jueves, 20 de abril de 2017

Una fuente inagotable

 'El lobo solitario y su cachorro', 'El hombre sediento', 'Kasajirô, el clava-tatamis' y 'Kei, crónica de una juventud' son algunas de las obras de Koike y Kojima.


JAVIER FERNÁNDEZ
19 Abril, 2017





Ecc parece haber encontrado un filón con Kazuo Koike y Gôseki Kojima, y les confieso que yo no puedo estar más contento. La obra del dúo japonés fue una de las primeras que saltó a Occidente, allá cuando el manga invadió nuestro mercado, y es que les recuerdo que son los autores de El lobo solitario y su cachorro, un larguísimo serial de honor y venganza que se benefició del interés (y las portadas) del entonces muy influyente Frank Miller. Del guionista, Koike, llegó también tempranamente Crying Freeman, con dibujos de Ryoichi Ikegami, y, poco después, alguna que otra cosa más, como Lady Snowblood, dibujada por Kazuo Kamimura, de nuevo una historia de venganza, citada como inspiración de las películas de Kill Bill. En lo que se refiere al trabajo conjunto de Koike y Kojima, antes de que ECC se interesara por ellos, se tradujo la serie Asa, el ejecutor y apenas los primeros volúmenes de Hanzô, el camino del asesino. Poco, muy poco, de una bibliografía tan amplia como estupenda.


Hará un par de años, ECC recomenzó (y terminó) la edición española de Hanzô, y no ha dejado de ofrecer nuevos títulos de Koike y Kojima desde entonces: El hombre sediento (8 volúmenes), Kasajirô, el clava-tatamis (2 volúmenes), Kei, crónica de una juventud (10 volúmenes) y Son Goku, el héroe de la ruta de la seda (6 volúmenes) se han ido encadenando uno tras otro, dando a los lectores su ración mensual del mejor manga histórico. Estas dos últimas series, Kei y Son Goku, la historia de un samurái en busca de su amor durante el periodo Edo y la recreación en viñetas del clásico chino Viaje al Oeste, también conocido como Las aventuras del rey mono, acaban de completar su edición y ya tienen sustitutos en el carro de la compra: Shingen Takeda, el tigre de Kai (que constará de 4 volúmenes) y El carterista (que constará de 2), y ojo que se anuncia una tercera: La leyenda de Kujaku (también 2 volúmenes). Ya ven que hemos pasado de la escasez a la abundancia. Era inevitable, considerando la alta calidad general de estos trabajos.



El lobo solitario y su cachorro vio la luz en Japón a comienzos de la década de 1970, y sobre su enorme éxito se ha construido la carrera posterior de ambos autores. Además de mangas, Koike ha escrito novelas, guiones de cine y televisión, teatro y hasta letras de canciones, y Kojima (que falleció en 2000), comenzó su larga trayectoria en el medio en 1957, después de haber servido con sus dibujos al teatro ambulante, y se dedicó profusamente al género histórico. Brillaron por separado, pero mucho más cuando trabajaron juntos, y es que el estilo realista, violento y sensual de Kojima, maestro del ritmo y la ambientación, se adapta a la perfección a las tramas densas y evocadoras de Koike, que toma la historia clásica de Japón como base para unos relatos llenos de intrigas y belicismo, contrastados siempre con un detallado retrato de la intimidad (física y psicológica) de sus personajes. Hay una química singular entre estos dos genios de la viñeta, y es por eso que uno no se cansa nunca de leerlos.

Malaga Hoy


martes, 18 de abril de 2017

Dibujos en femenino plural

 Cada vez hay más mujeres que se dedican al cómic. Empatizan con los lectores tratando con mucho humor temas cotidianos


Lola Vendetta, personaje creado por Raquel Riba Rossy, protagonista de 'Más vale Lola que mal acompañada'.

RUT DE LAS HERAS BRETÍN

Madrid 18 ABR 2017
Viñeta de Monstruo Espagueti.

Mujer. En torno a 30 años. Observa lo que le rodea, lo analiza y le saca punta. Sin humor no es nada. Vive en una gran ciudad. Las redes sociales son una de sus herramientas de trabajo. El dibujo es su altavoz al mundo, su mejor manera de expresarse. Con todas estas características bien se podría hacer un retrato robot de un amplio grupo de ilustradoras, viñetistas, dibujantes, creativas, humoristas gráficas, artistas o, incluso, antiartistas que en los últimos meses han publicado un libro en el que lo gráfico predomina o que lo harán en los próximos. Pero ese retrato, teniendo un poquito de todas, no sería fiel a ninguna. "Es como decir que todas las canciones de amor son iguales o que lo son todos los cómic de superhéroes", explica Flavia Álvarez, autora de Las cosas del querer (Lumen).


Si solo con poner nombre a su profesión ya difieren, cómo no van a hacerlo en lo demás. Las hay que no saben dibujar con lápiz, como Raquel Córcoles, creadora de Moderna de Pueblo, que prepara libro para otoño. Otras que no se recuerdan sin él en la mano, es el caso de Raquel Riba Rossy, que va armada con él como su personaje Lola Vendetta con su catana. Publicó su primera historia, Más vale Lola que mal acompañada (Lumen), en marzo.

Primeras viñetas de 'La historia de mis tetas', novela gráfica de Jennifer Hayden.


La mayoría nacieron en las redes sociales casi de manera casual; para Álvarez -conocida como Flavita Banana- son su currículum. La estadounidense Gina Wynbrandt, autora de Que alguien se acueste conmigo, por favor, utiliza su presencia en Internet como la extensión de su marca personal: "Muestran lo patética que es mi vida cotidiana e ilustran cómo mi trabajo es una vía de escape". Un escaparate fueron para Anastasia Bengoechea (Monstruo Espagueti): "La editorial me contactó por el éxito que tenía en redes". Y de ahí, a publicar ¡estás FATAL! con Lunwerg el pasado febrero. Son una ventana que les ha llevado al libro de papel y, de hecho, ninguna reniega de él, lo buscan, parece lejos de estar muerto. "Me gusta la tinta", dice Flavita Banana. Sobre la buena convivencia de ambos formatos, Manuel Bartual, editor de ¡Caramba!, explica que el papel no solo no ha muerto, "el cómic vive un momento dulce". En septiembre verá la luz un recopilatorio de viñetas de Flavita Banana que ya ha publicado online. "Se ha comprobado que si va bien en Internet, también en papel. La función que hace 20 años cumplían las revistas que ya no quedan, las cumplen las redes", sostiene Bartual, que a través de ellas conoció a la autora a la que describe como "buena observadora, traslada muy bien el mundo a viñetas y tiene un estilo reconocible, conciso y rotundo".

Viñetas de Gina Wynbrandt para 'Que alguien se acueste conmigo, por favor'.



Una mezcla entre material inédito y ya publicado van a hacer también Marga Castaño y Esther de la Rosa, que prevén que para octubre tendrán la versión tangible de las tiras que llevan colgando un año en su web Hardcore maternity. En ella plasman un tema muy en boga como es hacer patente lo menos agradable de la maternidad. "Intentamos compatibilizar el trabajo, los hijos y nuestra vida de solteras, por tanto vamos acumulando... Hablar de nuestro espacio de libertad no es incompatible con querer a nuestros hijos", explica Castaño. El cómic estará formado por 10 historias que ya tienen versión online y otras 15 creadas ex profeso.

 Dibujo de Flavita Banana para 'Las cosas del querer'.

Pero no todo ocurre primero en el mundo virtual. A Meritxell Bosch, candidata al premio Eisner en 2015 (uno de los más reconocidos en las industria del cómic) por BirdCatDog, y con su novela gráfica Yo, gorda (La cúpula) recién publicada, no le gustan las redes, solo mantiene Facebook pero sin especial interés. Tanto ella como Córcoles son más veteranas que el resto y reconocen que el mundo del cómic ha cambiado mucho en los últimos años. La autora de Moderna de Pueblo, que dejó su trabajo hace cuatro años para dedicarse plenamente a su personaje y todo lo que conlleva (publicaciones, merchandising...), comenta que cuando empezó estaba sola. No se considera pionera pero sí sabe que ha abierto alguna puerta. "Ahora somos toda una comunidad, lo que tiene sus inconvenientes: todas somos muy activas y hay que ir con cuidado para no tratar temas que otras ya hayan tratado. Pero a la vez este auge nos hace ser más visibles y que haya más gente interesada". Bosch cuenta que hace 15 años, cuando ella empezó a estudiar, eran solo tres mujeres frente a veintitantos chicos: "Un profesor llegó a decir que las mujeres no dibujábamos porque ya creábamos vida, ¡pero qué tendrá que ver!", le reprocha. "Machismos que te encuentras en cualquier otro oficio", añade.

Ilustración de 'Hardcore Maternity'.

La todavía menor presencia femenina en el mundo del cómic no es característica solo del ámbito español. La estadounidense Wybrandt reconoce que en todos los campos debería haber más mujeres: "En el arte, en los medios de comunicación...". Prueba de ello es el pasado Salón del Cómic de Barcelona, celebrado del 30 de marzo al 2 de abril, donde solo el primer día el número de autores que participaron en las firmas de libros, más de 40, era muy superior al de autoras, no llegaban a 10.

Poema ilustrado de Monstruo Espagueti, autora de '¡estás FATAL!'.

No cabe duda de que el punto de vista femenino une a todas estas autoras. Sus protagonistas son mujeres, pero también la mayoría de los que crean los dibujantes son hombres. Mireia Magallón, editora adjunta de Lumen y Reservoir Books, reconoce que existía la necesidad de que las lectoras encontraran voces femeninas en este mundo, pero le parece reduccionista pensar que el público que las lee es solo femenino. "No importa el género ni de quien ilustra ni de quien lee. Tratan cuestiones universales."
Poema ilustrado de Monstruo Espagueti, autora de '¡estás FATAL!'.


MUJERES NORMALES
Las protagonistas de autoras como Gina Wybrandt, Flavita Banana, Raquel Riba, Monstruo Espagueti, Meritxell Bosch, Hardcore maternity... no son las mujeres hipersexualizadas de algunos cómics. Tienen vello, sus curvas son imperfectas, andan semidesnudas por su casa, tienen la regla y la sangre mancha (que parece que es un tabú), practican sexo o no lo practican y se quejan por ello... "Reflejo la normalidad", dice Flavita Banana, que, como las demás, se inspira mirando alrededor.

Todas tienen un toque desenfadado, irónico. Cada una en su línea pero con el humor muy presente y, a veces, con un punto de mala leche, de hacer que lo que cuentan sea una sacudida, que levante algunas ampollas. A pesar de que hay algunos temas como el de la bulimia que se trata en Yo, gorda, o el cáncer de mama, del que habla Jennifer Hayden en La historia de mis tetas (Reservoir Books), que son más femeninos porque por suerte para los hombres ellos sufren en un porcentaje mínimo estas enfermedades, cualquiera se puede sentir identificado con, por ejemplo, Lola Vendetta y la idea de hacer rodar cabezas (metafóricamente) cuando algo resulta desesperante. Y de esta empatía, al éxito.
Ilustración de Raquel Riba Rossy para su novela gráfica 'Más vale Lola que mal acompañada'.


Y si no...¿a quién no le ha parecido una eternidad la espera de una respuesta a un whatsapp? ¿Quién no ha querido ahogarse en una macrotarrina de helado o, en su defecto, en un cuenco de palomitas? ¿Quién no ha querido fusionarse con el edredón y transformase en una crisálida?, bien por estar demasiado solo o por estar fenomenalmente acompañado. ¿Quién no ha metamorfoseado alguna vez un contratiempo que realmente tiene la talla de una pulga, en otro del tamaño de un elefante? Problemas del primer mundo.


Poema ilustrado de Monstruo Espagueti, autora de '¡estás FATAL!'.




Dibujo de Flavita Banana, autora de 'Las cosas del querer'.
Viñetas de 'La historia de mis tetas', donde su autora, Jennifer Hayden, relata su relación con sus pechos desde niña y su cáncer de mama.

Autorretrato de Gina Wynbrandt, autora de 'Que alguien se acueste conmigo, por favor'.



El Pais



viernes, 14 de abril de 2017

La resurrección de Diana

JAVIER FERNÁNDEZ

12 Abril, 2017




'Grandes autores de Wonder Woman: Geroge Pérez - La Mujer Maravilla'. George Pérez y otros. ECC. 368 páginas. 32,50 euros.


Se ha hecho esperar, pero no demasiado. La colección Grandes autores de Wonder Woman comienza al fin la recuperación de la etapa más influyente de la trayectoria moderna del personaje; me refiero, cómo no, al relanzamiento tejido por George Pérez a partir de 1987, justo después de las Crisis en Tierras Infinitas. Pérez amplió el elenco de secundarios de la serie, profundizó en las relaciones de la princesa Diana con el panteón de dioses griegos y dio el do de pecho en el apartado gráfico (que más tarde dejaría en manos de otros artistas). Conocido hasta entonces por su faceta de dibujante, Pérez se implicó también en los argumentos, como ya había hecho con Marv Wolfman en los Jóvenes Titanes, dejando los diálogos de los 16 primeros números en manos de Greg Potter (los dos primeros) y Len Wein (el resto), y asumiendo al completo los mandos literarios desde el número 17.

Como recuerda el propio Pérez en su introducción: "Parece que fue ayer cuando me senté en el despacho de Janice Race, la que entonces era editora de Wonder Woman, y le comenté que quizás tuviera algo que podría contribuir a redefinir a la Princesa Amazona, cuya existencia se había suprimido por completo en las últimas páginas de Crisis en Tierras Infinitas. Parece que ha pasado tan solo una noche desde que Janice me acogiese con los brazos abiertos por encargarme de algo que muy pocos artistas de renombre estaban dispuestos a hacer. Al fin y al cabo, la serie Wonder Woman tuvo una historia un tanto accidentada desde que el escritor William Moulton Marston (bajo el seudónimo de Charles Moulton) y el ilustrador H. G. Peter presentaran el personaje en 1940, y se había convertido en una serie que pocos se prestaban a dibujar". Pérez logró poner a Wonder Woman en primera línea, y el personaje no ha perdido visibilidad desde entonces, encadenando numerosas etapas sobresalientes.


Malaga Hoy

El Batman de Neal Adams

JAVIER FERNÁNDEZ

12 Abril, 2017




'Grande autores de Batman: Neal Adams - Valiente y audaz'. Neal Adams y otros. ECC. 232 páginas. 23 euros.

Ecc continúa recuperando los episodios dibujados por Neal Adams entre finales de la década de 1960 y comienzos de la de 1970, un hito visual que revolucionó para siempre la imagen del Hombre Murciélago. Ahora le toca el turno a las cabeceras compartidas por Batman y otros superhéroes de DC, esto es, World's Finest y The Brave and the Bold, de ahí el título del tomo: Valiente y audaz. De la primera serie, co-protagonizada por Superman, van los números 175 y 176 (1968), y, de la segunda, los números 79 a 85 (1968-69), en los que Batman se asocia, entre otros, con Deadman, Creeper, Flash, Aquaman y los Jóvenes Titanes. Cierran el volumen una historieta navideña y un alucinante apartado de extras.

Malaga Hoy

Modernidad y clasicismo

JAVIER FERNÁNDEZ
12 Abril, 2017 -




'Grandes autores de la Liga de la Justicia: Mark Waid - Divide y vencerás'. Mark Waid y otros. ECC. 264 páginas. 27 euros.

Se dice que fue Grant Morrison quien revitalizó la Liga de la Justicia poco antes de que acabara el siglo XX, pero, en honor a la verdad, el mérito lo comparte con Mark Waid. Este último no solo firmó la miniserie Kingdom Come (1996), que devolvió la grandeza al universo DC, y un puñado de estupendas historietas del supergrupo previas a la JLA de Morrison, también participó en la citada JLA del británico y tomó su testigo cuando se marchó. Divide y vencerás recoge el final de la sólida etapa de Waid al frente de la Liga, números 50 a 58 y 60 (2001-02), la mitad de ellos dibujados por el enorme Brian Hitch y la otra mitad por Mike S. Miller. Amenos y visualmente espectaculares, son un buen ejemplo de cómo ofrecer un tebeo moderno de superhéroes respetando los valores clásicos del género.

Malaga Hoy

Para todos los gustos

La colección 'Grandes autores de Superman' de ECC recupera las obras 'El hombre de arena', 'El fin de los días' y 'Lex Luthor: Pura maldad'.

JAVIER FERNÁNDEZ

12 Abril, 2017



'Grandes autores de Superman: Walter Simonson - El hombre de arena'. Walter Simonson y otros. ECC. 160 páginas. 16,95 euros.

De la oferta mensual de Superman, les rescato aquí tres títulos que reeditan material de épocas bien diferentes. El primero es El hombre de arena, nuevo tomo de la colección Grandes autores de Superman, dedicado ahora a Walter Simonson. El libro recopila el Superman Special (1992), escrito y dibujado por Simonson, Superman: The Last God of Krypton (1999), escrito por Simonson y dibujado por los hermanos Hildebrandt, y el número 666 de Superman (2007), escrito por Kurt Busiek y dibujado por Simonson. Van también un puñado de ilustraciones de artistas de renombre como Barry Windsor-Smith, Frank Miller, Curt Swan o Geoff Darrow. De todo este material, seguramente lo más emblemático sea el especial de 1992, El hombre de arena, un homenaje al célebre arco argumental de 1971 Kryptonita nunca más, con el que Denny O'Neil, Swan y Murphy Anderson, bajo el paraguas editorial de Julius Schwartz, insuflaron nueva vida a las aventuras de Superman. Como dice Fran San Rafael en su epílogo: "se nota el cariño del autor por un cómic que, sin duda, marcó en su día su inminente carrera profesional".

Superman: El fin de los días reúne en un solo tomo el final de la intervención de Grant Morrison en la cabecera Action Comics tras el evento Flashpoint. Citando de nuevo a Fran San Rafael: "En 2011, cuando se anunció el arranque del Nuevo Universo DC, la visión que el guionista iba a dar de Superman se convirtió de inmediato en uno de los relanzamientos más esperados. Avalado por una trayectoria repleta de imaginación y por un conocimiento de las entrañas del personaje que ya había demostrado en anteriores ocasiones, como JLA o Crisis Final, Morrison cumplió las expectativas y deslumbró con una etapa sublime para la que contó con dibujantes del talento de Rags Morales o Ben Oliver". Van aquí los números 13 a 18 de Action Comics (2012-13), una maravilla rara y excitante en la que participa también Sholly Fisher, al guión, así como los dibujantes Brad Walker, Travel Foreman, Chris Sprouse, más el ya citado Morales. Se incluyen al final bocetos y diseños de personajes realizados por el propio Morrison.

Y cierro esta ronda de recomendaciones con Lex Luthor: Pura maldad, tomito que ofrece varios cómics seleccionados de la larga trayectoria del archienemigo de Superman, que permiten valorar las transformaciones sufridas por el villano a lo largo de las décadas. El libro se inicia con el número 23 de Action Comics (1940), la primerísima aparición de Luthor, de manos de Jerry Siegel y Joe Shuster. Siguen dos aventuras dibujadas por los míticos Swan y Anderson: el número 248 de Superman (1972), escrito por Len Wein, y el 544 de Action Comics (1983), parte del especial que celebraba el 45 aniversario del personaje y que tiene guión de Cary Bates. Además de esto, hay un episodio de la etapa de Byrne, otro del All-Star Superman de Morrison y Frank Quitely, una historieta corta de Greg Rucka y Matthew Clark y el prestigio Lex Luthor: Biografía no autorizada, de James D. Hudnall y Eduardo Barreto. Una delicia.


Malaga Hoy


jueves, 13 de abril de 2017

Caballos con arte

Los ejemplares de la yeguada de la Cartuja muestran en esta espectacular sesión los valores que guardan desde el siglo XV.
Texto: Fernando Sabater/ Fotografía: Peter Müller











El orgullo de Carlos V

Los caballos cartujanos alcanzaron un extraordinario prestigio internacional en tiempos del emperador Carlos V. En la fotografía, dos ejemplares posan junto al retrato que Tiziano realizó a Carlos V a lomos de uno de estos caballos en 1548 y un fragmento de la pintura de Isabel Francia en otro de estos caballos, obra de Velázquez de 1635-1636.

Según Víctor Hugo, "sin el caballo no habría hombre". Muy cierto, pero también la recíproca es verdadera: sin los hombres no habría caballos, porque los caballos son la primera tecnología punta inventada por la humanidad para conseguir fuerza, transporte y hermosa velocidad. El hombre ha soñado al caballo y se las ha arreglado para materializar su sueño en carne y crin, como quien talla una amatista o un berilo hasta que reproduce el ideal de una joya perfecta. Luego hemos puesto caballos en nuestros palacios y en nuestros campos de labranza, en las batallas y en el rapto de la amada, en las estatuas, en la conquista de lo desconocido y en la poesía. La humanidad desfila a caballo bajo el cielo vacío, y nuestra atropellada historia es una gigantesca carga de caballería...



 La Fuerza y la Nobleza
En las principales pinacotecas del mundo, los cartujanos, simbolos de energía y nobleza, fuerza y docilidad, ocupan un lugar destacado en los lienzos de los grandes artistas. En las imagenes, arriba, dos caballos de la Cartuja trotan delante del óleo Lucha de San Jorge con el dragón , pintado por Rubens y cuyo original se puede contemplar en el Museo del Prado.




La herencia de la Cartuja
Los monjes cartujos de Jerez de la Frontera lograron a finales del siglo XV salvar esta raza autóctona de caballos. El las fotografias, arriba, dos ejemplares de la Yeguada de la Cartuja que muestran que la herencia ha llegado perfecta hasta hoy. El primero, arriba, Hacendoso XXIII, de siete años, encima de estas líneas, Centenario VI, de ocho años.



El prometedor futuro
Los actuales responsables de la Yeguada de la Cartuja están decididos a mantener la nobleza de la estirpe y a la vez proyectar más su imagen hacia el futuro. En la foto, Ambiciosa IV con uno de los jóvenes valores de la cuadra, un potro del año pasado.


Ejemplar delante de Húsares al galope, obra de August Macke, en el Thyssen-Bornemisza

Cuando Hegel vio en Jena a Napoleón comentó que había visto pasar "el espíritu del mundo a caballo". Pero incluso sin un bandolero corso sobre su lomo, el caballo encarna el espíritu del mundo, el mundo mismo: es un microcosmos. Así lo reconoce un viejo poema indio, el Brhadaranyaka Upanishad: "En verdad, el alba es la cabeza del caballo; el sol, su ojo; el viento, su aliento; el fuego universal, su boca abierta; el año es su cuerpo; el cielo, su lomo; la atmósfera, su vientre; los puntos cardinales, sus flancos; las estaciones, sus miembros; los días y las noches, sus cascos; las estrellas, sus huesos; las nubes, su carne...". El universo en toda su gloria es un fenómeno equino y se condensa en el caballo que admiramos al pasar. Ese ruido de galope es como el rumor del tiempo ligero que se marcha o que viene a buscarnos: por eso nos emociona y nos parece sentirlo hollar nuestras alfombras y asomarse un momento, imprevisto pero bienvenido, a nuestras ventanas.

No contento con soñar al caballo, el hombre se ha soñado también caballo él mismo: ¡la ambición desbocada del Centauro! Sin renunciar a la primacía del jinete, tener juntamente el brío y el ímpetu de la cabalgadura. Considerar como igual mérito las ideas y las coces... ¡cuánta libertad! El centauro reúne lo mejor del hombre (según el hombre), cabeza y corazón, con lo mejor del caballo (¡según el hombre también!), fuertes patas y buenos riñones. Es el caballero perfecto y el yóquey más práctico, porque nunca necesita subirse ni bajarse de su montura, y no pierde momentos preciosos apretando la cincha.

Pero la condición de centauro debe presentar, además, otras paradojas y dificultades. Sobre el más ilustre de los centauros, sabio maestro de héroes, se hizo la gran pregunta Ortega y Gasset: "¿Qué mundo pensaría el padre Quirón galopando las praderas de esmeralda? A su torso humano pertenecía un mundo de visiones humanas; a sus lomos de caballo, un universo equino. Los nervios del hombre y de la jaca se unían en los mismos centros y las venas robustas hacían desembocar en un solo corazón la teología del europeo y la brama del semental. ¡Pobre corazón, vacilando siempre entre una potra y una bacante! Lo que para la mitad de sí mismo era verdad, era falso para la otra mitad; si entraba en una ciudad y llegaba a la plaza pública, sus labios habían de decir: he aquí el ágora, mientras sus cascos golpearían: he aquí un hipódromo".

Desde luego, en ningún caso podría tratarse del Hipódromo de Madrid, secuestrado de modo rufianesco hace más de tres años y en el que ya nada galopa salvo la sombra indigna de los especuladores, mientras Patrimonio Nacional bosteza y mata moscas con el rabo. Por eso los caballos, como ya no tienen hipódromo, invaden nuestros salones, posan entre nuestros cuadros y aromatizan con sano perfume de estiércol tapices y cerámicas. ¡Bien hecho! Como los bribones y la desidia les privan de lo suyo, vienen a reclamar lo nuestro. Pero son tan irremediablemente generosos hasta cuando invaden que nos traen la elegancia de su garbo tonificante para dignificar la cursilería de los tugurios en que vivimos. Todo lo que pisan sus cascos se convierte en tienda de campaña o en campo abierto. Y quizá lloran sin relinchos por nosotros, prisioneros de los estraperlistas, como cuenta el poeta que lloraron los indómitos caballos de Aquiles al ver muerto a Patroclo.


Sólo 440 ejemplares
La población mundial de caballos cartujanos es de solo 440 ejemplares. Más de la mitad pertenecen a  la Yeguada de la Cartuja (Hierro del Bocado).
En la fotografía, la perfecta silueta de un caballo de esta cuadra bajo un excepcional lienzo del Museo del Prado, La caída de Faetón , pintado por Jan van Eyck.


ASÍ SE HIZO
Un plato enorme. Muchísima paciencia. Treinta bellísimos caballos cartujanos. Reproducciones gigantes de lienzos guardados en los museos del Prado y el Thyssen-Bornemisza. La asistencia permanente de seis expertos en caballos, su cuidado y manejo. Medio año de trabajo... Así lograron el fotógrafo Peter Müller y el director creativo Gerry Roberts estas impactantes imágenes.


LA PASIÓN DE REYES Y ARTISTAS

De ellos se enamoraron emperadores, reyes y pintores; Carlos V, Felipe II, Felipe III y Napoleón Bonaparte; Velázquez, Rubens y Goya. Sintieron pasión por su figura sólida e ilustre, pegada a la tierra y a la vez aristocrática, temperamento enérgico y noble, poseídos por la estricta armonía en cada uno de sus rasgos y de sus miembros: cabeza fina, orejas rectas, ojos grandes y oblicuos, cuello ligeramente arqueado, grupa inclinada y musculosa. Los cartujanos representan un selecto club del 1 % dentro de la élite de los caballos de pura raza española. Son sólo 440 ejemplares, que condensan historia y arte en uno de los símbolos más internacionales de las esencias españolas. Y de esos pocos centenares, la mayoría pertenece a la Yeguada de la Cartuja-Hierro del Bocado, fundada en el año 1484 por los monjes cartujos de Jerez de la Frontera (Cádiz) y actualmente propiedad de Patrimonio del Estado, a través de la empresa pública Expasa, constituida en 1963. La Yeguada de la Cartuja, sin duda una de las ganaderías equinas más prestigiosas del mundo, cuenta con 225 caballos (90 machos y 135 hembras). Las instalaciones de Fuente del Suero, a orillas del río Guadalete, mezclan tradición y modernidad, historia y tecnología. Siguen con el irrenunciable objetivo de mejorar cada detalle de la ganadería, no perder la perfección de la estirpe, su patrimonio genético, acumulado durante cinco siglos; pero ahora sus responsables quieren también ganar popularidad, difundir más la poderosa estampa de sus caballos. De ahí que hayan programado visitas para el público cada sábado. Y de ahí también el libro al que pertenecen las imágenes de este reportaje, Yeguada de la Cartuja, arte español, del fotógrafo suizo Peter Müller, especializado en publicidad, y el creativo australiano Gerry Roberts, ambos afincados en Madrid. Desde que llegó a España hace 24 años, Müller quedó atrapado por Andalucía, el flamenco, los toros, los caballos. A ellos ha dedicado sus libros España por dentro y Oro y plata. Su relación con la Yeguada de la Cartuja le ha supuesto medio año de duro trabajo, bastante más que lo que se tarda, por ejemplo, en rodar la mayoría de las películas: "Tres meses de preparativos, y otros tres haciendo fotografías. Un trabajo de muchísima paciencia. Hay que tener en cuenta que hubo que dedicar mucho tiempo a acostumbrar a los caballos, a familiarizarlos con los flashes (lo que más les asustaba), a conseguir que estuvieran tranquilos y confiados, a lograr un ambiente sin presión. Muchos días sólo lográbamos una foto". Para las imágenes con reproducciones gigantes (de hasta 10 por 14 metros) de lienzos clásicos, Müller y Roberts trabajaron en un plato de más de mil metros cuadrados habilitado en una nave del recinto de lo que fue la Expo de Sevilla. Son todas escenografías reales; nada de superposiciones artificiales o tratamientos informáticos. En todo momento se contó con la asistencia de cuatro personas que trabajan en la yeguada, más dos veterinarios. Después de tantos meses, también ha quedado enamorado de ellos Peter Müller. Ha trabajado con 30 caballos; pero ha habido uno del que se ha encariñado especialmente: Poseído Vil, que ha merecido la portada del libro, pisando un lienzo de Rubens. "Su físico es un espectáculo", dice Müller. "Su carácter, extraordinariamente noble. Jamás dio un problema". El resultado es un alarde de belleza barroca al servicio de unos caballos que comenzaron a alcanzar fama mundial en tiempos del emperador Carlos V y que llegaron a cotizarse, el siglo pasado, 25 veces más que los ejemplares de cualquier otra ganadería de renombre. / RAFAEL RUIZ •


El Pais Semanal Nº 1.166/ 31 de enero 1999