sábado, 22 de noviembre de 2025

Del estigma social de la calvicie femenina a una biografía del dictador norcoreano por Álvaro Pons y Noelia Ibarra

 Lo mejor del mes



1. El laberinto del Cuco. Max. Editorial La Cúpula

Concebido originalmente como una instalación a modo de laberinto en el que las viñetas guiaban al visitante, parecía imposible trasladar esa propuesta al papel, pero Max demuestra que su larga carrera se ha gestado desde la experimentación continua con el lenguaje de la historieta. Traduce la tridimensionalidad a un clásico "sigue la aventura" donde la acción se convierte en puro slapstick, en dinamismo y movimiento que toman el legado de Coll para traerlo al presente, pero sin renunciar nunca a una reflexión que transcurre en paralelo y transciende siempre.



2. Aquí donde estoy. María Castro Hernández y Tyto Alba. Editorial Astiberri

Recuperación del relato de un superviviente de la Quinta del biberón en la batalla del Ebro, que apuesta con acierto por conjugar la voz del protagonista con la mirada actual de un adolescente. Castro y Alba crean un potente discurso antibelicista que no cae en la trampa de la equidistancia, gracias a un relato en primera persona que narra con realismo el absurdo infinito de ese horror que se convierte en vivencia cotidiana, pero leído desde el presente de una persona que hoy tiene la misma edad que aquel que asumía con resignación una muerte que parecía inevitable.



3. Mi amigo Kim Jong-un. Keum Suk Gendry-Kim. Reservoir Books. Traducción de María Rosario Albarracín en castellano y Yasmine Bonjoch en catalán.

La autora coreana de obras tan estimable como Hierba o La espera se embarca en su última novela gráfica en la espinosa tarea de dibujar la biografía de Kim Jong-un, el dictador norcoreano. Una tarea compleja en tanto la historia se ha reescrito por completo para ensalzar o demonizar una figura que deviene más en personaje que en humano, lo que le permite a la dibujante crear en paralelo una sugerente reflexión sobre la evolución de su país y de una sociedad criada en la confrontación constante y el miedo a la guerra, tanto desde la realidad interior como desde la política mundial.



4. Calva. Teresa Drahonôvská y Štěpánka Jislová. Traducción al castellano y catalán de Katerina Valentova. Andana Gráfica.

Los estereotipos sociales han definido el pelo como una herramienta de control de la mujer, desde el castigo hasta la imposición de una norma estética, que provoca que la alopecia aceptada en el hombre como un signo de masculinidad se transforma en la mujer en estigma insuperable. Desde la experiencia personal de la guionista, Calva explora el camino aceptación de la enfermedad no como una resignación, sino como una reivindicación de una identidad que no puede ser dictada por normas excluyentes, jugando con el simbolismo gráfico de la ausencia del cabello como clave narrativa de una obra muy sugerente.



5. Brunilda en la Plata. Genis Rigol. Apa Apa Cómic.

Brunilda es puro teatro, una reflexión surrealista que va de Godot a Pirandello, que rompe la figura del demiurgo para que sea el espectador quien decida sobre una propuesta tan sorprendente como sugerente. Rigol debuta jugando con el absurdo cotidiano que, trasladado al escenario y las bambalinas del teatro, obliga a plantearse las ficciones como formas poliédricas de una realidad que nunca se deja ser representada en su totalidad, que termina por seguir los caminos de un guion que parece prefijado en nuestra existencia, pero que, quizás, pueda ser reescrito por un hábil espectador.


Babelia Núm. 1.774. Sábado 22 de noviembre de 2025

Catálogo de la exposición de Jaime Martín


(página izquierda) Sumari (El Víbora) Ediciones La Cúpula, 1988
(página derecha)
-El otro día me llevé un susto de muerte.
-¿Que pasó?
-Volvía tarde a casa por la noche y vi a un tío en ese coche de color naranja que está aparcado ahí enfrente, que lleva abandonado un mogollón de tiempo.
-¡Hostia!
-Después me he enterado que es un hombre al que la mujer se le murió de una de esas enfermedades chungas. Sus hijas acabaron haciendo de putas y el tío está colgadísimo, sin ningún sitio donde caerse muerto.
-¡Joder!
- Y luego hay gente que me dice que mis historias son demasiado dramáticas, que no son reales. Que saco cosas que no pasan en la calle.
-Los hay que viven en otro planeta. O tal vez es que residan en un barrio limpio y de clase alta. No se enteran de la misa la mitad.
-Si es que para descubrir la miseria en la calle no hay más que abrir los ojos.
-Hay gente que prefiere mantenerlos cerrados. A lo mejor es que algunos nos tomamos la vida demasiado a la tremenda... No sé.
- Sí, pero la verdad es que esto está chungo, tío... Muy chungo.

(Extracto de una conversación entre JAIME MARTÍN y ANTONIO GUIRAL al pie del domicilio del primero. L´Hospitalet, 13 de marzo de 1991).

ANTONIO GUIRAL

Sangre de Barrio
Ediciones La Cúpula, 1989

izquierda
Sangre de Barrio
Ediciones La Cúpula, 1989
derecha
Sumari
(El Víbora)
Ediciones La Cúpula, 1989

Ilustraciones para video, 1990

izquierda
Portada
La Basca que más Casca
Ediciones La Cúpula, 1991
derecha 
Los Primos del Parque
Ediciones La Cúpula, 1990

Los Primos del Parque
Ediciones La Cúpula, 1990


izquierda
Flores sobre el asfalto 
Ediciones La Cúpula, 1990
derecha
Ilustración publicitaria
Festes de Primavera
(L´Hospitalet) 1990


Catálogo de la exposición de Jaime Martín, en el 9º Saló Internacional del Comic de Barcelona, de 9 al 12 de mayo de 1991, en el Mercat del Born, Barcelona.




domingo, 16 de noviembre de 2025

Viñetas para denunciar los excesos del capitalismo imperante

Una oleada de cómics se vuelca en facilitar la compresión de la economía y critica la explotación laboral y sus consecuencias sociales, ambientales o de salud mental

Tommaso Koch

Madrid

Todos los humanos se ríen, lloran, comen, duermen, aman. Aunque la mayoría del día se les va en otra actividad universal: trabajar. Demasiadas horas, estrés, exigencia, renuncias... El capitalismo repite que no existen alternativas. Últimamente, sin embargo, ha surgido una opción sencilla para cuestionarlo. O para conocer las reglas y sombras del juego en el que todos participamos. Basta con leerse uno de los muchísimos cómics sobre economía, explotación y demás estropicios laborales que no paran de publicarse. Resulta que otro mundo sí es posible, al menos en los tebeos.



"Tenemos que entender la economía por nosotros mismos, o estaremos a merced de cualquier charlatán", alerta el escritor Michael Goodwin. Él mismo ha aportado un granito de arena: primero, buceó en décadas de tratados y pensadores; luego, en Economix (Lunwerg), resumió en viñetas -con dibujos de Dan E. Burr- lo que había sacado en claro: teorías, prácticas y trampas de los últimos dos siglos de desarrollo. Ahí se descubre que hasta Adam Smith, pasado a la historia como baluarte del libre mercado, denunciaba la "rapacidad" de los magnates e invitaba a recelar de sus propuestas legislativas. O se reflexiona sobre una sociedad democrática en sus estructuras, pero "dictatorial" en muchas empresas. "Cada problema o decisión pública son económicos. En EE UU, los ricos básicamente han comprado las instituciones. Si hubiéramos estructurado la economía de forma diferente, no habrían podido", añada Goodwin.



Economix anula la excusa de la complejidad excesiva: ahora la compresión -¿la indignación?- está al alcance de cualquiera. Como la reciente versión gráfica de Capital e ideología (Deusto): el tomo original, de 1.248 páginas, puede dar vértigo incluso a los adoradores de su autor, Thomas Piketty. Pero el cómic de Claire Alet y Benjamin Adam las ha reducido a 176. Las ideas del nuevo gurú de la justicia social aparecen simplificadas, aunque no menos lúcidas. Y, ciertamente, más accesibles. Las ventas han funcionado bien que otro ensayo de Piketty, Una breve historia de la igualdad (Deusto), acaba de dar el mismo salto, de la mano de Sébastian Vassant y Stephen Desberg. Lo que ofrece, de paso, la muestra más paradójica del poderío capitalista: hasta su crítica puede convertirse en tendencia que maximice el beneficio.




Bienvenido al mundo, del español Miguel Brieva (Astiberri), apuesta por una sátira colorida y explícita, donde una joven pregunta a su progenitora: "Oye mami, ¿los pobres existirán de verdad?". Desde la piscina y los privilegios en los que nadan, desde luego, no lo parece. En El silbido al correr del aire, de Louka Butzbatch (Fulgencio Pimentel), una enorme patata amenaza con aplastar a un pueblo. Y Darryl Cunningham elige otra vía más: en Multimillonarios, antes, y en Elon Musk. Retrato de un oligarca (Planeta cómic), ahora, subraya que la escalada hasta la cumbre a menudo sacrifica por el camino escrúpulos, legalidad y derechos de los trabajadores. Una conclusión que confirma Cómo los ricos saquean el planeta (Garbuix), de Hervé Kempf y Juan Mendez.






La conciencia, a prueba




En Consumida (Reservoir Books), de Alison Bechdel, el capitalismo fagocita tanto que hasta el más coherente termina haciendo concesiones. Aunque Phillipe Squarzoni pone a prueba la conciencia quien lea La oscura huella digital (Errata Naturae) no olvidará el coste ambiental que supone el uso de teléfonos, o tecnologías, inteligentes. Cada una de sus páginas invita a la crítica: "En Francia 63 multimillonarios contaminan más que la mitad de la población". Ni tampoco los envíos se pedirán tan a la ligera tras terminar El maravilloso mundo de Amazon (Norma). Está claro que salirse de la rueda se antoja difícil. A la vez, ignorar las consecuencias de hacerla correr, después de estos cómics, se hace imposible.




Más aún cuando resultan fatales. Como la historia de Kanikosen, del japonés Go Fujio (Gallonero): la denuncia del escritor comunista Takiji Kobaiashi, en 1929, de la esclavitud laboral a bordo de pesqueros en su país, y su muerte, torturado por la policía en 1933. Y Cuando el trabajo mata (Garbuix) no precisa más explicaciones que su título y saber que está basado en hechos reales. "Nace de una investigación periodística sobre una oleada de suicidios en compañías como Renault o France Telecom. De aquello surgió algo de conciencia, durante un tiempo. De fondo, no ha cambiado nada", lamenta el reportero Hubert Prolongeau, coautor junto con Arnaud Delalande y Grégory Mardon.



"Hay muchas opciones. Ni siquiera tenemos que imaginárnoslas, basta con mirar alrededor. La democracia social funciona mucho mejor que el capitalismo sin reglas según cualquier medición", apunta Goodwin. Una recomendación las resume todas: ralentizar, poner un freno, incluso parar. Aunque sea un rato, para leerse un cómic. Siempre que encuentre tiempo, porque cada día hay mucho que hacer. Dormir, comer, amar. Y trabajar.


El Pais. Cultura. Sábado 15 de noviembre de 2025

Max Cooper - Sobre el ser: vídeo animado por Masanobu Hiraoka

 


Un nuevo y fascinante videoclip, dirigido y animado íntegramente por Masanobu Hiraoka , conocido por su estilo único y sus planos secuencia largos y fluidos.

En esta ocasión, se trata de la canción « On Being » de Max Cooper .

Via Catsuka

Ave, Satani

Cuando Lucifer pone su ojo en ti, comienzan los problemas…

José Luis Vidal

12 de noviembre 2025 

A finales de los años treinta, un negro nubarrón empezaba a cubrir parte de Europa. A base de mentiras y presión política, militar, el régimen nazi comenzó su invasión, hecho este que le llevó a la ciudad de Praga (atención a esa página del desfile), donde la población judía comenzaba a padecer el odio y la violencia aplicada por las violentas tropas germanas.



Ficha
El Diablo y Coral

Autor: Homs

Tapa dura

Color

112 págs.

25 euros

Norma Editorial


Mientras tanto, un colorido circo había llegado a la ciudad, entre sus nómadas miembros se encuentra una chica, Coral, la protagonista de este relato. Ella, con sus 'artes adivinatorias' y mucho teatro, se gana la vida.

Con el tiempo ha sabido encontrar un sitio entre sus compañeros, que la consideran una más, y harán todo lo que puedan por ella si le surge algún tipo de problema.

Lo malo es que ese problema es invisible a la mayoría de ojos humanos, es rojo y tiene cuernos y rabo. Sí, se trata del Diablo, Belcebú, Satán o cómo queráis llamarlo.

Como si se tratara de un vil 'amigo' invisible, sigue a todas partes a Coral, susurrándole, esperando paciente a que la muchacha cometa un error, ese pecado que le abrirá la puerta hacia el Infierno.

Ella es totalmente independiente, y rompió con su padre hace ya tiempo, aunque aún sigue encargándose del cascarón vacío del hombre que fue Gershon Loew, famoso entre su pueblo por acometer siempre con éxito una labor muy especial que Coral siempre ha desconocido…

Mientras, un grupo de judíos ha trazado un oscuro plan para expulsar a los nazis de la ciudad, pero para ello van a necesitar de un elemento muy importante en el proceso previo, y ¿Adivináis quién será parte esencial en ese descabellado y peligroso plan?

En efecto, Coral.

El Diablo y Coral es una obra totalmente redonda, su trama te atrapa desde el principio, llevándote de la mano hacia ese oscuro pasado que responderá a muchas preguntas de la protagonista, que lo arriesgará todo una vez sepa la verdad, acometiendo un periplo hacia el Infierno, donde se jugará el todo por el todo.

Del apartado gráfico que queréis que os diga, es una autentica maravilla, Josep Homs (El Angelus, Shi, BCN Noire…). Aunque este cómic tiene la influencia narrativa del canon franco belga de sus anteriores trabajos, en este en concreto, se toma la maravillosa libertad de regalarnos viñetas página e ilustraciones a doble página que son un auténtico placer visual para el ojo del lector.

Ah, y por el camino incluso podéis encontrar algún que otro guiño cinematográfico.

En resumen, uno de los mejores y más apasionantes cómics de los últimos tiempos, que nos confirma la madurez artística de un autor a seguir para todos y todas aquellos que no le conocíais, Homs.


Diario de Cadiz

jueves, 13 de noviembre de 2025

Dax el guerrero por Esteban Maroto

 









Dax el guerrero, por Esteban Maroto 1971
Maquetado: Marigot
Rotulado: M. Rodriguez y E. Ripoll
TOUTAIN EDITOR, S.A.

martes, 11 de noviembre de 2025

Un diccionario de la imaginación

Código Abierto

Science Photo Library / Getty

Javier Sampedro

08 NOV 2025

No revelo ningún secreto si digo que imaginación viene de imagen y, de hecho, es la “facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales”, en la bella expresión del libro gordo. ¿Te has fijado en si tu pensamiento discurre en imágenes? El mío suele hacerlo, aunque sé que hay gente que dice pensar mediante el lenguaje. Mi impresión es que el lenguaje. Mi impresión es que el lenguaje viene después, una vez que ya tenemos en la mente el cómic de lo que estamos recordando, o de lo que estamos simulando, o de lo que estamos fabulando. El caso es que nuestro conocimiento del cerebro ya ha avanzado lo bastante como para ver ese cómic desde fuera del cráneo, y como para traducirlo en frases con una precisión chocante. Es un diccionario de la imaginación.

La nueva técnica supone el fin del elefante en la habitación, esa idea que está en la mente de todo el mundo, pero que nadie expresa por miedo a violar algún tabú, irritar al jefe o quedar como un miserable. Porque, si la idea está en tu mente, se puede ver desde fuera. Hace falta un artilugio bastante aparatoso, pero eso es un problema técnico, y ya sabemos la velocidad a la que se puede resolver los problemas técnicos en nuestros días cuando hay un incentivo de muchos ceros. No hace falta llegar a los 12 ceros del nuevo sueldo de Elon Musk (un billón de dólares). A menudo basta con la mitad de ceros (un millón de dólares) para estimular a un ingeniero con talento. Si la máquina llegara a simplificarse tanto como para caber en unas gafas, nuestro flujo de pensamiento sería un libro abierto para quien las llevara.

La invención se llama mind captioning ("subtitular la mente") y es obra del neurocientífico computacional Tomoyasu Horikawa, de los laboratorios NTT en Kanagawa, Japón. Horikawa ha utilizado un modelo de lenguaje profundo (distinto de los large languaje models, LLM, como los de ChatGPT y similares) para analizar las descripciones textuales de 2.000 videos. Luego ha mostrado los vídeos a seis voluntarios metidos en el tubo de resonancia magnética para ver qué ocurre en su cerebro. Una segunda herramienta de inteligencia artificial dedujo después las asociaciones entre los patrones de actividad del cerebro y lo que se contaba en los vídeos. Es decir, un diccionario de la imaginación. El dispositivo es simple, pero sus resultados son asombrosos.

Por ejemplo, un participante ve un vídeo en que una persona salta desde lo alto de una cascada, y la máquina dice primero "salto flujo" y luego va mejorando su descripción hasta llegar a "arriba caída rápida cascada" (paso 10) y "una persona salta sobre una cascada profunda en la cumbre de una montaña" (paso 100). No puedo evitar pensar en lo mucho que le gustaría a Noam Chomsky ese lenguaje en evolución. Como en su gramática generativa, el texto parte de imágenes, construye una "estructura profunda" y la hace evolucionar hacia la "estructura superficial" que normalmente pronunciamos.

Otro punto interesante es que no hace falta que la persona esté viendo el video mientras la máquina subtitula su mente: basta con que lo recuerdes, o con que le imaginé. Los resultados son muy similares. No es el primer dato que indica que ver algo se asocia a los mismos patrones de actividad cerebral que recordarlo, pero desde luego demuestra ese concepto general con notable elocuencia. Si te digo que imagines un elefante, tu cerebro hace más o menos lo mismo que si lo estuvieras viendo realmente.

Quizá la máquina de Horikawa no vaya tan lejos como para revelar tus pensamientos privados, pero es obvio que camina en esa dirección, y con paso firme. La intimidad no existe; es solo un mito de siglo XX.


El Pais. Sábado 8 de noviembre de 2025