El Pais Semanal Número 1.303
Domingo 16 de septiembre de 2001
Algunas de mis mejores relaciones amistosas y sentimentales (y también algunas de las peores: pero ésta es otra historia) han sido cimentadas sobre el cine. Es el caso del afecto que me une a Diego Galán, de cuyo libro Jack Lemmon nunca cenó aquí, recién publicado, encontraran cumplida información en otras páginas de este mismo número. En el caso de Diego, además, la amistad se pulimento a fuerza de coincidir en los mismos festivales cinematográficos (que es de lo que va su mencionada obra: de su trayectoria como director del festival de San Sebastián), y eso me ha traído, al leer sus apasionadas y apasionantes páginas, el recuerdo de aquellos días de cine en que compartíamos el festín de los sueños, de la Croisette a La Concha, de Donostia a Cannes, junto con nuestras inquietudes, angustias, confidencias y otras joyas que los jovenes suelen intercambiar para librarse de la soledad que casi siempre les acompaña.
Cuando yo lampaba en Madrid, me hacia acompañarle a sus entrevistas, para que conservara mi ilusión por un periodismo que, entonces, me era bastante esquivo. Diego y yo recordamos con regocijo la ocasión en que, estando él entrevistando a un más que ebrio Oliver Reed (que en paz descanse), el actor británico sufrió un ataque de violencia nada verbal, sino gestual (onda mamporro), abalanzándose sobre mi discreto y serio colega, con la clara intención de abrirle la cabeza. Huimos a todo correr del salón de aquel hotel madrileño inflamado por los efluvios etilicos del actor, y yo, mientras bajaba velozmente la escalera, delante de Diego (siempre se me dio bien huir la primera de las quemas), perpetré algo que podra parecer una grosería, pero que yo concebí como un detalle de lealtad in-calculable: elevé mi dedo medio hacia Reed y le solté un "Fuck you!" de auténtico camionero de Arkansas.
A medida que pasan los años, las conversaciones entre amigos cada vez más a menudo empiezan por un "¿Te acuerdas de...?". La buena memoria de Galán me sorprende a veces recordándome historias de aquellos tiempos. Una de ella, la de la ocasión en que decidimos no acudir a nuestra cita con Jeanne Moreau porque preferimos aspirar su perfume, recibe cumplida referencia en el libro de Diego. Libro que he leído como si el autor no fuera mi amigo, y también, milagros que obra el corazón cuando se cruza con la mente, como si aquel par de empedernidos cinéfilos y desmañados jovenes que fuimos y recorrimos festivales también estuvieran asomados por encima de mi hombro a las páginas que ilustran la aventura de un amante del cine en Donostia.
La peripecia de Diego Galán, a lo largo de más de una década, como motor del cambio del festival, de su éxito mundial y muy especialmente de su arraigo en la ciudad que lo acoge, es una historia que termina bien básicamente porque aquel muchacho, aquel cinéfilo que conocí, ha seguido viviendo en él a lo largo de los años. Por eso, cuando volvía a verle en el bar del hotel Reina Cristina, ahora ya convertido en director, yo también recalaba como la que antes fui.
Qué quieren. Cuando Robert Mitchum bajó por primera vez la escalinata del hotel durante su visita al festival, abrí personalmente la ovación encendida que los periodistas y curiosos reunidos en el vestíbulo tributamos a su inimitable forma de caminar y a su inmensa estatura cinematográfica. Más adelante pensé que mi aplauso incluía mas intenciones: era un aplauso para Diego, que de tanto mirar los sueños había pasado a conseguirlos para traérnoslos, y para mí, que estaba allí para contemplarlo.
Y qué quieren: siempre deseé ser como la Victoria de Samotracia encarnada por Audrey Hepburn en Funny face, pero bajando bajo los focos del festival de San Sebastián. Por eso me encantó el póster emblematico que recogió aquel momento en uno de los certámenes; por eso me encanta la portada de Jack Lemmon nunca cenó aquí, y por eso agradezco a Agreda que ilustre este artículo con mi encarnación como tal, prodigio de I+D por otra parte (Imaginación + Delgadez), que deberé, de nuevo, a la fantasia del cine. •
ILUSTRACIÓN DE JOSÉ LUIS ÁGREDA
El Pais Semanal Número 1.303
Domingo 16 de septiembre de 2001
Primer tráiler de la serie animada “ Virgin Punk ”, creada y dirigida por Yasuomi Umetsu (A Kite, Mezzo Forte) con la ayuda del estudio Shaft .
Un anuncio inesperado, ya que Umetsu no ha sido muy prolífico como director durante 10 años (y "Wizard Barristers"). Se dio a conocer especialmente (también con su particular estilo gráfico) en los años 90/2000 con animes muy para adultos como "Kite" (que también se estrena en Blu-ray en EE.UU. este mes) o "Mezzo Forte".
Tenga en cuenta que si esta producción se anuncia como una "serie", el primer episodio, titulado "La chica mecánica", está previsto llegar al cine en primer lugar (en el verano de 2025).
Via Catsuka
¡Llega, por fin, el esperado cara a cara entre García y su enemigo número uno, Nefastus!
José Luis Vidal
08 de septiembre 2024
Pero, muchos de vosotros tal vez no conozcáis al protagonista de este cómic, cuyo sonoro apellido figura en la portada.
Pues bien, haciendo un resumen lo más somero posible y tratando de no desvelar ningún spoiler, os diré que García es el super agente español que durante muchos años se convirtió en el puño de la dictadura fascista de Franco. Pero un día la oscuridad se cernió sobre él y cuando volvió a ver la luz, en un subterráneo bajo la nefasta Cruz de los Caídos, todo había cambiado. España ya era una consolidada democracia y al salir a la calle se daría cuenta que se había convertido en un extraño, una anomalía que debería ajustarse a estos nuevos tiempos de libertad.
Para ello actuó el azar, ya que su camino se cruzaría con el de una joven periodista, Antonia, que sin ella saberlo ni quererlo, iba a convertirse en una especia de rebelde sidekick en las mil y una peripecias que esta extraña pareja iba a vivir a partir de entonces, ya que García es un peón, una pieza muy importante en medio de un siniestro juego. Una partida en la que poco a poco iremos conociendo a sus jugadores, y que los llevará desde la capital española, pasando por Cataluña y, finalmente, en el volumen cuarto y este quinto que ahora llega a las librerías de la mano de Astiberri, a los Estados Unidos, país cuyo gobierno se ha caracterizado por el secretismo, y unos finos hilos que lo conectan con mil y una conspiraciones.
Y hasta aquí llega el resumen, ya que en esta nueva entrega ocurre algo bastante curioso y no por ello menos esperado por todos los lectores que somos auténticos fanáticos de este cómic creador por Santiago García y Luis Bustos.
Resulta que, por fin, vamos a conocer al hombre, al rostro que hasta ahora se ha escondido tras el escurridizo Nefastus. Para ello, como si viajáramos en una máquina del tiempo, nos trasladamos al ya lejano año 1918, donde conoceremos a un niño, Nikolas, que huérfano de padre, se refugia entre los brazos de su madre. Este hecho, un extremo apego maternal va a marcarlo de por vida, como también una inteligencia que hará que los gerifaltes del Tercer Reich posen sus ojos en él, considerándolo un buen operativo para los avances tecnológicos aplicados a la guerra que se realizan en una base secreta sita en la costa del Mar Báltico.
Allí llegará Nikolas Neffenberg, y conocerá a dos personajes que van a marcar su existencia a partir de entonces, Zillmann, su ayudante y guía en este lugar y, sobre todo, una mujer. La doctora Ursula Von Hellwig, una autentica Dama de Acero que pelea en la carrera armamentística nazi por ser la primera en desarrollar el arma definitiva que dé un vuelco al conflicto bélico.
Pero hay mucho más, ya que la rubia y atractiva mujer introducirá a Nikolas en un culto, una secta que trata de hallar un camino más allá de las estrellas, hecho éste que va obsesionar al científico.
A partir de estos hechos vamos a dar varios saltos en el tiempo, comprobando como la suerte acompaña siempre a Neffenberg que, acompañado por el fiel Zilmann, verá como su existencia parece por marcada por un invisible lápiz que le lleva de un lugar a otro hasta que recala, solo, en nuestro país, España, donde encontrará el acomodo necesario para continuar con sus experimentos y será conocido a partir de entonces como Nefastus.
Sí, todo esto está muy bien, ¿pero qué demonios pasa con García y Antonia?
Pues que nos reencontramos con ellos bajo tierra, concretamente en unos túneles secretos que llevan a la base sita en el desierto de Nevada, donde se desarrolla el proyecto Horizon, la creación de otro mad doctor de manual, apellidado Hollister (cuyos rasgos no os serán para nada desconocidos) y cuyo máxima creación es el cohete Coloso III, con el que pretende conquistar las estrellas…
Pues bien, resulta que todos los caminos no conducen a Roma, ya que en este volumen varios de los personajes que se han cruzado con García y Antonia en anteriores entregas van a reunirse en este lugar: Jones, el ex agente de la CIA Vernon Quinn y, cómo no, Aquilino, un tipo que aparece donde menos te lo esperas.
Todos y cada uno de ellos jugarán un papel extremadamente importante en el acto final del cómic, ya que además de los ingenios tecnológicos que se esconden en esta base hay algo más, una locura que solo ha podido surgir de una mente retorcida, y que descontrolada, va a mostrar a sus protagonistas, y a nosotros lectores, el terror más real.
Santiago García y Luis Bustos, padres de la criatura, realizan un genial tour de force creativo que te atrapa desde la primera página, cerrando muchas tramas y dejando algún misterio por dilucidar, habiendo creado en los últimos años un cómic que por méritos propios se ha convertido en un autentico clásico moderno.
Diario de Cadiz
La novela gráfica autoficcional de la autora gallega, que aborda el camino de una mujer hacia la salud mental, había sido premiada en Montreal y Angoulême
Una viñeta de 'El Cuerpo de Cristo' de Bea Lema AstiberriJusto Barranco
Madrid
16/09/2024
El Cuerpo de Cristo (Astiberri), la novela gráfica autoficcional de la autora gallega Bea Lema (A Coruña, 1985) que narra el camino de una mujer hacia la salud mental, prosigue su carrera imparable de premios. Tras haber sido galardonada en Montreal, Périgord o haber obtenido el premio del público del referencial festival de Angoulême, esta singular obra que es una declaración de amor de una hija a su madre, a la que tiene que cuidar siendo demasiado joven, pero también el retrato universal de una mujer encerrada en su papel de hija, madre y esposa en una España patriarcal, pobre y católica, se acaba de alzar con el Premio Nacional del Cómic 2024, concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 30.000 euros.
El jurado ha destacado que El Cuerpo de Cristo, que ha sido creada combinando rotulador, acuarelas y bordados hechos a mano, es "una obra innovadora, arriesgada en lo formal, con texturas y composiciones que trascienden las técnicas más utilizadas sin renunciar al uso del humor y a una mirada poética. La obra posee una gran profundidad y sensibilidad por la manera de abordar un tema tan complejo como el de la salud mental desde la propia experiencia de la autora, así como la reivindicación de la importancia de los cuidados”.
Una página de 'El Cuerpo de Cristo', de Bea Lema Astiberri
Asimismo ha señalado que “es una obra de gran belleza visual y profunda emoción que ofrece una mirada sorprendente en la relación madre e hija, siendo una auténtica exploración del lenguaje que utiliza recursos estéticos alternativos y muestra una nueva forma de tejer la historia reivindicando la propia memoria migrante”.
Una página de 'El Cuerpo de Cristo', de Bea Lema AstiberriLa ilustradora y autora de cómic Bea Lema ha realizado ilustraciones para revistas, carteles o libros infantiles. Su trabajo, generalmente autobiográfico, trata temas como la locura, las relaciones familiares, la religión, el trauma y los ritos populares. En 2017 recibe el XII Premio de Cómic Castelao de la Diputación de A Coruña por O Corpo de Cristo, su primera novela gráfica, un proyecto autobiográfico que trata la enfermedad mental desde la perspectiva de una niña.
Una página de 'El Cuerpo de Cristo', de Bea Lema AstiberriEn 2022 fue becada para realizar la residencia de novela gráfica en la Maison des auteurs de Angoulême. El libro en el que trabajó, basado en aquel primer cómic y publicado en Francia por la editorial Sarbacane bajo el título Des maux à dire y en España por Astiberri con el título El Cuerpo de Cristo, ha sido galardonado con el premio del jurado del Festival BD 2023 en Pèrigord, el premio del público del Festival de Angoulême, el premio Bédélys del Festival de Cómic de Montréal a la mejor obra extranjera y Gran Premio de la Heroína Madame Figaro en 2024. Actualmente trabaja en la adaptación de este libro a cortometraje de animación.
El jurado ha estado presidido por María José Gálvez, directora general del Libro, y como vicepresidente ha actuado Jesús González, subdirector general de Promoción del Libro. Como vocales han actuado Ana Prada, propuesta por la Asociación de Autores de Cómic de España; Luis Miguel Pérez, por la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales; María Bravo, por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros; Mònica Rex, por la Asociación de los Críticos y Divulgadores de Cómic de España; Josep Domingo del Calvari, por la Asociación de Autoras y Autores Profesionales de Cómic de España; Emilio Gonzalo Mallo, por la Asociación Sectorial del Cómic; Fernando Lara, por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; María Teresa Antona, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España; Itziar Adelaida Pascual, por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Complutense; Ana Murillo Yagüe, por el Ministerio de Cultura, y Borja González, galardonado en la convocatoria anterior del premio.
La Vanguardia