jueves, 12 de diciembre de 2024

EVA MEDUSA Dibujos: ANA MIRALLES Guión: ANTONIO SEGURA



EVA MEDUSA

Dibujos: ANA MIRALLES

Guión: ANTONIO SEGURA



"En el taxi nos esperaba la muchacha de la boîte, la única que no nos abandonó en nuestro infortunio. Alvaro y yo la invitamos a Les Halles, a saborear la sopa de cebollas al amanecer. Le compramos flores en el mercado, la besamos en reconocimiento a su conducta samaritana, y nos dimos cuenta de que tenía cierto atractivo. No era bonita ni fea, pero la rehabilitaba la nariz respingada de las parisienses. Entonces la invitamos a nuestro misérrimo hotel. No tuvo ninguna complicación en irse con nosotros.

Se fué con Alvaro a su habitación. Yo caí rendido en mi cama, pero de pronto sentí que me zamarreaban. Era Alvaro. Su cara de loco apacible me pareció un tanto extraña.

—Pasa algo —me dijo , Esta mujer tiene algo excepcional, insólito, que no te podría explicar. Tienes que probarla de inmediato.

Pocos minutos después la desconocida se metió soñolienta e indulgentemente en mi cama. Al hacer el amor con ella comprobé ese misterioso don. Era algo indescriptible que brotaba de su profundidad, que se remontaba al origen mismo del placer, al nacimiento de una ola, al secreto genésico de Venus.

Alvaro tenia razon.

Al dia siguiente, en un aparte del desayuno, Alvaro me previno en español:

—Si no dejamos de inmediato a esta mujer, nuestro viaje será frustrado. No naufragaríamos en el mar, sino en el sacramento insondable del sexo.

Decidimos colmarla de pequeños regalos: flores, chocolates y la mitad de los francos que nos quedaban. Nos confesó que no trabajaba en el cabaret caucasiano; que lo había visitado la noche antes por primera y única vez. Luego tomamos un taxi con ella. El chofer atravesaba un barrio indefinido cuando le ordenamos detenerse. Nos despedimos de ella con grandes besos y la dejamos ahí, desorientada pero sonriente.

Nunca más la vimos."

"Yo, el amor"

PABLO NERUDA. Confieso que he vivido

Hace unos meses, Pere Joan envió unos folios a la redacción de Glénat, aportando diversas ideas de cómo podría ser un tebeo. Era la época de los "brainstorming" constantes entre el habitual grupo de chalados por el tebeo autodenominado "la panda del moco". Pere, en su carta se preguntaba que podría ser el "unplugged" aplicado a la historieta. Quizá los bocetos a lápiz, quizás ideas del guión que luego se quedan en el tintero. De ahí salió la idea de que la revista que ibamos a hacer publicara "algo" más que las páginas de cada serie. O algo menos, como en Torpedo, donde la apuesta por el blanco y negro no es más que querer ofrecer al lector la "versión original" de esta serie, cuya posterior edición en álbum, en todo el mundo, se hará en color.

La ideal del "unplugged" se quedó flotando por ahí y cuando llegó el momento de presentar la tercera parte de EVA MEDUSA, tomo cuerpo definitivamente.

Llamé a Antonio Segura y le pedí que al tiempo que resumiera los elementos clave de los dos primeros libros, contara algo más. Algo inédito, secreto, algo que nos diera alguna clave sobre el porqué de EVA MEDUSA.

Por entonces andábamos discutiendo sobre diversos proyectos.

Antonio suele ser un fabricante de series infatigable. Estábamos hablando de la recuperación de Burton & Cyb, de la serie Ozono (inédita en España) dibujada como la anterior por José Ortiz, de dos series nuevas con Rubén Arozena y José Aguilar, y además no perdíamos ocasión para hablar del bien y del mal.

Dí por hecho que Antonio enviaría un texto de 200 folios y me olvidé del tema, hasta que llegó el cierre de este número 1 y comprobé, no sin cierta sorpresa, que Antonio practicaba un sospechoso silencio.

Su padre había estado enfermo, proyectos para televisión y dibujos animados, fueron sus convincentes argumentos. Esto y un texto de Neruda.

Al parecer en este texto estaba la clave de EVA MEDUSA.

Hoy, día de cierre de la revista, me envía por fax el texto que encabeza esta presentación. Pablo Neruda cuenta en sus memorias cómo se encuentra con un mecenas chileno, amigo de Rafael Alberti, que le conduce a una boîte de rusos blancos llamada la bodega Caucasiana, en la que conocen a una chica que, según Segura, bien pudo ser Eva.

Leo el texto y recuerdo el de la contraportada del segundo libro: "No se te ocurra mirarla a los ojos; baja la mirada, cierra tu corazón. Si no, puedes ser su próxima víctima, te puede convertir en el esclavo de sus deseos."

Por otra parte los títulos de la trilogía son también elocuentes: Tú, el veneno, Tú, el deseo y ahora Yo, el amor.

Y, que quieren que les diga, no hay resumen que pueda transportarles al mundo que han recreado Antonio y Ana. Así que aprovecho la ocasión para recomendarles que se hagan ustedes con los dos primeros álbumes, que son de lo mejorcito que ha producido la historieta española en los 90. Encontrarán magia, pasión, vudú, incesto, lujuria, aventura y exotismo, a la vez que podrán descubrir la evolución del talento gráfico de Ana Miralles.

Seguro que no se arrepienten y prometo hablar de nuevo con Pere Joan, para que me aclare bien esto del "unplugged", no vaya a ser que no lo haya entendido bien.

JOAN NAVARRO


Revista Viñetas nº1 Enero 1994 Ediciones Glenat

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Viajes al otro mundo

ECC Ediciones publica una de las obras que convirtió a su autor, Richard Corben, en uno de los grandes nombres del noveno arte

José Luis Vidal

08 de diciembre 2024




En mi adolescencia hubo dos autores que me marcaron, abriendo una puerta hasta ahora desconocida para mí, que hasta entonces tan solo había navegado por universos poblados de tipos con capas y mallas. Y resulta significativo que a ambos los conocí en las sendas publicaciones editadas por Josep Toutain, que supo reunir en el interior de Creepy y 1984 (entre otras) a lo mejorcito del panorama nacional e internacional en los ya lejanos años ochenta.

Los nombres de estos autores eran Berni Wrightson y Richard Corben. Curiosamente, sin ninguna relación en el aspecto gráfico, pero ambos siendo unos auténticos titanes en el mundo del cómic.

Me recuerdo pateándome la ciudad y todas las librerías y papelerías en busca de los ansiados ejemplares de cada mes que, ‘gracias’ a la deficiente labor de la deficiente distribución se convertía en un calvario, dejándome huecos entre número y número. Afortunadamente, Toutain también fue revolucionario, y tras publicar por entregas las historias de algunos de sus autores, las recopilaba en los míticos álbumes de tapa blanda que tanto trabajo y lloros me costó reunir, ya que, como a muchos chavales de aquellos años, la exigua paga semanal no nos llegaba para casi nada.

Pero con tiempo, un buen olfato y sobre todo, mucha suerte, pude hacerme con todos y cada uno de aquellos ejemplares que aún conservo en mi biblioteca, algunos de ellos incluso auténticos grimorios, como el deseado Vuelo a la fantasía, que me hizo protagonizar una divertida anécdota que ya os contaré en otra ocasión.

Y es que ahora es momento de celebración, ya que después de muchos años, por fin podemos tener en nuestras manos la versión definitiva de la obra que marcó a muchos lectores, Den: Nuncanada, un alucinante y alucinógeno viaje junto a su protagonista, que despierta en un paraje desconocido, y dentro de un cuerpo, desnudo y musculoso, que le es totalmente ajeno.

Con poco tiempo para reaccionar, este seguirá a una voluptuosa fémina que parece estar a punto de caer en las fauces de un horrible monstruo. Pero Den pronto descubrirá que en este mundo la mentira, el engaño y la traición también son moneda de cambio…

Aunque no todo será malo para él, ya que en su vagar por estos paisajes imposibles, nacidos del talento de su autor, y su personal método de trabajo, conocerá a Kath, una rubia y rotunda joven que, como él, se ha trasladado desde una lejana época de nuestro mundo a este otro lugar, Nuncanada.

El amor, la obvia atracción física nacerá entre ellos, pero tendrán poco tiempo para conocerse, ya que la cruel reina del lugar y el taimado Ard mantiene un pulso por la posesión de un poderoso objeto, un cetro bautizado como el Locnar, con el que podrán obtener el poder invocando la presencia de una monstruosa entidad que nos lleva a universo lovecraftiano.

Y es que no casualidad que esta reseña lleve el mismo título que el volumen que recoge las peripecias de Randoph Carter, personaje creado por H.P. Lovecraft, autor cuya obra influenció notablemente a Richard Corben (también sucedió con Robert E. Howard), como puede comprobarse en esta y otras muchas obras. Incluso con el tiempo llegó a adaptar alguna a las viñetas.

Y así, en esta primera entrega de cinco, vamos a sumergirnos en este universo de colores imposibles, curvilíneas mujeres, monstruos aterradores y mil y una peripecias protagonizadas por el lampiño protagonista, Den.

Una edición definitiva, como decía, sobre todo gracias a la impagable labor del colorista y director de arte, José Villarrubia, que ha conseguido que las páginas ilustradas por Corben nos lleguen ahora en su máximo esplendor, tal como él propio autor hubiera deseado que se publicaran.

En el interior del volumen vamos a encontrar una serie de textos, firmados por Villarrubia, el novelista Fritz Leiber y Bruce Jones, que tan bien conoció a Corben, firmando junto a él infinidad de maravillosas obras.

Y sin dejar de recuperarnos de un inevitable brote de síndrome de Stehndal, nos topamos con varias bellas ilustraciones, de esas que te dejan sin aliento por su belleza.

En Estados Unidos ya se ha anunciado la quinta, y última entrega de la saga protagonizada por Den, así que tenemos asegurada su publicación en nuestro país, así como la futura edición de la última obra firmada por Corben, Dimwood. Tan solo es cuestión de tiempo que podamos tenerlas en nuestras ansiosas manos y poder volver a deleitarnos una y otra vez con el arte de uno de los grandes autores que ha dado el cómic.


Diario de Cadiz




martes, 10 de diciembre de 2024

Contrition, o una vuelta de tuerca magistral del género negro

Daniel González




Contrition

Carlos Portela y Keko 

Editorial

España Japón EE. UU., 

Francia

Rústica con solapas 

Cartoné

168 págs.

Color Blanco y negro

Obras relacionadas

17 años

Fujii Seiji y Kamata Youji 

(Mangaline ediciones)

La muñequita de papá 

Debbie Drechsler 

(La Cúpula)

Presas fáciles 

Miguelanxo Prado 

(Norma Editorial )



El género noir, polar o comúnmente conocido como género negro suele estar protagonizado por hombres, detectives, policías, e incluso personas con una meta o un fin, ya sea por venganza, un encargo o solucionar problemas persona- les, caracterizados por una rudeza y un carácter duro, inexpresivos y con pocos o ningún sentimiento hacia el resto de la humanidad. Todo ello aderezado con un ambiente oscuro, enrarecido, plagado de misterio y del que jamás sabremos si el protagonista saldrá con vida de todo aquello que se va creando, y todo esto es Contrition

Bueno, en realidad, no, pero sí, o algo parecido, porque Contrition juega con otra baraja, o con dos, ya que dentro del contexto de género, añade otro, que es la no-ficción, basándose en los casos reales de pederastas o pedófilos juzgados, que una vez cumplidas sus condenas, deben vivir alejados de la civilización, con un control muy riguroso sobre ellos o incluso poner un cartel a la entrada de sus domicilios, avisando de quiénes son, junto a su delito. Y ya desde su portada, Contrition nos avisa.

Contrition es una obra difícil, dura por momentos, pero clara y concisa en lo que quiere contar, remueve sentimientos, remueve opiniones y remueve conciencias, porque, como dije, esta obra juega con dos barajas.

Si al comienzo nos referíamos al noir y más adelante a la no-ficción, es porque Contrition nos cuenta, ya desde sus primeras páginas, cómo uno de los habitantes de un pequeño pueblo llamado igual que el título de la obra, pedófilo empedernido, es encontrado muerto en su domicilio, supuestamente quemado a lo bonzo, expiando así sus pecados, digamos que haciendo su propio acto de contrición. Dando así comienzo una investigación por parte de una periodista, Marcia, otro ejemplo de acto de contrición, tratando de encontrar pistas de que ahí ha pasado algo extraño y hay cosas que no son lo que parecen.

La historia avanza sin cuartel, abriendo camino a conjeturas y suposiciones, jugando al despiste, hasta que nos muestra la cruda realidad, y se descubre el secreto mejor guardado, su as en la manga. Con todos esos porqués y las motivaciones de los protagonistas, porque Contrition es una obra coral, se irán desentrañando los fines y metas a las que todos ellos quieren llegar, da igual el precio que pagar o las consecuencias.

Estas dos barajas tienen dueños, Carlos Portela (Vigo, 1967) y Keko (Madrid, 1963), y, como los mejores crupiers, van repartiendo sus cartas, abriendo el juego, y que cada cual las maneje como mejor sabe.

Carlos nos plantea una narración que se toma su tiempo, presentando a los diferentes personajes, sus razones y el porqué de sus decisiones, un desarrollo de largo recorrido en el que descubriremos esas luces y sombras del ser humano, con sus mochilas personales y emocionales, haciéndonos partícipes indirectamente, de ser jueces, jurados y verdugos de la sucesión de actos que todos ellos van realizando a medida que avanza la lectura. Unos diálogos a los que debemos prestar atención, ya que marcan el ritmo narrativo, llenos de mensajes y abriendo esa posibilidad, a veces complicada y difícil de entender, que es el entendimiento y el perdón.

Keko, por su parte, mantiene ese estilo tan reconocible, de corte realista, en donde la expresividad de los personajes juega un papel vital, ya que siempre sabemos por lo que están pasando

los personajes o cómo se sienten, unido a un manejo del entintado casi perfecto, en el que las sombras reflejan todo ese ambiente siniestro, por lo que consigue meternos de lleno en la obra.

Usando en general un viñetaje de 2 x 3 por página, aunque a veces usa el recurso de viñetas rectangulares o divididas en tres, hace que la narrativa sea más fluida.

Una obra con varias capas, que necesita relecturas y en la que el lector forma parte importante de este gran juego de huidas hacia delante.

Las cartas están sobre la mesa, los jugadores preparados y listos, ya solo queda disfrutar de la velada y aceptar todas las jugadas que se nos planteen durante la partida.







Jot Down Comics (2024)


Un lado oscuro


"Nunca sabremos si ocurrió por accidente o fue una decisión voluntaria. Como tantos sucesos nunca ocurren de forma ordenada.

En las primeras horas de la mañana del día 12 del mes de Marzo, un hombre despertó con su conciencia sacudida. Algo había cambiado de manera permanente en su voluntad, en su mente.

Despertó entre penumbras, dentro de una bañera antigua, el agua contribuyó a desorientarle aún más. Permaneció unos minutos dentro de la bañera, desnudo, pensativo y desnudo, de una manera inconcebible. Se esforzaba en recordar algo, algún detalle que le dijese qué hacía allí.

Salió de la bañera y al mirar el espejo el golpe fue inaudito. Un desconocido moreno, con penetrantes ojos oscuros le devolvía una mirada que no reconocía. Por un segundo, un breve instante, la idea de una sonrisa sarcástica, venenosa, pugnó por asomarse a sus labios, pero desconocía cualquier motivo que le llevara a hacerlo."

El texto anterior, parte del inicio de una película, primigenia y primordial en muchos aspectos. Ya cumplió el cuarto de siglo y sorprendentemente resulta dificil de encontrar.

Todo este prologo luce como las imágenes que acompañan: breve, inexacto y tarda mucho en aparecer.

Aunque debería decir en mi defensa que últimamente parece que estoy más orientado al esfuerzo del dibujo, todo apunta que en los próximos ciento veinte años podría hasta realizar algún comic. Todo se andará.

Ah, y por cierto, no pude resistirme a dibujar al Inspectour Clouseau y al Sargento Deux Deux


















lunes, 9 de diciembre de 2024

¿Porqué leer a los clásicos? 1 : SANCHÍS, EL AMIGO DE LOS GATOS


ANTONIO TRASHORRAS


Por desgracia, en estos crispados anos de superheroismo macarra y demás plagas de la viñeta relajada, resultan cada vez menos los aficionados a la Historieta conscientes de que, si el tebeo español ha producido alguna verdadera obra maestra, durante su accidentado siglo y pico de existencia, ésta ha debido de pertenecer, sin duda, a la parcela, hoy prácticamente baldía, del humor más o menos infantil. Talentos del tebeo cómico de la estatura de Peñarroya, Cifré, Puigmiquel, Benejam, o Martz-Schmidt (por desbrozar apenas unos cuantos ejemplos particularmente incontestables), a duras penas han encontrado, a mi juicio, en el terreno del tebeo realista o adulto. creadores capaces de hacerles siquiera sombra.

Por ello, al comenzar esta sección dedicada, en principio, a la vida y obra de historietistas clásicos, cuyo trabajo pertenece, Hasta el momento, inédito aquí o, al menos, resulta semidesconocido para el actual lector medio de tebeos, no he podido resistir la tentación de abrir fuego rindiendo homenaje a uno de nuestros mas prolíferos autores infantiles; uno de esos ignorados genios del humor gráfico que los chavales de hoy jamás llegaron a conocer pero que, en cambio, nace años, alegraron, con su buen hacer, los grisáceos días de varias generaciones





Monstruo de la Historieta instantanea, capaz de trascender con su ingenio tanto unas condiciones laborales vergonzosas como unos plazos de entrega poco menos que inhumanos, JOSÉ SANCHÍS es, hoy por hoy, quizá el más importante historietista español vivo, merced a su copiosa e impresionante trayectoria a lo largo de casi medio siglo de dedicación a los tebeos.

Pese a todo, como la mayoría de los clásicos de la Historieta española, SANCHÍS, el maestro de la aventura onírica y el gag espontáneo, resulta, por desgracia, un perfecto desconocido para los lectores más jóvenes, situación de difícil solución debido a la inexistencia de reediciones del material perteneciente a su mejor época. Textos como el presente, mientras nuestra industria del tebeo no evolucione mínimamente, apenas podrán aspirar a despertar la curiosidad del aficionado reciente o, cuando menos, a espolear la nostalgia de los más viejos del lugar, así estamos.

JOSÉ SANCHÍS GRAU, nacido en Valencia en junio de 1932, caería, desde muy temprana edad, irremisiblemente enamorado de los tebeos. Lector voraz de todo tipo de historietas, pronto comenzará a cultivar con singular pasión el dibujo, fundamentalmente humorístico. Siendo apenas un niño crea ya su primer personaje, El soldadito Pepe, el cual, años más tarde, llegará a convertirse en una de sus más emblemáticas y populares creaciones. En 1948 (es decir, con tan sólo 16 años), consigue publicar sus primeros trabajos como historietista (chistes e historias cortas) en el calendario Myrga (lugar donde, según él, no se fijaban demasiado en las deficiencias técnicas, fruto de su inexperiencia), para poco después iniciar sus prolongadas y fructíferas relaciones con la, por entonces pujante, Editorial Valenciana, cuya mítica cabecera Jaimito significaría uno de los pilares del tebeo humorístico de postguerra, junto con las barcelonesas TBO y Pulgarcito. Será precisamente en las páginas de Jaimito donde SANCHÍS dará vida, a partir de los 50 y por espacio de casi tres décadas, a la mayoría de sus entrañables personajes: El Capitán Mostachete, Pandolfito Cebollino, Miguelín y el Trenecito, Don Sinfonio Ritmoloco, Sandokancio y, por supuesto, El Soldadito Pepe. Por aquellas fechas, el futuro maestro del tebeo valenciano también colaborará en otras revistas como Mariló (la revista "ideal para niñas" de Valenciana, para cuyas páginas creará la serie Marilyn y la Moda, La Hora del Recreo (suplemento del diario Levante, donde nacerá el personaje Gaspar) o Trampolín (revista madrileña de inclinación católica, en cuyo seno, y acompañado por algunos colegas valencianos como Karpa, Liceras o Palop, SANCHÍS desarrollará las aventuras de Benjamin y su Pandilla).

 Quien tiene un gato, tiene un tesoro

En 1955, dará en el clavo creando a Pumby, el Gatito Feliz, un optimista felino negro, cuya exigua indumentaria (pantalón corto rojo y guantes blancos) recuerda inmediatamente al disneyano Mickey Mouse. Las primeras aventuras de esta nueva figura del tebeo se desarrollarán, en el interior del semanario Jaimito, por medio de entregas autoconclusivas de tan sólo 5 páginas, en las cuales su autor evidencia, todavía un trazo irregular y bastante poco fluido.

La considerable aceptación por parte del público infantil del nuevo personaje, incitará a Valenciana a lanzar, en Abril de 1955, una nueva revista semanal, orientada hacia lectores de menos edad que los de Jaimito, llamada precisamente Pumby. Dicha publicación, quizás el más importante tebeo infantil publicado jamás en España, será el hogar de nuestro gatito feliz de ahí en adelante, y donde vivirá toda su etapa de esplendor.

Durante sus primeros 5 años de vida, las portadas de dicho semanario serían realizadas, con su elegancia habitual, por Jesús Liceras, para pasar, después, a manos del propio SANCHÍS. Paralelamente a esto, la extensión de las aventuras de Pumby crecerán hasta las 20 páginas (divididas en 4 episodios), formato que permitirá al autor desarrollar, de forma plena, su incontenible fantasía a través de tramas cada vez más delirantes y repletas de giros argumentales e inesperados golpes de efecto.

Decidida a exprimir al máximo el éxito del gato, Valenciana lanzará en 1960 otra revista paralela, Super Pumby, esta vez de cadencia mensual y, de nuevo, con el célebre personaje de SANCHÍS como principal reclamo. En las aventuras desarrolladas en esta revista, el minino en cuestión adquiría poderes similares a los de SUPERMAN, con sólo ingerir unas píldoras de zumo de naranja concentrado (por si este detalle no resultara suficientemente revelador de la procedencia valenciana del personaje, SANCHÍS le colocó como en emblema, en el pecho, en lugar de la típica "S", nada menos que... ¡un petardo fallero!).

Por último, llegarían toda una serie de publicaciones (en gran parte compuestas por reediciones de aventuras completas) como Mini Album Pumby, Cuentos Troquelados Pumby o Libros Ilustrados Pumby, al socaire, todos ellos, de la creciente aceptación de las dos revistas del personaje.



Un autor incombustible

Ya en 1970, SANCHÍS ampliará sus horizontes más allá de Valenciana, creando para la revista Zipi y Zape de Bruguera el personaje de Robin Robot, cuya trayectoria abarcará casi 18 años.

A mediados de los 70, se comenzará a advertir un cierto agotamiento del personaje, el cual coincide con el inicio de una mala racha para Editorial Valenciana. Así, en 1974 desaparecerá la otrora lucrativa Super Pumby, coincidiendo con una paulatina disminución por parte de SANCHÍS del número de páginas de cada aventura del gatito, hasta quedar reducidas a una sola plancha.

Finalmente, en 1976, dejan de publicarse las aventuras de Pumby en su propia revista homónima siendo sustituidas por las peripecias de una nueva criatura de SANCHÍS: Record Boy.

Las aventuras de este personaje presentarán un grafismo algo más realista, además de un tono mucho menos enloquecido que el popularizado años atrás por Pumby.

A principios de los 80, SANCHÍS participará en algún que otro proyecto particularmente chocante como, por ejemplo, la adaptación a la historieta de la película de ciencia-ficción Mazinguer Z (nada que ver con los dibujos animados del mismo título), trabajo de encargo que el dibujante resolvería con desparpajo y un sentido del absurdo en verdad anonadantes.

La completa decadencia de la editorial madre de SANCHÍS llegaría a mediados de los 8o, con la desaparición de la revista Pumby (en su número 1.204) y una más que filibustera ruptura con la mayoría de sus dibujantes.

Tras esto, sólo volveríamos a tener noticias suyas cuando, en 1991, comenzara a colaborar con la interesante revista infantil Camacuc, para cuyas páginas aún hoy continúa dibujando (en mejor forma que nunca, según sus palabras) Els Fills de Pumby, las aventuras de los retoños del célebre gato.

Por lo pronto, a sus 61 años, el irreductible SANCHÍS, padre del gato más famoso de la Historieta española, parece pensar en cualquier cosa menos en jubilarse. Que sea por mucho tiempo.


Revista Viñetas nº1 Enero 1994 Ediciones Glenat


Los compañeros del crepúsculo / François Bourgeon




El tranquilo estudio donde trabaja François Bourgeon recuerda el interior de un barco. Trabaja rodeado de libros y revistas sobre la Edad Media —su pasión— y de maquetas y esculturas que él mismo ha fabricado para que le sirvan de modelo para sus cómics. Antes de crear sus historias sobre el papel, Bourgeon parece tener la necesidad de tocar con sus manos los lugares y los personajes de las historias que imagina.

François Bourgeon es tal vez el autor que más se aleja del cómic producido de forma industrial. Es un artesano que elabora sus álbumes con una meticulosidad que parece más propia de los copistas de un scriptorium medieval que de las prisas que recorren nuestro tiempo. Referirse a él como un artesano no es una licencia poética sino un dato biográfico, ya que antes de dedicarse a la historieta aprendió el oficio de la confección y restauración de vitrales y obtuvo en ese arte el título de maestro. Nació en París en 1945 pero gracias al éxito de su serie Los pasajeros del viento pudo dejar la ciudad y retirarse a la Bretaña francesa. Allí encontró la tranquilidad necesaria para abordar una saga aún más ambiciosa que la anterior: Los compañeros del crepúsculo. La crítica recibió la nueva obra como una muestra de madurez de su autor y el público la convirtió en un nuevo éxito comercial.



Los compañeros del crepúsculo se enmarca en una Edad Media cruel y violenta, dominada por la religión y el fanatismo. En una Francia devastada por la guerra, un caballero emprende una cruzada personal contra la fuerza negra. Es un caballero sin nombre y sin rostro, porque su cara está desfigurada como si en ella hubieran quedado marcadas las heridas de cien años de conflicto armado. Le acompaña el joven y cobarde Anicet y la hermosa Mariotte, protagonista femenina de la aventura que, como es habitual en Bourgeon, exhibe su atractivo físico y su fuerte carácter sin pudor alguno.

La acción se sitúa a finales del siglo XIV, una época crepuscular en la que el final de la guerra de los cien años supone también el final del feudalismo y de la Edad Media. Este crepúsculo es el último canto de una época, de un tiempo en el que la vieja tradición celta parece difuminarse y cede terreno ante el cristianismo, que pasa a adoptar algunas de las fiestas de la tradición celta.

Como si se tratase de una fórmula mágica, o de una leyenda, el número tres recorre toda la historia. Tres son los protagonistas, tres las hijas de la familia Malaterre (linaje que obsesiona al Caballero), tres las sirenas que adornan su escudo de armas, y tres las fuerzas que según la leyenda dominan el mundo: la fuerza blanca del orden, la fuerza roja del fuego y la fuerza negra de las tinieblas.

La repetición de este número no es casual. Muchos conceptos filosóficos y mitológicos pivotan alrededor del tres, el número de las llamadas tríadas indoeuropeas (clero, nobleza y plebe) a las que les correspondían, respectivamente, lo sagrado, la fuerza y la fecundidad.

«Hay tres partes en el mundo, tres comienzos y tres finales, tanto para el hombre como para el roble», advierte el poema que se recita en Los compañeros del crepúsculo. Son estrofas de una antología de canciones en lengua bretona (el Barzaz Breiz) cuya letanía —extraña y oscura— se usaba al parecer como rito de iniciación para los druidas. Tres son también los colores de este cómic: blanco, rojo y negro. El blanco de la nieve que cubre el paisaje y las miserias de la guerra, el rojo de la sangre y de los muertos, el negro de las fuerzas ocultas y de lo desconocido. De negro viste uno de los personajes que aparece como un fantasma en todos los momentos cruciales del relato. En él parecen encarnarse los mitos y las leyendas de toda esta época.

La historia se divide asimismo en tres partes y fue publicada inicialmente en tres volúmenes, aunque ahora ya existe en una edición unitaria (eso sí: con una traducción que no hace justicia al original). La primera parte es la introducción, la segunda actúa como paréntesis a medio camino entre lo real y lo onírico, la tercera contiene el auténtico nudo y desenlace de la acción. Solo este último bloque, de ciento veintiséis páginas, supuso para Bourgeon tres años y medio de trabajo que certifican que esta es una obra elaborada con mimo y con cariño; la trama está tejida como en una filigrana medieval y el dibujo alcanza un detallismo y unos niveles de reconstrucción histórica jamás superados en un cómic.

Esta es una historia densa, de esas que invitan a sumergirse en ellas y dejarse llevar; una historia absorbente, contada con un ritmo que parece evocar las gestas de los antiguos juglares y trovadores. Como en esos cantos, también este cómic está poblado de personajes secundarios extraños y sugestivos que dotan el relato de una dimensión casi mítica. La historia atrapa al lector con momentos de alto impacto emocional que le obligan a coger aliento antes de seguir. Bourgeon demuestra ser, además de un meticuloso dibujante, un hábil narrador que disfruta contando historias y que sabe cómo contarlas. Y esta es una de las claves de su trabajo, como él mismo explica: «El cómic es un arte narrativo. El dibujo y el texto están al servicio de la narración. El cómic sin ese aspecto narrativo no me interesa, pues a mí me gusta contar historias».

Los compañeros del crepúsculo es una historia sabiamente contada, capaz de establecer con el lector unos lazos afectivos de tal hondura que su lectura quedará para siempre en nuestra cabeza y en nuestro corazón.


Jot Down - Cien Tebeos Imprescindibles (2014)



domingo, 8 de diciembre de 2024

Tenían que ser 7…

Un nuevo capítulo de la terrorífica saga ‘Mitos del huerto de los huesos’ llega a las librerías de la mano de Lemire y Sorrentino



José Luis Vidal

01 de diciembre 2024 

La pareja artística del canadiense Jeff Lemire (en este caso como guionista) y el dibujante italiano Andrea Sorrentino llevan tiempo uniendo sus talentos para regalarnos buenas historias, ya sea dentro del espectro mainstream del mercado norteamericano, revitalizando al arquero esmeralda, Green Arrow, narrando las andanzas de un Lobezno geriátrico, pero no menos letal, o mostrándonos el perfil más horripilante del Hombre que ríe, el Payaso del Crimen, Joker.

Pero la libertad absoluta que concede trabajar para una editorial independiente ha hecho que este singular dúo se haya reunido de nuevo para regalarnos historias tan potentes y conmovedoras como Primordial, donde sabremos que esa perrita que viajó al espacio no falleció, y conoce más de un secreto de otros habitantes del vasto universo…

Y de ahí, el Terror con mayúscula, llevándonos de la mano a Gideon Falls, una población en la que comienzan a suceder extraños sucesos que harían helar la sangre de cualquiera, y que parecen tener mucha relación con cierto granero que más vale no pisar nunca.

Tan buena sintonía han tenido estos dos grandes nombres de la viñetas que la fértil imaginación de Lemire parió un proyecto de grandes dimensiones, tal vez uno de los más ambiciosos de su carrera artística, y también enmarcado dentro del género de terror. Su titulo es Los mitos del Huerto de los Huesos, y se compone de varios relatos, publicados en diferentes formados, que comenzó con un Preludio en el que el misterio, el suspense y lo desconocido hacían su aparición para lanzar a su protagonista a un pozo horripilante.

Y de ahí, en El pasadizo, un joven miembro de la Sociedad Geológica Canadiense llega a un islote donde un solitario faro se levanta. Pero en este lugar apartado del mundo hay algo más, un enorme agujero, cuya oscuridad esconde más de un secreto, recuerdos que duelen en el alma.

En el tercer capítulo de la saga, titulado Diez mil plumas negras, conoceremos a Trish y Jackie, dos amigas del alma, que poseen una fértil imaginación y que, sin percatarse de ello, van a trasladarse a ese lugar que existe al otro lado, del que en anteriores capítulos hemos avistado imágenes que nos helaron la sangre.

Y ahora, ávidos como estábamos de conocer mucho más de este oscuros mitos, llega una nueva (¿tal vez la última?) entrega de la saga, El Bloque, en el que un edificio de pisos será el epicentro del argumento, protagonizado por esos ‘siete’ que dan título a esta reseña. Todos ellos habitan en este lugar, algunos se conocen entre sí, otros tan solo se han mirado de reojo en el ascensor, susurrando un casi inaudible “buenos días”, pero poco más…

Son Isaac, un niño curioso, que parece presagiar que algo ominoso está a punto de acontecer en este lugar, parado frente a ese árbol, cuya seca y ennegrecida corteza y ramas parece esconder secretos e imágenes de cosas que no deberían estar ahí.

Su madre, Amanda, médico que trata de tener un equilibrio entre su vida profesional y cuidar a su hijo, al que ve bastante poco, hecho este que la preocupa especialmente.

Justin, un dealer, joven camello que pasa los días en la calle, vendiendo droga a los chavales del patio y que secretamente está enamorado de Tanya, una chica con mucho carácter cuya pasión es la música, pero cuya relación directa con Justin es, en principio, tan solo ‘comercial’.

Bob ha echado a perder su vida por culpa de su ludopatía, una obsesión por el juego que ha hecho que deba ingentes cantidades de dinero. Hecho este que oculta a su enferma esposa, que reposa en una cama, esperando el inevitable final.

Gary, un solitario y bastante desagradable tipo que trabaja en un parking, y ve pasar las horas, enclaustrado en su garita, sin nadie a quien poder hablar, lo que ha hecho que su carácter y formas se agrien.

Y finalmente, la persona que se convierte en el motivo, el inicio de esta historia de terror que involucra al grupo de vecinos. Felix es un anciano que tan solo ha hablado de vez en cuando con Isaac, sus palabras parecen tener un significado especial, pero el chaval no va a poder preguntar ya que este muere, dejando su apartamento abandonado.

Justo aquí, en el momento en el que se cruce una puerta, comenzará un descenso al infierno, pero si en el de Dante eran diferentes círculos, aquí el descenso será tratando de bajar pisos, hecho este que no va a resultarle nada fácil a los protagonistas, ya que en ellos se van a encontrar con seres sin rostro, unos enmascarados que ya conocemos, pesadillas que no les son ajenas y unos paisajes y peligros que harían encanecer a cualquiera…

¿Todo lo que ocurre es un plan preconcebido? ¿Podrán llegar a la salida, a la calle? ¿Qué secretos se esconde en el pasado de Felix?

Para conocer todas estas respuestas, y algunas más, tan solo tenéis que entrar, sumergiros en los misterios de El Bloque.

Buena suerte…


Diario de Cadiz