión cuando sólo tenia cinco años. A esa edad, el futuro pintor le dijo a todos los que querían escucharle que su mayor ambición en la vida era ser artista. Un año más tarde, Walton descubrió, gracias un regalo de Navidad que le hicieron sus padres a él y a su hermano mayor, su facilidad con el lápiz y el pincel para recrear sobre el papel la fauna animal.

Los hermanos recibieron de regalo el libro 'Pájaros de América', ilustrado por John James Audubon, quizás el ornitólogo y dibujante más famoso de Estados Unidos en el siglo XIX. El pequeño, fascinado por los dibujos, comenzó a copiarlos con una perfección que asombró a su hermano. Fue el comienzo de una aventura que convirtió a Walton Ford, en un perfeccionista, un artista capaz de superar con el pincel, la realidad y la calidad visual de la fotografía.

Pero, como la mayoría de las carreras creativas, la fama tardó varios años en llegar y Ford no descubrió su propia visión de retratar la fauna animal, que lo convertiría en un pintor de éxito, hasta después realizar un viaje a la India hace ya 16 años. Fue entonces cuando dejó de copiar los dibujos de Audubon y comenzó a dibujar animales en un contexto diferente, una visión inquietante que se puede apreciar estos días, por primera vez en Europa, gracias a una iniciativa del Museo de Arte Contemporáneo Hamburguer Banhof de Berlín.

¿Cómo describir el arte de Walton Ford? ¿Es un paisajista genial del mundo animal o un inédito novelista, que usa el pincel y la técnica de la acuarela para convertir a sus 'modelos' en protagonistas de un mundo injusto creado por el hombre? El arte es subjetivo y las acuarelas gigantes de Ford pueden gustar, extrañar, asombrar o ser rechazadas, pero el mérito del pintor es que no deja a nadie indiferente.

Por ejemplo, el cuadro que bajo el titulo de 'Chingado', muestra a un toro que está violando a un jaguar mexicano, mientras el felino le entierra sus colmillos en la quijada. O 'The Sensorium', que muestra a un grupo de monos que disfrutan de una regia comida, regada con vino y donde se pelean por las frutas que cubren una mesa casi irreal.

Perfeccionismo

Pero Walton Ford, cuya perfección pictórica es casi microscópica, provoca perplejidad al visitante. El artista no pinta a sus animales en su entorno natural, sino que lo hace desde un punto de vista histórico y, al igual que su primer maestro, (Audubon) de tamaño casi natural. Todos los cuadros narran una historia que creó el ser humano y no la naturaleza.

El cuadro que lleva por titulo 'An encounter with du Chaillu', por ejemplo, que muestra a un gorila que acaba de matar al cazador y que se introduce el cañón de la escopeta en su hocico como si quisiera suicidarse, una parábola que pretende relatar que la tragedia no tiene fin. O 'Le Jardin', donde un bisonte sangrante esta rodeado de una manada de lobos. Pero Ford convierte la pradera en un idílico jardín francés, para recordar que la matanza de los bisontes se llevó a cabo para dejar espacio al ganado doméstico y no para alimentar a los cazadores.

«Mis cuadros no muestran un mundo natural, sino uno creado por nosotros mismos a través de la historia humana y gracias a nuestras propias ideas», dijo el pintor en la inauguración de la muestra, que bajo el nombre de 'Bestiarium' recoge 25 obras del pintor estadounidense hasta el próximo 23 de mayo. Y es que Ford considera que «la mayor parte de la historia humana estaba fundada en nuestros propios miedos y en los intentos de controlar ese miedo».

Las acuarelas gigantes de Walton Ford no bajan de los 400.000 dólares en el mercado y la demanda no dejan de aumentar su cotización. El pintor, que nació hace 50 años en Nueva York, produce tan sólo tres o cuatro cuadros al año y, aunque los grandes museos de su país no parecen estar demasiado interesados en adquirir su obras, cuenta con una larga lista de clientes, entre los que se cuentan Mick Jagger y Tom Ford, el ex diseñador de Gucci, que le encargó una serie de diez cuadros para colgarlos en su mansión privada.

Manel Fontdevila (y 2)

El Humor por costumbre


Hay muy pocas personas que hoy día tengan algo medianamente interesante que contar, y aún menos que sepan contarlo. Manel Fontdevila es una de ellas, es un autor con cosas que contar, con algo que decir. Y algo, además, interesante. Y por si fuera poco, sabe como decirlo, y decirlo bien. Leer un tebeo de Fontdevila apenas requiere más esfuerzo que el de juntar las letras y las palabras y mirar las imágenes. Y ya está. Y sin embargo la cosa nunca acaba ahí. Una de las principales obsesiones de este autor de tebeos, y una de las principales razones por la que hemos decidido dedicarle una exposición en este Primer Encuentro de la Historieta de Sevilla, es la claridad, el contar las cosas de la manera más simple posible. No necesita aspavientos narrativos ni demostraciones de lo bien y raro que sabe narrar.

Actualmente la labor profesional de Manel en el mundo del cómic se centra principalmente en la revista El Jueves, donde realiza en colaboración con otro de los grandes del cómic de la piel de toro, Albert Monteys, la serie Para Ti Que Eres Joven, y en solitario y desde 1995 la serie La Parejita, su mayor obra hasta la fecha, con más de doscientas páginas y creciendo. Un repaso a la vida de la pareja, tal y como es hoy en día, impagable.

Algunos especialistas han definido el estilo de Fontdevila como humor costumbrista. Y supongo que lo es, ya que si tiene una fuente de inspiración clara en sus obras, esa no es otra que la realidad cotidiana, presente en todas sus obras, esa no es otra que la realidad cotidiana, presente en todas sus obras, ya sea de manera directa como es el caso de La Parejita, o indirecta, como las aventuras de Rosenda, una gallina antropomorfa, mutante y malvada. De hecho, una de las constantes en sus comics es el enfrentar distintos modos de ver la vida, modos más o menos de moda, con la realidad más obvia, como en el caso de la historieta Una discusión Pop, en la que uno de los personajes pretende esconder su inmadurez debajo de una capa de supuesta cultura pop, mientras que su pareja le refriega continuamente la cruda realidad de su comportamiento. Aunque quizás, lo que haga Fontdevila en sus tebeos no sea otra cosa que mostrar ciertos comportamientos tópicos en nuestra sociedad bajo la luz del sentido común, y el resultado acaba siendo por lo general el mismo, alguien que se creía lo que hacía, pero que realmente lo que estaba haciendo era el ridículo. Quizás por eso, pese a nutrirse de lo que ve y le rodea, Manel se ve a si mismo como un marciano, quizás porque ve el mundo desde su propia perspectiva, quizás porque no se conforma con mirar, quizás porque se plantea lo que ve, quizás porque desde ese sentido común suyo critica lo que ve, quizás porque a menudo lo hace con cariño. Realidad y sentido común usados por este autor por costumbre, y añadiendo de vez en cuando toques de absurdo y de surrealismo, como por ejemplo en los chistes para la revista Penhouse o en distintas ilustraciones de su libro La Vida es Bella. Y usando siempre el humor, lo dicho, el humor por costumbre.

Paco Cerrajón

Director del Primer Encuentro de la Historieta de Sevilla

Noviembre 2000














miércoles, 24 de marzo de 2010

Manel Fontdevila




Manel Fontdevila, el humor por costumbre, para mí, uno de los mejores humoristas gráficos de este país, sin paliativos.

Entrevista a Juanjo Guarnido

Periódico Málaga Hoy sábado 20/03/2010

Juanjo Guarnido Dibujante de comic

José Abad

-Debería ser la última pregunta, pero será la primera ¿Para cuándo la nueva entrega de Blacksad?¿Qué puede adelantarnos?

-Para después del verano, si Dios quiere. El álbum está muy avanzado, pero ha ido retrasándose, inevitablemente. En esta aventura, a Blacksad le encargan que encuentre a un músico desaparecido. Sucede en un escenario muy particular, no en la ciudad de Nueva York, como en álbumes anteriores. Pero no quiero desvelar más.

-¿Es consciente de la expectación?¿Le influye?

-Sí a las dos preguntas. Soy consciente de esa expectación y crea un poco de ansiedad. El anterior álbum salió hace cuatro años. Uno no es siempre responsable de estos retrasos, pero se crea un cargo de conciencia. En cuanto a su calidad, estoy seguro de que no decepcionará. No me lo permitiría; soy perfeccionista hasta la obsesión. La historia, además, es fantástica. Estará a la altura del segundo volumen de la serie, que es el preferido de los fans, y también el mío.

-Hay quienes se han sentido traicionados por pasarse al cómic infantil. ¿Qué diferencias hay entre dibujar para adultos y para niños?

-La principal diferencia no es temática, sino de estilo. Es necesario un dibujo más sintético que me ha obligado a mejorar el entintado, hacerlo más expresivo, eficaz y directo. Pienso que la serie Brujeando me ha ayudado a mejorar como dibujante.

-Cuando comenzaba su carrera profesional, el sello Marvel le cerró las puertas, pero se las abrió la Walt Disney Pictures...

-El rechazo de Marvel fue frustrante, pero se compensó con la entrada en Disney, efectivamente. Y hoy, echando la vista atrás, sólo puedo regocijarme de cómo han ido las cosas, de lo que han supuesto esos diez años en Disney. Esto me hizo renunciar al comic de superhéroes y orientarme hacia el cómic europeo. Al final, los de Marvel me hicieron un favor. Blacksad no existiría de haber entrado en la Marvel.

-Un poco de psicoanálisis: ¿con qué personaje de la Disney se sintió más a gusto?

-Con Hades, de la película Hércules. Era un personaje muy agradecido de dibujar y animar. Era un personaje cómico y, al mismo tiempo, con una construcción realista. Ese estilo caricaturesco me daba unas enormes posibilidades de animación, y haciéndolo tuve el honor de tener por mentor a Sergio Pablos, que es un animador fuera de serie.

-¿Y con cuál se sintió más a disgusto?

-No se trata de una mala experiencia, pero hubo cierta incompatibilidad gráfica con Sabor, la pantera de Tarzán. Por un lado, fue un placer trabajar en esta película, pero el diseño particular de este personaje estaba en las antípodas de mi instinto gráfico. Fue duro dar vida a este personaje, tan ajeno a mi estilo.

-¿Y a cuál le habría gustado dibujar?

-Al pato Donald. Se parece mucho a mí por temperamento -es un cascarrabias como yo-, y estoy enamorado de su forma de actuar. Nunca tuve que ocasión de dibujarlo; la verdad es que ni siquiera me sale demasiado bien...

-Blacksad se considera una perversión del Mundo Disney...

-No estoy de acuerdo, Blacksad no fue creado con esa intención. La idea inicial de Juan Díaz Canales era mezclar fábula y novela policiaca, y la propuesta ha gustado a todos. Imagínate, hay quien dice que Blacksad es una mezcla de Maus y Pulp Fiction. No lo comparto.

-Usted vive en París desde 1993. El mercado español es insuficiente, ¿no?

-Me fui a Francia para trabajar con Disney pero, efectivamente, los autores que apuntan al mercado europeo tienen que hacerlo necesariamente con editoriales francesas. Lo que ocurre en el mercado franco-belga no tiene comparación en ningún lugar del mundo. En Japón, el cómic es muy popular, pero el manga es casi de usar y tirar. En Estados Unidos, si se trata de superhéroes, también goza de bastante popularidad. Pero ni en Japón ni en Estados Unidos, el cómic tiene el estatus de producto cultural de que goza en Francia y Bélgica. La riqueza de géneros es única.

-El día 25 inaugura una exposición en Granada. Usted es profeta en su tierra...

-Esta exposición es un motivo de orgullo para mí y mi familia. Es una de las alegrías más grandes que me han dado en la vida, de verdad. Es un lujo que le ha sido dado a muy pocos.





Haciendo historia en el cómic

Juanjo Guarnido (Salobreña, 1967) tiene un curriculum que quisieran para sí muchos artistas gráficos: diez años en plantilla de la todopoderosa Walt Disney Pictures colaborando en películas como Hércules o Tarzán, y ahora dos exitosas series, una de las cuales, Blacksad, está llamada a hacer historia en el mundo de la viñeta. La próxima semana regresa a su tierra para protagonizar una exposición organizada por el Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada, dependiente del Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Se lo merece.

martes, 23 de marzo de 2010

Una cita con la fantasía


El País, domingo 14 de marzo de 2010


Una cita con la fantasía

El Salón Internacional de Cómic reúne a varias generaciones en Granada

FERNANDO VALVERDE - Granada - 14/03/2010

Lejos de ser un arte de otro tiempo en el que las viñetas acompañaban a los periódicos cuando apenas podía distraerles el sonido de un televisor, el cómic parece estar experimentando un nuevo auge. Prueba de ello es el Salón Internacional del Cómic de Granada, que cumple su 15ª edición y por el que se espera que pasen cerca de 50.000 personas, previo pago de una entrada, lo que no deja de ser sorprendente en la época de la televisión por satélite y de los videojuegos.

Más aún si el invitado de lujo de esta edición nació en 1926 en un pequeño pueblo de Polonia. Se trata de Joe Kubert, que llevaba más de dos décadas sin salir de su país, Estados Unidos, en el que vive desde hace 84 años. "No tenía dos meses de vida y tuve que refugiarme allí. Podría haber sido una víctima más, un número más en la triste historia de Europa", confesaba mientras firmaba algunas de sus obras maestras a sus fans, que casi peleaban ayer por una foto con el mítico dibujante.

Entre sus obras más populares se encuentran Sargento Rock, Tex, Tor o Jossel, en las que puede apreciarse cómo desde sus comienzos, con sólo 12 años, se vio muy influenciado por algunos de sus ídolos. "Hay tres dibujante principales. Hal Foster, autor de El Príncipe Valiente; Alex Raymond, creador de Flash Gordon, y Milton Caniff, que hizo Terry y los Piratas. Los tres fueron muy importantes cuando yo empecé y todavía se encuentran entre mis favoritos", explicó el creador.

El propio Kubert continuó el trabajo de Foster en Tarzán, uno de los iconos del cómic del siglo XX. "En los años 30 apareció Tarzán en los periódicos y supe que eso era lo que yo quería hacer. Después pude continuar un trabajo que me gustaba cuando era niño, lo que resultó muy gratificante. Traté de ser muy riguroso y realicé una investigación importante para tener algo que aportar al personaje. Hice cientos de fotos y visité zoológicos y museos de historia natural... Todo lo que dibujé lo había visto primero", recordó mientras firmaba uno de los ejemplares de aquella época, que difícilmente podían encontrarse en los puestos dedicados a los clásicos que alberga el salón, en los que existen verdaderas reliquias para los aficionados al cómic y los coleccionistas.

Ubicado en el Recinto Ferial Santa Juliana Fermasa de Armilla, el salón -que permanecerá abierto al público hasta las 20.00 de hoy- acoge más de 70 stands ocupados por librerías de toda España y Europa, a las que se suman editoriales, distribuidores, asociaciones de profesionales y aficionados. A lo largo de sus 8.000 metros cuadrados, el visitante encuentra un verdadero culto al género no sólo en las distintas librerías que ofrecen sus ejemplares como tesoros, sino también entre los visitantes, de muy diversas edades, que acuden disfrazados de sus personajes favoritos. Entre los predilectos, los personajes manga con rasgos orientales, con especial presencia entre las jóvenes.

"El manga es quien reina hoy por hoy en el mundo del cómic. Aunque no venga precedido de muy buena fama, en el manga hay de todo porque todo cabe, desde los más subidos de tono hasta cuentos que parecen fábulas, aunque la acción y la ciencia ficción suelen protagonizar estos cómic", explica uno de los libreros instalado en el salón.

Con respecto a las actividades de este año, el salón ha organizado dos exposiciones en Granada. La primera es una retrospectiva sobre David Mazzuchelli, que ha trabajado junto a autores como Frank Miller o Paul Auster. La segunda, propone una revisión histórica de la Joe Kubert School a través de los originales de 15 de sus alumnos que hoy son importantes autores dentro del panorama internacional. Esta segunda se ha instalado en la Facultad de Bellas Artes.

Como novedad, en esta edición se hará entrega del Premio Andalucía de Cómic, dotado con 3.000 euros. El premiado será elegido por distintos profesionales andaluces en reconocimiento a su obra. Entre los favoritos se encuentran el gaditano Carlos Pacheco, el sevillano Nazario o el granadino Juanjo Guarnido.

Además, el Salón Internacional del Cómic ha preparado un amplio espacio en el que desarrollar otras actividades relacionadas con el género. Habrá proyecciones de cine, talleres sobre diversas materias, un concurso de cosplay y karaoke, encuentros de rol, juegos de mesa y videojuegos. Bajo ese panorama, es normal encontrar a personajes de lo más peculiares. "Es cierto que hay un punto de frikismo en todo esto, eso no puede negarse, pero es muy divertido y no tiene edad". Esto último es indudable, Tarzán convive con los últimos personajes llegados desde Japón con mucha naturalidad, del mismo modo del que pueden verse por los pasillos del salón diferentes generaciones buscando su ración de cómic, tentando a la imaginación y a la fantasía.