Pintor, urbanista, ingeniero, dibujante, filósofo, Leonardo da Vinci (14521519), el hombre zurdo, vegetariano y homosexual que encarna en su figura el espíritu del Renacimiento, sigue siendo, cinco siglos después de su muerte, un referente y a la vez un enigma para las nuevas generaciones. Leonardo ha pasado a la historia del arte con media docena de cuadros, y su Gioconda, que este año celebra su 500° aniversario, ha marcado el retrato en la pintura con un antes y un después.
Leonardo, que pintó algunas de las más maravillosas obras de arte e imaginó muchos de los inventos clave de nuestra civilización, es un imán, un referente de modernidad que atrae con sólo mencionar su nombre. Así. 2003 está siendo el año de Leonardo por la cantidad y calidad de las exposiciones que muestran sus obras. El Museo Metropolitano de Nueva York ha batido el récord de visitantes con la muestra Leonardo dibujante, y desde hace una semana, el Louvre, de París, y la Queen's Gallery de Buckingham Palace, en Londres, exponen los que serán los dos acontecimientos culturales del verano. A la abundante bibliografía sobre el artista toscano se suma ahora una novedad, un impresionante libro de 700 páginas y 10,5 kilos de peso. Leonardo da Vinci, de Frank Zóllner, editado por Taschen, que recoge toda su obra. incluida la más secreta: los dibujos celosamente guardados en el castillo de Windsor, propiedad de Isabel II de Inglaterra.
De la vida de Leonardo poco se sabe. Lo que se trasluce del Tratado de pintura, escrito por el propio artista, y mucho de lo que su biógrafo Giorgio Vasari (1511-1574) ha querido contar. El pequeño Leonardo, nacido de una aventura extramatrimonial de su padre, el notario Ser Piero, tenía la manía de dibujar todo lo que veía. Una afición que no hubiera tenido mayores consecuencias de no ser porque el padre de Leonardo, como nos cuenta Vasari, "tomó un día varios de los dibujos de su hijo y lospresentó a su amigo Andrea del Verrocchio, al tiempo que le suplicó le dijera qué futuro esperaba a Leonardo de dedicarse al dibujo. Andrea quedó admirado de los extraordinarios comienzos de Leonardo y animó a Ser Piero a permitirle que se dedicase a la profesión, ante lo cual éste dispuso que entrara en el taller de su amigo. Nada había que Leonardo desease más, y no se limitó a ejercer aquel oficio, sino todos los relacionados con el arte del dibujo". De aquel taller, el más prestigioso de Florencia, salieron talentos como los de Perugino y Botticelli.
El trauma de su nacimiento bastardo es posible que persiguiera a Leonardo toda su vida. Tuvo poco contacto con su madre y creció en un mundo masculino. Para Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, fue una de las razones de que el gran artista tuviera cosas de niño durante toda su vida: "Siguió jugando aun siendo adulto, por lo que en ocasiones, para sus contemporáneos, era un hombre inquietante e incomprensible. Es posible que en muchos otros artistas se repita la lucha dolorosa con la obra, la huida final de la misma y la indiferencia frente a su destino ulterior, pero lo cierto es que este comportamiento tuvo su máxima expresión en Leonardo".
Científico e inventor, el prototipo de artista del Renacimiento dibujó más que pintó, quizá porque il pittore di mano manca trabajaba con la mano izquierda debido a algún tipo de parálisis en su mano derecha. Los primeros bocetos que se conservan datan de 1470, y de ningún otro artista se conserva tanta obra gráfica.
A los 20 años, Leonardo ya estaba en camino de pasar por delante de quien se cruzase en su camino. Dibuja, pinta y se rodea de amistades poco recomendables. En 1476, una denuncia anónima le lleva a los tribunales, donde es acusado de sodomía. Nunca pudo probarse, pero ha servido para que sus biógrafos hayan especulado con el tema y de paso, con su tendencia sexual.
Es posible que éste y otros asuntos turbios forzaran a Leonardo a alejarse de Florencia a finales de 1482 o comienzos de 1483 e instalarse en Milán. Allí se ofreció como ingeniero y fabricante de maquinaria de guerra para la corte de los Sforza, a la vez que solicitó el puesto de artista de palacio. Su primer encargo en Milán fue de naturaleza pacífica: decorar un altar de la iglesia de San Francesco Grande, el retablo que se conoce como La Virgen de las rocas. Dejando de lado las interpretaciones piadosas, la pintura anticipa los conceptos geológicos e hidrológicos que el pintor expresó en sus escritos. Leonardo describe las aguas que fluyen bajo la Tierra y se abren camino hacia las cimas alpinas como si fueran las venas del cuerpo humano que transportan la sangre. "Así como el hombre tiene los huesos como soporte y armazón de su carne, así tiene el mundo en la piedra su soporte. Así como el hombre lleva en sí un lago de sangre. en el que los pulmones se comprimen y se expanden al respirar, así tiene el cuerpo de la Tierra los mares, que con el respirar del mundo se expanden o comprimen cada seis horas...".
En aquellos años milaneses, Leonardo se dedica a diseñar una fantástica maquinaria de guerra: robustos vehículos acorazados que nunca hubieran podido circular, espingardas con cargas fragmentadas, tiros de caballos armados con guadañas para segar las hordas enemigas.
Se plantea también la planificación urbanística, y para ahuyentar las pestes traza los planos de un Milán más práctico que bello. Leonardo lo anota todo en sus cuadernos, un testimonio vital para el estudio posterior de su obra. Bill Gates, el creador y dueño de Microsoft, compró por más de 30 millones de dólares uno de ellos, el Codex Leicester.
A la muerte de Francesco Sforza, su sucesor, Ludovico el Moro, encarga a Leonardo la realización de un grandioso monumento que honre la memoria de su padre el condotiero. El proyecto de estatua ecuestre de Sforza que ideó Leonardo fue irrealizable: "Lo pensó tan grande que nunca se pudo hacer. De enorme tamaño. lo quería fundir en una sola pieza, y lo empezó, a pesar de las dificultades que entrañaría acabarlo", escribió Vasari. Debido al desorbitado tamaño del caballo, la fosa en la que debía fundirse quedaba sumergida bajo el nivel del agua. El proyecto no avanzó y el bronce de la estatua se empleó en 1494 para la construcción de cañones.
retrato de Cecilia Gallerani (La dama del armiño) 1489-1490
En ese tiempo, Leonardo pintó poco -"quizá pensaba que su mano no estaba a la altura de su inteligencia"-, sólo algunos retratos de damas de la corte, como los de Cecilia Gallerani (el famoso retrato de La dama del armiño) y Lucrezia Crivelli, ambas amantes de Ludovico. Por entonces, Leonardo adoptó a uno de sus discípulos, Giacomo Salai, un joven al que Vasari describe como "muy dotado de gracia y belleza, con bucles abundantes y bien rizados, con quien Leonardo se divertía mucho-.
Demasiado avanzado para su tiempo, Leonardo tenía unas costumbres impensables para su época: se hizo vegetariano y se alejó de los festines pantagruélicos de una corte demasiado aficionada a la caza.
Investigador por afición, los estudios de anatomía de Leonardo han sido reconocidos como precursores de la ciencia moderna. Leonardo, tras mediciones exhaustivas, obtenía un conocimiento exacto del cuerpo humano. Su famoso dibujo de un hombre en círculo y cuadrado es un estudio comparativo hecho con el prototipo del hombre ideal. el de Vitrubio, arquitecto del año 80 antes de Cristo. "Sus libros de apuntes de anatomía demuestran que fue uno de los mayores estudiosos de biología de todos los tiempos". Leonardo, una vez más, marchaba varios siglos por delante de sus contemporáneos y practicaba experimentos que horrorizaban a todos, experimentos que Vasari describe con todo detalle: "A menudo limpiaba tan a fondo los intestinos de un carnero que se podrían haber sostenido en el cuenco de la mano...".
Un eclipse de sol le motivó para estudiar el ojo humano; su inquietud por la filosofía le llevó a localizar dentro del cráneo el seno comune, que en el imaginario popular era el tablero central de mandos del cerebro. "En el punto en que la línea a-m se cruza con la línea c-b se produce el encuentro de todos los sentidos, y allí donde la línea r-n se cruza con la línea h-f reside el centro del cráneo, separado un tercio de la base de la cabeza" , anoto leonardo en sus cuadernos. En unos de sus dibujos imagina el cerebro con tres cámaras: una para los sentimientos, otra para el sentido común y la tercera para la memoria. A partir de sus especulaciones sobre la relación directa entre el espíritu y el cuerpo, Leonardo dibuja rostros de aspecto grotesco que ilustran su idea de que la cara de una persona refleja su carácter y sus sentimientos.
Tras la caída de Ludovico el Moro, Leonardo se instala de nuevo en Florencia. En 1502 se ofrece al sultán de Turquía para levantar un puente sobre el Bósforo. También acompañó a César Borgia en sus razzias como ingeniero de guerra. Sus dibujos de ciudades a vista de pájaro le sirvieron de tarjeta de presentación para este cometido.
Entre 1505 y 1515, Leonardo realiza dos de sus grandes obras, el retrato de Lisa Gherardini, Mona Lisa, esposa de Francesco del Giocondo, y San Juan Bautista, en el que logra sus mejores efectos, unas sombras suaves que proporcionan al Bautista un aspecto andrógino que certificó para la posteridad la tendencia homosexual de Leonardo. Por aquellos años trabaja en Roma con Rafael y compite con Miguel Ángel por los murales que adornarían el palacio Vecchio de Florencia. Al parecer -dice Frank Zollner en su Leonardo-, en la pugna entre ambos colosos de la pintura fue el más joven el que causó mayor impresión sobre el envejecido Leonardo.
La última etapa de su vida, el pintor la pasa en la corte francesa, donde trabajó en obras inacabadas, como la de Santa Ana con la Virgen y el niño. Ya achacoso se retira al castillo de Cloux, donde muere el 2 de mayo de 1519. •
'Leonardo da Vinci, de Frank Zöllner y Johannes Nathan. editado por Taschen, recoge la obra pictórica completa y la obra gráfica de Leonardo da Vinci. Edición de lujo. Precio: 150 euros.
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