jueves, 21 de diciembre de 2023

El tebeo, metáfora de la infancia

A.M.

La memoria de la infancia de muchos niños se construye alrededor de l mágica lectura de los tebeos. Aquellos cuadernillos que se arrugaban de tanto sobarse y que siempre perdían a su primer dueño circulando de mano en mano allá por los años 50, ahora se transforman en tesoros de coleccionistas. Además el cómic humorístico español infantil fue durante la dictadura franquista uno de los pocos espacios para la risa sincera que le quedó al lector. Tanto niños como adultos se refugiaron en sus páginas y resistieron con sus carcajadas la desolada realidad de un presente carente de libertades.


El cómic juvenil tiene una gama muy amplia de obras y autores, así como de géneros, que van del humor costumbrista a las aventuras en escenarios exóticos. En esta ocasión voy a centrarme en algunos ejemplos que considero claves dentro de la producción española, belga y francesa. 

El caso del cómic juvenil español viene definido por la tradición de las revistas infantiles. Destacan el TBO, que dará nombre genérico de tebeo al cómic español y surge en 1917; Pulgarcito, nacida en 1921; el DDT de 1951; o el Tío-Vivo, surgida en 1956. En estas publicaciones mencionadas, muchas de la editorial Bruguera, aparecerán los trabajos de autores fundamentales como Benejam, creador de la entrañable Familia Ulises, que tantos éxitos cosechó a finales de los años 40 y en los 50; o Cifré, autor del que destaca su personaje el repórter Tribulete de finales de los 40. Otra de las grandes figuras de la historieta española fue Escobar, creador de Carpanta y Zipi y Zape para la revista Pulgarcito a finales de los 40. También creó en los años 50 personajes costumbristas como Doña Tula, una suegra que martiriza a su yerno Clotildo, Petra criada de doña Patro, el retrato de una joven emigrante rural que va a trabajar de empleada de hogar a la ciudad, o la portera Blasa.

INOLVIDABLES son también los personajes de Vázquez: sus Hermanas Gilda, surgidas en Pulgarcito en el 49; la Familia Cebolleta, para el DDT, en el 51: la Familia Churumbel, ya de los años 60; y como no Anacleto Agente Secreto a finales de los 60. Además, no tuvo problemas para autoretratarse y transformarse en personaje con los Cuentos de Tio Vázquez. Peñarroya es otro autor clásico que trabajó para Bruguera creando personajes curiosos como Don Pío, Gordito Relleno y Don Berrinche de finales de los 40. Como personaje malévolo destaca Doña Urraca, de Jorge, esencia de la caja de Pandora.

Segura fue otro autor que ofreció una visión costumbrista con personajes que trataban de adaptarse a la modernización de los años 60: Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte que trataba de sobrevivir a la dura realidad de un noviazgo con la señorita Curruquita; los Señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón mostraba a una pareja de jóvenes recién casados que tenían que soportar al vago caradura del hermano de la novia. Otro trabajo suyo, de tipo coral, fue La alegre pandilla. Ibáñez, conocido sobre todo por Mortadelo y Filemón, surgidos por vez primera en el 58, también ha creado al Botones Sacarino, a Rompetechos, a Pepe Gotera y Otilio, y el estilo coral lo desarrolló a traves de 13, rue del Percebe, la Familia Repollino y la Familia Trapisonda.

Superman también tiene su parodia infantil y humoristica de la mano de Jan, a través de Superlópez, aparecido en los 70. Por Ultimo, el cómic infantil español tampien tuvo su personaje antropomórfico mediante el Gato Pumby, de Sanchis, creado en 1955 para la Editorial Valenciana.

Dentro del cómic juvenil de aventuras hay importantes figuras y personajes. En los años 50, el Capitán Trueno, obra creada por Ambrós (dibujante) y Victor Mora (guionista). Esta misma pareja también creó en los 70 El corsario de hierro. Gago también aportó numerosas historietas destacando El guerrero del antifaz, El espadachin enmascarado y El pequeño luchador, de la decada de los 40. En esa misma década destacan personajes como Cuto y Anita diminuta, de Jesús Blasco los otros personajes fueron los detectives Roberto Alcázar y Pedrín, de 1940, creados por Juan B. Puerto (guión) y Eduardo Vañó (dibujo); y El jabato, de 1958, de Victor Mora y Francisco Darnis, surgido tras el exito del Capitán Trueno.

EN EL CONTEXTO tanto belga como internacional, Hergé es uno de los autores mas importantes, creador en 1929 del personaje Tintín, joven periodista al que acompaña su perro Milú. Vive numerosas aventuras dentro y fuera de la Tierra, ya que visita la Luna, y en su universo de viñetas destacan el Capitán Haddock. el Profesor Tornasol, la cantante de ópera Castafiore ( único personaje femenino con algo de protagonismo), los hermanos gemelos Hernández y Fernández o Nestor el mayordomo. Otro de los grandes del cómic belga es Franquin, que trabajó en la serie Spirou, pero también creo a Gaston el gafe en 1957.

De Moor es conocido por sus colaboraciones con Hergé, además de sus propios personajes: el grumete Cori o el actor Barelli. Greg es otro artista belga, y trabajó en varias de las adaptaciones de Tintin a los dibujos animados, además de crear Achile Talon y ser guionista para Spirou y Fantasio. Jacobs también colaboró con Hergé, en este caso en varios episodios de la colección Tintín de los anos 40, pero su obra clave y personal fue Blake y Mortimer: las averituras de un profesor de física nuclear (Mortimer) y su amigo Blake, un militar que trabaja para el servicio británico de contraespionaje.

Finalmente, dentro del contexto belga destacan los Pitufos de revo. esos seres azules diminutos que viven en su pequeña aldea de casas de seta y sufren el acoso del brujo Gargamel y su gato Azrael. El cowboy Lucky Luke (1946), de Morris (primero en solitario y desde 1955) con guiones del francés René Goscinny), fue un icono en viñetas de viejo oeste por el que deambulan entrañables personajes como su caballo Jolly Jumper, el perro bobo Rantamplan o los hermanos Dalton.

DENTRO del cómic francés infantil y juvenil hay que mencionar a Christophe, un precursor, y a su Familia Cornouillet. También sobresalen otros autores como Chaland, que pese a su corta vida dejo un importante rastro Trabajando en Spirou, destacando además sus personajes Albertito. Freddy Lombard y Adolphus Claar. Jacques Martin, creador sobre todo de Alix héroe de la época clásica (1948). Algunos trabajos de Giraud -Moebius-, por su fuerte componente de fantasía científica, son muy populares dentro del ámbito juvenil, aunque tambien son muy conocidos por los adultos.

Por último, es ineludible mencionar en este apartado a los galos Asterix y Obelix con todos los personajes que los acompañan como vecinos o adversarios, creados en 1959 por Uderzo, con guión de Goscinny.

El cómic infantil y juvenil se podría considerar como uno de los elementos sustantivos de la cultura del entretenimiento del siglo XX, al menos hasta la implantación masiva de la televisión. Este ha sido tan cola un breve panorama con el que evocar algunas de las historietas con que se estimulaba la fantasía de los más jovenes.


Revista Leer nº 114. Julio-Agosto 2000

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