DARK KNIGHT
D.K. es un comic polémico. Sin duda pasará a la historia, junto con «Watchmen», como una de las obras de superhéroes que ha conseguido captar al público de otros tipos de comics. El prestigio de estas dos obras ha abogado, de hecho, al de muchas otras de alto nivel («Born Again», «Spiderman vs.Kraven», etc.) y ha derivado incluso hacia una triste comercialización. (
Miller no escatimó medios para el D.K. Algunos han querido darle un excesivo significado político y moral a esta obra que es, ante todo, una narración épica y también psicológica. Como en «Daredevil: Born Again», Miller bucea en la mente del superhombre, sacando a la luz sus pesadillas, obsesiones y debilidades. A pesar de la gran importancia que tiene el texto dentro de esta obra, y al elevadísimo nivel literario de éste, D.K. es ante todo una narración visual, casi cinematográfica. El dibujo, a pesar de haber sido «embellecido» por la paleta de Lynn Varley, es sencillo y esquemático, pero muy potente.
Quizá lo más admirable en Miller sea su asombrosa capacidad de síntesis, tanto en la síntesis guión-dibujo como la capacidad de transmitir gran cantidad de ideas en muy pocas de imágenes. Ocho pequeñas viñetas bastan para el cara-a-cara entre Batman y Dent. En dos pág. nos define los carácteres contrapuestos de Superman y Batman. En una sola página nos hace «sentir» la durísima vida que ha arrastrado Margaret Corcoran.
Miller introduce además
Al mismo tiempo, es un vehículo para la aparición de la gran cantidad de personajes secundarios que aparecen en el D.K., cuya personalidad nos traza Miller en, a veces, 2 ó 3 viñetas. Estos personajes «de fondo», que constituyen una especie de «extracto» de la sociedad en la cual se mueve Batman, son uno de los logros fundamentales de la miniserie. Por poner sólo un ejemplo, fijémonos en el tripulante del satélite artificial que aparece bastante de pasada en pág.
BATMAN:
Miller ha hecho personas de sus personajes. No «tal como son» realmente las personas, sino «tal como deberían ser» para protagonizar grandes historias, lo cual no es obstáculo 1 para que tengan vida propia.
Tal vez ninguno sea tan complejo como este Batman. Miller parece haber evitado deliberadamente una definición clara de personaje.
Así pues, en D.K. vemos a Batman bajo, por lo menos, cuatro puntos de vista. En primer lugar el Comisario Gordon, Carde, Selina Kyle e incluso Oliver Queen ven en Batman a la «fuerza» de la que la sociedad está tan necesitada. Y Miller parece confirmar en diversas ocasiones esta opinión. La comparación establecida entre Batman y Roosevelt en pag.
LOS ROSTROS DEL MAL
El descubrimiento por parte de Batman de su propia debilidad no es espontáneo. El envejecido héroe va transformándose en contacto con los enemigos a los que tiene que enfrentarse. La persecución en el «Túnel del Amor» es en cierto modo un viaje al interior del propio Batman. Sin embargo, el «viaje» ha empezado mucho antes.
El primer enemigo al que se enfrenta Batman es Harvey Dent. Como más tarde explicó Miller en «Batman: Year One», éste fue aliado de Batman durante el primer año de su carrera. En cierto modo, Dent es el «otro yo» de Batman, un espíritu justiciero e inconformista como él, pero retorcido por el trágico accidente que desfiguró su cara. Vuelve al crimen al reaparecer Batman, por «seguir su juego». Batman aparece poderoso y terrible frente a Dent. Dent pertenece al pasado de Batman, a la época en la que la existencia de Batman todavía tenía sentido. cuando los criminales aún se sentían .culpables» y enfermos. antes de matar a alguien. Los matones que sirven a Dent son también humanos, parecidos a los del «Daredevil» de Miller.
Los mutantes encarnan los nuevos tipos. Son un «raza más pura» que el hombre que mató a los padres de Batman. Miller nos deshumaniza incluso en su aspecto físico: su líder es un ser deforme, y todos ellos parecen personajes casi de dibujos animados ataviados con una estética punk bastante horrible. No buscan dinero, son crueles por naturaleza. Batman fracasa frente a ellos. La derrota del líder sólo servirá para que sigan cometiendo crímenes bajo otras denominaciones (p. ej. Hijos de Batman).
Por fin, el Joker. Su degeneración abarca todas las áreas. Según declaró Miller a un fanzine americano, violó a Janson Todd antes de asesinarlo. Recluido en estado catatónico, vuelve a la consciencia al reaparecer Batman, al que parece amar enfermizamente. Significativamente, su última lucha tiene lugar en un «Túnel del Amor». Su muerte, al romperse el Joker su propia columna vertebrarla con su sola fuerza, le hace parecerse a una criatura infernal. Batman es impotente ante él. No puede impedir que masacre al público de un estudio de TV primero y a los niños asistentes a una feria poco después. Ni siquiera tiene valor para matarlo con las manos desnudas. Ante la fuente de maldad que es el Joker, Batman se ve completamente impotente. Después de su última confrontación, el héroe toca fondo.
El último enfrentamiento será con Superman. El tratamiento que da Miller a este personaje también es ambiguo. En la pág.
Joan Josep Musarra
Krazy Comics Nº1 Octubre 1989
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