jueves, 27 de marzo de 2025

Ese dulce mal

Bienvenidos a las aventuras de una pareja de hermanos muy especiales, que van a descubrir un mundo muy diferente al suyo


José Luis Vidal

23 de marzo 2025 - 08:00


En ocasiones, nos dejamos obnubilar por lo que viene del exterior, hecho este que por sí solo no es censurable. Lo malo es cuando no apreciamos o desconocemos las obras artísticas, y sus responsables, que han nacido en nuestra tierra.

La rápida evolución de las redes sociales y las herramientas tecnológicas han hecho que ya, para un creador, no sea necesario trasladarse a vivir lejos de su casa. Y en esta ocasión me gustaría fijar mi mirada en Chiclana y un autor de cómic al que he descubierto hace relativamente poco tiempo y cuyo talento hace necesaria una mirada sobre su ópera prima, el cómic Samhain.

Pero antes de internarnos en las peripecias de Miko y Mika, me gustaría dejar patente aquí el compromiso de Lobón Leal, que ha optado por la autoedición como método para que sus obras vean la luz. Tras un exitoso crowdfunding de su sketchbook en la plataforma norteamericana Kickstarter, se animó a hacer lo mismo con Samhaim.

Desafortunadamente, pese a la calidad y originalidad de esta, no logró conseguir el apoyo económico suficiente para editar una edición bilingüe. Pero no fue un freno en su propósito, más bien lo contrario, y tirando de ahorros se lo jugó todo a una carta. ¡Y qué carta!

Trescientas páginas de un volumen en color y blanco y negro que es una perfecta y genial tarjeta de presentación de este autor oriundo de Chiclana, al que le auguro una larga y exitosa carrera, ya que cuanta con un curriculum muy interesante en el mundo de la enseñanza (en la prestigiosa ESDIP) y la animación.

Pero os preguntaréis, ¿qué nos vamos a encontrar dentro de Samhain?

Pues bien, tal como pasamos la primera página, damos un salto a otro mundo y comienza un viaje que tan solo puedo calificar como alucinante. Y es que la isla Raisalamisuli es un lugar idílico, donde prima la naturaleza. Y justo allí vamos a conocer a esta pareja de niños, hermanos, cetáceos para más señas.

Miko es muy asustadizo, y su madre no le deja entrenar junto a ella y su hermana Mika, que ya maneja casi a la perfección la facultad por la que puede dominar el líquido elemento cuando se encuentra a su alcance.

Siempre cerca de ellos, una mascota muy especial, el pulpito Frigo, con el que se completa el trío que va a vivir una experiencia nueva desde el momento en el que Mika les confiese que ha descubierto algo el bosque de Kelps…

Este hallazgo, sin ellos saberlo, va a ser el prólogo de una aventura que los llevará a romper una de las leyes más importantes del lugar, traspasar una legendaria frontera que los separa de otro lugar. Pero desde el momento en el que los niños saborean unos caramelos abandonados junto a un trineo, automáticamente, el azúcar los convertirá en auténticos esclavos del dulzor azucarado.

El argumento de este cómic es tan apasionante e intenso que no voy a contaros nada más sobre él, tan solo señalar que a partir de su salto a esa otra realidad, el dramatis personae de este cómic se va a ver incrementado cuando conozcamos a la Srta. Diadetodoslosantos, una hechicera muy especial, con un gusto musical muy ecléctico, y que va siempre acompañada por dos fieles secuaces, un pájaro y un gatete.

Precisamente ella tiene una especial relación con el dueño del trineo estrellado, el mítico Papi, un personaje que os sonará a todos y todas, pero que poco o nada tiene que ver con cierto señor sonriente que viaja en un trineo volador repartiendo regalos a los niños que se han portado bien…

Todos estos personajes son los protagonistas de una historia con un fuerte trasfondo ecologista, en el que se defiende la pureza de la naturaleza, contra el mercantilismo de la sociedad en la que vivimos, que nos ha convertido en esclavos del consumo, reflejado en estas viñetas como Samhain, el nombre gaélico que con el paso del tiempo se ha transformado en esa celebración venida de los Estados Unidos, y que ya hemos hecho nuestra, Halloween.

Lobón Leal es hijo del manga, y sus referentes son Dragon Ball, obra cumbre de Akira Toriyama, y la casi eterna (por su duración) One piece , de Eiichiro Oda. Pero con el paso del tiempo, y a base de mucho dibujar, Lobón Leal ha desarrollado un original estilo gráfico en el que la influencia de la animación, del cartoon, es evidente.

Finalmente, para todos y todas los que queráis disfrutar de esta maravillosa obra, deciros que no la vais a encontrar en librerías. Pero no desesperéis, ya que si queréis haceros con ella tan solo tenéis que entrar en la página web www.malfariocomics.com, sello creado por un colectivo de creadores, en la que también vais a poder encontrar la revista antológica Malfario.


Diario de Cadiz


Drew Friedman: Arte acné y Puntillismo Acromegálico

mondo bulldog

JORDI COSTA 


Cuando era adolescente y, en consecuencia, tonto, tendía a mostrar un desenfrenado entusiasmo ante todo dibujante de maneras hiperrealistas. Poco después, al centrárseme el paladar, me fui al polo opuesto: los maestros de la radicalidad y la estilización extrema eran para mí los reyes de la pista... hasta que me topé con Drew Friedman, hiperrealista de una realidad inexistente, fotógrafo de un mundo que no estaba allí -en todo caso, debajo o más allá.... en otras palabras: el Luis García del Otro Lado.

Objetivamente, a cualquier degustador sensato de grafismos más o menos personales le debería repugnar el particular corpus estético de un tipo que practica el puntillismo-polaroid del gran Friedman: un estilo que le convierte en el anti-caricaturista por excelencia, porque lo suyo no son reducciones a lo esencial/grotesco sino fotografías dibujadas detallistas hasta lo enfermizo. Sólo que, a través de la mirada de Friedman, el mundo que nos rodea se revela especialmente horrible y los famosos que lo pueblan devienen, directamente, freaks.

En todas y cada una de sus viñetas publicadas en las páginas de Spy o Entertainment Weekly, Friedman se muestra demoledor: Natalie Cole en el estudio de grabación con el cadáver de su padre, George Bush contando chistes obscenos a sus colegas, Bill Cosby sisando la calderilla que alguien olvidó en una cabina telefónica, unos decrépitos Jack Nicholson y Warren Beatty paseando a sus flamantes bebés, Ronald Reagan practicando el nudismo o babeando sobre su pastel de cumpleaños ... Si alguien se gastara esta bilis en nuestro país otro gallo nos cantaría.

Discípulo del gigante Harvey Kurtzman, Drew Friedman creció en un clima propicio a este tipo de pensamiento sardónico: su padre era el maestro del humor negro Bruce Jay Friedman y el mismísimo Groucho Marx solía estar frecuentemente invitado a las veladas familiares. Su hermano también supo aprovechar ese microclima capaz de comunicar, por puro efecto de ósmosis, toneladas de talento: durante un tiempo formó tándem con Drew y ambos realizaron una historieta antológica sobre Jules Feiffer, en la que el respetado auteur -descrito como un tipo cuya principal fuente de inspiración era la pelusilla de su ombligo- quedaba bastante malparado.

El máximo problema de la obra de Friedman -y la razón última de que su trabajo permanezca inédito por estos lares- es el extremo localismo o la excesiva "especialización" de su catálogo de referencias: conozco a muchos enfermos -catalanes, vascos, madrileños, valencianos- familiarizados con los nombres de personajes como Tor Johnson, Rondo Hatton, Ed Wood jr. y Ed Gein pero -hay que reconocerlo- no son precisamente una imagen representativa de la sensibilidad del lector medio de historieta en nuestro país. Muchas páginas de Friedman nos sonarían aquí a chino: y es una lástima, porque ante un genio como el suyo nos convendría aprender chino.

El leit-motiv de su trabajo es la fealdad llevada a sus últimas consecuencias: es capaz de imaginar -y dibujar con precisión fotográfica-los tipos más feos del planeta y agruparlos por categorías útiles, como en la doble página «Hombres Blancos Feos a los que les Gusta la Televisión, Pero ¿Cuáles son sus Programas Favoritos?» o esa inmortal plancha que se diría infestada de supurante acné, «Dependientes de Tiendas de Cómic de Norteamérica», verla es creerla. A la hora de diseñar la portada de «WARTS AND ALL», recopilación de sus trabajos prologada por el gran Kurt Vonnegut, Friedman logró convencer a su editor de que no quedaría nada mal dotar de cierto relieve los granos verdes que animaban los cataclísmicos cutis de los cuatro vejestorios que había elegido como "rostro" del álbum: así, en un impresionante «gimmick» editorial, logró que todo lector pudiese disfrutar de un irrepetible contacto táctil con esa varicela mutante. El muchacho ha ideado otras gamberradas: por ejemplo, la «Barfo Family», una línea de golosinas diseñadas para la empresa Topp consistentes en diminutos acordeones rematados por una cabecita de enfermizo rictus.

Una leve presión en la base del acordeón hacía que el muñequito, literalmente, vomitase la viscosa golosina en la boca de cualquier chaval amigo de las emociones fuertes. ¿Cuántos artistas conceptuales pueden presumir de haber abocado a la infancia americana a la regurgitofobia?


Revista Viñetas nº5 Mayo 1994

Ediciones Glenat

Barcelona



miércoles, 26 de marzo de 2025

¡Regreso a Boneville!

Las mejores historias son las que se narran frente a una fogata, rodeado de buenos amigos


José Luis Vidal

21 de marzo 2025 

Está claro que el éxito de la creación de un personaje, que con el paso del tiempo va a convertirse en icónico, marcará la carrera de su autor. Cuando hablamos de Will Eisner, siempre nos viene a la cabeza a Spirit, a Jan con Superlópez, y así podría seguir con una lista casi infinita.




Bone: Los scouts de Bone.

Guion y dibujo: VV AA

Tapa dura

Color

112 págs.

16 euros

Astiberri


Es por ello que estos pequeños seres de color blanco y redonditos, cuyo apellido es siempre Bone, se han convertido en marca de la casa en el sello editorial independiente Cartoon Books, creado por Jeff Smith y su esposa Vijaya.

La epopeya protagonizada por estos tres primos en el cómic Bone lo tiene todo, aventuras sin fin, su pizca de drama y, sobre todo, mucho humor. Jeff Smith es un autentico maestro del gag, como demuestra la creación de esa 'entrañable' pareja de mostrorratas, obsesionadas por comer quiche, y que se van a convertir en protagonistas de mil y un momentos desopilantes.

Pues bien, como es seguro que los echábamos de menos, este trío regresa a las librerías españolas, y nos los encontramos precisamente de regreso a su aldea en Boneville, ese lugar nombrado muchas veces, pero que nunca hemos llegado a conocer.

Este volumen está protagonizado por varias historias, anécdotas que tanto Smiley Bone como Fone Bone, el trío de sobrinos Ringo, Bingo, Todd y el cachorro de mostrorrata Bartleby, van a contar en una excursión de los jóvenes scouts al bosque.

La primera de ellas nos lleva precisamente al momento en el que el trío de primos regresa a Boneville tras la gran aventura vivida codo a codo con las valientes Thorn y la abuela Ben, a las que añoran en su conversación, que va a ser interrumpida por el enfado de Phoney y un inesperado accidente…

Y como todo tiene un principio, volviendo a la fogata, Bartleby narra cuál fue el momento en el que las míticas mostrorratas olfatearon por primera vez una quiche, y las consecuencias que este hecho tuvo.

También conoceremos una anécdota protagonizada por los animalillos del bosque, en concreto uno de ellos, Riblet, que tan solo buscaba unos compañeros con los que jugar, y va a encontrarse cara a cara con lo inesperado.

Siguiendo con los habitantes del bosque, estos van a confirmar que la codicia a la hora de querer comer grosellas puede acarrear desastrosas consecuencias, sobre todo por la existencia de un temible ser.

Y como no podía ser de otra manera, en estas reuniones entre amigos siempre surge el nombre y la peripecias del mítico Big Johnson Bone, el héroe local que, buscando a su amada Gertie, va a llegar a un lejano lugar.

En este volumen Jeff Smith se acompaña por un nutrido grupo de creadores, como el guionista Tom Sniegoski, que conoce a la perfección el mundo de Bone, ya que se ha encargado de escribir varias novelas. Junto a él, Stan Sakai, padre del conejo más famoso de los cómics. Katie Cook, Matt Smith y Scott Brown completa el staff de este volumen que deleitará a todos los lectores, seguidores de Bone o que se internen por primera vez en su mundo.


Diario de Cadiz




Las palmeras chapuceras



Wild Palms

Bruce Wagner & Julian Allen

Los libros de Co &Co n°10

Ediciones B

P.V.P.: 2.200 Ptas.


RAMON DE ESPAÑA

En el adocenado mundo de las series de televisión se cuela a veces algún producto que nos recuerda que este medio, como la energía nuclear, no es intrínsicamente malo, sino que todo depende de la utilización que se haga de él. Twin Peaks, el desquiciado engendro humorístico-policiaco de David Lynch y Mark Frost, fue uno de esos productos especiales que consiguió tenernos a muchos enganchados a la pantalla durante varias semanas: por lo menos hasta que palmó el padre de Laura Palmer y la serie empezó a hacer aguas por todas partes. Después de Twin Peaks aparecieron algunas series con más buenas intenciones que eficaces resultados, pero ¡algo es algo!, se demostró que la televisión podía ir más allá del rutinario telefilm de policías y ladrones. De todas ellas,WILD PALMS, producida por Oliver Stone y dirigida por gente de prestigio como Kathryn Bigelow o Phil Joanou, entre otros, ha sido sin duda alguna la más interesante.

Editada en videocasete, WILD PALMS ha podido ser disfrutada en la intimidad del hogar por todos aquellos a los que se les hacía muy cuesta arriba esperar a que Antena 3 la emitiera.

Servidor se encuentra entre esos impacientes y confiesa haber pasado dos o tres noches muy agradables enfrentado a la críptica historia escrita por el señor Bruce Wagner. WILD PALMS (la serie) cuenta con un presupuesto importante, una dirección eficaz y elegante y un guión que inquieta y mantiene la tensión a lo largo de sus más de seis horas de duración. Críptica lo es un rato, y se resiente a veces de una excesiva falta de sentido del humor, pero, en cualquier caso, la ordalía del abogado Harry Wyckoff, enfrentado al siniestro senador Anton Kreutzer y su grupo, los Padres, empeñados en dominar el mundo gracias a la televisión y la realidad virtual, se sigue con interés y constituye un entretenimiento de primera fila para cualquier telespectador al que no le guste que le tomen por imbécil.

Lamentablemente, no pude decirse lo mismo de la historieta (escrita por el propio Wagner y dibujada por Julian Allen) en que la serie WILD PALMS está basada. O, mejor dicho, inspirada, ya que resulta muy difícil basarse en algo que, como WILD PALMS (el tebeo) no tiene ni pies ni cabeza, es confuso y caótico hasta decir basta e ignora las más elementales normas de la narración tradicional, esa que consta de exposición, nudo y desenlace.

Oliver Stone, que no es tonto, supo ver en la historieta de Wagner y Allen elementos de interés sobre los que fabricar algo con cara y ojos. Pero esa cara y esos ojos los tuvo que pintar el amigo Wagner para la pantalla, ya que en las páginas de su cómic brillaban por su ausencia.

Todos los que confíen en que WILD PALMS (el tebeo) les aclare las dudas surgidas tras el visionado de WILD PALMS (la serie) van listos. Este tebeo apunta en doce direcciones y no dispara en ninguna. La trama, un lío de padre y muy señor mío, parece improvisada sobre la marcha y se ve lastrada por un aluvión de citas (muy en la línea del prolijo y pretencioso Alan Moore) que acaban por suplantar a una narración que no aparece por ninguna parte. Los personajes, a todo esto, están tan perdidos como el lector y devienen unos monigotes cuyo carácter hay que fabricar por completo, cosa que sí ha hecho Bruce Wagner para la televisión al adquirir Wyckoff y el senador Kreutzer los rostros de James Belushi y Robert Loggia.

WILD PALMS se publicó en Estados Unidos por entregas de dos o tres páginas en la revista mensual Details. Ese puede ser uno de los motivos para su inconsistencia y falta de solidez narrativa. Al leer la historia completa, uno tiene la impresión de que su difusión por mini-capitulos solo sirvió para que, mes a mes, guionista y lectores olvidaran constantemente de donde venía la historia y fueran completamente incapaces de imaginar a donde iba. Para fabricar una historia tan críptica como ésta, el guionista debe saber desde el principio a donde quiere ir a parar. Y ese no parece ser el caso del señor Wagner.

WILD PALMS pretende ser el no va más de la vanguardia y la modernidad aplicadas al mundo del cómic. Pero lo cierto es que no es más que una bobada cuyo autor parece ser el primero en no haberse tomado en serio.

Cuando se trataba de saltar a la televisión, Bruce Wagner se ha puesto las pilas. Pero mientras que todo consistía en hacer un tebeo, el hombre se conformaba con cubrir el expediente, aburrir al lector con citas modelo qué-listo-soy y hacerse el moderno (el dibujante, a todo esto, ilustraba la historia a base de calcar fotos).

Difícilmente pueden dignificarse los tebeos cuando sus adaptaciones a la pantalla son más interesantes que el original.

Revista Viñetas nº5 Mayo 1994

Ediciones Glenat 

Barcelona




martes, 25 de marzo de 2025

Un viaje iniciático al más allá



El viento de los dioses

T.2 El vientre del dragón.

Cothias-Adamov

Ediciones Glénat

Colección Historia Gráfica

P.V.P.: 1450 Ptas.


SERGI VICH

Mientras en La Sangre de la Luna Cothias y Adamov nos ofrecían los parámetros básicos en los que se ubica su serie. Esto es, una visión general del Japón de 1270, de un país dividido entre una setentena de daymyos independientes en incesante lucha, posibilitada únicamente por los recursos que extraen sin piedad de un campesinado esclavizado en sus predios, en el que el emperador no es sino una figura distante y carente de fuerza real, y que pronto sufrirá un primer intento de invasión (1271) por parte del todopoderoso soberano mongol de la China, Khubilai Khan. En esta segunda entrega nuestros autores nos proponen una suerte de viaje iniciático protagonizado por Tchen Quin, el héroe de su historia, repleto de símbolismos y alegorías.

Así, en El vientre del dragón, a la vez que asistimos a la sangrienta represión instigada por el intrigante Kozo, y a la búsqueda por parte de la concubina Pimiko del cuerpo de su amado Tchen Quin, en la seguridad de que aún vive, éste, malherido, se debate entre la vida y la muerte, azuzado por su otro yo, por su sombra, quien le repite una y mil veces al sentirle desfallecer: "La muerte no es un juego, Tchen, y yo quiero vivir".

Amén de narrarnos una interesante historia, lo que pretenden Cothias y Adamov en este episodio, es introducirnos en el mundo creencial de los samurais, en su código de honor (el Bushido) mezcla de preceptos morales confucianos y dogmas procedentes del budismo Zen que introdujera el monje Eisai a principios del siglo XIII y que tendría una gran aceptación entre la casta guerrera nipona a partir de las enseñanzas de Dogen y que caracterizaría al período Kamakura en el que se inscribe nuestra historia.

De ahí, que ninguna viñeta ni ningún texto de este álbum puede ser pasado por alto, pues todas y cada una de ellas tienen un propósito determinado, cual pieza de un inconcluso puzzle que debemos completar a fin de comprender su verdadero significado. Desde la secuencia en que una liebre es cazada por un águila mientras Pimiko lucha contra un guerrero que le cierra el paso, hasta las escenas finales en las que Kwanow, cual Caronte femenino, le dice a Tchen Quin que el futuro depende única y exclusivamente de su deseo, y que cuando acabe su viaje, es decir, cuando venza a la muerte será un hombre nuevo, y así parece entenderlo Mara, la intocable prostituta que lo ha recogido y cuidado y que, ignorante de su verdadero nombre, lo bautiza como Mizu.

La frase final pronunciada por Mara, a la vez, enigmática y premonitoria, nos acerca al significado de una historia que intenta ser algo más que una mera serie de aventuras, y demuestra, una vez más, a lo que una inteligente narración y un magnífico dibujo pueden llegar:

"Las sombras son uno de los raros privilegios de los hombres vivos. Sus únicas propiedades y sus únicas garantías contra los maleficios del reino de la noche"


Revista Viñetas nº5 Mayo 1994

Ediciones Glenat

Barcelona



El último combate

La tensión se puede palpar en el ambiente antes de la esperada pelea, en la que los luchadores se verán las caras

José Luis Vidal

20 de marzo 2025


El público fuma nervioso, beben cerveza como si no hubiera un mañana para refrescar sus secos gaznates, gritan poseídos por esa atmosfera que huele a sudor y violencia…

Y de pronto, todo se detiene, durante unos segundos los ojos de todos se posan en el túnel del que sale uno de los contendientes al que, inmediatamente, comienzan a vitorear. Es su ídolo, al que han seguido a lo largo de su carrera pugilística, y que esta noche se va a batir, a ver las caras con un boxeador al que podríamos calificar como 'mítico', al que le rodea un aura de misterio y leyenda.




Blue Fighter

Guion: Caribu Marley

Dibujo: Jiro Taniguchi

Tapa blanda

Blanco y negro

296 pags.

18.95 euros

Planeta Cómic


Entra en el recinto cubierto por un albornoz en el que se puede adivina ya parte de su historia, ya que en el él se ha bordado el rostro del Dios del Reggae, Bob Marley. Y precisamente este es el nombre por el que todos conocen al luchador. Reggae.

A pocos pasos de él, siguiéndole fielmente allá donde vaya, su novia, una guapa chica llamada Aya que posee un talento especial para la canción, y a la que se la puede ver haciendo vibrar a los espectadores de más de un club de jazz tokiota.

Pues bien, la noche de este combate marcará el destino del protagonista, este hombre que no cruza palabra con nadie y que, cuando está en el vestuario antes de saltar al ring, bebe como un cosaco sin hacer caso a las recomendaciones de los que le rodean.

Pero alguien ha posado sus ojos en la carrera de Reggae, un tipo sin escrúpulos que tan solo busca el beneficio personal y que le convencerá para que él sea quien se encargue a partir de entonces de los contactos y preparar nuevos combates, con el lógico objetivo de llegar a lo más alto de la categoría pugilística.

Su nombre de D´Angelo, y está casado con una mujer que desprende erotismo, la super atractiva Donna, que se a proponer desde el primer momento llevar al luchador a su alcoba.

Con una manera de boxear muy particular, en la que empieza a recibir golpes como si no le importara perder, llega siempre un momento en el que de su puño derecho surge un temible directo que sentencia el combate, dejando KO a sus oponentes. Y aunque todos los que le rodean saltan y gritan de alegría, a Reggae no parece importarle la victoria, y regresa al vestuario para seguir dándole a la botella…

¿Quién es este hombre? ¿A qué se debe su peculiar comportamiento? ¿Llegará a la cima del boxeo?

Todas estas preguntas y alguna más serán respondidas en este manga, Blue Fighter, que supone el regreso a las librerías españolas del Maestro del Manga Jiro Taniguchi, con una obra guionizada por Caribu Marley, cuyo nombre real fue Garon Tsuchiya, y que firmó mangas tan populares como Old Boy, trabajando con Taniguchi en otras obras como Knuckle Wars y Live! Odyssey.

Aquí nos encontramos con un dibujante en el principio de su carrera, que ya mostraba un especial arte a la hora de plasmar los detalles en las viñetas, en este manga en el que también tienen mucha importancia las letras de algunas canciones, que pueden darnos alguna pista sobre los sentimientos de los protagonistas.


Diario de Cadiz



sábado, 22 de marzo de 2025

All you need is kill (próxima película de Studio 4°C)

 




La próxima película de animación de Studio 4°C será " All You Need Is Kill ", la enésima adaptación de la novela ligera de Hiroshi Sakurazaka, ya adaptada a una película de acción real en Estados Unidos ("Edge of Tomorrow") y a un manga en Japón ("Moriarty the Patriot").




La película está dirigida por Kenichiro Akimoto ("Director de unidad" en "Fortune Favors Lady Nikuko"), sin más información sobre los otros miembros del personal .
No se ha anunciado ninguna fecha de lanzamiento, pero ya hay un sitio web , un avance y un póster para empezar a disfrutarlo.

Via Catsuka