Lo curioso de los druidas es que son tan escurridizos como un fantasma. Y aunque los documentales, generalmente anglosajones y por norma barriendo para casa, no son demasiado generosos en sus presupuestos, tienen información útil. La cultura celta, sobre todo el saber de los druidas tenía una tradición oral, que para bien o para mal estaba ligada a su supervivencia. Así, para arqueólogos y demás científicos, lo ocurrido hace dos mil años es huidizo para quien busca datos concretos. Además si tenemos en cuenta que la historia la escriben los vencedores hay serios problemas para tener las cosas claras respecto a los druidas.
Julio Cesar es quien proporciona más información acerca de los druidas en sus relatos la conquista de las Galias y en la invasión de Britania, información de primera mano, estaba dispuesto a acabar con ellos. El hombre que quiso reinar insistía en formar una imagen del culto druídico temible: bárbaros, bosques tenebrosos, rituales que incluso llevaban al sacrificio de hombres y canibalismo. Quería asegurarse de la supremacía moral de los romanos, lo cual tenía mucha gracia viniendo de un dictador romano.
El documental muestra una tumba descubierta en una cantera, una tumba de un druida. Junto a él, instrumental como pinzas, bisturís y toda una colección de jarras y vasos con semillas, flores y ungüentos. También un tablero de juego con unas piezas de dos colores, algo parecido al “go”. Hacen referencia a otros descubrimientos como el realizado en 1943 en el centro de Inglaterra al desecar un lago para hacer un aeródromo en
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