miércoles, 25 de noviembre de 2009

Experimentacion



Tal vez sea una definición un "pelín" exagerada, pero desde que uso poco el lápiz y el pincel manchar un dibujo, probar, arriesgarme y experimentar no entran entre mis normas habituales, pero de buenas a primeras cogí un trapo, una brocha grande y recortes de papel. Intento reproducir una imagen de la película El Reino de los Cielos, con Orlando Bloom besando la espada, y tenia curiosidad por intentar imitar manchas y salpicaduras y varias veces hemos comentado técnicas muy usadas por Víctor de la Fuente como la esponja manchada en tinta para sombras y grises, e imitar una salpicadura con un cepillo. Hoy he probado a hacerlo y no esta muy mal. También un esfuerzo de trazos rápidos por obra y gracia de Pentel.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Museo de Arte Dahesh

Visto en :http://www.linesandcolors.com/2009/11/10/dahesh-museum-of-art/

Museo Virtual de obras académicas europeas siglos 18 y 19.

Edwin Long, José Tapiró Baró, Ernst Karl Eugen Koerner
Lawrence Alma Tadema, primer boceto para "Leyendo a Homero"
Lawrence Alma Tadema "José, supervisor de los graneros del Faraón"
Georges Clairin dibujos hombres del norte de áfrica
Eugène Fromentin dibujos de niños en Argelia
Henry Gervex "Las heridas de guerra"


domingo, 22 de noviembre de 2009

James Jacques Joseph Tissot
















Vaya por delante que el texto pertenece a : http://lineaserpentinata.blogspot.com/2009/02/james-tissot-un-frances-en-la-corte-de.html. Ha hecho un trabajo excelente y no cambio una sola coma de su texto. Aunque vi un articulo sobre este pintor en otro blog: http://www.linesandcolors.com/2009/11/18/james-tissot-the-life-of-christ/


JAMES TISSOT, un francés en la corte de la reina Victoria

El siglo XIX es un período de cambios y transformaciones profundas, en todo, en la política, en la sociedad, en la economía, y también, como no podía ser de otro modo, en el arte. Ese mundo cambiante requería igualmente de un lenguaje plástico que reflejara esos cambios. Ese nuevo lenguaje se fue formulando con los diferentes estilos que se sucedieron: romanticismo, realismo, simbolismo, impresionismo, ... Todos ellos contribuyeron a generar ese nuevo lenguaje, en mayor o menor medida, pero de manera decisiva y por eso ocupan un lugar destacado en los manuales y libros de historia del arte. Sin embargo, el arte del siglo XIX no se limita a ellos, existía también otro arte, aquel contra el que precisamente se revelaban, el que se ha dado en llamar arte académico o arte oficial, y del que poco o muy poco se escribe en esos mismos libros.



El arte oficial o académico representaba, en buena medida, los valores conservadores de la aristocracia y de la burguesía, los mismos grupos que constituían sus principales clientes. Precisamente por eso, durante mucho tiempo, buena parte de ese arte ha sido injustamente olvidado e ignorado, a pesar de que muchos de aquellos artistas, que no eran unos revolucionarios ni siquiera unos innovadores, eran, sin embargo, grandes artistas. A partir de los años 70 y 80 del pasado siglo, superados ciertos prejuicios, buena parte de ellos empezaron a ser rescatados del olvido.

James Tissot constituye un magnífico ejemplo de todo cuanto llevamos dicho. En su momento, el crítico Ruskin lo tachó de pintor victoriano que reflejaba en su pintura la vanidad de la burguesía; lo cual, aunque pudiera ser verdad, no impedía que su pintura fuera pura belleza.

Durante años, sus cuadros se vendieron casi a precio de saldo. En 1975, la sala londinense de subastas Christie's vendió "Ramo de lilas" por la modesta suma de 7.000 libras. En esa misma sala, sólo cinco años después, el mismo cuadro se cotizaba ya a 81.000 libras. En 1983, se pagó por "Banco en el jardín", la suma de 561.000 libras, una cotización similar a la de cualquier impresionista en aquel momento.


Tissot nació en Nantes, en 1836, en el seno de una familia acomodada, y su verdadero nombre era Jacques Joseph, aunque se lo cambió por James como una muestra de su admiración por Inglaterra. Su pintura, como ya hemos dicho, no es revolucionaria, pero sí que participa de la búsqueda de la modernidad, en tanto en cuanto que sus personajes, aún siendo burgueses y acomodados, son contemporáneos, hombres de su tiempo, como también lo son las actividades que realizan. Ese giro hacia la modernidad, que no tenía en sus primeras obras, se debió en gran parte a la amistad que le unía a pintores como Whistler o los impresionistas Manet y Degas, especialmente éste último, que hizo un precioso retrato de Tissot.



Su éxito fue bastante rápido y, desde 1859 hasta 1870, participó con asiduidad en el Salón en París y expuso en varias ocasiones en Londres, lo que le convirtió en un pintor conocido, apreciado y rico. Durante estos años pinta obras como "Joven con abanico" y "Una viuda", en las que define como será su estilo definitivo: luminosidad intensa, colores vivos, composición elegante y equilibrada, refinamiento en los detalles, y una atmósfera que se complace en envolver en un esteticismo muy marcado.

Sin embargo, tras la proclamación de la II República Francesa, y los sucesos de La Comuna de París, en los que parece que el pintor apoyó a los revolucionarios, su situación en Francia se volvió comprometida y decidió marchar hacia Inglaterra, completamente arruinado.

En Londres, y valiéndose de la amistad con Whistler y los contactos que tenía en la ciudad, fue abriéndose camino poco a poco, primero como caricaturista para la revista Vanity Fair, y luego como pintor. Es ahora, en Inglaterra, entre 1871 y 1882, cuando Tissot realiza sus mejores obras. En ellos deja testimonio de la alta sociedad de su tiempo, de la distinguida sociedad victoriana. Sus cuadros son de una elegancia exquisita. Todo en ellos parece vaporoso y frágil, lo que les confiere un aire melancólico y reposado al mismo tiempo, tanto si la escena transcurre en un elegante salón, en una sala de conciertos o en cualquier actividad cotidiana sin mayor transcendencia.


En 1876, sin embargo, su suerte cambia. La férrea moral victoriana no puede ver con buenos ojos la relación que entonces mantiene con Kathleen Newton, una joven divorciada y madre de un hijo, con la que el pintor tendría otro. Profundamente enamorado de la joven, Tissot sacrifica por amor a ella a su propia clientela, que empieza a abandonarlo. La belleza de su amante ha quedado en multitud de cuadros de esta época, en la que fue su modelo.

En noviembre de 1882, con tan sólo 28 años y enferma de tuberculosis, muere Kathleen, y Tissot no encuentra razones para continuar en Inglaterra y vuelve a Francia. Allí, su vida sufre una transformación espiritual y mística, y emprende el proyecto de ilustrar la Vida de Cristo, para lo que no dudará en viajar a Oriente Próximo, a Palestina, hasta en tres ocasiones (1886, 1889 y 1896), para documentarse in situ de los paisajes, de la luz, en busca de impregnar su obra de realismo. La obra tiene una gran acogida, tras lo cual, decide continuar con la ilustración del Antiguo Testamento, que dejaría inconcluso al sorprenderle la muerte en 1902.

Para conocer con más detalle la vida y la obra de Tissot, os recomiendo el artículo de C. de
Sobregrau publicado en el número 22 de la revista "Álbum. Letras y Artes", de donde he tomado la mayor parte de estas notas. En internet, podéis visitar la James Jacques Tissot Virtual Gallery (en inglés), donde podéis encontrar una biografía, no muy amplia, y una colección con 209 fotografías de pinturas de Tissot; también en wikipedia podéis encontrar una colección de 114 imágenes con buena calidad. Finalmente, artcyclopedia proporciona una relación muy amplia de enlaces a sitios relacionados con el pintor, resultando para mi especialmente interesante los museos que albergan obras de James Tissot.








Druidas


Documental sobre Druidas del National Geographic.





Lo curioso de los druidas es que son tan escurridizos como un fantasma. Y aunque los documentales, generalmente anglosajones y por norma barriendo para casa, no son demasiado generosos en sus presupuestos, tienen información útil. La cultura celta, sobre todo el saber de los druidas tenía una tradición oral, que para bien o para mal estaba ligada a su supervivencia. Así, para arqueólogos y demás científicos, lo ocurrido hace dos mil años es huidizo para quien busca datos concretos. Además si tenemos en cuenta que la historia la escriben los vencedores hay serios problemas para tener las cosas claras respecto a los druidas.

Julio Cesar es quien proporciona más información acerca de los druidas en sus relatos la conquista de las Galias y en la invasión de Britania, información de primera mano, estaba dispuesto a acabar con ellos. El hombre que quiso reinar insistía en formar una imagen del culto druídico temible: bárbaros, bosques tenebrosos, rituales que incluso llevaban al sacrificio de hombres y canibalismo. Quería asegurarse de la supremacía moral de los romanos, lo cual tenía mucha gracia viniendo de un dictador romano.

El documental muestra una tumba descubierta en una cantera, una tumba de un druida. Junto a él, instrumental como pinzas, bisturís y toda una colección de jarras y vasos con semillas, flores y ungüentos. También un tablero de juego con unas piezas de dos colores, algo parecido al “go”. Hacen referencia a otros descubrimientos como el realizado en 1943 en el centro de Inglaterra al desecar un lago para hacer un aeródromo en la Segunda Guerra Mundial y hallan un autentico tesoro celta. Una momia en la turba, a parecer sacrificada, así como osarios y otros lugares de los druidas, todo enfocado a lo terrible de los sacrificios. Al menos en el documental se explica que los romanos querían destruirlos, y al acabar con ellos finalizaban mil años de tradición oral, que se perdía en la Edad del Bronce. Aún así en el reportaje se insiste en el desconocimiento. Son escasos los datos reales acerca de la Orden. Aunque no había leído nada tan completo acerca de los druidas como la novela de Morgan Llywelyn, El Druida. Esta historiadora pone auténtico énfasis en dar un tono de veracidad a la Orden de los Druidas y la conquista de la Galia por Julio Cesar. No sé si el libro se basa en información real o no, pero me encanta.



















El documental busca pruebas en el sentido de lo terrible que era el culto de la Orden que incluso llegaba a matar gente en sus rituales, la superioridad moral a través del relato de Julio Cesar perdura en el tiempo.