sábado, 25 de agosto de 2007

En busca de la reina perdida

No sería extraño que el personaje de Adriana, siendo de una familia del sur de la Betica, sobreviviese como hija adoptiva de una familia importante romana por el origen de sus familiares. Descendientes de cartaginenes, hija de sufetes de Cartago, con la codicia de los tesoros escondidos por astutos comercientes, siendo ella heredera legal. Ya veremos como solucionamos las biografias de los personajes. Hacía tiempo que no avanzabamos en la historia de "El Ojo de Melkart".



viernes, 24 de agosto de 2007

Simbolo y Mitología




Los elementos culturales sobresalientes de la cultura megalítica son: construcciones ciclópeas, las piedras conmemorativas, las piedras como residencia de las almas, los círculos culturales de piedras, los palafitos, las caza de cabezas, los sacrificios de bueyes, los ornamentos en forma de ojos, los barcos funerarios, las escaleras de los antepasados, los tambores de señales, la estaca del sacrificio y los laberintos. Estos elementos son, precisamente, de los que se mantienen en forma de símbolos con mayor constancia a través del tiempo.
Las mitologías de los pueblos mediterráneos alcanzaron un dramatismo, una plasticidad y un vigor que se expresaron en el arte tanto como en los mitos, leyendas y poesía dramática. Bajo éstos se escondían los principios morales, las leyes naturales, los grandes contrastes y transformaciones que rigen el transcurso de la vida cósmica y humana. Los trabajos de Hércules, la leyenda de Jasón, las "historias" de la edad heróica helénica que inspiraron a los trágicos, tienen tal poder arquetipal que constituyen eternas lecciones para la humanidad.

jueves, 23 de agosto de 2007

Sin palabras






Unas notas de Historia





Al principio de la Guerra Lusitana llegó Mummio de Roma con un nuevo ejército, que por tratarse de un ejército pretoriano sus componentes alcanzaban sólo los 15.000 hombres. En el año 147-146, Cayo Tetilio llegaba de Roma con algunas tropas nuevas que, sumadas a las que había en Hispania, alcanzaron el número de 10.000 combatientes, ejército insuficiente para luchar contra Viriato, pues después de algunos choques con los lusitanos y de sufrir grandes pérdidas, el pretor no se movió de la ciudad en espera de nuevos auxilios de Roma, que llegaron al año siguiente, 146-145, a las órdenes del pretor P. Plautio Hypseo, en número de 10.000 infantes y 1.300 jinetes ejército que fue derrotado dos veces seguidas por Viriato. Estos descalabros y otros que siguieron ocasionaron la venida a Hispania de un consul al frente de un ejército consular, que llegó en el año 145-144; el cónsul era Q. Fabio Máximo, hermano de Escipión, y el ejército consular, cuyos efectivos debían elevarse a 30.000 hombres, alcanzaba 17.000 reclutas bisoños, por no querer utilizar a los veteranos de las campañas de Macedonia y Cartago. La dureza de la guerra obligaba a la continua llegada de tropas itálicas; así en el año 140-141 vino Fabio Máximo Emiliano, quien trajo consigo dos legiones de soldados romanos con algunos aliados: unos 18.000 infantes y 1.600 jinetes.


Ciclos y Temas de la Historia de España LA ROMANIZACIÓN José María Blázquez

martes, 21 de agosto de 2007

Adriana






Casi mes y medio sin realizar ninguna aportación a mi modesto diario de a bordo, y eso que no faltan trabajos para enseñar. El calor del verano siempre es una epoca nefasta para el trabajo duro. Bueno empiezo sin más retraso a colocar lo que han dado de si estos días.



Siempre pensando en ella.

miércoles, 11 de julio de 2007

Meliassar




"Durante todos estos años, al igual que el dios, debí ocultar mi verdadero nombre, aquel que mis compañeros usaban para llamarme, pues fui uno de los tres druidas viajeros, el único de ellos que ha sobrevivido para relatar cuanto aconteció entonces.
Nuestra aventura transcurrió antes que muchas otras, a la par de otros hechos más importantes y relevantes que cambiarían para siempre el rumbo de los acontecimientos en la península, cuando, más tarde, todos los pueblos íberos fueron sometidos bajo los designios de aquel, que se proclamaría dueño y señor del mar también y de todas sus costas.
Éramos jóvenes entonces, víctimas de un fervor único y decidido. Por ello, nuestros corazones albergaron esperanzas de victoria frente a los ejercitos del invasor, cuando los pueblos lusitanos llegaron a ser acaudillados por el gran Viriato, de cuyo estandarte rojo como la sangre, sobresalía la cornamenta afilada y dura junto a suaves y blancas plumas, esas que volaron esparcidas por el viento una vez fue ejecutado invicto por sus propios amigos.
Meliassar es ahora mi nombre. Significa "el que no olvida" y por él deberéis llamarme.
Fui uno de los tres. El dios nos unió para encontrar una espada y las señales nos llevaron hasta el héroe. Sí, la encontramos. Era apenas un niño cuando apareció por primera vez ante nuestros ojos. Fuimos nosotros los que le forjamos como guerrero y he aquí su leyenda, labrada con los fuegos de su pueblo y con la sangre del enemigo, que invadió las tierras de nuestros ancestros, cuando los prados y montes eran propiedad exclusiva de los dioses y de la mirada de Melkart.

martes, 10 de julio de 2007

Prologo





"En el devenir de los tiempos el hombre siempre ha luchado y buscado consuelo en los dioses. En ese tiempo lejano de gestas y glorias pasadas, los cielos y sus tierras estuvieron plagados de ellos, cuando los sacerdotes druidas de la "Iberia", ejercieron como intermediarios de su poder ante los hombres, mediante conjuros y ofrendas.


Muchas tribus proclamaron como propio y único a uno solo. Ese fue Melkart. Aunque con diferentes nombres, sus dones y atributos fueron conocidos por igual y del mismo modo, incluso cuando grandes distancias separaron a los pueblos que lo adoraban. El comercio por mar influyó en la elección y muchos fueron los que en sus barcos dibujaron su ojo "aquel que todo lo ve desde el cielo" en sus proas, símbolo de inequívoca protección contra los vientos adversos y las tormentas.
Hoy, mi rey, os narraré la historia, esa que habla de la conquista de la Iberia por la imparable Roma, cuando Cartago ya había caído y el poder fenicio se debilitaba en el mar conocido. Fue entonces cuando el Destino eligió también y buscó entre los últimos herederos de su culto, para reunirlos e impedir que los nuevos dioses del invasor destruyeran el culto a la divinidad en las fértiles tierras de la Iberia, porque debéis saber, mi buen rey, que el hombre es aquello que cree y adora."
Primera página de guión-novela escrito/escribiendose ,"El Ojo de Melkart" por Francisco Miguel