miércoles, 14 de noviembre de 2012

I Jornada de Ilustración de Málaga: The Detective Expo

Entrada gratuita.

El sábado 17 de noviembre tendrá lugar la exposición en el Centro Comercial Málaga Nostrum de láminas de arte original de Norm Breyfogle, Trevor Von Eeden, Romeo Tanghal Sr, Joe Kubert, Mike Deodato Jr, Jerry Bingham, Paul Gulacy, Ernie Chan, George Perez, Paolo Rivera, J. K. Woodward, Loston Wallace, Mike Collins, Javier Mena, Caio Cacau, Mike Collins, Pepe Larraz, Bob Kane ...

Invitados en las firmas:

-Francisco Porcel.
-Juan Torres.
-Javier Mena.
-Laura Kjoge.
-Diego Pérez.
-Los Killer Toons ( Moi, El Juan Perez, Miguel Angel Caceres, Zonum, Killerwhite y Mike Ruiz).
-James Z.

Firmas De 11:30 a 14:00 y de 17:30 a 20:30.

Taller de cómic con el artista Javier Mena de 17:30 a 20:30.

Colaboran: ECC Ediciones y Planeta DeAgostini Cómics.

Contacto con la organización club.batman@gmail.com


Fuentes:

http://club-batman.blogspot.com.es/2012/11/jornada-de-ilustracion-de-malaga-batman.html

http://javiermena.blogspot.com.es/2012/11/i-jornada-de-ilustracion-de-comic-de.html

https://www.facebook.com/MalagaComic

Reseña del libro "Alan Moore Storyteller"

Publicado el


“Ay, Alan, ¿por qué tienes que ser siempre diferente?”
SYLVIA MOORE.
¿Quién es ese tipo que mide casi dos metros? ¿Quién es ese tipo que lleva tantos anillos en cada dedo de sus manos? ¿Quién es ese tipo que viste tan raro, con ese bombín azul y ese bastón con forma de falso dios serpiente? ¿Quién es ese tipo de larga melena y embarrullada barba? ¿Quién es ese tipo con voz profunda y lleno de ideas tan extrañas? ¿Quién es ese tipo que cuenta historias que nunca han ocurrido, pero nos hace llorar, sonreír o maravillarnos con ellas? Es un escritor, un mago, un polifacético artista. Se llama Alan Moore y cambió el mundo del cómic.
La historia de los tebeos no se entendería sin la figura de uno de sus principales arquitectos: Alan Moore, un escritor marcado, aparte de por sus rarezas y su humor negro, por la sensibilidad con la que toca cada historia y sus ganas de experimentar con ella. Este guionista nacido en 1953 en Northampton (Reino Unido) dejó una huella en los cómics que aún es patente. Pero ¿cómo y por qué lo hizo? Gary Spencer Millidge se propone darnos la respuesta a través de un recorrido a la vida, obra y legado del Bardo de Northampton en Alan Moore Storyteller.
Fotografía de Alan Moore
En Alan Moore Storyteller, nos embarcamos en un viaje a través de la mente,vivencias y escritos de Alan Moore.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Antes de Watchmen

“Podría ser una buena manera de iniciar un cómic: con un famoso superhéroe hallado muerto. A medida que el misterio se fuera desentrañando, nos adentraríamos más y más dentro del verdadero núcleo de este mundo de superhéroes, mostrando una realidad muy diferente a la imagen comúnmente aceptada de los mismos”. Así comenzó todo: con Alan Moore discurriendo el punto de partida que le permitiera sacudir un género cuyas claves ya había reinterpretado en la notable Miracleman. Este germen, esta idea inicial, fue posteriormente desarrollada en Watchmen: serie limitada de 12 entregas que, con lápices de Dave Gibbons y color de John Higgins, se publicó originalmente entre 1986 y 1987, convirtiéndose en un clásico instantáneo. No solo por su brillante estructura narrativa –un preciso mecanismo de relojería–, sino también por un acercamiento a la mitología superheroica desmitificador, crudo y realista, que marcó la tendencia imperante en la industria durante los años posteriores.

Guardi se sube otra vez a la góndola

Venecia acude a museos de todo el mundo para desplegar la obra del artista
Junto con Canaletto fue quien mejor captó la personalidad de la ciudad de los canales

MILENA FERNÁNDEZ Venecia 9 NOV 2012 


'La regata en el Canal de la Giudecca', de Francesco Guardi.



En el atardecer de la República Serenísima de Venecia, el salón de visitas de las monjas reclusas era un puro jolgorio, una fiesta infinita. En su interior había tres grandes ventanas: de un lado las reclusas esperaban a la madre, a un amante, a un hijo... Del otro lado, los visitantes intercambiaban con las chicas sus provisiones de dulces y bebidas. Los niños se entretenían con un pequeño teatro de marionetas. Allí iban a parar las hijas de mala fama, y no solo de las grandes familias venecianas. Dicen las malas lenguas que nacían más bebés dentro de los conventos que fuera de ellos. Tal atmósfera íntima y mundana se respira en El locutorio de las monjas de San Zaccaria, de Francesco Guardi (Venecia 1712-1793), una pieza clave para entender la obra del artista que, en dura pugna con Canaletto, mejor pintó jamás el cielo, el agua y la piedra de la República de los Dogos.

A finales del siglo XVIII eran populares las casas de juego administradas por el gobierno veneciano. En ellas se apostaba dinero y las prostitutas vendían su cuerpo al mejor postor. Los clientes eran aristócratas locales y extranjeros. La literatura de la época narra cómo poderosos próceres de la Iglesia se infiltraban sin complejos en aquel canallesco aunque privilegiado submundo.

Aquellas casas permanecían abiertas sólo durante el larguísimo carnaval, que comenzaba el 26 de diciembre y finalizaba el día de Cenizas. Todos cubrían su rostro, excepto los administradores del local. En el famoso cuadro El ridotto del Palacio Dondolo, Guardi retrata en detalle el espíritu de libertad que se respiraba: hay máscaras de colombinas, pulchinelas que esconden la identidad de personajes misteriosos y seductores. Guardi vio aquí un nicho de mercado para vender a los ricos viajeros vistas íntimas de su ciudad natal, y al mismo tiempo crear obras antológicas que acabaron haciendo Historia. Al mirar un cuadro de Guardi, inevitablemente el ojo descubre la verdadera Venecia y el olfato percibe la humedad de la laguna a través de las diversas estaciones del año.

El pasado 5 de octubre se celebró el 300º aniversario del nacimiento de Francesco Guardi, y ahora, con este motivo, el Museo Correr de la Plaza de San Marcos le dedica una gran y compleja exposición, abierta al público hasta el 6 de enero. Bajo el título Franceso Guardi, 1712- 1793, Venecia rinde homenaje a un artista que no pudo ver la gloria en vida; aunque, sin duda fue uno de los pintores más originales de todo el siglo XVIII y uno de los máximos exponentes del vedutismo. La muestra reúne un conjunto de 70 dibujos y 50 pinturas procedentes de museos y colecciones de todo el mundo.

En una de las paredes del Museo Correr se lee una frase que lo deja todo bien claro: “Guardi es más vivo que Canaletto, usa el color en modo más original, con un talento personal y ninguno es superior a él en su género. Su talento es vivaz y posee una gracia picante. La calidad atmosférica de la luz no ha sido superada por ninguno”. El entrecomillado pertenece al francés Charles Yriarte, autor de Venise, (1878) autor de una obra clave en la valorización tardía del talento del maestro. La exposición no pretende, de ningún modo establecer una comparación entre Canaletto y Guardi, sino más bien descubrir uno de los más anómalos vedutistas venecianos. “Guardi es un artista complicado, intrigante. Es considerado el pintor más creativo del settecento. Estudiar a Francesco Guardi es una labor compleja: en él vivían muchos pintores, todos geniales. Hizo pintura figurativa, religiosa, costumbrista, y al final de su carrera, vedutista”, explica a este diario el comisario de la exposición, Alberto Craievich.

No siempre nacer en una familia de artistas es garantía de éxito. Guardi aprendió el oficio en el taller de su padre, Domenico, junto con sus hermanos Antonio y Nicoló. Todos talentosos, murieron pobres y poco apreciados. Durante años Francesco y su hermano Antonio trabajaron juntos en obras figurativas, algunas de las cuales fueron atribuidas a Antonio. Una exposición en el Palazzo Grassi, en 1965, aclaró todas las dudas. “Su pintura y su técnica es de mayor calidad”, aclara Craievich.

Organizada en orden cronológico, la muestra del Correr inicia con las primeras obras figurativas de vida cotidiana que retratan el carnaval, fiestas populares y temas religiosos. Se exponen dos pequeños dibujos de La Piedad que evidencian el trazo ligero de Guardi. En la segunda sección aparecen las primeras vedutas de Guardi, realizadas en 1755 cuando la fama había instalado a Canaletto en Londres. Guardi ve aquí un nicho de mercado y por necesidad económica utiliza como base las incisiones de Canaletto; sin embargo, la mirada cambia. En las telas de Guardi la arquitectura no es protagonista, sino el cielo, el aire, la laguna. “Crea encuadres inéditos de la ciudad y de la laguna, como en El Canal de la Giudecca con la punta de Santa Marta. Las proporciones son libremente falsas y la perspectiva es elástica”, comenta el comisario.

En la tercera sección aparecen los caprichos de composición y de paisaje. Se trata de telas sorprendentes, donde la libertad de la mano del artista se hace presente: ruinas arquitectónicas con árboles secos, cielos dramáticos. “Con los caprichos expresa su personalidad. No se limita a hacer simples collages de ruinas de edificios antiguos y modernos. Transporta las composiciones a la laguna”, resume.

Al final de su carrera recibió el encargo de retratar con varias pinturas la visita del papa Pío VI. El 1 de enero de 1793, tras un mes de enfermedad, Guardi expiró. Pobre, sin fama ni gloria. Como un genio incomprendido... o comprendido solo a medias.


El Pais 9.11.2012

Rafael Sanzio, genio del esbozo y del dibujo

Una muestra en Fráncfort explora en 50 obras el proceso creativo del maestro



'Estudio para un soldado desnudo', uno de los dibujos expuestos.


Rafael Sanzio murió en 1520 a la temprana edad de 37 años, pero antes ya había tenido tiempo de alcanzar su máximo potencial como artista y de revolucionar las artes de su tiempo a través de una nueva aproximación a la belleza y la armonía, a la verosimilitud anatómica y a los juegos de perspectiva, que perduraría en la pintura occidental durante los cuatro siglos posteriores. Una exposición recién inaugurada en el Museo Städel de Fráncfort permite adentrarse en el proceso creativo del maestro renacentista a través de medio centenar de dibujos y esbozos.

Hasta ahora, estas obras permanecían en prestigiosas colecciones públicas y privadas, a menudo en salas de lectura restringidas a un público selecto, a causa de la calidad frágil y fotosensible del material expuesto. La impresionante muestra sobre el Rafael de los últimos días vista durante la primavera pasada en el Prado ya consiguió reunir una veintena de estos dibujos. Pero ahora, y hasta el 3 de febrero próximo, el Städel subirá la apuesta exponiendo cincuenta de ellos gracias a la aportación temporal de prestamistas tan lujosos como el Museo del Louvre, el MoMA de Nueva York, la Galería de los Uffizi en Florencia, el Museo Albertina de Viena, el British Museum de Londres o incluso la colección particular de la Reina de Inglaterra.

A través de sus esbozos, donde se aprecia la influencia indudable del trazo nervioso de Leonardo Da Vinci, el visitante logra entender las dificultades que afrontó un Rafael indiscutiblemente obsesivo y perfeccionista al proyectar los frescos de la Sala de la Signatura en el Vaticano, los tapices de la Capilla Sixtina o el altar de Santa Maria della Pace. Pero también su atención al relato intrínseco de cada una de sus composiciones, como demuestran sus estudios preparatorios para obras tan capitales como La disputa del Sacramento, La Resurrección de Cristo o La Madonna del Prato. “Sus dibujos reflejan su interés por contar una historia, por dotar a cada personaje de vida propia. Sus composiciones funcionan como lo haría un relato: con una presentación, un clímax y un desenlace”, explica el comisario de la muestra, Joachim Jacoby, uno de los grandes especialistas europeos en el pintor.

Para Jacoby, el dinamismo interno de las obras de Rafael dio un giro decisivo en la pintura europea, donde su influencia en la atención a la expresión facial y la traducción del movimiento a las dos dimensiones del lienzo permanecería vigente hasta la invención del séptimo arte. “Solo el movimiento real de las imágenes que introdujo el cine logró mejorar el canon rafaelita”, sostiene el comisario de la muestra.

No parece una casualidad que la exposición tenga lugar en este museo alemán, cuya historia está íntimamente vinculada a la del pintor renacentista. Durante el siglo XIX, el Städel ya adquirió once dibujos del maestro, que hoy constituyen la auténtica joya de la corona de su colección de dibujo y grabado, y que se exhiben ahora en la exposición. Además, el año pasado el museo compró el famoso Retrato del Papa Julio II, reconocido promotor de las artes. Se encontraba oculto en una colección privada austriaca y actualmente se halla en proceso de laboriosa restauración en el Städel, donde será expuesto al público próximamente.

El Pais 9.11.2012

viernes, 9 de noviembre de 2012

VII Salón del Manga de Andalucía



Esta es, por el momento, la lista de invitados confirmados:
  • Nacho Fernández: Autor de Dragon Fall y la nueva versión del Supergrupo, ha realizado el cartel de esta edición
  • Joan Navarro: Editor y copropietario de la editorial Editores de Tebeos.
  • Capitán Urías: Bloguero en La Arcadia de Urías
  • Manu López: Autor de Ataraxia
  • Javier Pérez Quevedo “Gori Fater”, intérprete especializado en música de videojuegos
  • Xian nu Studio: Irene y Laura,  autoras de Bakemono
  • Lolita Aldea: Joven autora, ganó el Concurso Manga de Manlleu, el Certamen de Cómic Desencaja 2011 y el VI Concurso Manga de Norma Editorial
Para más información sobre este evento o su programación se puede visitar la web oficial Salón del Manga de Andalucía

http://www.salondelmangadeandalucia.com/

jueves, 8 de noviembre de 2012

Arqueros

No es educado, ni correcto. En la página-blog, maravillosa, de Tor, empresa editora de ciencia ficción y fantasia, su directora artística, Irene Gallo ha tenido la feliz idea de buscar diversos temas en pintores, ilustradores y dibujantes varios. El esfuerzo y la selección, son suyos, de hecho, conozco la entrada gracias a otro espacio genial: lines and colours, total, que espero que me perdonen pero los arqueros molan. No he podido resistirme al arco y la flecha.


Los tres cuadros superiores, pinturas de N. C. Wyeth para Robin Hood

Perteneciente a la serie de cuadros de Black Arrow de N.C. Wyeth

cuadro de Brom

                 Utagawa Toyokuni, uno de los grandes pintores de finales del siglo dieciocho


                                  Cubierta del libro  "At the Earth´s Core" por . Allen St. John



Las dos ilustraciones de arriba pertenecen al trabajo sobre el personaje de Merida en la película de Pixar "Brave" del autor Carter Goodrich

 Cuadro de Harry Brooker




 Una de las pinturas de Charles Vess dedicadas a ilustrar "A storm of swords"

Charlotte Harding - como Wyeth, fue estudiante de Howard Pyle. Como Wyeth y Pyle, ella hizo su propio Robin Hood



 Chris Rahn y un elfo del bosque

 Cubierta de Donato Giancola para la novela de fantasia "The Last Paladin"

Giuseppe Crespi; the centaur Chiron instruye al joven Aquiles


 Greg Manchess, de su primera ilustración para libros de niños "To capture the wind"


  Ilustrador ruso Ivan Biliban

 Moebius


 Jeff Jones, rotulador y tinta

John R. Neill- Hiawatha

 John Liston Byam Shaw- Artemisa


  Kaare Andrews   Ojo de Halcon

Kekai Kotaki, cubierta para la novela de Peter Orullian "The Unremembered"

 Legolas, del magnífico Calendario del Señor de los Anillos de Michael Kaluta





 Trabajo para Guild Wars por Richard Anderson


 Artista academico ruso Sergey Chubirko



 Albert Vargas’ pin-up version of one of Robin Hood’s Merry Men. Albert Vargas, pin-up de la versión de uno de los Hombres Alegres de Robin Hood




 Green Arrow: Año Uno por Jock

Hannah Christenson

 Portada de James Jean para Green Arrow

 Cubierta de Jeffrey Jones para la novela "Songs of the Bear God"


 Lucas Graciano

 Raymond Swanland


 No es una de las mejores películas de la Disney, tal vez el final de una época, pero el zorro de Robin Hood es impresionante

                                                                  Telemaco de Giovanni Battista Tiepolo


William Blake y los angeles caidos del Paraiso Perdido


William-Russell-Flint


Howard Pyle- Robin Hood



frank stockton- hunger games



becky cloonan






Del uso y abuso por Jesús Cuadrado





La presente obra organiza, a manera de catálogo onomástico, una his­toria de la Historieta española. Historia basal, apremiada, de ur­gencia sobre un arte -un medio, una industria- que se fue debilitando en su propio cansancio, que se desplomó, exangüe, sin esperar a la lle­gada del tercer milenio.

Nuestra Historieta, la española, fue noble y esclavista, radical y pu­silánime, pionera y plagiaría, guerrillera y doctrinaria, alucinada, servil, lúcida, abstrusa, apatrida, demente, feminal, imbécil, insu­misa y, siempre, amante del octavo pecado capital: la comunicación.

Historietistas y editores, teóricos y censores, libreros y lectores abusa­ron entre sí, contra sí, para sí con sus pretensiones robinsonianas, y el futuro, distante en su lógica fría, les alcanzó con su cimitarra para el degüello final, inapelable. Náufraga, incomprendida, desvalida, arrinconada, nuestra Historieta, el pan con sonido de disparo, aún intentó una fuga tangencial, un desmaquillar, un revolverse medita­do en el final del siglo XX. Demasiado tarde; el sueño terminó. Ya no es el pan de cada día.

Y es la hora del resumen ambiental, del compendio anotante, del avi­so precipitado, de la clasificación, de la taxonomía, del diccionario. Por si un acaso, por si hubiera un después, por si el destino se aletar­ga, por si mereció la pena; que así fue.

Jesús Cuadrado


Diccionario de Uso de la Historieta Española, 1997



Los tesoros escondidos de Robert Crumb




Una edición monumental de cerca de 3.000 páginas y tirada limitada exhibe los dibujos preparatorios del genio del cómic underground, 600 de ellos inéditos

BORJA HERMOSO Madrid 7 NOV 2012 


'The little guy that lives inside my brain', incluido en Sketchbook.


Crumb cabalga de nuevo en campo abierto. El incansable azote de conciencias biempensantes, el eterno dedo en el ojo de las viejas, bienintencionadas y asfixiantes apariencias burguesas de serenidad y confort político, económico y sexual, el Atila underground puesto hasta arriba de LSD e infinidad de hierbas no precisamente aromáticas (eso pasó a la Historia)... el tipo adorado y escondido, el casi setentón Robert Crumb que hace por lo menos 40 años se instaló definitiva, inalterablemente en el Olimpo de la historia de los comics... sale de la cueva (la cueva es su casita de Sauve, aldea recóndita del sur de Francia, pertrechado entre su esposa Aline, sus dibujos y su colección de 5.000 discos de 78 revoluciones por minuto), sale de la cueva y le dice al mundo: “Aquí estoy”.

La culpa la tiene la editora estadounidense Dian Hanson, una de las factotum indiscutibles de la casa Taschen, esa gruta de las maravillas de papel en tiempos tan digitales y de tan poco papel (y lo que queda por ver), una editorial alemana que lanza al mercado libros de alta/altísima gama, auténticos tesoros para quien (en tiempos tan turbulentos y de tan poco dinero) pueda comprarlos. Aunque siempre queda el recurso de quedarse con la copla y, llegada la fecha mágica, pedir el regalito de marras. Es lo que debería hacer todo fan de Crumb que se precie con estos Sketchbooks o, lo que es lo mismo, seis volúmenes, seis, con los bocetos, apuntes, dibujos preparatorios, ocurrencias gráficas y demás variables del Robert Crumb no oficial: 1.344 páginas, lo que, toda criatura racional convendrá, son una burrada de páginas. Y lo que queda: otro tanto para el próximo año, ya que esta es tan solo la primera de dos monumentales entregas que en su conjunto rozarán las 3.000 páginas. Todo, a cambio del nada módico precio de 1.500 euros. Precio de oro. Precio de coleccionista puro y duro.

Es sencillo. Taschen convenció al creador de Mister Natural y El gato Fritz —la suma de dinero a cambio del sí, quiero del maestro no es conocida, pero cabe deducir que fue descomunal— para que seleccionara de entre el inmenso arsenal artístico solo aquellos dibujos que a su juicio mereciesen la pena de verdad. También convencieron al fundador de revistas como Zap Comix o Weirdo, sucesivas biblias del cómic undeground en la América de los años 60 y 80, respectivamente, de que estampara con su propia letra sus pensamientos sobre sí mismo. Eso, tratándose de un señor tan elusivo como Robert Crumb, revestía caracteres de hazaña, pero la hazaña se consumó y, en el texto que abre el primero de estos seis volúmenes, escrito en el verano de 2011, el interesado se autorretrata y explica así su progresiva pérdida de interés y de ganas a la hora de ejecutar estos trabajos preparatorios: “La compulsión de trabajar en cuadernos de dibujo ha remitido de forma gradual a través de los años y ahora ya casi no lo hago. No les aburriré explicando por qué... no estoy seguro de saberlo. La motivación ha ido disminuyendo”. Y para evitar ambigüedades, remacha: “Por supuesto, sigo dibujando para ganarme la vida, dibujar sigue siendo mi sustento, pero ya no es el centro de mi identidad”.

Él mismo exigió a los editores que se comercializara en primer lugar la que, por lógica, tendría que haber sido la segunda entrega: los trabajos comprendidos entre 1982 y 2011; que se dejara para 2013 el lanzamiento de los volúmenes sobre el período 1964-1981. La razón es sencilla: para Crumb resultaba prioritario atender la demanda de materiales nuevos por parte de sus fans. De hecho, en los últimos 20 años el artista de Filadelfia ha ido reduciendo de forma exponencial su ritmo de trabajo en lo que a esta técnica de los bocetos y series preparatorias se refiere. Y lo que ahora incluye esta entrega lujosísimamente editada, en edición limitada de 1.000 ejemplares y con un grabado en color firmado de puño y letra por el propio Crumb es más de 600 dibujos inéditos. O, lo que es lo mismo, un verdadero tesoro de Ali-Babá para los irredentos seguidores del genio del comic underground.

Estos Sketchbooks constituyen, en ese sentido, todo un legado de la forma de pensar y ejecutar el cómic a cargo de uno de sus maestros. Su tormentosa relación con las mujeres (“muy mejorada desde que me hice famoso”, ha reconocido más de una vez Crumb, recurrentemente tachado de misógino y ultramachista por los colectivos feministas), sus personajes angustiados y sin encaje claro en las vidas que les toca vivir, su aversión a las certidumbres de las sociedades acomodadas, su fascinación por la música popular y ante todo el blues, su capacidad para captar al vuelo las actitudes, las vestimentas, los peinados, los gestos, las costumbres y la fisonomía del hombre y de la mujer de los siglos XX y XXI, sus neuras producto de una infancia transcurrida entre su padre militar, su madre neurótica y el tremendo influjo de su hermano Charles... todo está ahí, en una galería inacabable de filias y fobias firmada por este Leonardo de la contracultura.


El Pais 07.11.2012

Portafolio Calendario 1989 del Universo Marvel















Los Nuevos Mutantes nº42 (Diciembre 1988) The New Mutants Annual Vol I nº4