El Humor por costumbre
Hay muy pocas personas que hoy día tengan algo medianamente interesante que contar, y aún menos que sepan contarlo. Manel Fontdevila es una de ellas, es un autor con cosas que contar, con algo que decir. Y algo, además, interesante. Y por si fuera poco, sabe como decirlo, y decirlo bien. Leer un tebeo de Fontdevila apenas requiere más esfuerzo que el de juntar las letras y las palabras y mirar las imágenes. Y ya está. Y sin embargo la cosa nunca acaba ahí. Una de las principales obsesiones de este autor de tebeos, y una de las principales razones por la que hemos decidido dedicarle una exposición en este Primer Encuentro de la Historieta de Sevilla, es la claridad, el contar las cosas de la manera más simple posible. No necesita aspavientos narrativos ni demostraciones de lo bien y raro que sabe narrar.
Actualmente la labor profesional de Manel en el mundo del cómic se centra principalmente en la revista El Jueves, donde realiza en colaboración con otro de los grandes del cómic de la piel de toro, Albert Monteys, la serie Para Ti Que Eres Joven, y en solitario y desde 1995 la serie La Parejita, su mayor obra hasta la fecha, con más de doscientas páginas y creciendo. Un repaso a la vida de la pareja, tal y como es hoy en día, impagable.
Algunos especialistas han definido el estilo de Fontdevila como humor costumbrista. Y supongo que lo es, ya que si tiene una fuente de inspiración clara en sus obras, esa no es otra que la realidad cotidiana, presente en todas sus obras, esa no es otra que la realidad cotidiana, presente en todas sus obras, ya sea de manera directa como es el caso de La Parejita, o indirecta, como las aventuras de Rosenda, una gallina antropomorfa, mutante y malvada. De hecho, una de las constantes en sus comics es el enfrentar distintos modos de ver la vida, modos más o menos de moda, con la realidad más obvia, como en el caso de la historieta Una discusión Pop, en la que uno de los personajes pretende esconder su inmadurez debajo de una capa de supuesta cultura pop, mientras que su pareja le refriega continuamente la cruda realidad de su comportamiento. Aunque quizás, lo que haga Fontdevila en sus tebeos no sea otra cosa que mostrar ciertos comportamientos tópicos en nuestra sociedad bajo la luz del sentido común, y el resultado acaba siendo por lo general el mismo, alguien que se creía lo que hacía, pero que realmente lo que estaba haciendo era el ridículo. Quizás por eso, pese a nutrirse de lo que ve y le rodea, Manel se ve a si mismo como un marciano, quizás porque ve el mundo desde su propia perspectiva, quizás porque no se conforma con mirar, quizás porque se plantea lo que ve, quizás porque desde ese sentido común suyo critica lo que ve, quizás porque a menudo lo hace con cariño. Realidad y sentido común usados por este autor por costumbre, y añadiendo de vez en cuando toques de absurdo y de surrealismo, como por ejemplo en los chistes para la revista Penhouse o en distintas ilustraciones de su libro La Vida es Bella. Y usando siempre el humor, lo dicho, el humor por costumbre.
Paco Cerrajón
Director del Primer Encuentro de la Historieta de Sevilla
Noviembre 2000
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