lunes, 3 de abril de 2023

¡CORRA JEFE, CORRA!

 Un comic sin humor es como un hogar sin pan





A usted, caballero, y a usted, señorita, más de una vez les habrá preguntado algún neofito en la materia: "¿Es que los comics son cómicos?" ¡No! y ¡Mil veces no! Nada más lejos de la realidad. Los buenos comics, los de calidad, el "Nuevo Comic", los "Comics de arte", etc, tienen la obligación de ser serios y adultos. ¡Y es que no hay sitio para el comic de humor en este mundo cruel! Para el humor, el ¡Boum! del comic ha sido un simple ¡Creck!

El comic jocoso, de risa, se considera un subgénero. ¡Las revistas no le dedican el alto lugar que les corresponde!

Ustedes creerán que esta afirmaciones carecen de fundamento y son gratuitas... estoy totalmente de acuerdo, y aún diría más: en realidad yo quería escribir sobre la cria de fresones gigantes en los Cárpatos y su incidencia sobre la economía de los lugareños. Pero parece que el tema no interesa, y sí, en cambio, lo siguiente:

El príncipe Timur vaga por las heladas estepas del imperio Octon buscando el filo de la espada que le fuera arrebatada a su padre, el rey Muflon III, que no sale de palacio, donde, a causa de tan gran desgracia, reinan las tinieblas.

Dicho príncipe sufrirá lo indecible y será atacado por los Frontis, pérfidos caballeros llegados de más allá de los siete lagos Terjaris y famosos por su especialidad en hacer menudillos de cualquier héroe con el que se tropiecen, y ello con un total desprecio a los buenos modales y sin la más elemental educación; poseen una sola uña, no reconocen la privatización de la Banca y padecen una desagradable halitosis. Horripilantes, ¿no? Timur también topará con alguna semejante con dos tetas como melones y carencia de vello corporal, exhibiendo una cuidada e inusitada depilación. La historia durará más que un día sin pan, aparecerán naves espaciales, otros mundos y multitud de bichos agresivos.

Los listillos ya se habrán percatado de que estoy eludiendo, con fina ironía, a Corben, y, en general, a la FANTA-CIENCIA. No, no es un refresco: es un género historietístico.

Antes había tebeos de tiros, de espadas, de risa, ect. Ahora no: ahora, Fanta-ciencia, Fanta-ciencia, FANTA-CIENCIA. Tolkien ha hecho mucho daño...

Pero de lo que yo quería pontificar, señores, es de los comics de humor. Y, cual vulgar Hermida, echo una pregunta al aire: ¿Por qué no hay, no-se-hacen, no-se-compran, no-se-venden en definitiva, comics de humor?

¿Le costaría mucho a Totem, a 1984 o a Cimoc, por ejemplo, terminar una de sus historietas viéndose a los héroes huyendo, mientras dicen aquella sencilla pero sublime frase, tantas veces repetida y no por ello menos oportuna, de "¡Corra, jefe, corra!" ¿O aquella otra en que los personajes se esconden en un iglú, con un periódico -"La Bola" o "La Monda"- en donde se puede leer: "Dos desaprensivos huyen después de agredir brutalmente a un gendarme"?

¡Eso son finales! Y es que falta humor señores. El humor es bueno y da salud. Gracias a la risa, los músculos faciales hacen ejercicio (gimnasia facial podría llamársele). Eso hace que la jeta aparezca jovial y radiante y que el paso de los años sea una anécdota sin importancia.

Sin ir más lejos, yo tengo un amigo que a los cuarenta y cinco años sólo aparenta cuarenta y tres, y eso gracias a que diariamente lee un álbum de Iznogud. Claro está se ha releído mil veces todos los álbumes y se los sabe de memoria; incluso sus compañeros de oficina me han hecho notar que empieza a ser preocupante su manía de escribir por todas partes -en las paredes, en la mesa de trabajo , en la pantalla de la lámpara, en el water, en los puños de la camisa- la frase "Quiero ser Director-Gerente en lugar del Director-Gerente". Curioso, ¿no?

En fin, de todas maneras es más divertido leerse una historieta de Lauzier y partirse de risa que levantarse a las seis de la mañana, enfundarse un mono, y ¡hale!, al monte a partirse el espinazo haciendo footing. E incluso me atrevería a decir que el humor es imprescindible en cualquier manifestación cultural. Véase un ejemplo: ¿No es el ballet una fuente de aburrimiento y sosez, por culpa de su mal entendida seriedad? Y por el contrario, ¡que alarde de ironía y jocosidad hay en cualquier obra pictórica de Miró! ¡Que gracia tiene el hombre! ¡Yo me destornillo!

Pero nos estamos desviando de la cuestión, y la cuestión es el comic cómico. La palabra Comic ¿acaso no viene de cómico?¿No es verdad que los primeros comics fueron cómicos, y por ello recibieron ese nombre?¿EH? Pues con eso está todo dicho.

Hagamos, hermanos carísimos, COMIC COMICO. Si yo tuviera el poder haría realizar exclusivamente comic de humor, so pena de enviar a los dibujantes díscolos a galeras. ¿Que no hay galeras ya? Pues las mando construir, soy muy mío para estas cosas... El mundo sería mucho mejor; la gente sonreiría por la calle, no habría guerras, los hijos querrían a sus padres, los trabajadores a sus jefes, las amas de casa a la señora del colmado. ¡La eterna primavera!

En fin, creo que ya está bien; recapaciten un poco en todo esto y háganme un resumen en menos de dos líneas. El próximo permiso que obtenga en el sanatorio les hablaré sobre otro de mis interesantes temas. 

Cordialmente: 

Toni Olivé


Revista Cairo nº12

Barcelona

Año 1982



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