Por Nino Ortea
Que no hace falta ser el Humbert Humbert del
Lolita de Vladimir Nabokov para atestiguar que la docencia te puede llevar a situaciones muy alejadas de la enseñanza, lo podemos atestiguar muchos de los que nos dedicamos al magisterio. Steven T. Seagle sitúa como cimiento de la casa que construiría con Teddy Kristiansen, una experiencia que tuvo como profesor universitario. Buscando conocer mejor a sus alumnos, les invitó a plasmar sus secretos de forma anónima, descubriendo que entre sus pupilos se encontraba un asesino.
House of Secrets es una serie que habla de las intimidades, mentiras y autoengaños, con los que edificamos nuestra vida. Este artículo busca compartir los secretos que descubrí en la despensa de mi casa tras la lectura de estos relatos, y sobre los que espero charlar con Kristiansen con motivo de su futura estancia en Gijón invitado por La Semana Negra.
House of Secrets, n° 3. ST Seagle&T. Kristiansen. DC Comics, 1996
La casa del olvido.
Cuando, en octubre de 1996, Steven T. Seagle y Teddy Kristiansen abrieron -en la urbanización Vértigo perteneciente a la inmobiliaria DC Comics- las puertas de su casa de secretos, esa no era la primera vez que una vivienda figuraba como centro temático de un cómic; ni la primera serie con dicho título.
En 1956, DC presentó
House of Secrets, revista centrada en relatos de suspense y de terror que hasta su cierre -1978- alcanzó 112 números; pronto se estableció un paralelismo con
House of Mystery, iniciada en 1951 y que cerró sus puertas en 1983-número 321-.
La relación se acrecentó al presentar unos personajes, Abel y Caín que a su condición de hermanos unían el ser los únicos moradores de sus respectivas viviendas situadas en un neblinoso cementerio. HoM ha sufrido varias revisitaciones como
Welcome Back to the House of Mystery, donde Neil Gaiman y Sergio Aragonés recuperan relatos clásicos de la serie, o el número 50 de
The Dreaming, que recoge las vicisitudes de El Señor de los Sueños para lograr que Caín regrese a su mansión, reconstruida tras el incendio que la asoló.
La demolición de
La casa de los secretos en el número 25 de la colección, no ha evitado que ésta volviera a cobijarnos, en marzo y abril de 2001, en las páginas de la miniserie de dos volúmenes
Facade.
Norma ha publicado los primeros números de HoS:
Cimientos -del 1 al 6-;
El Camino hacia ti.
Ir allí-del 7 al 10-;
El libro de la ley-del 11 al 16- El primer especial
Vértigo: Al filo del invierno aparece articulado por un relato de HoS.
Buena chica.
Uno de los aspectos más atrayentes en la colección es la capacidad de sus creadores para plasmar vivencias y situaciones dispares desde una perspectiva cercana y verosímil, pese a la continua presencia en el relato de elementos próximos al realismo mágico y a la narrativa fantástica.
La afinidad narrador-lector se logra por la simplicidad formal de texto y dibujo, y por el recurso a vivencias transportables al común de los mortales. Todos hemos anhelado relaciones que terminarían de forma tan triste que nunca nos atrevimos a empezarlas; todos hemos tenido esa sensación de que contigo no cuenta nadie ya; todos guardamos secretos cuya mera mención envenena nuestros sueños.
Esta capacidad para llamar a la puerta de las diferentes habitaciones que forman las estancias de nuestra vida, convierte la lectura de HoS en un viaje guiado por las grandezas y miserias de nuestro día a día.
El protagonismo en la serie es coral, recayendo en seres inanimados -HoS 7- o fantasmales -del 11 al 16-; muchas veces son varias las historias que se cuentan simultáneamente. No necesariamente ambientadas en una misma época o plano de la realidad -del 7 al 10-; toda esta narración de vidas cruzadas alcanza su máxima expresión en los números 7 y 25, donde los narradores y discursos son múltiples.
Nuestro principal anfitrión es Rain, joven enigmática y mentirosa convulsiva, convertida en testigo involuntario en juicios organizados, por seis espíritus, sobre todos aquellos culpables del delito de mantener un secreto.
Presentada en un viaje de Portland a Seattle; mediante el diálogo que mantiene con el hombre que la recoge en autostop se define al personaje. Aunque nunca estaremos seguros de la veracidad de su historia, hay tres constantes en todos sus relatos: su franqueza cercana a la agresividad, su pasado sombrío sobre el que fábula constantemente, y su tendencia a convertir pasajes vitales obscuros en secretos con los que atraer la atención del interlocutor/lector.
Kristiansen remarca la ambigüedad al dibujarla inexpresiva, con un aire lacónico y ausente recalcado por el hecho de que sus ojos -ventanas del alma- están ocultos por unas gafas -persianas que cierran el balcón de sus ojos de gata-.
Según el relato avanza, su figura se humaniza. La frialdad de un apodo, Rain, es sustituida por la calidez de un nombre, Irene; sus mentiras fantasiosas, padre mafioso y pederasta, dejan paso a verdades dolorosas, la muerte de su madre; el despojamiento emocional va acompañado de un desenmascaramiento físico: en el último episodio Rain sólo lleva gafas cuando se encuentra en
el hospital, dejando en el resto de los casos que sus párpados oigan la llamada de la luz del sol.
Sólo ha sido un sueño
En el primer episodio nos presenta la casa en un día gris y lluvioso; en una introducción típica dentro del género de terror: un hombre es atrapado por una fuerza que lo arrastra a una mansión alejada de la idea que todos tenemos de una casa como hogar, lugar acogedor, y lleno de vida. El enigma con el que descubrimos la casa, aumenta al mostrársenos las presencias fantasmales que la pueblan.
En un salto narrativo aparece otro escenario fundamental: Seattle. Decorado cargado de simbolismo; pues fue, a principios de los años 90, meca de espíritus inquietos e inconformistas. Los excesos, que tornan nuestros cuerpos en casas desoladas, y la tentación del dinero, que corrompe los cimientos más sólidos, convirtieron al sueño de libertad en un mero reclamo publicitario.
Es en esta ciudad con mar, una noche después de un concierto, donde Rain conoce a sus futuros colegas, quienes reinaban delante de la barra del primer lugar que vio abierto. Erik, Ben y Traci son un fiel reflejo del sórdido ambiente de supervivencia por el que deambulan. Traci, cuya inocencia le hace tener un sueño tranquilo y ajeno al encantamiento del lugar, quien invita a Rain a compartir estancia en una casa cuyos secretos conocerá en forma de tribunal que la obliga a figurar como testigo en un juicio por desatención familiar, y ratificar la condena de confinamiento por vida en el sótano -infierno-.
La relación de Rain con sus nuevos amigos se consolida; pasando a convertirse en letrista del grupo de éstos, y flautista del cantante de la formación. Debe interrumpir su dueto junto a Erik para asistir al juicio de una niña culpable del secreto de omisión.
House of Secrets, n° 19. ST Seagle&T. Kristiansen. DC Comics, 1998
La magistral conclusión del episodio entremezcla el dictamen punitivo a la cría, con escenas de la violación a Traci. Ésta barniza su dolor con matices de falso olvido, mientras Ben cae ante los encantos de una dependienta, y Rain juguetea con su enamorado, desatendiendo a su compañera; aunque relegará sus manejos libidinosos para ocuparse de un ser que se niega a aceptar el castigo de los espíritus, su apoyo al alma en pena traerá posteriores consecuencias.
En el cuarto episodio a Erik le entra el baile de San Vito que acompaña a una convocatoria ante los jueces de los secretos. Asistimos al relato de su trayectoria vital, una sucesión de excesos con todo tipo de carne; tras confesar Erik haber violado a Traci, Rain opta por darle puerta y enviarlo al infierno.
El epílogo de la historia la presenta tentada por la idea de volver a escapar de un entorno hostil. Tras una sucesión de recuerdos -desatención paternal, celos maternos y excesos filiales, todo coronado por
un rencor hacia su madre muerta-Rain asume que todos somos una casa de secretos andante, y decide encarar a los demonios que pueblan la suya.
Other Rooms, dibujado por Duncan Fegredo, plasma el infierno de enfretarse a los espíritus del alcohol, lucha para cuyas heridas sólo existe un bálsamo: el amor verdadero.
Este episodio, que comparte título con el 20, contiene un acercamiento inteligente y conmovedor a los días sin huella del alcoholismo. Fegredo convierte las gotas de lluvia, o las grietas de las paredes, en líneas cinéticas; su paginación, cambiante al igual que estado anímico de los personajes, complementa la narración de los diálogos; los dibujos muestran la verdad que se oculta en lo secretos no confesados.
Blueprint: Elevation A, alterna el relato de cinco voces diferenciadas: el diario del arquitecto que diseño la casa con ayuda demoniaca; las relaciones entre el capataz que construyó el edificio y su patraña; la mansión, un libro de Historia; y un tratado de Arquitectura.
El último episodio de la serie regular, es una variación sobre el mismo tema -la interacción circular del tiempo- y título.
En El Camino hacia ti/Ir allí-8 al 10- Rain, Ben y Traci emprenden un viaje convertido en doble periplo al pasado: un bucle temporal, del que únicamente Rain tiene conciencia, les lleva a la época del Presidente Roosevelt donde abortan un magnicidio; en el presente un investigador escruta el ayer de Rain, convirtiéndolo -gracias a una sucesión de equívocos- en un pasaje acorde con el fantaseado por aquella.
Es un arco importantísimo en la serie; prueba que los jueces, al igual que los problemas o los secretos, te siguen dondequiera que vayas; introduce varias tramas -la atracción Rain/Ben, el pacto forzado de ésta con Pfaultz, ...-y personajes -el adivino Zandar, el detective Calderone,...-; revelando la identidad de Rain -Irene Harper- El final, Traci abandona al grupo, anuncia un futuro arco argumental.
El libro de la ley -11 al 16-supone un receso argumental -recoge el origen de los jueces- en la colección. Todos los números, salvo el 16, presentan el complemento
El camino hacia ti/Estar allí, ilustrado por Kristiansen; continuando la doble búsqueda planteada en
Ir allí: la de Traci por sus amigos, la de Rain por el detective.
Digol cuenta la historia, dibujada por Dean Ormston, del alguacil sumerio del tribunal, víctima de la Inquina regia. Ormston, recurriendo a un entintado muy marcado y a encuadres contrastados que muchas veces se centran más en los actos que en los actores, realiza un trabajo impresionante.
En mayo de 1965 Ruby -espíritu defensor en el tribunal- es ejecutada por amar a un blanco. Guy Davis dibuja este relato de amor, con barreras, en tiempos de racismo. La confrontación racial se plasma en exclusivamente en blanco y negro, reservando el rojo para referirse a lo infectado por el mal -racismo— o la violencia.
En la Europa Central del siglo XIV, asolada por la peste, un amoral Pfaultz -Inquisidor en la curia espiritual- acaba siendo víctima de su propia inmoralidad, estableciéndose un claro vínculo entre él y Erik. Nian -escriba en la corte fantasmal- es víctima del machismo del Japón feudal. Christian Hojgaard ilustra el relato de Clius -presidente del tribunal-, mártir del rencor de un emperador romano. Su dibujo, incluso en los episodios que comparte con Kristiansen, es cercano al tebeo franco-belga. La sucesión de víctimas convertidas en jueces y verdugos, concluye en
Plyck, entremezclando una leyenda nórdica, con reflexiones sobre la mumerología y pasajes en los que la pérdida de una mano acarrea mayores desgracias. El dibujo sinóptico de D'Israeli, que llega a prescindir o esquematizar los fondos, se adapta perfectamente al espíritu del relato.
House of Secrets, n° 23. ST Seagle&T. Kristiansen&C. Hojqaard. DC Comics, 1998
Entre los números 15 y 16 iría el relato recogido en
Al filo del invierno; de hecho el mes que se publico este especial no se editó la serie. Al buscar presentes navideños para sus amigos, Irene contacta con un nuevo espíritu de la casa, marchante de una galería artística secreta, quien le proporciona regalos -cada uno acompañado de una historia- para los miembros de su familia, espíritus incluidos.
Cambio de planes.
Los tres siguientes episodios, del 17 al 19, contienen el final de la trama de
El camino hacia ti, Leaving There. Tras rescatar a Traci de un intento de suicidio desde el Golden Gate, el trío, Inconsciente de que Calderone ha dado con su refugio en Seattle, regresa a casa. Pfaultz recuerda a Rain su deuda tras el pacto acordado, con el que ella buscaba proteger a sus amigos. En el juicio de un hombre culpable de salvar su vida y no arriesgarla intentando asistir a su esposa, Rain ratifica una sentencia absolutiva traducida en una visita al ático -cielo— donde ella cree atisbar a su madre.
Después de actuar de celestina entre Ben y una dependienta, aunque los celos le harán acechar la cita de los tortolitos, recibe la visita de Zandar, desde el otro lado del espejo de su habitación, quien la avisa de la amenaza espiritual que acecha a la casa. Calderone , tras sufrir la agresión de Rain, logra apresarla y llevarla ante su cliente, pretendidamente el padre de Irene, quien resulta ser el hermano de ésta.
En
Other Rooms, The Pander Bros, utilizan un dibujo caricaturesco, tratan a las páginas como ventanas, y las viñetas como cristales; se recoge la visita a la casa de una espiritista dispuesta a hacer una lectura psíquica del inmueble.
Basement, 21 al 23, resuelve varias subtramas de la colección. Ben comprende que no está enamorado de la dependienta, reconvertida en cantante del grupo, desplegándose una trama cercana a la comedia de enredo entre éste e Irene .
Al apoderarse Rain del mazo de los jueces, el más allá irrumpe en el más acá; Invasión plasmada en el reencuentro con seres queridos -su madre- y odiados —Erik—.
Revisitación de La divina comedia, pues la búsqueda desesperada del ser amado constituye el eje narrativo de ambas obras; en la literaria el poeta busca reencontrarse con su amada, en el cómic la hija busca a su madre. Las consecuencias físicas de éste viaje espiritual se manifiestan en el incendio que asóla la casa.
Kristiansen firma junto a Hojgaard -cuyos lápices entinta Teddy- el dibujo de estos episodios y del siguiente,
Attic, donde bajo un homenaje a los antiguos relatos de terror, dividido en tres actos con títulos como
The House on Haunted Hill, subyace el final del viaje interior de Irene, al alcanzar la meta de la conversación pendiente con su madre, revelándose el secreto de Rain: se autoculpaba de la muerte de su progenitora, pensando que, al hacerle prometer que en su boda la acompañaría en el altar, había desatado una maldición sobre su madre. Un fallido intento de suicidio, y la información de que los recuerdos son la materia que da vida a los jueces, condimentan el relato.
El número 25 -febrero, 1999-marca el cierre de la serie regular. Seagle reconoce que la
imposibilidad de mantener una cadencia regular, intento que se había convertido en presión emocional, les había llevado a decidir convertir la colección en una sucesión de miniseries. La estancia, y fuga, de Rain de un centro psiquiátrico es el centro sobre el que pivotan los restantes relatos del episodio, cerrado con la demolición de la casa.
Facade cuenta el viaje de los protagonistas a Salem, otro lugar simbólico, ciudad natal de Rain, donde se reunirá con sus amigos de la infancia, con los que comparte un macabro secreto convertido en rito anual. Los Jueces intentarán convertir a Irene en un miembro de la curia espiritual, aprovechándose de que ha perdido el mazo mágico. Necrofilia, abortos clandestinos, secuestros de niños, suplantaciones de personalidad, la forma en que la vida te aleja de tus antiguos amigos,... conviven en un relato que presenta un agradable final, el reencuentro de Irene -que a lo largo de la historia se ha hartado de desvelar sus secretos, sin que nadie la crea-con su padre. Kristiansen desarrolla la totalidad del dibujo incluido el color.
No me imagino.
Steven T. Seagle firma la totalidad de los guiones de
La casa de los secretos. Los primeros trabajos de este profesor universitario reconvertido en guionista se remontan a 1987, año en que Renegade Press comenzó la publicación, posteriormente continuada por Caliber, de
Kafka -trabajo que le supuso una nominación para los premios Eisner- Antes de alejarse por tres años del mundo del cómic, realiza con Tim Sale
The Amazon -1990-La insistencia, entre otros, de James Robinson para que regresase a la historieta le llevó, en 1993, a firmar junto a Paul Grist
El diablo entre nosotros, tercera miniserie de Grendel Tales; serie de la que, en 1990, Seagle había realizado -junto a Che Anderson- el primer relato, incluido en el número 40 de Grendel, publicado por Cómico. De la química entre Steven y Matt Wagner, creador de Grendel, habla el que Seagle aborde desde el episodio 13, junto con Wagner, los guiones de la serie ideada por éste,
Sandman Mystery Theatre, escribiéndola en solitario del 61 al 70, último episodio, y guionizando el anual de la colección, y los dos pasajes recogidos en los especiales
Vértigo: Al filo del invierno.
También para DC, donde actualmente desarrolla junto a Kelly Jones
The Crusades, colaboró en colecciones -
Hawkman- y creo otras -
Primal Force- Sus trabajos para Image cubrieron un amplio
abanico: series regulares -
Grifter o
Stormwatch-,
crossovers -
WildStorm Rising-, prestigios -
Vudú/Zealot: Skin Trade-, y miniseries -
Warblade: Especies en peligro-. Sus principales escritos para Marvel, se centran en las series de
la Patrulla-X y Alpha Flight; recogidos en el segundo volumen de las ediciones españolas.
House of Secrets, n° 24. ST Seagle&T. Krlstiansen&C. Hojqaard. DC Comics. 1998
Resulta difícil imaginarse
La casa de los secretos en otras manos que las de Seagle. Su capacidad para pintar personajes y ambientes recurriendo a diálogos ágiles y ensortijados, y a un ritmo consistente; su sobriedad narrativa -apreciable en la ausencia de textos de apoyo- plasma por si sola la austeridad de la atmósfera en que se mueven los personajes y la sobriedad de estos.
En otras manos, por mucho que se esforzase el dibujante, una serie protagonizada por una largilucha
mentirosa, una mujercita a medio hacer, un músico célibe, una casa encantada por cinco espíritus poco dados al susto fácil, y una pléyade de personajes desarrapados, habría tenido tanta continuidad como la carrera de escritor del señor Ricardo Bofil. Sus textos, vivos, alejados de lo pretencioso, reflejan vivencias que todos conocemos, culminadas con las palabras que nos habría gustado decir en el momento oportuno:
Seagle logra que lo cotidiano -enamorarte de quien no te merece, la dificultad de las relaciones familiares,... - se convierta en el eje de la historia. Esta integración de lo habitual no la aborda desde una estructuración lógica, como sería la formada por la conjunción de la narración lineal con el fatalismo como fuerza que convierte a los personajes en títeres. Recurre a un discurso en el que más de una cosa sucede simultáneamente, bien en la mente de los caracteres -HoS n° 21 alterna pasajes que contrastan los sueños de Rain con sus actos-, o en un mismo espacio - en el 5 diferentes épocas conviven en un espacio común e hilvanan un mismo discurso-. En el reflejo de la realidad objetiva y subjetiva juega un papel importante el monologo Interior, recurso que -pese a recoger, sin secuenciación lógica, acciones, sentimientos, palabras y pensamientos de los personajes- dota a la obra de gran expresividad y establece un sólido vínculo con el lector, coincidiendo con la forma en que muchas veces vemos nuestras vidas.
Al igual que Irene; tapiamos las ventanas de nuestros sentimientos para impedir que nos dañen, recurrimos a palabras y conductas que, pese a no ser tan tangibles como los ladrillos, nos pueden aislar más que el muro más alto.
No en vano somos nuestros jueces más severos, dictando las condenas más estrictas. Rain se culpa de la muerte de su madre, se autoimpone el castigo de una vida sin amor; al encontrase con Traci y Ben, quienes le ofrecen su cariño incondicional, los cimientos de su casa de los secretos comienzan a resquebrajarse. El vacío que la invade al encarar su sentimiento de culpa, el secreto subyacente bajo su continuo acusar a los demás, la llevará a un intento de suicidio.
Es curiosa la elección de Rain como personaje central, mentirosa que se inventa un pasado de abusos paternos y violaciones, coincidente con el presente de Traci. Pese a su aire autosuficiente y distante necesita del amor y cariño de los demás, llegando a pagar a un extraño para que finja ser su pareja. Sólo sus canciones revelan su verdadero yo.
La sensación de que las cosas ocurren a destiempo cuando ya no tienen importancia, aparece encarnada en el desarrollo de gran parte de los hechos en Seattle, ciudad que ya no es sombra de lo que fue.
Parte de los episodios no guardan un discurso cronológico, o ralentizan el ritmo al presentar un hecho desde varias perspectivas o realidades; podemos apreciar el paso del tiempo gracias a los cambios que presentan los pensamientos y emociones de los personajes.
El mundo de la casa y el exterior no son impermeables, interactúan, como se aprecia en los casos en que Rain se encuentra con antiguos acusados del tribunal. Esos encuentros, junto con los pasajes en los que el protagonismo recae en personajes variados, confirman que los fantasmas no son producto de la imaginación de Rain.
El relato alberga referencias a la literatura fantástica: presencia de objetos mágicos -mazos, espejos,...-, princesas desencantadas -Rain, Traci,...-, príncipes desaliñados -Ben-, y monstruos desalmados -Erik, Pfaultz,...-. Toda la historia guarda un aire de cuento clásico: acompañamos a una heroína en una dificultosa búsqueda, a lo largo del viaje sorteará peligros innumerables, contará con la ayuda de fieles compañeros, y viajará a lugares fantásticos.
Dibujante
Teddy Kristiansen, artista danés autodidacta influenciado por Van Gogh y Munch, saltó a la fama al dibujar
Superman y la bomba de la paz-1990-, primera historia autorizada sobre el personaje realizada fuera de EE.UU.
El trabajo que acabó por situarle en la órbita del cómic usa, y le supuso una nominación para los premios Eisner fue
Tarzan: Love, Lies and the Lost City-1992- -miniserie de tres números donde colaboró con Peter Snejberg sobre guiones de Matt Wagner-.
La carrera del danés está unida a DC, editorial con la que ha colaborado en obras como:
Sandman#64; Batman: Black & White; Vértigo: Al filo del invierno I; Vértigo: Al filo del invierno II; Sandman Midnight Theatre; Brujería; todas editadas en España.
Mythos: The Final Tour#3; The Dreaming#36 al 39; y
Starman#6 se encuentran entre sus trabajos para DC no publicados aquí.
Grendel es un personaje para el que ha realizado varias obras:
Cuatro demonios, un infierno -1993- -primera miniserie de Grendel Tales- escrita por James Robinson;
Grendel: Black, White & Red#3 -1999-; y
Grendel Devil Child -1999-, donde coloreó los lápices de Tim Sale sobre un relato de Diana Schutz.
Habría que añadir sus diferentes aportaciones, en forma de portadas e ilustraciones, para
Grendel. War Child -1993-,
Acto diabólico -1997-.
A esto se une su trabajo, sobre guión de Eddie Campbell, en
Eddie Campbell's Bacchus Color Special -1995-, única historia a color sobre el personaje que para la ocasión se desplaza a Cádiz.
Su vinculación con Grendel, y su relación con Wagner y Robinson, le posibilita conocer a Steven T. Seagle en plena Convención de Cómics de San Diego -1995-. Descubrieron que a ambos les interesaba la estructura narrativa, las diferentes formas en que puedes contar una historia.
Este interés se plasmó en
La casa de los secretos, pensada en principio como miniserie. La insistencia de Karen Berger, editora de Vértigo, logró convertir el proyecto en serie regular.
El problema que planteaba la imposibilidad de Kristiansen para mantener el ritmo de una cadencia mensual, cada episodio le llevó unas seis semanas, se solventó recurriendo a dibujantes a los que confiar la plasmación de su propia visión de la serie.
Ambos realizaron una lista con nombres de artistas a los que confiar estos relatos independientes que nunca interrumpen el curso de la serie los relatos vinculados con la continuidad de la colección siempre aparecen firmados por Teddy. El que Kristiansen elaborase la totalidad de las portadas, y el que Bjarne Hansen, elegido por Teddy al considerar que su concepto expresivo del color coincidía con el suyo, colorease la totalidad de la serie -salvo el trabajo de Guy Davis; y el episodio de
Al filo del invierno y
Facade coloreados por Kristiansen-, dota a la serie de gran unidad gráfica.
Tanto Kristiansen como Seagle están muy satisfechos de los resultados de su colaboración creativa. A la reciente publicación de
Facade, se une la vinculación de Steven a un proyecto, relacionado con las estaciones del año, que Teddy pensaba abordar en solitario; en el que Seagle desarrolla los cuentos de otoño y primavera.
Kristiansen realiza un trabajo nada estático, sus dibujos aparecen perfectamente secuenciados y funcionan en conjunto como una unidad narrativa. Pese a lo lento y pausado del relato, el dibujo combina el intimísimo del discurso interior de los personajes, encerrados en sus secretos, con el ritmo de la vida.
Rain, Ben o Traci siempre aparecen haciendo algo, ese algo puede ser tan cotidiano como tomar un café o tan extraordinario como enfrentarte a un alma en pena; su continua actividad no siempre coincide con el tiempo cronológico de la narración. Los tres episodios de
Ir allí -llenos de peleas, idas y venidas de los personajes, e introducción de personajes- coinciden con un breve desmayo de Rain.
Teddy logra una narración ágil y efectiva pese a recurrir a un estilo minimalista. Sus dibujos pueden transmitir una sensación de abocetamiento, al estar alejados de lo espectacularidad o del uso/abuso del detalle.
El realismo no lo alcanza reproduciendo al detalle personas o ambientes, sino plasmando las atmósferas y sensaciones que rodean y mueven a los protagonistas. Tanto los decorados, normalmente escenas Interiores con luz artificial, como los personajes, desarraigados que rayan en la marginalidad, se alejan de tratamientos o enfoques atractivos desde un punto de vista estéticos.
El magnetismo reside en el trabajo del artista, en la forma en que éste pinta, no en la belleza intrínseca de lo pintado. Desarrolla una planificación expresiva de las escenas, con angulaciones y encuadres muy variados; salvo en aquellas en las que la repetición de encuadres o imágenes busca ralentizar el ritmo.
Plasma peculiarmente el espacio, encuadrando las figuras desde perspectivas cambiantes.
Muchas veces la distancia física se logra mediante desplazamientos afectivos, que agrandan o empequeñecen a los personajes, coincidiendo con la forma en que tantas veces vemos a nuestros semejantes.
En
Al filo del invierno, y
Facade apreciamos su dibujo completo. Usa grandes manchas de colores planos, con predominio de tonos apagados, blanquecinos en el caso de las pieles. Las formas aparecen poco marcadas; utiliza la Iluminación y el color, más que la línea, para definir a personajes y ambientes.
Las portadas alternan retratos de diferentes protagonistas, casa incluida, con reproducciones de escenas de la serie; buscando que cada arco argumental mantenga una unidad en sus cubiertas, y que las portadas para los episodios de los artistas invitados capten la atmósfera del trabajo de éstos.
Amistad, traición, amor, violencia, generosidad,... son los nombres de las habitaciones que comprende esta casa, y de las experiencias que jalonan nuestra vida.
Bienvenido a
La casa de los secretos... te estábamos esperando.
House of Secrets: Facade. n° 2. ST Seagle&T. Kristiansen. DC Comics, 2001
Articulo publicado en la revista Dentro de la Viñeta nº16 Especial Semana Negra, año 2001.