¿Quién es ese tipo que mide casi dos metros? ¿Quién es ese tipo que lleva tantos anillos en cada dedo de sus manos? ¿Quién es ese tipo que viste tan raro, con ese bombín azul y ese bastón con forma de falso dios serpiente? ¿Quién es ese tipo de larga melena y embarrullada barba? ¿Quién es ese tipo con voz profunda y lleno de ideas tan extrañas? ¿Quién es ese tipo que cuenta historias que nunca han ocurrido, pero nos hace llorar, sonreír o maravillarnos con ellas? Es un escritor, un mago, un polifacético artista. Se llama Alan Moore y cambió el mundo del cómic.“Ay, Alan, ¿por qué tienes que ser siempre diferente?”SYLVIA MOORE.
La historia de los tebeos no se entendería sin la figura de uno de sus principales arquitectos: Alan Moore, un escritor marcado, aparte de por sus rarezas y su humor negro, por la sensibilidad con la que toca cada historia y sus ganas de experimentar con ella. Este guionista nacido en 1953 en Northampton (Reino Unido) dejó una huella en los cómics que aún es patente. Pero ¿cómo y por qué lo hizo? Gary Spencer Millidge se propone darnos la respuesta a través de un recorrido a la vida, obra y legado del Bardo de Northampton en Alan Moore Storyteller.
A lo largo de sus 320 páginas, conocemos más de la obra y vida del escritor. Alan Moore es todo un personaje y, quizás, debamos pensar si él no es más que otro personaje que ha escrito (a lo mejor, todos nos escribimos a nosotros mismos). No se preocupen si creen conocer todo sobre él, porque seguro que le sorprenden algunos detalles muy escondidos de la historia que ha escrito Moore a lo largo de su vida. Además, aporta varias citas y opiniones del autor que resultan, cuanto menos, interesantes. Alan Moore Storyteller no solo se convierte así en una completa biografía, sino también en algo más: una enciclopedia de obligada lectura para cualquiera que quiera elaborar un trabajo o estudio de la carrera de Moore o su influencia en el mundo del tebeo.
La obra se divide en siete capítulos. En el prólogo tenemos al escritor de ciencia-ficción y amigo de Alan Moore, Michael Moorcock; tal vez poco apasionante, pero que sirve para introducirnos en esta amena biografía de Alan Moore.
En el episodio número uno, se habla de los primeros años de Moore en Northampton, desde que era un estudiante de clase humilde que lo expulsaron por traficar LSD hasta conseguir publicar algunas historietas en los periódicos y revistas más cercanas.
En el capítulo segundo, vemos cómo surgen algunas de sus primeras historias, como es el caso de algunos cómics para la emblemática serie Doctor Who o las películas de fantasía Star Wars, Capitán Britania (el equivalente del Capitán América en Albión, para Marvel), Skizz (un E.T. al estilo Moore), D.R. & Quinch (una gamberrada de ciencia-ficción), La balada de Halo Jones (una hermosa historia en clave de aventuras espaciales sobre una joven que irá creciendo a lo largo de las viñetas)… Pero también en este período, crea algunas de sus obras más emblemáticas como Marvelman (una de sus primeras reflexiones sobre el poder del superhéroe) y V de Vendetta (su alegato sobre la libertad y en contra de la tiranía).
El tercer capítulo, abarca el período de varias de sus obra más emblemáticas como son La Cosa del Pantano, Watchmen y Batman. La Broma Asesina. En La Cosa del Pantano, resucitaría (literalmente y más de una vez) a un personaje herido de muerte al que haría vagar desde el terror hasta la space opera. En Watchmen, concebiría una seria reflexión sobre el vigilantismo y la responsabilidad de cada uno en un mundo al borde del precipicio, convirtiéndose en un éxito que ha hecho que sea el único cómic entre las mejores novelas del Siglo XX para Time. En Batman. La Broma Asesina, conocemos una versión de cómo el Jóker, la némesis de Batman, pudo convertirse en lo que es y cómo intenta demostrar que todos podemos enloquecer si sufrimos lo suficiente; es una obra a la que Moore no tiene en alta estima, pero cientos de fans sí, siendo uno de los cómics más reconocidos de El Caballero Oscuro.
En el cuarto capítulo, Moore comienza un período más experimental tras cansarse de editoriales como DC y Marvel. En este período aparece la polémica Shadowplay, sobre la CIA y según la cual, Moore cree que fue vigilado por la agencia de inteligencia. También llega a las estanterías, Un pequeño asesinato, una obra a la que Moore guarda un gran cariño y que trata sobre cómo cuando somos adultos abandonamos nuestros sueños de juventud. También llegará la inconclusa Big Numbers, una ambiciosa obra que tuvo que detenerse por problemas de publicación. Pero surgirán dos de las mejores obras de Alan Moore: From Hell, la autopsia del nacimiento del Siglo XX a través de los asesinatos de Jack el Destripador, y Lost Girls, donde Moore junto a su futura esposa Melinda Gebbie tratará la sexualidad a través de personajes de cuentos infantiles como son Wendy de Peter Pan, Dorothy de El Mago de Oz y Alicia de Alicia en El País de las Maravillas. En esta época, y por From Hell, Moore empieza a interesarse en la magia. Años más tarde, se declara mago y considera que el acto artístico es una forma de arte. Sus amigos creen que se ha vuelto loco.
En el capítulo quinto, vemos varias de las obras que hizo durante los ´90, además del nacimiento de American Best Comics, un universo editorial creado por Moore. En esta etapa, tenemos obras entretenidas como 1963 (homenaje a los cómics de Marvel y DC de la Edad de Plata que enamoraron a Moore de pequeño), Spawn (uno de los “héroes” criados por el espíritu oscuro malinterpretado de Watchmen y que tanto abundaron en los ´90), WildC.A.T.S. (otro periplo en que Moore jugó con esta creación ajena, llevándola más lejos que sus autores originales), Supreme (una malograda imitación de Superman que Moore convertiría en el mejor Superman de los últimos años… Sin ser Superman)…
Más tarde, Moore crearía algo más digno de tener en cuenta dentro de su carrera, la línea ABC, donde escribió varias cabeceras al mismo tiempo: La Liga de los Hombres Extraordinarios (reuniendo a héroes de la literatura en un grupo de “superhéroes” como son Allan Quatermain de Las Minas del Rey Salomon, el Doctor Jekyll, el Hombre Invisible, Mina Murray de Drácula), Tom Strong (homenaje a los superhéroes y a los personajes pulp), Top Ten (Canción Triste de Hill Street, pero con metahumanos), la antología Tomorrow Stories y Promethea (la historia de una chica que se convierte en la encarnación de la imaginación y donde Moore exploraría aún más la magia). Debido a sus problemas con la editorial Wildstorm, dentro de la que estaba ABC y que pasaría a formar parte de DC Comics con la cual estaba enemistado Moore desde hacía un tiempo, el Bardo de Northampton decidió destruir la línea ABC. Moore consideró este apocalipsis premeditado todo un logro, pues era el único universo cómiquero que había terminado de forma definitiva (a diferencia de otros que anuncian el fin y no hay tal fin) y de manera estructurada y pensada. De la “quema”, gracias al tema de derechos, Moore salvó La Liga de los Hombres Extraordinarios que iría a parar a la pequeña Top Shelf.
En el capítulo sexto, entramos en la temática de la pasión de Moore por la magia y las performances. Puede parecer una parte algo más tediosa, pero es curioso saber si Moore está loco, se hace el loco o es el único cuerdo. También se habla de las adaptaciones a cómics de algunas de sus performances como El amnios natal o Serpientes y escaleras. En este apartado de Alan Moore. Storyteller se habla de la carrera literaria de Moore como escritor de prosa, contando con varios relatos además de una novela La Voz del Fuego, donde expresaba su idea de que el espacio sirve para conectar a la gente con la historia, y la aún por publicar Jerusalem, una obra enorme de la que sabemos algunos datos más a través de esta “enciclopedia de Moore”.
Por último, tenemos un epílogo llamado convenientemente “Nada termina jamás”, homenajeando a la última frase del Doctor Manhattan en Watchmen. En este “hasta luego”, se habla de cómo Moore ha llegado a ser una celebridad en el mundo del cómic y fuera de él, pero cómo Moore lo ha rehuido. Curiosamente, mientras que muchos fans (tal vez porque Moore huye de convenciones y demás) consideran que solo critica a los demás, es agradable saber que es a Moore al que se le pregunta porque se le considera alguien aún importante en una industria que ha ido abandonando progresivamente. También se trata un tema interesante: las adaptaciones cinematográficas de la obra de Moore y cómo el autor las ha rechazado por diversos motivos (y que tiende luz a un tema donde muchos opinan, pero sin saber lo suficiente). Muy interesante. Finaliza hablando de su legado en el mundo del cómic y sus próximos planes, porque Moore sigue vivo y, mientras respire, estará creando.
La obra se completa con una bibliografía, referencias, acreditación de imágenes, agradecimientos y más detalles que nos permiten reconocer que el autor de Alan Moore Storyteller Gary Spencer Millidge (que ya había colaborado en el más que recomendable libro tributo Alan Moore. Retrato de un hombre extraordinario) se ha documentado a la hora de concebir este libro, el más completo y serio hasta la fecha de la obra de creador de From Hell.
¿Qué podemos echar en falta? Poca cosa y depende del lector. Puede que algún comprador desee más anécdotas y más puntos de vista de amigos del autor como son Neil Gaiman. Puede también que otro comprador (o el mismo) hubiese deseado alguna parte en la que se diese algo de caña a Moore y su trabajo, pero, sea como sea, es seguramente el libro más completo sobre Moore hasta la fecha y es de agradecer.
El apartado fotográfico no solo aporta imágenes relacionadas con las obras, sino también sobre la vida de Moore (desde su infancia), siendo muchas de ellas desconocidas para el público, y ya lejos del cotilleo del fandom, contiene también reproducciones de sus guiones, su cuaderno donde garabatea y escribe ideas… Reconocer el trabajo del artista español José Villarrubia, que da algunas de las fotografías más estupendas sobre el escritor que adora al falso dios serpiente Glycon (y sabe que es un falso dios). Toda una galería de lo que hay detrás de cada creación de Moore que es impresionante y admirable.
La edición es bastante buena. Se compone de tapa dura, con sobrecubierta, es cómoda de leer, la letra no es excesivamente pequeña, el papel es resistente y se ha respetado el color de las imágenes. Por no mencionar que incluye detalles genuinos como páginas que se despliegan, en el primer caso para presentar un guion de Moore y en el segundo para señalar la carrera y cronología de la obra del Bardo de Northampton. El único problema puede estar en alguna errata (por suerte, aislada) y que algunos textos en inglés no se hayan traducido (ya que tiene un precio tan elevado, se podría haber traducido algunos fragmentos de guion, por ejemplo).
¿Cómo terminar la reseña de un libro tan cuidado e importante, del que es casi imposible de hablar de todo lo que posee para cualquier apasionado del noveno arte? Seguramente, diciendo, que serán 30 euros bien invertidos y que uno agradecerá que la señora Sylvia Moore se confundiese al comprarle un cómic a su hijo pequeño y le regalase uno de Los Cuatro Fantásticos. Ese crío se llamaba Alan Moore y cambiaría la historia del cómic. Muchas gracias, señora Moore.
Alan Moore Storyteller
Escritor: Gary Spencer Millidge.
Formato: Tapa dura, 320 páginas, a color, 30 €
Editorial: Planeta DeAgostini.
Año de la edición: 2012.
“Creo que siempre supe que quería dedicarme a los cómics. Al principio, pensé que acabaría dibujándolos; pero, cuando me di cuenta de que no iba a ser posible, empecé a poner todo mi empeño en guionizarlos”ALAN MOORE.
http://gencomics.es/alan-moore-storyteller/
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