jueves, 26 de julio de 2012
Factor X por Walter Simonson
miércoles, 25 de julio de 2012
El Prado da vida al último Rafael
La pinacoteca presenta una histórica muestra sobre los últimos años del genio renacentista
FOTOGALERÍA Los útlimos años del genio del Renacimiento
El Pais IKER SEISDEDOS Madrid 8 JUN 2012
ULY MARTÍN
“Una ocasión así solo se presenta una vez en la vida”. La frase, cuya mera repetición acaba por vaciarla de significado, se ha escuchado una y otra vez en la presentación en las salas del Museo del Prado de la histórica exposición El último Rafael. El recorrido por las 70 piezas reunidas (entre dibujos, pinturas, cartones, un tapiz y un pie de candelabro de mármol) hace justicia a las sentencias superlativas. Nunca se había dedicado una muestra tan ambiciosa al estilo tardío del genio de Urbino, tanto a su magistral pincel como a esa capacidad para organizar el trabajo de su taller, que llegó a emplear a 50 artistas y funcionaba como una perfecta maquinaria que plasmaba al óleo, al fresco o sobre tapiz las ideas del patrón. También es la primera vez que la extraordinaria pintura de altar Santa Cecilia abandona su casa, en la Pinacoteca Nacional de Bolonia. Jamás se habían visto antes tantas vírgenes con el niño y sagradas familias en gran y pequeño formato juntas, ni tampoco una reunión igual de obras maestras provenientes del Prado y del Louvre, adonde viajará en otoño la muestra. Y no, no parece probable que semejante alineación de astros del Renacimiento, financiada por la Fundación AXA, vuelva a acontecer en mucho tiempo.
Centrada en la abundante y resbaladiza producción del final de la vida de Rafael en Roma, un periodo comprendido entre el acceso de León X al papado en 1513 y la prematura muerte a los 37 años del artista en 1520, víctima, según la leyenda, de su fogosidad sexual, la exposición bien puede contemplarse como un acto de justicia pictórica con los discípulos más aventajados de Rafael: Gianfrancesco Penni —en muchos sentidos e incluso tras la visita a la muestra, todo un enigma—, y, sobre todo, Giulio Romano, gran amigo del pintor y heredero a su muerte de “todas las obras comenzadas, así como de sus instrumentos de trabajo”.
ULY MARTÍN
El arte de Romano merece un espacio separado en la muestra, como la copia que con Penni realizó de La transfiguración, que se acompaña de decenas de dibujos preparatorios en un aparte, situado en el edificio de Villanueva. Romano protagoniza además, hacia el final del recorrido, Doble autorretrato con Giulio Romano. Era bien conocida la obra, uno de los últimos cuadros de Rafael (colocado en segundo plano, el maestro sujeta con su mano el ímpetu del discípulo que parece señalar un futuro inexistente). No tanto, la identificación que en la cartela se hace de la figura de Romano. Sobre ella, el comisario Tom Henry, cuya piel luce un curioso sonrojo rafaelita, no duda, pese a ser la primera vez que así (con rotundidad y bajo los focos de un gran museo) se presenta.
No es el único riesgo asumido por Henry y Paul Joannides, su compañero en una aventura artístico-científica que les ha tomado cinco años y ha dado como resultado un espléndido catálogo. El dúo, ayudado por los conservadores Miguel Falomir (Prado) y Vincent Delieuvin (Louvre) y los estudios técnicos de Ana González Mozo, ha avanzado en asuntos como la cronología de las obras y la autoría de las pinceladas. Valga como prueba de su arrojo el texto que acompaña El pasmo de Sicilia: “Los altibajos cualitativos de diseño y ejecución y la falta de armonía lumínica sugieren tres manos: Rafael, autor del Cristo, Penni, del paisaje, y Romano, del resto de las figuras”.
ULY MARTÍN
La majestuosa pintura (tabla transferida a lienzo en tiempos napoleónicos, como dictaba la moda francesa) ha visto la luz hoy tras una restauración de dos años en los talleres del Prado. Se ha colocado en la sala que abre la muestra. Las pinturas de altar de gran tamaño se disponen en un espacio con forma de cruz, en homenaje tanto a la planta del Vaticano diseñada por Bramante, padrino en Roma de nuestro hombre, como en “recuerdo de la pasión de Rafael por la arquitectura”.
Santa Cecilia atrae en esta estancia todas las miradas, por su belleza, sí, pero también por las circunstancias que han rodeado su llegada. No es solo que la obra nunca abandone Bolonia, es que viajó en la tregua dada por dos de los terremotos que asolaron recientemente la región de Emilia Romagna, en una peripecia que recordaba ayer a la leyenda relatada por Vasari sobre el naufragio del barco que transportaba El pasmo de Sicilia, milagrosamente salvada de las aguas.
Ante la vista de tanta obra maestra, Henry se ha conformado en aspirar que la muestra explique la forma en la que trabajaba el taller de Rafael. Y para ello proponía un recorrido alternativo. “Ver antes las obras de sus discípulos ayuda a comprender la complejidad de estos trabajos colectivos”, explicaba sobre una exposición que va más allá de la muerte de Rafael al incluir piezas de Romano y Penni hasta 1524.
Una mujer contempla una 'Mujer ante el espejo', de Giulio Romano, discípulo de Rafael, en la exposición del Museo del Prado / ULY MARTÍN
Visita a Rafael antes de su viaje a Madrid
Recorrido en Roma por el legado del pintor, protagonista de la muestra de la temporada en el Prado
EL Pais IKER SEISDEDOS Roma 12 MAY 2012 -
Un grupo de personas contempla la 'La Transfiguración', de Rafael / KOTE RODRIGO (EFE)
En efecto, la fogosidad acabó en 1520 a los 37 años, un viernes santo, “el mismo día que había nacido”, con el gran pintor del Renacimiento italiano, quien tenía serias dificultades para decir que no en la cama de su amante, la "insaciable" Fornarina. Y no solo entre aquellas sábanas. La incontenible propensión a aceptar encargos artísticos es uno de los temas centrales de la exposición El último Rafael, cuya inauguración prevé el Museo del Prado (en colaboración con el Louvre y la Fundación AXA) para el 12 de junio. La muestra reunirá 70 piezas (entre dibujos y pinturas, suyos y de sus discípulos) y se centrará en sus tradicionalmente denostados años de esplendor romano, entre 1513 y 1520.
“Una época en la que decía a todo que sí, como arquitecto, arqueólogo y pintor, y luego ya veía cómo cumplía. Con su propia mano, en el caso de retratos importantes o de seres queridos, como el de Baltasar Castiglione, los ojos azules más impresionantes de la historia, y si no, con la ayuda de su taller, que llegó a contar con 50 empleados”, aseguró el martes en la Logia de Rafael Miguel Falomir, jefe de departamento de pintura italiana de la pinacoteca madrileña. Sus explicaciones eran seguidas por Arnold Nesselrath, responsable de conservación desde hace 35 años de los Museos Vaticanos, y por la silenciosa mirada de un guardia suizo cuya presencia marcaba los límites entre la contemplación artística y los asuntos de estado de Benedicto XVI.
Asomada a la milenaria Roma y decorada al fresco por el pintor y los suyos entre 1518 y 1519, la terraza del apartamento del papa León X es hoy es uno de esos lugares repletos de tesoros que rara vez abren su puerta (por lo demás angosta y casi inadvertida en una esquina de la Estancia de Constantino) al público del Vaticano. También resultaba para Falomir un inmejorable ejemplo de cómo funcionaban las cosas en la factoría Rafael en los tiempos que pretende acotar la muestra del Prado (comisariada bajo su coordinación y la del conservador del Louvre Vincent Deleuvin por los ingleses Paul Joannides y Tom Henry): la idea y las correcciones (siempre que la pronta evaporación de los frescos las permitieran) eran del genio de Urbino, que si se decidía firmar estampaba un Raphael Urbinas; el estuco a la antigua corría a cargo de Giovanni da Udine; y la confianza pictórica se depositaba en Giulio Romano o en Giovanni Penni.
La explicación a cómo un joven artista recién llegado a Roma y de escasa experiencia se convirtió en el favorito de dos papas y en “el pintor más influyente de todos los tiempos” hay que buscarla a pocos metros de aquí, en la Signatura, primera de las célebres estancias pintadas por Rafael. Cuando Julio II se hizo con el poder celestial en 1507, vio claro el modo de marcar diferencias con su antecesor, Alejandro VI, “un apóstata y un judío sin circuncidar”, que encargó la decoración de sus dominios a Pinturicchio. Julio II hizo venir a algunos de los mejores pintores de Italia y les confió el embellecimiento de su biblioteca, pero al ver el trabajo de Rafael, que llegaba recomendado por Bramante, pariente lejano, ya no tuvo ojos para otro artista.
Una de las cuatro Estancias pintadas por Rafael en sus últimos años, que se encuentran en el Palacio Apostólico del Vaticano / KOTE RODRIGO (EFE)
En el Vaticano, Rafael y su taller pintarían cuatro estancias (la de la Signatura, la de Heliodoro, la del Incendio del Borgo y la de Constantino), además de la logia de León X, una logietta y una stufetta (un baño) para el cardenal. En la estancia de Signatura, lugar de la famosa Escuela de Atenas, donde él mismo parece contemplarnos desde dos lugares distintos, ya se encuentran las claves de un estilo basado en un vastísimo repertorio tanto de composiciones (que van creciendo en virtuosismo y capacidad de fascinación y cuentan con cumbres como la primera pintura a oscuras de la historia), como de personajes: su pincel era capaz de todos los tipos humanos.
Esto le convirtió durante siglos en el mejor espejo donde los aprendices de pintor podían mirarse, pero también acarreó, según Falomir, el malentendido de ser confundido con un artista académico. Su enorme influencia alcanzó su paroxismo en el XIX cuando movimientos academicistas en Italia y Alemania, así como los prerrafaelitas (en eso también resulta excepcional; es el único artista que ha dado nombre a una escuela) reivindicaron su producción temprana y despreciaron la que llenará las salas del Prado.
También se hizo patente desde muy temprano su obsesión por evitar la obsolescencia, rasgo definitorio de su personalidad, según Gabriele Finaldi. El director adjunto del Prado lo había explicado esa mañana rabiosamente primaveral en la solemne majestuosidad del Panteón y ante la tumba de Rafael, que lucía una corona de flores depositada por los alumnos de la Accademia Raffaello Urbino.
Es tan célebre su rivalidad con Miguel Ángel, que trabajaba en los frescos de la Capilla Sixtina al mismo tiempo que él en las estancias, como el episodio que cuenta que nada volvió a ser igual en su concepción del arte desde el día en que Bramante le permitió ver a hurtadillas parte del trabajo de su enemigo antes de su conclusión. Al menos, le quedó el consuelo de diseñar la serie de tapices destinados a acompañar la obra magna de Miguel Ángel y que desaparecieron (solo para ser recobrados en parte) en el Saco de Roma de 1527 a manos de los mismos soldados que decoraron porciones de las estancias con grafittis del Renacimiento aun visibles.
No fue Miguel Ángel el único artista contra el que pintó Rafael. Para asegurar que priorizaría su encargo de La transfiguración (1517-1520), propiedad de la Pinacoteca Vaticana, Julio de Médicis pidió para la misma iglesia de Narbona una pieza (La resurrección de Lázaro, hoy en la National Gallery) a su archicontricante Sebastiano del Piombo, discípulo de Miguel Ángel. Rafael no terminó la colosal tabla (que acabó presidiendo su funeral), pero se empleó a fondo en ella. Tanto, que para Falomir, sirve de compendio de la pintura de Rafael, así como de invitación a pensar que, de no haber fallecido tan joven, “el arte se habría ahorrado cien años”.
La transfiguración, impedida para viajar, estará presente en la muestra del Prado gracias a la copia del museo hecha por el taller de Romano y Penni, que continuaron su vida de artistas sin el príncipe Rafael, que al parecer fue también un buen jefe y un tipo con gran don de gentes. La tabla se acompañará de obras relacionadas en una sala aparte.
El resto de la exposición se centra en la producción realizada por el genio fuera de los muros vaticanos y muy a menudo en el resbaladizo terreno de la autoría compartida. Entre las estrellas figurarán las ocho obras maestras, ocho tablas transferidas a lienzo (caprichos de la era napoleónica) que posee el Prado y que llegaron, como en el caso de El Pasmo de Sicilia, que se restaura estos días en los talleres de la pinacoteca madrileña, desde los dominios españoles del sur de Italia. Con el conjunto, Falomir se propone fijar este periodo como “el más influyente de Rafael”.
Para todo lo demás, siempre quedará una visita a la capital italiana, la gran inspiración del artista. Lejos de las intrigas vaticanas, el genio ejerció de jefe de antigüedades de la ciudad (“buscó Roma en Roma, y la encontró”, escribió el poeta Celio Calcagnini), proyectó la Villa Madama a las afueras, y pintó entre 1515 y 1517 los frescos de la Loggia de la Psiche en la deliciosa Villa Farnesina, un oasis en el bullicioso Trastevere. Capricho del banquero sienés Agostino Chigi, resulta otro buen ejemplo de las dificultades para decir que no de Rafael, de nuevo consignadas por Vasari: “No podía atender bien este encargo, debido al amor que le tenía a una mujer”. Chigi, desesperado, instaló una cama en el lugar. “Logró que ella estuviera con él continuamente (…), gracias a lo cual se pudo terminar el trabajo”.
Portadas Comics Marvel (y III)
Writer - Louise Simonson
Penciller - Jon Bogdanove
Inkers - Al Williamson, Al Milgrom
letterer - Joe Rosen
Colorist - John Wellington
Editor - Bob Harras
Cover - Jon Bogdanove
Colorist - John Wellington
Editor - Bob Harras
Cover - Jon Bogdanove
56. SAGA OF THE SUB-MARINER (Iimited Series) Noviembre, 1988
Writers - Roy and Dann Thomas
Penciler - Rich Buckler
inker - Bob McLeod
57. THE PUNISHER WAR JOURNAL - Noviembre, 1988
Scripter/Layouts - Carl Potts
Finished Art - Jim Lee
Letterer - Jim Novak
Colorist - John Wellington
Editor - Don Daley
Cover - Carl Potts, Scott Williams
58. WOLVERINE Noviembre, 1988
Writer Chris Claremont
Penciller - John Buscema
lnker - Al Williamson
Letterer - Tan Orzechowski
Colorist - Glynis Oliver
Editor - Bob Harras
Cover - John Buscema
59. SEMPER FI' Diciembre, 1988
Writer - Michael Palladino
Artist - John Severin
Letterer/Colorist - Phil Felix
Editor - Don Daley
Cover - John Severin
60. FRED HEMBECK DESTROYS THE MARVEL UNIVERSE Julio, 1989
Words and Pictures - Fred Hembeck
77. X-MEN SPOTLIGHT ON STARJAMMERS (Iimited Series) 1990
Writer - Terry Kavanagh
Penciller - Dave Cockrum
Inker - Jeff Albrecht
Colorist - John Wilcox
Letterer - Austin Mas
Editor - Mark Gruenwald
Cover - Dave Cockrum
78. NAMOR, THE SUB-MARINER Abril, 1990
Writer/Artist - John Byrne
Inker - Bob Wiacek
Colorist - Glynis Oliver
Letterer - Ken Lopez
Editor - Terry Kavanagh
Cover-John Byrne
79. THE SAGA OF THE ORIGINAL HUMAN TORCH (limited Serie) Abril, 1990
Writer - Roy Thomas
Pencilfer - Rick Buckler
Inker - Danny Budalani
Letterer- Janice Chiang
Colorist- Bob Sharen
Editor - Ralph Macchio
Cover - Rick Buckler, Danny Budalani
80. GHOST RIDER - Mayo, 1990
Writer - Howard Mackie
Penciller - Javier Saltares
Inker - Mark Texeira
Letterer - Michael Heisler
Colorist - Gregory Wright
Editor - Bobbie Chase
Cover - Javier Saltares
81. MARVEL SUPERHEROES SPRING SPECIAL- Mayo, 1990
Writer - Robert Ingersoll
Artist - Mike Gustovich
Letterer - Bill Oakley
Colorist - Steve White
Editor - Mark Gruenwald
Cover - Jim Lee
83. GUARDIANS OF THE GALAXY Junio, 1990
Writer/Artist - Jim Valentino
lnker - Stece Moltano
Letterer - Ken Lopez
Colorist - Evelyn Stein
Editor - Craig Anderson
Cover - Jim Valentino
84. DEATHLOK (Iimited Series) Julio, 1990
Writers - Dwayne McDuffie, Gregory Wright
Penciller - Jackson Guice
Inker - Scott Williams
Colorists - Wright, Mounts, Vancato
87. SPIDER-MAN - Agosto, 1990
Artist/Writer - Todd McFarlane
Letterer - Rick Parker
Colorist - Bob Sharen
Editor - Jim Salicrup
Cover - Todd McFarlane.
90. BLACK PANTHER: PANTHER'S PREY (Iimited Series) - 1991
Writer - Don McGregor
Artist Dwayne Turner
Colorist - Steve Mattsson
Letterer - Tim Harkins
Editor - Terry Kavanagh
Cover - Dwayne Turner
93. NIGHTCAT - Abril, 1991
Plot - Jim Salicrup, Barry Dutter
Scripter - Stan Lee
Penciller - Denys Cowan
lnker - Jimmy Palmiotti
Letterer - Janice Chiang
Colorist - Gregory Wright
Editor - Bob Budiansky
Cover - Joe Jusko
96. DAMAGE CONTROL VOL. III Junio, 1991
Writer - Dwayne McDuffie
Artist - Kyle Baker
98. DEATHLOK - Julio, 1991
Writers - Dwayne McDuffie, Gregory Wright
Penciller - Denys Cowan
lnker - Mike Manley
Letterer - Ken Lopez
Colorist - Gregory Wright
Editor - Tom Brevoort
Cover - Denys Cowan
Writer - Jim Starlin
Penciller - George Perez
lnkers - Josef Rubinstein, Tom Christopher
Letterer - Joe Rosen
Colorist - Michael Higgins
Editor - Terry Kavanagh
Cover - Rich Buckler
57. THE PUNISHER WAR JOURNAL - Noviembre, 1988
Scripter/Layouts - Carl Potts
Finished Art - Jim Lee
Letterer - Jim Novak
Colorist - John Wellington
Editor - Don Daley
Cover - Carl Potts, Scott Williams
58. WOLVERINE Noviembre, 1988
Writer Chris Claremont
Penciller - John Buscema
lnker - Al Williamson
Letterer - Tan Orzechowski
Colorist - Glynis Oliver
Editor - Bob Harras
Cover - John Buscema
59. SEMPER FI' Diciembre, 1988
Writer - Michael Palladino
Artist - John Severin
Letterer/Colorist - Phil Felix
Editor - Don Daley
Cover - John Severin
60. FRED HEMBECK DESTROYS THE MARVEL UNIVERSE Julio, 1989
Words and Pictures - Fred Hembeck
Inkers - Vince Colletta, Joe Staton
Letterers - Janice Chiang, Rick Parker
Colorist - Steve Mellor, Gregory Wright
62. SOLARMAN —Enero, 1989
Writer - Stan Lee
Penciller - Jim Mooney
inker - Dennis Janke
Letterer - Diana Albers
Colorist - Bob Sharen
Editor - Bob Budiansky
Cover - Mike Zeck
63. DAMAGE CONTROL (Iimited Series) - Mayo, 1989
Writer - Dwayne McDuffie
Penciller - Ernie Colon
Inker - Bob Wiacek
Colorist - John Wellington
Letterer - Ed King
Editor - Sid Jacobson
Cover - Ernie Colon
61. WHAT IF - Julio, 1989
Scripter - Roy Thomas
Breakdowns - Ron Wilson
Finisher - Miike Gustovich
Letterer - Mike Heisler
Colorist - Tom Vicent
Editor - Craig Anderson
Cover - Keith Pollard
62. SOLARMAN —Enero, 1989
Writer - Stan Lee
Penciller - Jim Mooney
inker - Dennis Janke
Letterer - Diana Albers
Colorist - Bob Sharen
Editor - Bob Budiansky
Cover - Mike Zeck
63. DAMAGE CONTROL (Iimited Series) - Mayo, 1989
Penciller - Ernie Colon
Inker - Bob Wiacek
Colorist - John Wellington
Letterer - Ed King
Editor - Sid Jacobson
Cover - Ernie Colon
73. DAMAGE CONTROL (Iimited Series) - Diciembre, 1989
Writer - Dwayne McDuffie
Writer - Dwayne McDuffie
Artist - Ernie Colon
Letterer - Rick Parker
Letterer - Rick Parker
Colorist - John Wellington
Editor - Sid Jacobson
Cover - Ernie Colon
74. OPEN SPACE Diciembre, 1989
Writer - Joe Clifford Faust
Penciller - Tom Grummett
Inker - Art Viscardi
Letterer - Mindy Eisman
Colorist - Janet Jackson
Editors - Carol Kalish, Kurt Busiek
Writer - Joe Clifford Faust
Penciller - Tom Grummett
Inker - Art Viscardi
Letterer - Mindy Eisman
Colorist - Janet Jackson
Editors - Carol Kalish, Kurt Busiek
75. THE PUNISHER: NO ESCAPE 1990
Writer/Colorist - Gregory Wright
Writer/Colorist - Gregory Wright
Breakdowns - Tod Smith
Finisher - Danny Bulanadi
Letterer - Ken Lopez
Colorist - Steve White
Editor - Don Daley
Cover - Joe Jusko
Finisher - Danny Bulanadi
Letterer - Ken Lopez
Colorist - Steve White
Editor - Don Daley
Cover - Joe Jusko
76. THE THANOS QUEST -1990
Writer - Jim Starlin
Writer - Jim Starlin
Penciller • Ron Lim
Inker - John Beatty
Colorist - Tom Vincent
Letterer - Ken Bruzenak
Editor - Craig Anderson
Cover - Jim Starlin
77. X-MEN SPOTLIGHT ON STARJAMMERS (Iimited Series) 1990
Writer - Terry Kavanagh
Penciller - Dave Cockrum
Inker - Jeff Albrecht
Colorist - John Wilcox
Letterer - Austin Mas
Editor - Mark Gruenwald
Cover - Dave Cockrum
78. NAMOR, THE SUB-MARINER Abril, 1990
Inker - Bob Wiacek
Colorist - Glynis Oliver
Letterer - Ken Lopez
Editor - Terry Kavanagh
Cover-John Byrne
79. THE SAGA OF THE ORIGINAL HUMAN TORCH (limited Serie) Abril, 1990
Writer - Roy Thomas
Pencilfer - Rick Buckler
Inker - Danny Budalani
Letterer- Janice Chiang
Colorist- Bob Sharen
Editor - Ralph Macchio
Cover - Rick Buckler, Danny Budalani
80. GHOST RIDER - Mayo, 1990
Writer - Howard Mackie
Penciller - Javier Saltares
Inker - Mark Texeira
Letterer - Michael Heisler
Colorist - Gregory Wright
Editor - Bobbie Chase
Cover - Javier Saltares
81. MARVEL SUPERHEROES SPRING SPECIAL- Mayo, 1990
Writer - Robert Ingersoll
Artist - Mike Gustovich
Letterer - Bill Oakley
Colorist - Steve White
Editor - Mark Gruenwald
Cover - Jim Lee
82. BLACK KNIGHT (Iimited Series) - Junio, 1990
Writers - Roy and Dann Thomas
Writers - Roy and Dann Thomas
Artist - Tony Dezuñiga
Letterer - Bill Oakley
Colorist - Al Ramirez
Editor - Mark Gruenwald
Cover - Rick Buckler. Tony Dezuñiga
Writer/Artist - Jim Valentino
lnker - Stece Moltano
Letterer - Ken Lopez
Colorist - Evelyn Stein
Editor - Craig Anderson
Cover - Jim Valentino
84. DEATHLOK (Iimited Series) Julio, 1990
Writers - Dwayne McDuffie, Gregory Wright
Penciller - Jackson Guice
Inker - Scott Williams
Colorists - Wright, Mounts, Vancato
Letterer - Richard Starkings
Editor - Bob Budiansky
Cover - Joe Jusko
86. THE PUNISHER ARMORY Julio, 1990
Writer/Artist - Eliot R. Brown
Colorists - Eliot Brown, Nel Yomtov
Editor - Bob Budiansky
Cover - Joe Jusko
85. THE NEW WARRIORS Julio, 1990
Writer - Fabian Nicieza
Writer - Fabian Nicieza
Penciller - Mark Bagley
lnker - Al Williamson
Letterer - Michael Heisler
Colorist - Michael Rockwitz
Editor - Danny Fingeroth
Cover - Mark Jackson
Writer/Artist - Eliot R. Brown
Colorists - Eliot Brown, Nel Yomtov
Designer - Cindy Emmert
Bullet Retriever - Rob Tokar
Gun Bearer - Don Daley
Moving Target - Tom DeFalco
Cover - Jim Lee
Gun Bearer - Don Daley
Moving Target - Tom DeFalco
Cover - Jim Lee
87. SPIDER-MAN - Agosto, 1990
Artist/Writer - Todd McFarlane
Letterer - Rick Parker
Colorist - Bob Sharen
Editor - Jim Salicrup
Cover - Todd McFarlane.
88. FOOL KILLER (Iimited Series) - Octubre, 1990
Story - Steve Gerber
Story - Steve Gerber
Artists - JJ. Birch, Tony Dezuñiga
Letterer - Phil Felix
Colorist - Greg Wright
Colorist - Greg Wright
Editor - Craig Anderson
Cover - JJ. Birch, Tony Dezuñiga
89. NOMAD - Noviembre, 1990
Writer - Fabian Nicieza
Writer - Fabian Nicieza
Penciller - James Fry II
Inker - Mark McKenna
Letterer - Rick Parker
Colorist - Joe Rosas
Editor - Howard Mackie
Cover - James Fry II, Mark McKenna
Editor - Howard Mackie
Cover - James Fry II, Mark McKenna
90. BLACK PANTHER: PANTHER'S PREY (Iimited Series) - 1991
Writer - Don McGregor
Artist Dwayne Turner
Colorist - Steve Mattsson
Letterer - Tim Harkins
Editor - Terry Kavanagh
Cover - Dwayne Turner
91. PUNISHER P.O.V. (Limited Series) - 1991
Story - Jim Starlin
Artist - Bernie Wrightson
Colorist Bill Wray
Story - Jim Starlin
Artist - Bernie Wrightson
Colorist Bill Wray
Letterer - Bill Oakley
Editor - Nel Yomtov
92. DARKHAWK - Marzo, 1991
Writer - Danny Fingeroth
Writer - Danny Fingeroth
Artist - Mike Manley
Colorist - Joe Rosas
Letterer - Joe Rosen
Editor - Howard Mackie
Cover - Mike Manley
Plot - Jim Salicrup, Barry Dutter
Scripter - Stan Lee
Penciller - Denys Cowan
lnker - Jimmy Palmiotti
Letterer - Janice Chiang
Colorist - Gregory Wright
Editor - Bob Budiansky
Cover - Joe Jusko
94. SWEET SIXTEEN - Mayo, 1991
Creator - Barbara Slate
Story/Artist - Barbara Slate
Letterer - Grace Kremer
Colorist - Evelyn Stein
Editor - Fabian Nicieza
Cover - Barbara Slate
Story/Artist - Barbara Slate
Letterer - Grace Kremer
Colorist - Evelyn Stein
Editor - Fabian Nicieza
Cover - Barbara Slate
95. THE DEADLY FOES OF SPIDER-MAN (Limited Series) Mayo, 1991
Writer - Danny Fingeroth
Pencillers - Al Milgrom, Kerry Gammill
Writer - Danny Fingeroth
Pencillers - Al Milgrom, Kerry Gammill
Inker - Mike Machlan
Colorist - Paty Cockrum
Letterer - Joe Rosen
Editor - Terry Kavanagh
Cover - Al Milgrom
Colorist - Paty Cockrum
Letterer - Joe Rosen
Editor - Terry Kavanagh
Cover - Al Milgrom
96. DAMAGE CONTROL VOL. III Junio, 1991
Writer - Dwayne McDuffie
Artist - Kyle Baker
Letterer - Brad K. Joyce
Colorist - Robbie Busch
Editor - Fabian Nicieza
Colorist - Robbie Busch
Editor - Fabian Nicieza
Cover - Kyle Baker
97. SLEEPWALKER - Junio, 1991
Writer/Colorist - Bob Budiansky
Artist - Bret Blevins
Letterer - Tom Orzechowski
Editor - Don Daley
Cover - Bret Blevins
97. SLEEPWALKER - Junio, 1991
Writer/Colorist - Bob Budiansky
Artist - Bret Blevins
Letterer - Tom Orzechowski
Editor - Don Daley
Cover - Bret Blevins
98. DEATHLOK - Julio, 1991
Writers - Dwayne McDuffie, Gregory Wright
Penciller - Denys Cowan
lnker - Mike Manley
Letterer - Ken Lopez
Colorist - Gregory Wright
Editor - Tom Brevoort
Cover - Denys Cowan
99. THE INFINITY GAUNTLET (Limited Series) - Julio, 1990
Writer - Jim Starlin
Penciller - George Perez
lnkers - Josef Rubinstein, Tom Christopher
Letterers - Jack Morelli
Colorists - Max Scheele, lan Laughlin
Colorists - Max Scheele, lan Laughlin
Editor - Craig Anderson
Cover - George Perez
Cover - George Perez
martes, 24 de julio de 2012
EL CARTEL EUROPEO: 1888-1938 Museo Picasso Málaga
Hasta el 16 de septiembre
Horario: de 10:00 a 20:00.
Viernes y sábados de 10:00 a 21:00
Texto: Juan Francisco Rueda
Si una de las máximas del Concilio de Trento fue la de mover y conmover a través del arte y con la imaginería religiosa a la cabeza, podríamos afirmar que el cartel tiene como fines los de mover y convencer, pero también, como demuestra esta extraordinaria exposición, los de avivar la conciencia y educar. Esto último no sólo en lo referido a lo pedagógico y a su uso para ofrecer valores y patrones saludables, tal como ocurrió respecto a los niños en los primeros años de la Rusia revolucionaria, como ya atisbamos en otra exposición del Museo Picasso Málaga (Promesas de futuro. Blaise Cendrars y el libro para niños en la URSS), sino que el cartel también sirvió para introducir un nuevo escenario estético: el de las vanguardias. Y es que el cartel, por lo democrático de su recepción en el espacio público, suponía un medio privilegiado para que las formas vanguardistas pudieran ser accesibles a un público mayoritario y transformar estéticamente la sociedad, que se familiarizaba con los nuevos códigos. Para los artistas modernos, el cartel, como ocurrió con los juguetes, disfrutó de esta innegable potencia educadora.
He aquí uno de los principales logros de esta muestra —y no son pocos–, el de vislumbrar el cartel como un ámbito de diálogo con las vanguardias en el que, en algunos casos, se produce una suerte de viaje de ida y vuelta. Del cartel, de las marquesinas, de los letreros comerciales y de los escaparates –también de la prensa a partir del collage– provienen las letras, palabras y números que comienzan a incorporar Braque y Picasso en sus obras en torno a 1911-12 (como El portugués o Notre avenir est dans l'air, respectivamente), o Robert Delaunay en El equipo de Cardiff (1913), pero, del mismo modo, los carteles replican y difunden las innovaciones formales que se desarrollan en el seno de las vanguardias, e incluso algunos artistas y movimientos hacen de ellos una herramienta importantísima para difundir sus presupuestos y filosofía, como la Bauhaus –también para publicitar sus exposiciones–, o para concienciar y aleccionar a la masa, como el Constructivismo.
En las primeras décadas del XX, la faz de la ciudad es literalmente empapelada por carteles hasta parecer un patchwork. Aunque en la exposición se proyectan tres importantes películas que reflejan la
agitación de la urbe moderna, tal vez el auxilio de la fotografía hubiera conseguido transmitir con mayor acierto cómo las metrópolis parecían articularse mediante una trama rectangular, lo que llevó al surgimiento de la teoría de que el cubismo traducía esa geometrización y cubistización urbana. La ciudad se convertía en una jungla de signos, densa e inflacionaria, en la que se producía el intercambio continuo y acelerado de estímulos y mensajes visuales, fugaces y fragmentados, por lo que los carteles debían contar con una retórica directa y sencilla. El crítico cultural Georg Simmel, señalaba en Las grandes urbes y la vida del espíritu (1903) que en las ciudades se daba "el acrecentamiento de la vida nerviosa, que tiene su origen en el rápido e ininterrumpido intercambio de impresiones internas y externas", marcadas todas ellas por un claro carácter intelectualista. Así, no es de extrañar que, además de distintos productos o nuevos medios de transporte, el cartel anunciara el ocio, como el cabaret, el circo, las variedades o la revista, especialmente la que tuvo lugar a partir de 1925 en París, coincidiendo con el art decó, el negrismo y con Josephine Baker como principal estrella, al tiempo que todos esos universos interesaron a los artistas y los incorporaron a sus obras (un ejemplo más de esa doble dirección).
Como se pueden imaginar, los 175 carteles expuestos, muchos de ellos verdaderas cimas, ofrecen un cúmulo de información: recorremos buena parte de los lenguajes artísticos de ese medio siglo; meridiana resulta la cercanía de lo verbal y lo plástico que se dio en las primeras vanguardias (los caligramas de Apollinaire o Junoy y las palabras en libertad de Marinetti) y cómo afectaría al diseño gráfico a partir del Futurismo y el Constructivismo; las profundas relaciones entre De Stjil y el Constructivismo con la Bauhaus y cómo ésta difundió una articulación del cartel racionalista al resto de Europa; la presencia en el cartel del maquinismo que fue fundamental en el Futurismo y en Dadá (Duchamp y Picabia) a partir de Raymond Roussel; las excepcionales piezas de Rodchenko y Hertfield, que permiten que el cartel deje de ser un medio para alienar y se convierta en medio de agitación; cómo progresivamente la fotografía se introduce, al modo de los fotomontajes dadaístas; cómo se parafrasean los planos cinematográficos, una nueva manera de ver y conocer el mundo; cómo en carteles italianos y húngaros aparecen los maniquíes metafísicos de De Chirico o los muñecos dadaístas; y frente a éstos, un personaje como Bibendum, el imagotipo que O'Galop creara para Michelin.
El montaje, al margen del andamiaje empleado, es de una habilidad extraordinaria, no sólo por agrupar certeramente en distintas categorías, sino por hacer surgir relatos latentes que son de una especial trascendencia. Son muchos los guiños cruzados, pero entre todos destaco la que para mí es la gran querella artística del XX y que contiene grandes implicaciones sociales y políticas: la que se desarrolló entre artistas abstractos y los defensores del realismo socialista, para quienes la abstracción era un lenguaje elitista ajeno al grueso de la población.
Cabe destacar la figura del comisario, Carlos Pérez, quien, con exposiciones como ésta, con Los Ismos de Ramón Gómez de la Serna o con Los juguetes de las vanguardias, entre otras, demuestra cómo desde lo excéntrico, mediante la transversalidad, desde los materiales y parcelas más desatendidos o a través de las figuras más inclasificables, se puede arrojar luz a los fenómenos artísticos; además, al ser una luz proveniente de los márgenes, no proyecta una luz frontal que aplana, sino otra rasante que se saca a la superficie los detalles más ocultos.
Málaga Hoy domingo 22 de julio de 2012
Imágenes pertenecientes a la página del Museo Picasso dedicada a la exposición temporal.
lunes, 23 de julio de 2012
Studio Ghibli 1972-2009
Arriba y abajo: Portada y contraportada del libro de ilustraciones "Studio Ghibli 1972-2009"
Libro de Ilustraciones del Studio Guibli, escrito en perfecto japonés, contiene una selección de los trabajos de la empresa de animación japonesa que adoro, fruto del esfuerzo de Hayao Miyazaki.
Las 256 páginas del libro son un compendio del esfuerzo realizado por un grupo de artistas para realizar los dibujos animados más perfectos posibles.
Poco a poco enseñaré las ilustraciones, para empezar las que siguen son del año 2003, al principio del libro.
Poco a poco.
Las bombas que nos llueven por dentro
Javier Montesol regresa al comic con Speak Low, una dura novela gráfica de madurez sobre el dolor y la superación.
EN LAS PRIMERAS páginas de Speak Low, Javier Montesol dibuja, sobre el escenario en claroscuro de un night-club, a una posible diva del jazz, que le canta al micrófono, con dulzura: "Háblame bajo y háblame de amor...". Es un arranque muy suave y estético, en cierta forma cinematográfico, y puede leerse como un prólogo de lirismo sedante previo al capítulo titulado 'Dolor', que marcará el tono de las durísimas 160 páginas de esta novela gráfica. Speak Low supone el regreso al cómic de un hijo pródigo, Francisco Javier Ballester, Montesol, dibujante destacado de la movida barcelonesa de los setenta y ochenta y pintor de delicadas visiones impresionistas en las décadas siguientes, movido por la necesidad visceral de contar una historia que le incendiaba por dentro. "Durante años, sufrí mucho al creer que pintura y cómic eran lenguajes diferentes. Al final he entendido que es Montesol quien pinta o hace un cómic, y punto", reflexiona el artista, a través del correo electrónico. En diciembre, Montesol cumplirá sesenta años.
Las viñetas de entonces
EN 1972, el veinteañero Montesol abandona sus estudios universitarios en una ciudad, Barcelona, donde estaba todo por hacer. Un grupo de jovencísimos artistas, vividores, y todo tipo de entes creativos, incluyendo a editores como Joan Navarro, Rafa Martínez o Josep Maria Berenguer buscaban marcar la diferencia, y nuestro hombre estaba en primera fila de esa vanguardia. "Para mí los setenta son mucho más interesantes a nivel cultural que los ochenta, más arriesgados, valientes y difíciles de sobrevivir". Montesol fue uno de los fundadores de la revista Star, formó parte del colectivo El Rrollo Enmascarado, y colaboró en revistas esenciales de la modernidad como El Víbora, Cairo, Makoki o Bésame mucho. En veinte años de producción, navegó en aguas diversas, diversificando intereses y estéticas. "A mediados de los ochenta conozco a la que será mi mujer y nacen mis hijos; para mí supone el fin de una época y el principio de otra", rememora Montesol. "Otra sensación importante que conservo de entonces es que de repente el dinero toma una importancia que antes no tenía y todo se acelera, como si en España hubiésemos pasado de cenar tortilla de patata a cenar cocaína".
En esos años, Montesol realizó los cómics y series Neo y Post y Vidas Ejemplares, y hasta ejerció como guionista para el dibujante Roger, en la serie de aventuras Destino Gris. Son especialmente emblemáticas Fin de semana y La Noche de Siempre, dos historias sobre la "movida barcelonesa" con guion de Ramón de España que aparecieron serializadas en Cairo y Bésame mucho, y que la editorial EDT tiene previsto reeditar este 2012. Barcelona se preparaba para el gran orgasmo de 1992, pero Montesol, entre la fascinación por su ciudad natal
"Inés Giménez es la autora de estas líneas. Tenía 24 años cuando fue fusilada el dia 13 de noviembre de 1940. Era de Madrid y está enterrada en el Fossar de la Pedrera de Montjuïc".
y un malestar interno de autocrítica, no quiso participar. En el prólogo de la recopilación Opisso y Dora (Editorial Complot, 1990), el periodista Jordi Costa reflexionaba sobre "la potestad de Montesol para retratar certeramente la urbe barcelonesa". Resuelto con un dibujo de pura y dura línea clara, Opisso y Dora es un manual de uso de los años del cambio de década, que retrata la vida hedonista y modernísima de la Barcelona previa al acontecimiento olímpico. "Yo no quería ni oír hablar de cómic", recuerda Montesol, que acumulaba varias fracturas espirituales, por entonces: respecto a su ciudad, pero también a su profesión. "Dejé el cómic porque no se conseguía el objetivo que se buscaba, lectores y difusión para nuevas historias para adultos. La necesidad de color y la pintura se hicieron importantes y cambié de medio de expresión". Opisso y Dora supuso su despedida del universo de las viñetas, y anticipó el exilio físico voluntario de Montesol, que se retiró en el mismo año 1992 a la Bretaña francesa, a procesar sobre el lienzo su necesidad de ser pintor.
Presente de dolor y redención
A LOS AFICIONADOS al cómic, Speak Low nos ha devuelto a un Montesol muy diferente, desdibujado, crudo e intenso, veinte años después. Si en su última época como historietista su estilo adoptó características evidentes de línea clara —ese concepto de dibujo de cómic minimalista y dinámico acuñado por el holandés Joost Swarte—, en Speak Low de aquello no queda ya nada. A partir de las ruinas arrasadas de ese estilo geométrico e ingenuo, Montesol ha construido las tensas viñetas, paisajes y personajes que pueblan las páginas de este cómic. Crudo, informe, basto, palpitante, afilado, urgente, impresionista, son algunos de los posibles adjetivos que definen este nuevo grafismo de Montesol como historietista maduro. El autor parece liberado. La historia lo agradece: Speak Low es el relato de un hombre de mediana edad, claro trasunto del artista, que vive envenenado de angustia por la muerte trágica de un hijo y por la memoria del "dolor heredado" de su padre, combatiente en la Guerra Civil. ¿Puede ser el dibujo una forma de autobiografía? "Speak Low está realizado directamente con pincel y tinta china sobre papel de bocetos Din A-3. Si algo no funcionaba, lo hacía otra vez: recortar y pegar. Venía muy suelto de la pintura y no podía volver a trabajar como antes; este dibujo es pura expresión sin complejos, y pienso que se adapta al nuevo concepto de novela gráfica: mis páginas son como los manuscritos de un escritor. No es urgencia lo que hay en mi dibujo, lo que hay son ganas de no perder el tiempo. Como decía Kokoschka, pintando no hay tiempo para deleitarse".
Hay un acontecimiento clave en Speak Low: la muerte del hijo. Está en las primeras páginas, resueltas con pinceladas agresivas y violentas. El lector lo lee como quien visiona una pesadilla ajena: la confusión en la discoteca, la crueldad de los matones juveniles, el muchacho que se precipita desesperado en la autopista nocturna y sufre sucesivos atropellos. Esa es la chispa que incendia el dolor del narrador, tan parecido al autor. "Cuando adquieres la condición de padre y te toca... te aseguro que el dolor es tan nuevo y desconocido que no se puede soportar", se dice en un diálogo de un capítulo posterior. Montesol recurre con belleza, en un pasaje del libro, a la leyenda mitológica de Faetón, el hijo de Apolo fulminado por Júpiter, un ser de luz que se apaga demasiado rápido. También, vinculado a ese dolor heredado y críptico que transportan dentro los españoles hijos de combatientes en la guerra de 1936, resume en una página-cartel el espíritu de nuestros días: "Ahora nos llueven bombas por dentro". "Este libro es una obra de madurez; diría que para hacerla he necesitado vivir, vivir da argumento. He vivido, me han pasado cosas: un hijo enfermo de cáncer, mueren seres cercanos y queridos, España entra en el vacío, socios y amigos se convierten en zombis, estamos en guerra y no sabemos quién es el enemigo... En efecto, en este conflicto nuevo, nos llueven bombas por dentro. Speak Low es una reflexión sobre el dolor, su sentido y superación gracias a la lucidez y el amor hacia el hecho de vivir". Para aprender a novelar y moldear como materia narrativa esos sentimientos negrísimos que le embargaban, el artista se apoyó en La escritura o la vida, de Jorge Semprún, y en Faulkner, que le guiaron en su "búsqueda de sentido trascendente".
La creación de Speak Low ha sido también un viaje enriquecedor en lo creativo, donde el pintor prestigioso se ha reencontrado y reconciliado con el dibujante de tebeos. "Mi experiencia como pintor me ha aportado mucho", reflexiona, "sobre todo libertad de expresión y salir de la viñeta. Mi pintura es gestual, por lo que me ha ayudado a estar suelto con el dibujo". Tras el doliente viaje heroico, el protagonista del libro obtiene un símbolo de redención inesperado, un giro argumental que supone "dejar la historia en manos del ciclo de la vida". Como su criatura de ficción, también el autor ha obtenido una recompensa por embarcarse en esta experiencia de creación y renovación: "Convertir en literatura esa carga de emociones me ayudó a sanar", reconoce. La pintura de Montesol es delicada y explosiva; sus temas, reconocibles: paisajes urbanos o escenas de tauromaquia inundados realzados por una impronta cromática muy poderosa El artista parece obsesionado por los volúmenes de color. Que Speak Low esté realizada en un blanco y negro radical quizás resulte significativo, y abra una nueva vía creativa. Hoy, Montesol parece un señor muy lúcido y consciente, un apasionado de su arte con afán de comunicación, que ha encontrado en las redes sociales un canal íntimo para ofrecer a amigos reales y virtuales sus improvisaciones, bocetos y reflexiones gráficas sobre lo divino y lo humano. "Me recuerda a la relación social de los setenta", concluye, "cuando te relacionabas con los demás en los bares y a través de publicaciones marginales y pensabas que esa era la única realidad y que los periódicos y la tele eran para la gente que no se enteraba de nada. Ahora con las redes sociales, vuelvo a tener esa sensación". •
Speak Low. Javier. Montesol. Sinsentido. Madrid, 2012. 160 páginas. 24 euros.
EL Pais Babelia 21.07.2012
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