100 BALAS: PRIMER DISPARO nºs 1 y 2 (Colección Vertigo nºs 148 y 151). Octubre y Noviembre de 2000. Publicación de Norma Editorial S.A., Barcelona
Hay colecciones de comics que, pueden sorprender exclusivamente por su planteamiento gráfico. En otras, hay que esperar tiempo para que nos sintamos enganchados, tal vez porque el argumento es más o menos tópico, o porque los dibujos no parecen demasiado atractivos. Pero no hay muchas series que nos enganchen desde el número 1 tanto por su original planteamiento argumental como por sus contundentes dibujos. 100 BALAS es una de ellas.
Vértigo, después del razonable éxito de la limitada de 4 números JONNY DOUBLE (actualización de aquel detective privado creado por Len Wein en 1968), reunió de nuevo a sus creadores para afrontar el nacimiento de una nueva serie abierta. 100 BALAS cuenta, pues, con los guiones de Brian Azzarello y los dibujos del argentino Eduardo Risso. A Azzarello, un guionista extraño y potente a la vez, el aficionado lo conoce además de por JONNY DOUBLE, por alguna historieta corta publicada en el título GANGLAND o por esa nueva etapa dorada que está creando en HELLBLAZER desde el número 146, con dibujos de autores como Richard Corben o Marcelo Frusín. A Risso, un dibujante polifacético y con una inspidisima capacidad de trabajo, lo conocen en su país de origen gracias a las miles de páginas que ha dibujado con guionistas como Carlos Trillo (BOY VAMPIRE, por ejemplo], muchas de ellas publicadas en Francia, y los fans norteamericanos ya han podido disfrutar de su capacidad en series como JONNY DOUBLE, ALIEN RESURRECCIÓN, ALIENS: FANTASMA O por SUS esporádicas intervenciones en títulos como FLINCH.
Cuando abordaron 100 BALAS, tanto Azzarello como Risso eran conscientes de la importancia de añadir una nueva serie regular sólida al sello Vértigo. Y, el tiempo lo ha demostrado (14 números publicados ya en EEUU), han convertido a 100 BALAS en la serie regular destinada a sustituir en los gustos de público y crítica a la ya histórica PREDICADOR. Y lo han hecho porque, volvemos al principio, el planteamiento de la serie no puede ser más extraordinario: El insólito y misterioso agente Graves es capaz de procurar a personas muy concretas pruebas de la culpabilidad de la persona que destrozó su vida. Pero no sólo eso. Graves les proporciona una cajita con una pistola y una carta blanca que les hace inmunes en el caso de que deseen ejecutar al culpable de todos sus males. ¿Os lo imagináis? Ilegal y controvertido, por supuesto, pero no nos olvidemos de que estamos ante un tebeo, una forma de pasar el rato.
De esta forma, Azzarello y Risso han sido capaces de desarrollar unas tramas intensas, insólitas, atrevidas, divididas convenientemente en varios artos arguméntales, lo que ha dotado a 100 BALAS de un simbolismo muy rico, que sitúo a la colección a medio camino entre la serie negra, el policiaco más convencional, el drama y la paranoia del género del espionaje. Sin duda, los autores de 100 BALAS juegan con el drama en estado puro y con las motivaciones de sus personajes, como hemos visto en pocos cómics.
Ésta es una serie para disfrutar con calma, para apreciar los sugerentes guiones y diálogos de Azzarello, y para degustar la expresividad gráfica de Risso, que dibuja con una intensidad que traspasa la frontera de la estética.
Albert Pons
APRIETA EL GATILLO
No pasa un día sin que piense en matar a alguien.
Y mi economía me dice que a la mayoría de vosotros os ocurre lo mismo. No lo ocultéis, pensáis lo mismo cuando ese cerdo seboso medio distraído se detiene ante vuestro coche, sin dejaros continuar, mientras habla por su móvil. O cuando alguna manija maleducada, tragadonuts glaseados y que bebe a pequeños sorbos bebidas light, está frente a vosotros en la caja rápida y estáis totalmente seguros de que lleva más de diez objetos en su carrito del súper. Joder, si los cajeros automáticos fueran humanos, todos seríamos asesinos en serie. ¿Acaso nos convierte en seres malvados el hecho de pensar en hacer pagar a estos inútiles? No creo, ya que conocemos la diferencia entre el bien y el mal, y no está bien cargarse a la gente sólo porque nos compliquen un poco más la vida.
Pero ¿y si te han destrozado la vida por completo? ¿Qué ocurre si hay alguien suelto por ahí que te ha hecho algo tan malo, tan devastador, que te ha cambiado la vida? ¿Qué ocurre entonces? Seguro que te gustaría vengarte —ojo por ojo, y todas esas paridas de la Biblia—, pero si lo hicieras cometerías un delito y tendrías que pagar por ello.
La pregunta es, ¿qué ocurriría si tuvieras la certeza total de que no te pillarían? Hablar es muy fácil, pero ¿si tuvieras una pistola entre las manos, con el dedo en el gatillo, lo apretarías? ¿Tendrías agallas para hacerlo, o por qué no, para no hacerlo?
En pocas palabras, de esto va 100 BALAS, una nueva serie de Eduardo Risso y un humilde servidor.
Empezamos a trabajar juntos en la miniserie JONNY DOUBLE: disfrutamos mucho y, a juzgar por vuestra respuesta, vosotros también. De forma que las autoridades competentes decidieron ascendernos y damos algo más importante. Esta vez, la acción transcurre en un campo de minas moral y el ganador será el último que quede con vida. El arbitro es el misterioso Agente Graves, un hombre que da la oportunidad de la vida: los medios, manera y el método para cometer un asesinato y no ser condenado por ello. Sus "clientes" parecen compartir una cosa en común: alguien les ha hecho una muy gorda. Todos nos sentimos identificados.
¿Verdad? Quizá tienen más en común que las simples ansias de venganza. Quizá Graves lo sabe. Quizá... que os den, no pienso contaros nada más. Compraos el cómic. Esto es un negocio, después de todo, y aquí, el negocio es el asesinato —o venganza—, según cómo se mire.
¿Cómo te lo miras tú'? Venga, despierta: ¿de qué pasta estás hecho? Ves, es muy fácil hablar por hablar, pero un poco más difícil ponerse a actuar, y cuando llega el momento es muy difícil hacerlo.
¿Seguro?
Brian Azzarello
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