miércoles, 13 de septiembre de 2017

Aventuras británicas

JAVIER FERNÁNDEZ
13 Septiembre, 2017



'Star Wars Clásicos Marvel UK'. VVAA. Planeta Comic. 312 págs. 40 euros.

Como parte de la celebración del 40 aniversario de la saga galáctica, Planeta recupera en un volumen antológico las primeras aventuras clásicas de Star Wars producidas por Marvel específicamente para el mercado británico. Una joyita bibliográfica para aficionados a la franquicia, cuya impresionante lista de autores incluye veteranos como Archie Goodwin, Roy Thomas, Chris Claremont, Howard Chaykin, Tony DeZuñiga o Carmine Infantino, junto a los (por entonces) muy jóvenes Alan Moore y Alan Davis, entre otros. Van páginas a color y en blanco y negro, publicadas originalmente en Pizzazz, el semanario Star Wars Weekly, y las cabeceras mensuales The Spire Strikes Back Monthly y Star Wars Monthly, entre los años 1977 y 1982, con historietas ambientadas entre la primera y segunda entrega fílmicas o inmediatamente posteriores a El Imperio contraataca.

Malaga Hoy

Aviones, sueños y astronaves

Las aventuras del piloto Jesse Bravo, la única serie larga que escribió y dibujó Alex Toth, regresa tras tres décadas en un álbum de gran formato

JAVIER FERNÁNDEZ
13 Septiembre, 2017



'Bravo for Adventure'. Alex Toth. Planeta Cómic. 112 páginas. 22 euros.

Tengo sobre mi mesa tres álbumes editados por Planeta que nos acercan a tres etapas bien distintas del tebeo estadounidense. Empezando por el más reciente, Saga. Capítulo siete recopila los números 37 a 42 (2016-17) de la serie espacial con la que Brian K. Vaughan y Fiona Staples llevan varios años acaparando todos los premios. No me canso de recomendar este tebeo fresco y sorprendente que combina el culebrón familiar y la ciencia ficción, con unos personajes a los que se adora desde el primer momento y un argumento que conjuga escapismo y relevancia. Como nos recuerda José Torralba en su introducción: "la diversidad parece ser un tema esencial en Saga", pero no solo eso, "los creadores retan la postura ideológica de sus lectores más comprometidos con dilemas aún más espinosos, que abarcan desde el maltrato o el cuidado responsable de los hijos hasta la dicotomía entre la justicia social reivindicativa y la violencia a la hora de conseguirla. Tal vez sea ese el motivo por el que Saga sigue gozando del mismo éxito año tras año: porque, con independencia de lo adictiva que resulte y lo bien ejecutada que esté, es una obra relevante".

De 1994, llega La última tentación, miniserie de Neil Gaiman y Michael Zulli publicada originalmente por Marvel y que ha conocido distintas reimpresiones, aunque ninguna tan completa como la que nos ofrece ahora Planeta en su colección Babel. En el estilo característico de Gaiman, literario e imaginativo, con preciosos dibujos de Zulli que recuerdan al mejor Barry Windsor Smith, la historieta aúna fantasía, sueños y estampas grotescas en el Teatro de lo Real, con el mismísimo Alice Cooper como maestro de ceremonias. La presente edición en tapa dura ofrece nuevos colores, la propuesta original remitida por Gaiman a Cooper, los guiones originales de la obra, una galería con las impactantes cubiertas de Dave McKean, una nueva lámina dibujada expresamente por Zulli para la ocasión, un epílogo del artista y un prólogo del escritor, estupendos materiales que amplifican el gozo de la lectura.

Por último, Bravo for Adventure nos invita a retroceder aún más en el tiempo para encontrarnos con uno de los gigantes de la historieta mundial, Alex Toth, en una de sus obras más significativas, la única serie larga que escribió y dibujó. Iniciadas en la segunda mitad de la década de 1970, por encargo de una editorial francesa, y publicadas por primera vez en 1980 en la revista The Rook, de la editorial Warren, las aventuras del piloto Jesse Bravo asomaron en nuestro país en las páginas de K.O. Comics y han tenido que pasar más de tres décadas para que regresen en todo su esplendor. Lo hacen en un álbum de gran formato, con una bonita sección de extras que incluye ilustraciones promocionales, bocetos a lápiz y páginas coloreadas, así como una introducción de Dean Mullaney y dos epílogos de Antoni Guiral. El libro es una lección magistral sobre cómic y un deleite de principio a fin. Si solo pudiera comprarme un cómic este mes, no tengo duda de que sería Bravo for Adventure.


Malaga Hoy

El duelo eterno

JAVIER FERNÁNDEZ
13 Septiembre, 2017



'Conan y Red Sonja'. Gail Simone, Jim Zub, Dan Panosian, Randy Green. Planeta Cómic. 104 páginas. 14,95 euros.

Desde que Marvel perdió los derechos del mundo hiborio, las aventuras de Conan y Red Sonja han discurrido por caminos separados. El primero recaló en 2003 en la editorial Dark Horse, que devolvió al personaje parte de la grandeza perdida, y la segunda encontró acomodo en 2005 en el catálogo de Dynamite, donde ha conocido tiempos mejores y peores. Por fortuna, las dos casas estadounidenses han devuelto a los fans la emoción del que fuera uno de los duelos más emblemáticos de la fantasía heroica en las miniseries Conan/Red Sonja (2015, Dark Horse) y Red Sonja/Conan (2015-16, Dynamite), la primera de las cuales acaba de ser recopilada por Planeta Cómic en un solo tomo.

Con guion de Gail Simone y Jim Zub, y dibujos de Dan Panosian (en los dos primeros números) y Randy Green (en los dos siguientes), el libro presenta la reunión del cimerio y la hirkania en lucha contra el mismísimo Thot-Amon. La historieta está ambientada en distintos momentos de la vida de los míticos guerreros, lo que nos permite disfrutar con la aparición de secundarios de lujo como la siempre añorada Bêlit y contemplar la evolución de la relación entre los protagonistas de este eterno duelo de espadas. Simone ya había tenido oportunidad de trabajar con Red Sonja, pero ésta es la primera vez que escribe a Conan, y se nota que ha disfrutado de lo lindo. Lejos de la rotundidad visual de los viejos cómics de Marvel, el apartado gráfico tiene el estilo propio de Dark Horse, en el que juegan un papel fundamental los colores de Dave Stewart. El resultado es excitante, y deja la puerta abierta para nuevos encuentros. Ojalá que no se haga esperar tanto.

Entretanto, Planeta ha publicado ya el tomo 26 de Las crónicas de Conan, reedición de los números 199 a 205 de la cabecera marveliana Conan the Barbarian (1987-88), junto con el anual 12 (1987), en los que, por cierto, también aparece Red Sonja. Forman parte de la imprescindible etapa de Jim Owsley y Val Semeiks, una de las mejores (si no la mejor) del periodo en que no estuvo implicado Roy Thomas.



Malaga Hoy

EN POCAS PALABRAS Miguel Francisco: “Mi cómic contacta a mi hijo con su abuelo”


El dibujante ha publicado "Espacios en blanco", una obra autobiográfica donde indaga en el pasado de su familia y su propia experiencia en Helsinki


BABELIA
11 SEP 2017



El dibujante Miguel Francisco. SETANTA

Cuando murió su padre y nació su hijo, el dibujante Miguel Francisco (Badalona, 1968), única intersección entre ambos, sintió que la vida era demasiado miserable si todo lo acumulado por su padre no podría llegar a su hijo. Así forjó Espacios en blanco (Astiberri), un cómic autobiográfico que sacó adelante en los recreos de su trabajo como diseñador de personajes de videojuego (Angry Birds, Best Friends). Vive en Helsinki, donde encontró una oportunidad, un hijo y el frío.


¿Qué hace un mediterráneo en Helsinki? Pasar frío por supuesto y, entre tiritón y tiritón, trabajo como diseñador de personajes para Seriously, una empresa de juegos de Helsinki donde estoy haciendo los personajes del juego Best Fiends. Vivo en una casa de madera con mi hijo y me quito horas de sueño para hacer cómics y otros proyectos que van apareciendo.

¿Se dibuja mejor con frío? No se dibuja mejor, pero estás más tiempo en casa para evitar 20 grados bajo cero. Te ves dibujando más horas porque no puedes ir de tapas, primero porque no hay y segundo porque te congelas en la parada del autobús.

¿Para vivir de la cultura: España o Finlandia? Para vivir de las ayudas a la cultura, desde luego Finlandia. Para vivir la cultura, para mí, y quizás sea muy subjetivo y desde la visión del inmigrante, España.

¿Quién o qué le hizo dibujante? Me empujó a dibujar la soledad por la enfermedad y por lo divertido que era inventar mundos y personajes y soñar aventuras... por jugar en definitiva. Un poco más mayor ya, me hizo dibujante la inercia y continué en esta profesión para seguir sintiendo, muy de vez en cuando, la misma sensación que tenía de crío cuando dibujaba piratas y pistoleros en el suelo de mi habitación. Y no es fácil conseguirla.

¿Qué tiene en su mesilla de noche: libros o pantallas? Ambos. No me gusta leer en digital, pero desde que vivo en Helsinki he tenido que acostumbrarme. Es más sencillo y rápido comprar libros que me interesan y que son totalmente imposibles de encontrar en Helsinki, que pedirlos a alguna librería en España y esperar a que lleguen por correo. Aún así, lo hago, pero la mayoría de veces no tengo la paciencia suficiente y acabo cayendo en el digital. Ahora tengo, en digital y en la mesilla, No llorar, de Lydie Salvayre, y en papel, Rabos de lagartija, de Juan Marsé.

¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado? Cielos de barro, de Dulce Chacón.

Cite su santa trinidad del cómic. Will Eisner, Hugo Pratt y Moebius, probablemente, aunque como no tengo nada de católico, creo que más que santísima trinidad tengo un panteón de dioses en los que entran desde Carlos Giménez a Josep M. Beá o de Franquín a Spiegelman. Está lleno de dioses este mundo del tebeo.

Su videojuego favorito. Debe parecer raro esto porque pago mi alquiler trabajando para videojuegos, pero no juego a ninguno. Hace bastantes años que me empezaron a aburrir y tuve una sensación terrible de pérdida de tiempo cuando jugaba, así que los dejé a un lado sin más y uso ese tiempo para hacer otras cosas. Sigo el arte que se hace para juegos esos sí. Los diseños de Yoshitaka Amano para Final Fantasy, Takayoshi Sato en Silent Hill o Aymeric Kevin para Rayman me parecen geniales aunque no juegue.

¿Qué cómic detesta? Ninguno. Hay cómics que me gustan más y otros menos, pero no detesto ninguno. Cualquier dibujante que tiene los suficientes redanyos para sentarse delante de una mesa y hacer un cómic ya me merece un inmenso respeto. Lo que no me gusta simplemente no lo leo.

Si no fuera lo que es, ¿qué le gustaría ser? John Silver el Largo, ¡por supuesto!

¿Qué está socialmente sobrevalorado? En mi opinión el dinero, la fama, la falsa aceptación social, la belleza física, las opiniones de ciertos personajes y medios de comunicación... vivimos en una sociedad tan superficial y mediática que la lista de cosas sobrevaloradas sería larga, muy larga.

¿Qué encargo no aceptaría jamás? La vida y las decisiones personales te ponen a veces en situaciones muy jodidas en las que has de aceptar trabajos simplemente para cubrir necesidades básicas, pero por ahora nunca me he visto obligado a aceptar encargos de corte racista, fascista o discriminatorio. Espero no verme obligado a hacerlo nunca. (dedos cruzados)

¿Por qué ha necesitado contar su autobiografía? Era una historia que llevaba rondando mi cabeza desde hacía tiempo y que, al llegar a Finlandia, quizás por el distanciamiento, más mental que físico, se empezó a concretar en algo que ha acabado siendo autobiográfico sin pretenderlo. El punto de inflexión fue el nacimiento de mi hijo y la muerte de mi padre, algo que me hizo poner los pies en el suelo de repente y que me hizo sentirme en una cola vital en la que al final simplemente te mueres y toda tu experiencia vital, todas tus vivencias e historias que has oído y escuchado desaparecen contigo y eso me pareció muy miserable y carente de todo sentido. Por otro lado, quería que mi hijo tuviera la posibilidad de saber cosas de su familia en España si es que algún día se interesa por ella. En cierto modo, no quería que la historia oral que mi padre me contaba se perdiera, y haciendo el libro, contactaba de algún modo a mi hijo con su abuelo. Cosas así. Cosas que te da por pensar cuando se muere tu padre y afuera hay veinte grados bajo cero.


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Autor: Miguel Francisco.

Editorial: Astiberri (2017).

Formato: tapa dura (128 páginas).

POR 15,20€ EN AMAZON


El Pais Babelia


martes, 12 de septiembre de 2017

Kirby / Lee ORÍGENES MARVEL


Agustín Oliver

 Comics Forum

Muchos de los que podemos pertenecer a eso que Ricardo Machuca denominó en cierta ocasión «la generación Vértice», es decir, los que nos iniciamos en la historieta leyendo la infame edición de la Marvel con que se nos torturaba en los 70, cuando revisamos nuestras colecciones de la época, vemos como los tebeos que más sobábamos en la época eran aquéllos más modernos, esto es, los de un dibujo más «realista», como John Buscema, Romita padre o Dave Cockrum, frente a otros, más «anticuados», como Jack Kirby y Steve Ditko. Algo similar ocurre ahora, cuando los niños y los adolescentes que son (cualquier otra idea es una utopía) la inmensa mayoría del público de historieta, prefieren descaradamente autores como Todd McFarlane, Jim Lee, Dale Keown o tantos otros maestros del abigarramiento gráfico y la confusión narrativa.

Thor, Iron Man y la Masa son personajes de sobra conocidos por la mayoría de los lectores de tebeos, tanto los de hoy como por aquellos de la «generación Vértice» de la que hablábamos antes. Siguen disfrutando, aunque unos más que otros, de cierto gancho, sobre todo entre los marvelianos veteranos; los más nuevos están decantados por la nueva onda macarra que nos llega de yanquilandia: los Cable, Motorista Fantasma y compañía. Y sin embargo, todos ellos, como tantos otros, tenían montones de lagunas en la edición española, por lo general en el material más antiguo, que es, a menudo, lo más interesante. Este material es el que se recupera en estos Marvel Masterworks que Fórum nos trae en su colección Clásicos Marvel. Lo más difícil en una historieta es la capacidad de contar lo que tú quieres de la manera deseada, y eso es algo en lo que tanto Kirby como Ditko, sobre todo el primero, han dado infinitas muestras de su talento, como demuestra la enorme cantidad de autores que, con mayor o menor fortuna, se han inspirado en ellos, desde Byrne a Miller, desde los hermanos Hernández a Daniel Torres... en todo lo referente a resoluciones y trucos narrativos.

Llegado el momento, y estudiando su obra con otros ojos, sin prejuicios, nadie puede negar el despliegue técnico desarrollado por los autores de estas obras, a pesar de lo ingente de su producción, tanto en el sentido comercial como en el industrial. Y eso por no hablar de lo bien y a gusto que se leen, de lo rápido y seguido que se entiende todo; en parte algo debido a la deliciosa e ingenua sencillez de los guiones de Stan Lee, si es que realmente le corresponde la autoría, que hay quien lo pone en duda. Guiones apropiados a la función que cumplían en su momento, que no era otra que la de entretener a su público natural: los niños, en principio los de su época y, probablemente, también los de hoy, a pesar del indudable toque rancio que destilan. En definitiva, narrativa bien llevada y capaz de disimular y sacar adelante lo que haga falta. De nuevo.

Centrándonos en esta colección que nos está ofreciendo Comics Forum, y de la que ya podemos disfrutar de siete volúmenes que oscilan entre lo interesante y lo imprescindible, (de estos tres, en concreto resultan definitivamente necesarios los de Thor y la Masa que, además, son los que más material inédito en España presentan). Es la primera vez que, fuera de la indecente edición de Vértice de la que hablábamos al principio, tenemos acceso a una exposición que hace justicia a este material. Quizá, la única pega sería la referente al precio, que sin ser prohibitivo, sí puede ser algo que aleje al público infantil de estos maravillosos tebeos. Claro que eso tampoco es demasiado grave porque paralelamente se nos está ofreciendo otra edición más barata, en el tan socorrido formato prestigio, que sirve para cubrir esta laguna. Por ahora se limitan a Los 4 Fantásticos y Spiderman, pero a lo mejor, si funciona, se amplía a otras series. A ver si hay suerte.

Giardino LA TERCERA VERDAD


Alvaro Pérez



 Norma Editorial

Inseguridad, desconfianza, miedo. Aquí está la clave de las dos historias que componen este álbum. Giardino nos muestra la fragilidad del hombre en dos relatos en los que el campo de creación es la excusa sobre la que se articula la trama. La sospecha se apodera de los personajes para complicar las situaciones, ya de por sí conflictivas, lo que lleva a que se rompa el quebradizo velo de la confianza, tanto en uno mismo como en aquellos que le rodean. Como la vida misma.

El título del álbum nos lo sugiere: ¿Cuántas verdades existen? La duda se nos plantea de entrada. Jan, el pintor holandés de la primera historia, desconfía de los motivos que pueda tener Schwarz, famoso coleccionista, para interesarse por su obra, con la que ni él mismo esta conforme. Schwarz se muestra receloso de Jan, a causa de la relación que pueda mantener con Anna, su esposa. Esta sospecha de Pirro, el compañero de estudios del pintor, a quien su marido va a comprar un valioso cuadro. Es una situación difícil, puesto que siempre que el engaño esta por medio, las cosas se complican, enredándose hasta el punto de acabar con una muerte cuando, como vemos al final, la tragedia se podría haberse evitado perfectamente. El mismo Schwarz lo dice: "fue un equívoco estúpido" .

También con muerte comienza y podríamos decir que termina la segunda historia, aunque no sepamos hasta el final si lo que se nos cuenta es cierto o no. Lo que sí sabemos con seguridad es que hay dos muertos, aún sin conocer las pistas que nos guíen hasta ellos. Según nos dice Piero al final de la historia, hay tantas verdades como espectadores. Vasco nos cuenta su propia versión de la historia, aunque él mismo pueda haber sido manipulado en el transcurso de la acción.¿Quién nos dice que no fue Janet, la viuda del traductor Corsi, la que mandó matar a su marido?. Se nos da una imagen codiciosa de ella, por lo que bien habría podido aprovechar la velada relación que existía entre su marido y Benson, el firmante de las novelas. La duda nos corroe como los celos al seducido Vasco, a quien la inseguridad lleva a confesarse ante Piero, en el único acto de confianza que plantea todo el libro. Una vez más, Giardino disecciona el alma de sus personajes para buscar, rebuscar en su interior, los temores y debilidades humanas, y sacarlos a la luz, colocando las fichas en un tablero de verdades a medias.



Haussman / Yann LOS 3 CABELLOS BLANCOS

Agustín Álvarez

 Norma Editorial

Si hubiera que definir a Yann con un sólo calificativo, este no podría ser otro que el de todoterreno. Su obra como guionista le ha llevado por todos los géneros que podamos nombrar, y es capaz de, como mínimo, cumplir en todos ellos con dignidad. Así, en el pequeño relato fantástico que es este Los tres Cabellos Blancos, podemos encontrar todos los elementos del género: príncipe encantado, bruja de los bosques, hechiceros, peces y pájaros que hablan, subditos sometidos por un rey tirano... A todo ello, Yann le añade unas gotas de comedia (hermanos que sin saberse tales se enamoran, y esto no puede ser), que va tiñéndose en esperpento, en humor macabro (porque al final, aunque no pueda ser, es, y si alguien tiene algo que decir , más vale que se calle).

El planteamiento de la obra es clásico como tal: trama, nudo y desenlace bien definidos. La aportación de Hausman como dibujante añade a la historia la ambientación y caracterización necesarias para convertirla en una fábula animada. Así, el mayor acierto es el paralelismo entre las peripecias vitales de Vaiva y su hermano, el Príncipe Karas y los dos pequeños zorros: ambos hermanos, ambos separados de la madre al nacer, uno de familia acomodada y el otro indigente, ambos enamorados en un amor imposible, ambos sirviendo de cebo para llegar hasta el otro, y en fin, ambos triunfando ante la adversidad. Muy brillante.

Aunque, tampoco nos engañemos. A pesar de todo lo dicho, no nos encontramos ante una obra maestra, aunque posea una notable corrección. Y es que tal como está el panorama, cuando te encuentras con algo firmado por Yann, no puedes permitirte el lujo de hacerle ascos.