martes, 26 de junio de 2012

El eterno beso de Klimt


Viena rinde homenaje a su célebre artista. El beso más famoso del mundo, rechazado por obsceno en su momento, es la obra estrella del 150.° aniversario del pintor 'dorado'.


Comenzó a trabajar en El beso en 1907 y lo presentó un año después en la Muestra de Arte de Viena. El autor —hijo de un grabador que influyó mucho en su vida y obra y el pintor simbolista más destacado de Austria— era una persona reservada y celosa de su intimidad. Decía: «Quien quiera saber algo sobre mí que mire mis cuadros con atención. Allí podrá ver qué soy y qué pretendo». Klimt fue un personaje muy notable en la alta sociedad vienesa y estuvo relacionado con los más destacados círculos intelectuales del momento. Nunca se casó, pero tuvo varios hijos, tres al menos reconocidos. Su estrecha relación con Emilie Flöge, hermana pequeña de su cuñada, sigue siendo una incógnita. ¿Amor real o platónico? Se cree más lo segundo, pero, cuando en enero de 1918 él sufrió el derrame cerebral del cual moriría en su ciudad natal, solo la quiso a ella a su lado. Muchas de las obras de Klimt fueron confiscadas por los nazis. 


Más información:
Museo Belvedere Superior.
Exposición: 150.° aniversario de Gustav Klimt. Prinz-Eugen-Strabe, 27. 1030 Viena
www.belvedere.at Tel : 43 1 795 57-0
Información sobre otros eventos del Año Klimt en Viena: www.klimt2012.info.




Desde izquierda superior a derecha inferior

1. El protagonista: en actitud dominante


Klimt solía representarse a sí mismo, habitualmente con el rostro oculto. Poderoso y corpulento, con un imponente cuello y el pelo negro coronado de hiedra, se inclina sobre la mujer. Su deslumbrante manto dorado envuelve a la joven, que se entrega al beso más famoso del mundo. Su bata de pintor es representada como manto con rectángulos negros, dorados y plateados combinados con espirales y círculos.


2.La composición: pareja enamorada


El beso es la obra que culmina el periodo dorado del artista. La que hoy se considera una de las obras más importantes de la historia del arte en su día causó la indignación de la alta sociedad
vienesa, que la consideró obscena. En la composición predominan dos figuras verticales y unidas en una, envueltas en un ambiente de tanta intimidad e inmersas en una particular aureola que no mantienen contacto con el espectador.

3.Simbología: influencias egipcias

En 1890, Klimt -miembro  de la Compañía de Artistas, con la que decoró grandes palacios- pintó por encargo la escalera principal del museo Kunsthistorisches de Viena con los lienzos correspondientes al arte egipcio. Ese trabajo lo transformó y explica la simbologia de sus obras del periodo dorado, llenas de reminiscencias egipcias. El oro representa a Ra, dios del Sol y símbolo masculino, como también lo es el rectángulo. Klimt realza el vigor del amante dotando a su bata de esos atributos.


4.La mujer el amor inalcanzable

 Emilie Flöge era muchas cosas para Klimt: su compañera, su cuñada, su modelo y su gran amor platónico. Su cabello rojizo es decorado con flores moradas y su vestido, ajustado, es invadido por ornamentos coloridos, circulares y ondulados que marcan la silueta de su cuerpo. El estampado crea un gran contraste con su rostro, sus pies y las manos de ambos, pintados con la precisión de un gran retratista.

5.El color paleta de oro puro

Klimt se inspiraba en los mosaicos bizantinos, sus ornamentos, figuras y dorados. En el óleo, pintado en dos dimensiones sobre cartón piedra, incluye no solo pintura dorada, sino también pan de oro, y genera contrastes de paleta continuos. La popularidad del cuadro aumentó por su valor material y por su evocación religiosa y mágica, que consigue con detalles como las doradas salpicaduras sobre el fondo.


6.El fondo: aguas tranquilas

Las figuras descansan sobre una alfombra floral que parece flotar en el vacío, aislando a la pareja aún más. Podría ser el borde de un amenazante precipicio, aunque interpretaciones recientes apuntan a que se trata de la orilla del lago Attersee, donde él pasó muchos veranos junto con Emilie y su familia.
El fondo plano sería, por tanto, el reflejo del atardecer en el agua tranquila del lago, símbolo de la paz interior.

Articulo de la revista XL Semanal, nº1265 enero 2012

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