domingo, 30 de abril de 2017

The Sandman Preludios y Nocturnos




 INTRODUCCIÓN KAREN   BERGER
THE SANDMAN nunca cumplió mis expectativas iniciales. De ser así, no se habría convertido en la determinante serie que es hoy en día. Es más, se convirtió en algo que jamás habría imaginado: una de las mejores obras en cómic producidas jamás.

No me entendáis mal. No es que creyera que la serie no tenía potencial. Aunque la propuesta inicial se realizó hace mucho tiempo, entre las nieblas de mi memoria todavía puedo recordar los personajes interesantes, la atmósfera misteriosa e imaginativa y algunas pistas sobre futuros arcos arguméntales. Estaba claro que Neil Gaiman era un buen "creador", pero no estaba nada claro si podría ejecutar esos conceptos con la habilidad necesaria.

Allá por 1987, Neil era un guionista de cómics primerizo que me había enviado una historia para LA COSA DEL PANTANO un par de meses antes. Siempre se había dedicado al periodismo y, como buen reportero, me acosaba cada pocos meses preguntándome por aquel relato de la Cosa del Pantano. Hasta que no nos conocimos en Londres durante mi primer viaje en busca de talentos británicos, no me di cuenta de que aquel era el mismo tipo británico persistente pero educado que me había estado incordiando todo ese tiempo. Fue en una reunión en la que Neil me presentó la miniserie ORQUÍDEA NEGRA, una miniserie de THE SANDMAN y una serie que presentaba a John Constantine, entre muchas otras. Ya se había hablado de Sandman en la Sociedad de la Justicia de América, y Constantine ya comenzaba a ser desarrollado por Jamie Delano- Por lo tanto, parecía que la propuesta con más futuro era ORQUÍDEA NEGRA- Poco después acepté la propuesta definitiva de Neil, y tanto él como el silencioso, joven y formidablemente capacitado Dave McKean se pusieron a trabajar.

ORQUÍDEA NEGRA fue el segundo trabajo en cómic de Neil- Al igual que su primera creación, CASOS VIOLENTOS, era técnicamente muy sólido, pero probablemente demasiado preciso. El arte estaba ahí, pero tan alejado del guión de Neil que no conseguí sentirme identificada con los personajes. Sin embargo, había suficiente chispa en su trabajo para que estuviéramos dispuestos a comprobar si sería capaz de encender un nuevo proyecto. Ese proyecto acabaría siendo una nueva serie sobre Sandman, protagonizada por un personaje completamente nuevo.

En toda mi vida he editado incontables títulos nuevos, y THE SANDMAN como la mayoría de los demás, tuvo sus propios problemas de nacimiento. Cuando volví a leer el argumento del primer arco argumental de la serie, me asaltó un dilema. Por un lado, los primeros siete números eran un sencillo relato de una búsqueda por parte del antiguo gobernante del reino de los sueños, y presentaban a personajes conocidos de DC en su entorno y papeles habituales. Venganza, batalla, búsqueda finalizada. ¿Demasiado típico? Quizás. Por otro lado, la primera historia presentaba a un misterioso aunque poderoso grupo de ocultistas y magos descerebrados, en un ambicioso, relato que llevaba a dichos personajes a través de varias décadas de cambios tumultuosos y extraños.; ¿Demasiado típico? En absoluto. Aun así, en manos de un guionista diferente, las semillas plantadas en este fértil terreno historietístico podrían haber acabado convirtiéndose en un título de horror/fantasía de "serie B".

Pero a medida que la serie se iba ramificando en direcciones totalmente inesperadas, THE SANDMAN se desarrolló hasta convertirse en uno de los cómics mas atípicos de la historia. Para mí, el punto de inflexión fue el n° 8, El son de sus alas. No se debía únicamente a la aparición de la adorable pero inevitablemente pragmática Muerte, intentando animar a su taciturno hermano menor. Ni al hecho de que ya no apareciera en ningún sitio la cara de ningún personaje famoso de DC. Era el elemento de humanidad y de relaciones interpersonales que comenzaba a adivinarse en el trabajo de Neil..irónicamente, el catalizador de esta resonancia emocional fue un personaje que tradicionalmente representa la antítesis de todos estos conceptos.

Los dibujantes de PRELUDIOS Y NOCTURNOS, Sam Kieth, Mike Dringenberg y Malcolm
Jones III, proporcionaron la atmósfera adecuada para la oscura historia sobre el origen de Morpheus. Al igual que Neil, eran relativamente unos recién llegados al mundo de los cómics, y estaban evolucionando dentro de sus respectivos estilos. Sam realizó unos fabulosos retratos de Caín y Abel, y sus viscerales reproducciones del Infierno y sus grotescos habitantes eran realmente aterradoras. Mike destacó por su vivaz concepción de Muerte, y su representación de Morpheus es probablemente una de las mejores hasta la fecha. La línea de trabajo ilustrativo de Malcolm aportó una cohesión y aspecto acabado a la serie en general.

Las portadas de este primer arco argumental (y de todos los futuros) fueron ilustradas, construidas y reunidas por Dave McKean. Dave era un artista extraordinariamente dotado a su temprana edad (22 años), y acababa de salir de la escuela de arte cuando comenzó a trabajar en ORQUÍDEA NEGRA.

Ha sido realmente innovador con su trabajo en las portadas de THE SANDMAN, experimentando con diferentes estilos y técnicas a partir de los primeros retratos, que complementaba con todo tipo de artilugios colocados en torno al marco. Conceptualmente, Dave rompió todos los convencionalismos desde el principio. Todavía recuerdo el día en que me dijo que no tenía pensado incluir a Sandman en ninguna de las portadas (y creedme, eso significaba mucho por aquel entonces).

Este primer volumen de THE SANDMAN es una especie de trabajo en progreso: el de un escritor lleno de talento que poco a poco fue refinando su habilidad y desarrolló progresivamente su concepto inicial -una serie sobre sueños, bien personales, nocturnos o imaginarios- y lo expandió de manera que creó varias historias "clásicas" modernas realmente inolvidables.

Las historias que vendrían más tarde -reunidas en LA CASA DE MUÑECAS, PAÍS DE SUEÑOS, ESTACIÓN DE NIEBLAS, UN JUEGO DE TI, FÁBULAS Y REFLEJOS, VIDAS BREVES, LAS BENÉVOLAS y EL VELATORIO- representan un tesoro de riqueza narrativa. Hay muchas historias que giran en torno a Morpheus, a su panteón familiar disfuncional, los Eternos, a sus amantes, a sus enemigos, a su reino y a sus conflictos personales y profundos. Pero también hay numerosos relatos en los que Sandman aparece sólo por breves momentos, o incluso no aparece en absoluto. Es en estas historias (mis favoritas son Lugares blandos, Ramadán, Historia de dos ciudades y Mortajas) donde el amor que siente Neil por la mitología, las figuras históricas y la literatura clásica se entremezcla con sus propios: conocimientos oníricos y personales.

Al igual que el resto de series que marcaron una historia antes que ella (léase EL REGRESO DEL SEÑOR DE LA NOCHE, WATCHMEN y V DE VENDETTA), el atractivo de THE SANDMAN ha trascendido el mercado tradicional de los cómics. Y eso se debe a varias razones. Al fin y al cabo, a Neil Gaiman le gusta contar historias, y las historias que cuenta son atemporales, resonantes y universales. Su trabajo en THE SANDMAN interesará a gente de diferentes formas de vida, atrayendo a una constelación de lectores que normalmente no cohabitan en la misma esfera literaria. THE SANDMAN también cuenta con un número desproporcionadamente alto de mujeres lectoras, probablemente el mayor en toda la historia de los cómics. En un medio que todavía está ocupado en su mayor parte por varones, sólo este hecho ya supone una verdadera hazaña.

La popularidad y el éxito de THE SANDMAN fueron las razones de mayor peso que me llevaron a fundar un nuevo sello en 1992. Siempre había querido crear una línea de cómics separada en la que se pudieran publicar las visiones más provocativas y personales de los mejores talentos del mundo del cómic. THE SANDMAN, junto con un grupo de títulos bastante bien considerados, formó el núcleo del nuevo sello de DC, Vértigo. El alcance y el tirón que tuvo THE SANDMAN tanto dentro como fuera del mundo de los cómics jugó un papel vital en el posicionamiento y adquisición de imagen de Vértigo.

Desde un principio supe que Neil tenía previsto un final concreto para THE SANDMAN, y aunque me hubiera encantado que hubiera continuado con la serie de forma indefinida, tiene todo el sentido del mundo el que un escritor quiera completar su trabajo y ver cómo finaliza, especialmente en el caso de un libro que había conseguido todo lo que éste. En los seis años que han pasado desde su publicación, THE SANDMAN ha ganado más premios de la industria del cómic que cualquier otra serie de historietas. También cuenta con un premio World Fantasy a la mejor historia corta (por El sueño de una noche de verano) y una impresionante lista de citas e introducciones realizadas por gente tan famosa como Norman Mailer, Stephen King y Tori Amos-La capacidad de Neil para crear personajes singulares y cautivadores alcanza su máxima expresión en los Eternos, que han acabado siendo tan populares como el propio Rey del Sueño. Cada Eterno verá su historia contada. Neil y Chris Bachalo comenzaron con MUERTE: EL ALTO COSTE DE LA VIDA y continuaron con MUERTE: LO MEJOR DE TU VIDA- Poco después del cierre de THE SANDMAN, SU influencia se mantuvo en THE DREAMING, un título mensual que no presenta a Morpheus ni a sus hermanos sino a algunos de los los personajes sobrenaturales y horrendos que Neil utilizó en THE SANDMAN. Y lo que es más importante, permite a otros escritores explorar y crear nuevos territorios oníricos, ocupados por soñadores o por cualquier otro tipo de seres.

He tenido una sensación punzante y extraña al escribir esta introducción al primer volumen recopilatorio de las historias de THE SANDMAN- ES interesante examinar el final de esta compleja y magistral saga épica desde sus más sencillos inicios. Aun así, los cimientos ya eran fuertes en esos primeros relatos, lo que permitió a la serie arraigar con fuerza y explotar todo el potencial que le permitiría crear mundos ricos y fantásticos, que a la postre acabarían convirtiéndose en todo un fenómeno social.

Como he dicho al principio de esta introducción, nunca esperé que THE SANDMAN se convirtiera en la serie que ha sido. Pero si hay algo que se debe aprender de las propias expectativas, es que es maravilloso que te hayas equivocado.

Nos vemos en los sueños,
Karen Berger
Editora ejecutiva, Vértigo





EPILOGO

En septiembre de 1987, Karen Berger me telefoneó y me preguntó si estaría interesado en escribir un título mensual para DC. Así es como empezó todo. Karen ya era mi editora en el cómic ORQUÍDEA NEGRA, y era (y sigue siendo) el contacto de DC con Inglaterra. Rechazó todas mis sugerencias iniciales (sobre personajes abandonados de DC que yo pensaba que podía ser divertido rescatar del limbo), y me recordó una conversación que habíamos tenido la última vez que ella estuvo en Inglaterra, y que yo casi había olvidado, en la que yo le había sugerido revivir a un personaje de DC casi olvidado, Sandman, creando una historia ambientada casi íntegramente en los sueños. "Hazlo, pero crea un nuevo personaje", sugirió. "Alguien nunca visto antes." Y eso hice. Un año más tarde apareció en las tiendas el primer número de THE SANDMAN. Dicho de esta manera, todo parece muy simple.

Pero no creo que lo fuera. En realidad no. Cuando miro hacia atrás, el proceso de gestación del Señor de los Sueños parece menos un acto de creación que uno de escultura; como si ya estuviera esperando, grave y silencioso, dentro de un bloque de mármol blanco, y todo lo que tuviera que hacer fuera ir quitando todo lo que no formara parte de él.

Tenía una imagen inicial, antes incluso de que supiera quién era: un hombre, joven, pálido y desnudo, prisionero en una minúscula celda, aguardando a que sus captores murieran, dispuesto a esperar hasta que la habitación en la que estaba se convirtiera en polvo; mortalmente delgado, con el pelo largo y negro, y unos ojos muy extraños: Sueño. Así es como era. Él era así. La inspiración para sus ropas llegó a raíz de una foto en un libro de diseño japonés, de un kimono negro, con marcas amarillas en la parte inferior, lejanamente parecidas a llamas; pero también de mi deseo por escribir sobre alguien por quien sintiera cierta simpatía. (Como yo nunca llevaría un traje, no entiendo por qué él debería hacerlo. Y como la mayor parte de mis ropas son de color negro [es un buen color. Hace juego con todo. Bueno, con todo lo que sea negro], su gusto en la ropa reflejó el mío.) Nunca había escrito un título mensual, y no estaba seguro de si sería capaz. Cada vez, todos y cada uno de los meses, tenía que escribir una historia. Teniendo eso en cuenta, quería explicar historias que fueran de lo real a lo surrealista, desde los relatos más mundanos hasta los más extravagantes. THE SANDMAN parecía capaz de todo aquello, de convertirse en algo más que un título mensual de horror.

Escribí un proyecto inicial, describiendo el personaje del título y los primeros ocho números tan bien como pude, y entregué copias de ese proyecto a mis amigos (e ilustradores) Dave McKean y Leigh Baulch: ambos realizaron diversos bocetos del personaje y los enviaron junto con el proyecto a Karen.

Pasamos a enero de 1988. Karen visita Inglaterra por unos días. Dave McKean, Karen y yo nos encontramos en Londres, y acabamos comiendo en el peor restaurante francés del Soho (tenía un pianista que conocía las primeras líneas de al menos dos canciones, los cuadros más feos que te puedas imaginar colgados en las paredes y una camarera que no hablaba ningún idioma conocido. Tardaron dos horas en servirnos la comida, y cuando llegó, ni estaba caliente ni era comestible.) Entonces Dave intentó liberar su coche de un párking subterráneo, mientras Karen y yo volvíamos a su habitación del hotel, devorábamos la fruta y los correspondientes frutos secos, y hablamos de THE SANDMAN.

Le enseñé los bocetos que tenía del personaje en mi bloc de notas, y hablamos sobre dibujantes, lanzándonos nombres el uno al otro. Al final, Karen sugirió a Sam Kieth. Había visto algún trabajo de Sam, y me gustaba, así que se lo dije. Llamamos a Sam. A Karen le costó mucho convencerle de que no se trataba de una broma (y yo no conseguí convencerle de que había visto su trabajo y me gustaba mucho), de forma que le envió una copia del proyecto. Hizo algunos bocetos del personaje, uno de los cuales se parecía bastante a la cara que me había imaginado, y enseguida comenzamos a trabajar juntos.

Mike Dringenberg, cuyo trabajo había visto y disfrutado en ENCHANTER, sería el encargado de entintar los lápices de Sam. Dave McKean, amigo y frecuente colaborador mío, accedió a pintar (y generalmente también construir) las portadas. Todd Klein, posiblemente el mejor rotulista del negocio, accedió a rotular la serie, y Robbie Busch se encargó del color. Habíamos comenzado. Los primeros números fueron un tanto desafortunados. Ni Sam, ni Mike, ni Robbie ni yo habíamos trabajado en una colección mensual de una empresa grande, y todos tirábamos y empujábamos en diferentes direcciones. Sam nos dejó durante el número 3 ("Me siento como Jimi Hendrix en Los Beatles", me dijo, "Estoy en la banda equivocada". Me supo mal verle marchar), y a partir de 24 horas, Mike Dringenberg se encargaría también de los lápices. El hábil Malcolm Jones sería a partir de entonces nuestro entintador habitual. Juntos finalizamos el primer arco argumental de THE SANDMAN, reunido en este libro. Cada una de las historias de este volumen contaba con un generoso esfuerzo por mi parte para explorar los diferentes géneros: El sueño de los justos pretendía ser una historia de terror clásica inglesa; Anfitriones imperfectos juega con algunas de las convenciones de los antiguos títulos de terror de DC y EC (así como sus anfitriones); Sueña conmigo era una historia de terror inglesa ligeramente más contemporánea; Una esperanza en el Infierno revisita la fantasía oscura que se podía encontrar en UNKNOWN en los años 40; Pasajeros era mi intento (puede que no demasiado acertado) de mezclar los superhéroes con el mundo de Sandman; 24 horas es un ensayo sobre las historias y los autores, y también uno de los pocos relatos genuinamente de terror que he escrito; Ruido y furia redondeaba todo el arco argumental. Cuando vuelvo a leer hoy en día estas historias, debo confesar que a muchas de ellas las encuentro un tanto torpes, aunque incluso la más torpe de ellas tiene algo -una frase, quizás, o una idea, o una imagen- de lo que estoy orgulloso. Pero aquí es donde empieza la historia, y en los relatos de este libro se sembraron las semillas de todo lo que vendría más adelante... que fue mucho.

PRELUDIOS Y NOCTURNOS: un poco de música nocturna para todos vosotros. Espero que os guste. Buenas noches. Dulces sueños,

Neil Gaiman Junio de 1991






Neil Gaiman es un guionista de cómics que ha conseguido convertirse en una figura reconocida en diversas artes y medios. Tiene una novela de gran éxito (BUENOS PRESAGIOS), una serie de televisión (NEVERWHERE) que se ha convertido en novela y va camino de ser una película, ha colaborado en un disco de Alice Cooper (THE LAST TEMPTATION) y su nombre aparece en boca de cantantes de culto como Tori Amos. Y para rematarlo todo, actualmente se preparan dos o tres proyectos cinematográficos inspirados en THE SANDMAN, la serie de cómic que lo empezó todo en 1988 y que le hizo alcanzar la fama.

Con THE SANDMAN, el joven periodista y guionista ocasional de cómic que era Neil Gaiman pasó a ser alguien apreciado y valorado por todo el mundo, incluso por aquellos que normalmente no leen cómics. Por un lado, la sofisticación y la florida prosa de Gaiman destacaba fácilmente en una industria del cómic como la americana, poco habituada a hacer literatura. Y, por otro lado, la inseguridad de que THE SANDMAN llegara a ser una colección de larga vida hizo que su autor prefiriera no dirigirse a un público determinado y optara por escribir lo que más le apetecía, consiguiendo paradójicamente llegar a un público más amplio del previsto.

La fantasía, el terror y el folklore se entremezclaban en sus primeras historias para crear una mitología tan identificable por todo el mundo que resultaba tan nueva como vieja. Mitología con dioses como el sueño y la muerte, a los que acompañan elementos tan tradicionales como como el Infierno o Lucifer en su vertiente de ángel caído. Dioses tan atrapados por el papel que les ha tocado interpretar y tan escasos de salidas como cualquier ser humano corriente. No es de extrañar que todo esto encontrase eco en lectores adolescentes del mundo entero.

Pero, además, THE SANDMAN se beneficiaba de un público adulto gracias al trasfondo naturalista que el autor consigue insuflar en su trabajo, lleno de referencias y homenajes, y que queda en evidencia en los mejores momentos de su obra: los más humanos. Como en aquella historia maravillosa en la que Sueño habla con su hermana Muerte; una simple conversación de veinte páginas que resulta deliciosa, conmovedora v humana, por muy simbólicos que sean los interlocutores.

El conjunto final hizo que THE SANDMAN siguiese su publicación y que acabara convirtiéndose en el fenómeno mediático que es hoy día, amén de dar pie a la línea Vértigo, concebida para publicar material dirigido únicamente al público adulto.

En este volumen se recopilan los siete primeros números de la serie, un verdadero muestrario de lo que puede dar de sí Gaiman: dioses y seres humanos atrapados por designios que les superan, infiernos mitológicos y reales... todo ello terriblemente humano y hermoso. Y lo mejor es que este racimo de historias sólo es el principio, va que Gaiman no hizo más que mejorar. Los que se inicien en THE SANDMAN con este volumen, tienen la enorme suerte de ir descubriendo poco a poco esta obra que ha hecho historia. Lo mejor está por llegar.

Lorenzo F. Díaz

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