La obra de un autor se entrelaza con la de otros autores conformando una red a la que tienen acceso los que siguen en el tiempo y que da lugar a posibles relecturas y versiones. A esa red la teoría la denomina tradición.
¿Es la tradición un "kit" que viene impuesto con la lengua? ¿O la patria del autor es la biblioteca? ¿O, si, en este siglo, lo que impera es la disidencia con respecto a la tradición?
Por citar a Proust "Mi poética es mirar el mundo para nombrarlo y apropiarme de él". La singularidad de cada autor en su mirada y su capacidad para transformarla en un artefacto estético.
La obra siempre ha sido permeable a la influencia de otros lenguajes y disciplinas. El cine, la música, la pintura, la literatura enriquecen y dinamitan la diferencia entre alta y baja cultura. Este mestizaje genera vida. Los nuevos lenguajes filtran nuestra mirada sobre la realidad.
Al final lo que queda más claro es que, antes se trabajaba desde el conocimiento y hoy día se hace desde la información y al margen de las tradiciones e influencias, la primera misión del autor es contar historias y entretener al lector.
Extractos de un articulo de Ricardo Menéndez Salmón.