Antes de ser una entrada de diccionario, e incluso antes de ser
nuestra prima, Bécassine esta considerada el primer
personaje femenino de la historieta francesa. De el bretón
Joseph Pinchon, ve la luz en 1905, y basta decir que un siglo nos ha dado tiempo para discutir su papel y su influencia entre mujer sumisa
hasta el punto de quedar clavada por la ausencia de
boca y símbolo de desprecio parisino para los bretones.
Sin embargo, ella no es tan estúpida. Bécassine
Si Bécassine no tiene boca, la Castafiore se hace escuchar, e incluso demasiado para algunos. Bianca Castafiore, el ruiseñor milanés,
se distingue por su vanidad y su voz insoportable, pero es que el papel no es menor. En los álbumes de Tintin, la recordaremos como el único
personaje femenino de Hergé, una mujer que, ciertamente, irrita a todo el mundo y cuyo nombre mata al amor, pero sabe mostrar coraje,
amistad y generosidad.
Antes de tomar las características de Jane Fonda en el cine, la creación de Jean-Claude Forest sacudió la cultura y costumbres francesas en uno de los primeros cómics adultos. Icono de la liberación sexual
de la mujer, Barbarella sigue siendo una fantasía masculina. Su autor
también estaba un poco harto que lo invocáramos constantemente
en el tema de su supuesto erotismo, lo cual no fue un problema para él.
Está bajo el título de Valérian, agente espacio-temporal, que aparece por primera vez la serie de Mézières y Christin. El personaje de Laureline es igual al héroe masculino. Fue una revolución. Las cartas de los lectores de Pilote estalló en llamas. Christin
está inspirado en el feminismo americano de los años 60 para crear una heroína moderna y ingeniosa. En el año 2010, la serie se convierte en Valérian y Laureline, Luc Besson rebautizó el nombre de su película, Valérian.
Inspirándose en el anuncio de una pasta de dientes de “sabor salvaje”, Giraud desembarca este personaje femenino en la serie Blueberry por lo que se avecina, bajo la pluma de Charlier,
uno de los ciclos narrativos más extraordinarios de la historieta francobelga. Como la condesa Cagliostro en Arsène Lupin e Irene Adler en Sherlock Holmes, esta cortesana despierta fascinación y repulsión. El estereotipo no está lejos. En Arizona Love, ella parece
incluso dormir con su enemigo.
Maggie Chascarrillo y Hopey Glass son las dos heroínas bisexuales de la serie Locas creado en 1982 por Jaime Hernandez y publicado originalmente en el cómic Love & Rockets. A través de su pluma, ambos realista y surrealista, Hernandez cuenta el viaje de estas dos
chicas adolescentes en un suburbio hispano de Los Ángeles, los inicios de la escena punk, un amor explosivo y apasionado que experimentan uno por el otro. Un retrato de mujer saludado por Virginie Despentes.
Nacido bajo la pluma de Claire Bretécher, Agripina es una chica de secundaria malcriada y superficial, del tipo cínico y desilusionado.
La joven Agripina (y no Agripina la Joven, aunque ella ya sea una inspiración) funciona como alegoría crítica de mentalidades contemporáneas, incluso una caricatura de la burguesía parisina.
No es un modelo a seguir, sino una antiheroína con preocupaciones infantiles, que hace preguntas de identidad y existenciales.
Con su tanque blindado y su cabeza afeitada, Tank Girl es mucho más
que un Mad Max femenino. Creado por Alan Martin y Jamie
Hewlett, el rebelde anarco-loca y provocativa hace lo que quiere, dice lo que quiere quiere, bebe lo que quiere y sobre todo rompe con el orden establecido y las heroínas demasiado sabias
y dóciles para convertirse en un personaje de culto de los cómics británicos. Precursora del movimiento underground Riot Grrrrl,
hoy reivindica el estatus de ícono punk y feminista.
Francia no es la única que ha dado luz a personajes femeninos simbólicos. Japón ofrece su propio lote de heroínas inolvidable y entre ellos, Sakura Kinomoto, creación del colectivo femenino Clamp que aparece en el manga Cardcaptor Sakura. Sakura es una chica mágica: colegiala dotada de poderes mágicos. Sobre todo, tiene un optimismo a toda prueba que la convierte en una de las heroínas más entrañables del manga.
Creado por dos estadounidenses de religión musulmana, Kamala
Khan, la última encarnación desde Miss Marvel hasta la fecha, alienta
un soplo de aire fresco en su universo a veces demasiado homogéneo
de los cómics de superhéroes. Una estudiante de secundaria musulmán estadounidense de padres paquistaníes, Kamala es una superheroína
increíblemente moderna y actual, un símbolo durante mucho tiempo
esperado en el panteón de Marvel lo que refleja la importancia de diversidad y representación en los medios.
Les femmes sont-elles l´avenir de la bd?
(Traducido del francés como se ha podido)
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