jueves, 20 de agosto de 2020

Acoso y discriminación

Astiberri se interesa desde hace años por la publicación de cómics bajo la firma de mujeres, como es el caso de la historia de 'Todas nosotras'

JAVIER FERNÁNDEZ

19 Agosto, 2020


'Todas nosotras'. Elizabeth Casillas, Higinia Garay. Astiberri. 64 páginas. 13 euros.

La editorial Astiberri lleva ya años interesados en el cómic realizado (total o parcialmente) por mujeres, que está viviendo una auténtica y necesaria eclosión en los últimos tiempos. Obviamente, los hay de todos los calibres, estilos y temáticas, y aquí les traigo unos cuantos ejemplos para representar esta variedad.

En primer lugar, quiero destacar Todas nosotras, un interesantísimo tebeo firmado por las bilbaínas Elizabeth Casillas e Higinia Garay que forma parte de un proyecto más amplio iniciado por la ONG Mundubat. Como explica la propia editorial: "Desde el año 1988 [Mundubat] está presente en El Salvador con diferentes propuestas de desarrollo local, participación ciudadana y defensa de los derechos de las mujeres. En 2019, Higinia Garay y la videocreadora Itxaso Díaz viajaron a El Salvador con el apoyo de Mudubat. De ese viaje nació, por una parte, el cómic Todas nosotras, de Elizabeth Casillas e Higinia Garay, coeditado por Astiberri y Mudubat, y por otra parte el documental La historia de todas nosotras, de Itxaso Díaz, en colaboración con Garay y Casillas. La tercera parte del proyecto es una pieza de danza que se inspira en los testimonios de las mujeres salvadoreñas, ideada por la compañía de danza y teatro Node".Casillas es periodista y fundadora de la revista Cactus, donde trabaja como editora y redactora en áreas como literatura, arte, cómics y feminismos. Por su parte, Garay es ilustradora y diseñadora gráfica, a cargo de su propio estudio desde 2013, y se ha especializado en temas relacionados con la cultura, la desigualdad de género y la vulneración de los derechos humanos. Juntas nos acercan a la terrible experiencia de cuatro mujeres salvadoreñas acosadas, incriminadas y encarceladas por haber interrumpido sus embarazos, y es que El Salvador posee una de las leyes antiaborto más duras del mundo, con penas de hasta cuarenta años de cárcel. Garay hace uso de su experiencia como ilustradora y nos propone una historieta en la que priman el color y las composiciones de página imaginativas, y Casillas logra sintetizar una situación realmente compleja y aporta la textura emocional con su escritura.



En segundo lugar, Una laowai en Shanghái es el regreso de Elisa Riera, después de su debut con la novela gráfica El futuro es brillante, publicada el año pasado por Astiberri. Siguiendo con su propuesta autobiográfica, Riera nos muestra la relación entre Elisa y Esme, esto es, una consultora de moda barcelonesa y su intérprete china, nada menos que en Shanghái. La laowai o extranjera es la citada Elisa, y el librito, colorido y apaisado, es un divertido anecdotario del choque cultural en este mundo globalizado.



Finalmente, ¡Viva la revolución! es el segundo álbum de la serie Dolores y Lolo, del guionista Ivan Batty y la dibujante Mamen Moreu. Publicadas semanalmente en El Jueves, las aventuras de esta viuda tradicional y su nieta bisexual, poliamorosa y vegana, están llenas de momentos cómicos y personajes singulares, cada uno de su padre y de su madre. Como la vida misma.


Malaga Hoy


Manteniendo prioridades

JAVIER FERNÁNDEZ

19 Agosto, 2020 


'El murciélago sale a por birras'. Álvaro Ortiz. Astiberri. 128 págs. 10 euros.


Dibujado (y publicado por internet) durante el confinamiento, El murciélago sale a por birras es lo nuevo de Álvaro Ortiz, autor de Cenizas, Murderabilia y Rituales (nominado como mejor obra de autor español en el Salón del Cómic de Barcelona de 2016). El protagonista es Brus, un "millonario que flipas", afincado "en una ciudad la hostia de peligrosa", que se disfraza de murciélago para combatir a los malhechores y que se enfrenta ahora a un reto todavía más peligroso: salir a por cerveza en medio del confinamiento causado por una pandemia mundial. Dice Ortiz que es "un serial hecho con amor y prisas", y ambas cosas se concretan en un estilo más suelto y fresco de lo habitual, que sintoniza de maravilla con la historia.


Malaga Hoy


Orgasmos poderosos

JAVIER FERNÁNDEZ

19 Agosto, 2020 



'Sex Criminals, 5: Con el cinco te la hinco'. M. Fraction, C. Zdrasky. Astiberri. 128 págs. 16 euros.


Conocido por el gran público gracias a su trabajo en cabeceras comerciales tan interesantes como El invencible Iron Man, Ojo de Halcón o la reciente miniserie Superman's Pal Jimmy Olsen, el guionista norteamericano Matt Fraction se abrió paso en la escena independiente con la impresionante, y por ahora inconclusa, Casanova, editada por Image. También de Image es Sex Criminals, un sofisticado y divertido thriller protagonizado por una pareja capaz de detener el tiempo con sus orgasmos, que logró en 2014 los prestigiosos premios Eisner y Harvey a la mejor serie, además de ser calificado como mejor tebeo del año por Time Magazine. Van ya cinco volúmenes, todos ellos editados por Astiberri, siempre con Chip Zdarsky en el apartado gráfico. Con el último, Con el cinco te la hinco, se va cocinando el anunciado final.


Malaga Hoy


La saga de Bone

JAVIER FERNÁNDEZ

19 Agosto, 2020


'Bone. integral'. Jeff Smith. Astiberri. 1.376 páginas. 45 euros.


Entre 1991 y 2004, Jeff Smith firmó uno de los clásicos contemporáneos del cómic estadounidense, Bone, un tebeo delicioso, en la tradición de excelencia artística de los mismísimos Walt Kelly o Carl Barks y en el que resuenan ecos de joyas literarias como Huckleberry Finn o El señor de los anillos. La serie es un monumento a la aventura y la fantasía, con un fascinante universo propio y un rico elenco de personajes entre los que destacan el trío protagonista: Fone Bone (el más valiente de los Bone, apasionado de Moby Dick) y sus primos; el avaricioso Phoney Bone (cobarde y egoísta, pero no por ello menos adorable) y el optimista Smiley Bone (el más alto y menos inteligente de los tres, siempre con un puro en la boca y una especie de banjo en la mano).

En total, fueron 55 cuadernillos en blanco y negro, la mayoría autoeditados por el propio Smith con su sello Cartoon Books (hubo un breve intervalo en Image Comics), seguidos de un puñado de spin-offs y especiales como la precuela Bone. Rose, miniserie de tres números escrita por Smith y dibujada por Charles Vess, o la novela gráfica Bone. Coda, publicada en 2016 para celebrar el veinticinco aniversario del inicio de la serie.

A lo largo de este tiempo, Bone ha ganado más de cuarenta premios, figura en todas las listas de los mejores cómics de las últimas décadas, ha vendido más de diez millones de ejemplares (150.000 en castellano) y, recientemente, Netflix ha anunciado una serie de animación con la saga.

La obra completa ha sido publicada en nuestro idioma por Astiberri en nueve tomitos coloreados y en tres volúmenes de lujo en blanco y negro (especiales aparte), y regresa ahora a librerías en un solo volumen integral de 1.376 páginas a todo color, con lomo flexible y un apéndice con material extra. Altamente recomendable.



Malaga Hoy


domingo, 16 de agosto de 2020

ANDREAS EL DESCONOCIDO




Andreas Martens nació el 3 de Enero de 1951 en Dusseldorf, en la entonces República Democrática Alemana. Estudió artes gráficas en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad y en el Instituto Saint-Luc de Bruselas, donde se producen sus primeros contactos con el cómic, ya que el que había podido leer hasta entonces era, según sus propias palabras "muy mediocre, e impregnado por la propaganda política".

Posteriormente sigue los cursos del dibujante Eddy Paape, con quien colabora en una primera historieta, Udolfo, para la revista Tintín.

A partir de entonces su carrera se desarrolla en las principales revistas europeas: Tintin, para la que creó el personaje de Rörk, que ha vivido ya un gran número de aventuras. En esta revista ha publicado otros títulos, como La cáveme du souvenir o Le monstre.
 
Metal Hurlant, donde han aparecido entre otras, Cyrrus, Mil, Le voyageur.

(A suivre), que publicó Révélations Postumes, etc.

Le Journal Ilustré donde ha publicado Cromwell Stone.

Algunas de estas historias han aparecido posteriormente en forma de álbum. Asimismo Andreas ha escrito el guión de Hivern 51, que dibujado por Berthet ha aparecido en Spirou.

También ha publicado portafolios, affiches y otras obras de ilustración, género que cultiva con maestría.

SU ESTILO
La obra de Andreas pertenece por completo a lo que se puede llamar "género fantástico". Pero, ¿qué es para Andreas una historia fantástica? En primer lugar, una mezcla de temas y géneros. La ciencia-ficción, la historia, los relatos de terror, la magia etc. se combinan en sus creaciones hasta formar un universo propio. Los elementos que utiliza (el viajero del tiempo, las fuerzas del mal, el asesino loco etc.) han sido mil veces utilizados, pero la unión de varios de ellos da al lector una impresión inconfundible de originalidad.

En segundo lugar, un pretexto para el desarrollo de "una técnica narrativa esencialmente visual". La historia, para Andreas, debe ser contada a través de la imagen y no a través de las palabras, hasta el punto de que en muchas de sus páginas apenas hay texto. También a través de la imagen crea el ambiente y conduce el guión, eligiendo en cada caso el medio técnico que considera más adecuado para la impresión que quiere producir (negro o color, gouache, acuarela etc.). El resultado es satisfactorio gracias a su dominio más que notable del arte de dibujar. Sin embargo, en algunas obras realizadas en blanco y negro, su mismo gusto por el dibujo le lleva a un exceso de trazos que casi hace peligrar el desarrollo de la historia, que finalmente siempre consigue llevar a buen término. Por el contrario con el color ha llegado a obtener una maestría innegable.

Andreas se declara admirador de los creadores americanos, y su influencia se nota claramente en muchas de sus intrincadas historias, sin que ello implique la pérdida de los mejores logros del comic europeo.

 


ANDREAS EN ESPAÑA

La obra de Andreas es una recién llegada al mundo editorial español, pero el desembarco, sin duda casualmente, parece haberse realizado con decisión. A lo largo de este año han aparecido tres álbumes de este interesante autor, dos de ellos, Cromwell Stone y Coutoo, editados por Zinco y el tercero, perteneciente a la serie Rork, editado por Norma.

Cromwell Stone, cronológicamente la más antigua de las tres historias, está realizada en blanco y negro y mantiene un ambiente lovecraftiano (se abre la narración con una cita de este autor) durante su desarrollo. Aunque ésta iba a ser la primera entrega de una trilogía, parece que de momento deberemos conformarnos con esta obra.

El cementerio de las catedrales, perteneciente a la serie de aventuras del personaje Rork, data de 1988. Este es el personaje preferido del autor, con el que más disfruta dibujando, según confiesa. Fue creado para la revista Tintín y dejó de publicarse temporalmente por problemas con la misma. Precisamente esta historia es la primera de la segunda etapa de Rork. El arnbiente predominante es el de un relato de aventuras, en el que irrumpen los componentes mágicos tan del gusto del autor.

Coutoo, data de 1989. La historia sigue las lineas narrativas de un "thriller" en el que la trama depende de los elementos esotéricos que la motivan.

En estas tres historias se puede apreciar una de las características de este autor: sea cual sea el referente narrativo elegido, el eje sobre el que se desarrolla el guión es el misterio, lo oculto; pero además este misterio no es natural, o cuanto menos, no es humano. Es en este centro donde tiene cabida lo fantástico, la ciencia ficción, la magia, el esoterismo,...

También se aprecia la habilidad narrativa de Andreas, basada en la fuerza comunicativa de sus dibujos, reforzada cuando usa color por éste. Sin embargo, en ocasiones abusa de algunos recursos en la composición de las páginas.

Se observa asimismo una evolución en el dibujo, de trazo más simple en Coutoo que en las otras dos historias, pero manteniendo el estilo personal.

En definitiva Andreas es un interesante autor, cuya obra es prácticamente desconocida entre nosotros y del que esperamos ver editadas más obras en nuestro país.

JOSÉ MAS

 

El Maquinista número 4 septiembre 1991


Dos pájaros de un tiro por Raule y Chaves






 


TRIBULACIONES Nº1 DICIEMBRE DE 1993



RETROVISOR: SPIDER

 



¡SPIDER! Más de uno recordará aquel feo y enlutado superhéroe que a través de la infames ediciones de Vértice precedió en nuestro país a la primera invasión Marvel en los años sesenta. Este artículo surge de una duradera e incurable devoción por el personaje, que ha conocido varias ediciones en España, ninguna de ellas respetuosa con la original (en Vértice, Euredit, Bruguera, y Surco, de 1966 a 1983) y ha marcado —más modestamente de lo que merecía— la memoria nostálgica de más de una generación. A la vista de la falta de datos de que disponemos, en especial por el desconocimiento de la edición original, tal vez pueda parecer absurdo el plantearse redactar un artículo sobre él, pero sigue resultando a estas alturas una historieta por tantos motivos ejemplar que llegado el momento y aprovecha-do la libertad de acción que nos brinda El Maquinista no hemos podido resistir la tentación de reinvidicar desde aquí al más extraño y paradójico de los superhéroes.

La publicación portuguesa Jornal do Cuto (que realizó en 1972 la edición más digna de las que hemos podido consultar) da los únicos datos que conocemos sobre la autoría de la saga. Se trata de una historieta británica creada para la Bardon Fleetway Parece ser que comenzó a publicarse en junio de 1965 siendo su creador un tal E.G. Cowan, y su dibujante W. R. Bunn (continuado más tarde por Marcuzzi, Cueto y otros). A partir de la tercera historia ("Contra el Dr. Misterioso") los guiones son atribuidos a Siegel. Inicialmente, el Hombre Araña es un genio criminal, pero a partir de septiembre de 1966 se adhiere —tal vez forzado por la censura— a las fuerzas de la ley y el orden.
 
En cualquier caso en este artículo nos referiremos siempre como dibujante a este enigmático W. R. Bunn, único que ha sabido plasmar gráficamente su extraño mundo. En cuanto al guionista, nos gustaría creer que la publicidad de la primera edición de Vértice (1966, Novelas Gráficas de 7 ptas.) no miente y que se trata en efecto de Jerry Siegel, el padre literario de "Superman". Nos gustaría, porque en este caso podríamos considerarlo como una especie de revancha poética sobre el rumbo sufrido por sus criaturas —los superhéroes, herederos todos ellos en cierto modo de "Superman"— en ese torpe recorrido hacia una imposible verosimilitud.

EL HÉROE PORQUE SI
Al contrario que la mayoría de superhéroes al uso, Spider se nos presenta desde el principio como un hecho consumado, es decir, sin que exista ninguna tranquilizadora explicación a su extraña condición. Superman obtiene sus poderes por ser kryptoniano en nuestro planeta, Spiderman por recibir la picadura de una araña radiactiva, los miembros de la Patrulla X son mutantes genéticos: SPIDER simplemente ES; no puede ser concebido de otra manera. Quien quiera que sea el creador del personaje asume lo fantástico del planteamiento de la existencia de un superhéroe: puesto que este hecho es en sí absurdo, ¿Por qué intentar disfrazarlo con justificaciones pseudológicas? Así, Spider carece por completo de pasado: se nos da a conocer ya como futuro rey del crimen, solitario habitante de su siniestro castillo. No podemos imaginarlo en una fase anterior a su actual condición:
 
¿Oficinista frustado? ¿Experto ladrón? ¿Genial inventor? Nada de esto se nos sugiere, antes bien el personaje sólo vive para ser él mismo. No tiene tampoco identidad secreta —como la mayoría de sus, digamos, colegas— pues él es héroe por la pura vanidad de serlo y ¿Cómo podría ser satisfecha esa —enorme— vanidad si tuviera que ocultarse tras la máscara de una vida gris de los aplausos de su público?

Si el leit motiv de la historia —la propia existencia de Spider, sin la cual no existiría la serie— es absurdo y carece de una explicación lógica, todos los hechos que de ellos se deriven —la acción, el marco en que se desarrollan las aventuras— pueden ser igualmente fantásticos y no estar sujetos a la racionalidad. En este hecho radica una de las diferencias fundamentales entre esta serie y las demás de superhéroes, ya que el guionista puede prescindir de toda convención y fabricar un universo a la medida del personaje, que es el único capaz de darle un sentido. En "Spider" el principio fundamental de este mundo es la libertad de la imaginación, no sujeta en ningún momento a norma alguna: el resultado, fracamente estimulante, es la invención de un planeta Tierra que en realidad sólo toma del nuestro verdadero los arquetipos imprescindibles que puedan hacérnoslo reconocible, pero que rehuye cualquier intento de realismo social y de contextualización concreta de la acción. Así pronto se deriva hacia la fantasía irracional que llena toda la serie: sin resultar demasiado extraño irán apareciendo ¡siempre sin jusitificación lógica) genios del crimen encerrados en botellas, como en los cuentos; Neptuno, rey de los tritones y de los furgoides; ciudades olvidadas; alquimistas chinos; estatuas vivientes; androides de todo tipo, etc.



 
SPIDER EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLA
El derroche de fantasía es tan ininterrumpido y llega a tal punto que en ocasiones ideas que podrían haber dado lugar a argumentos de episodios enteros se desarrollan en ¡UNA SOLA VIÑETA! En la estupenda aventura de "Los Siete Siniestros" encontramos algunos ejemplos de esto que podríamos llamar narraciones hipercondensadas: Cuando el globo X (¡) avanza destruyendo el universo entero se nos muestra como una de sus vícitimas nada menos que a un planeta-cabeza, que encima hace amagos de interrogarse sobre su triste destino; cuando la Sociedad de Héroes se enfrenta a los Siete Siniestros asisten al combate, aparte de la expectante humanidad, varios testigos de excepción: El pueblo subterráneo de Thrombala (una especie de cavernícolas con crestas a lo mohicano) que contempla albo-rozado a través de sus monitores de vídeo desde las entrañas de la tierra el próximo ocaso de la raza humana; mientras que en otra parte del mundo el "recluso" (¿) Jasper Blackstone (una suerte de extraño ermitaño cuyo físico recuerda al de los padres de la Iglesia) se alegra del triunfo del mal mientras lanza sus anatemas: "¡Que se extinga toda la humanidad!". Los destinos de los hombres capturados por el traficante de esclavos galáctico Grokk son igualmente descritos en una delirante viñeta: el Planeta Colmena 13, donde construirán panales para las abejas gigantes hasta morir de agotamiento; el asteroide Cyborgia donde son convertidos en atormentados seres-máquina; o el circo espacial de la Reina de las Amazonas de Femma donde serán víctimas de inmundos monstruos.
 
Otros felices hallazgos se desarrollan algo más prolijamente: El valle de los condenados; los viajes a otras dimensiones; los encuentros con extraños seres (los aguijones, los supervivientes de la Atlántida o las mismas brujas de Macbeth); siempre — afortunadamente— sin causa racional aparente. Todo esto determina en la acción un ritmo histérico y desaforado que no conoce tregua. Se llega así por la vía del disparate hasta la pura parodia, en un crescendo de absurdos que pugnan por superarse unos a otros. Un enorme sentido del humor y un clima festivo preside toda la serie.

YO TAMBIÉN QUIERO SER EL NUMERO UNO
Al desenvolverse en este mundo irreal, los personajes quedan reducidos a arquetipos, meros comparsas de la acción que justifica y desarrolla Spider. Un solo rasgo los diferencia casi sin excepción de los héroes o villanos de otras narraciones: su desorbitada vanidad. Alejado de los problemas de ego que aquejan a los superhéroes americanos hace ya tiempo, Spider no cesa jamás de autoalabarse y de buscar el halago servil de los demás, ya sea en su primera etapa como delincuente (en la que su ÚNICA ambición es llegar a ser el rey coronado —(sic)— del hampa) como cuando decide ponerse del lado de la ley proclamando a los cuatro vientos ser "el más grande héroe que ha conocido la humanidad". Todos cuantos tienen un papel significativo en la serie actúan movidos exclusivamente por un afán obsesivo de satisfacer su ego.

Como héroe, Spider no persigue la justicia, sino la derrota de sus enemigos para poder provocar la admiración ajena. A éstos no les mueve tampoco la codicia, sino el ansia de situarse por encima de los demás. Las fechorías que suelen cometer bien son absurdas, bien no parecen reportarles ningún beneficio: tras millonarios botines conseguidos gracias al Genio del Crimen, el ex convicto Steve Gurko sigue habitando en una mísera caverna, sin siquiera abandonar sus ropas de presidiario; la misma austeridad de vida parece compartir sus colegas de oficio: Silvester Jenkins, Limbo el desconocido, etc.. Todos persiguen que se les reconozca en uno u otro momento superiores al enlutado héroe.

En este sentido, Spider no considera a la sociedad a la que protege como otra cosa que su público: si salva a la multitud del ataque del Filibustero Metálico, del Hombre Reptil-Arañesco o de una invasión extraterreste, nunca es por puro altruismo, sino para escuchar los aplausos y halagos que suscitan sus victorias; y si no tiene a nadie delante que contemple su triunfo no dudará en alabarse el mismo con repetidas alusiones a ..."mi insuperable valor" ..."mi privilegiada inteligencia"... de hecho, este aspecto provoca a veces reacciones encontradas en este mismo público que en más de una ocasión se sentirá molesto por deber su salvación a un personaje tan egoísta y fatuo.


 
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Parecidamente se comporta con sus dos ayudantes, el Profesor Pelham y el ex ladrón Roy Ordini. Estos le dan el trato de amo, le obedecen más por temor —son numerosos los castigos a los que le somete— que por devoción y actúan como comparsas serviles, casi indignos de compartir la gloria de su jefe que les considera un mal necesario (''¿Por qué tengo que sufrir la remora de estos mochuelos? ¿Por qué no los dejo caer en plena selva y los abandono? ¿Por qué no borro de mi cerebro vuestro recuerdo?" vocifera lamentándose en un ocasión) para poder disponer siempre de testigos de sus hazañas. Por su parte sus servidores —así les llama cuando no los tacha de esclavos— están obligados a decirle continuamente cosas como ..."tu inteligencia no tiene parangón en el mundo" ..."nada puede compararse a tu grandeza"...

(Un pequeño inciso aquí para alabar al traductor de las ediciones de Vértice, F. Sesén, que utiliza un lenguaje ditirámbico y exagerado muy acorde con el tono de la serie).

UN SUPERHOMBRE GÓTICO
Habitante solitario de un siniestro castillo trasladado piedra a piedra desde Escocia, Spider reúne todas las características de un personaje de relato gótico. Su mansión vacia y misteriosa está repleta de rincones y pasadizos secretos de donde surge lo inesperado: desde jaurías de panteras negras a estatuas de sus derrotados enemigos. Viste perpetuamente de negro (como los seguidores de grupos como Bauhaus o Sisters of Mercy, con cuya estética tiene más de un punto de contacto), descansa sobre una telaraña y desdeña austeramente cualquier comodidad. El dibujo de W.R. Bunn es oscuro y minucioso, muy elaborado, exagerado a veces hasta la caricatura y con intencionados rasgos feístas según los códigos narrativos del romanticismo gótico. Nos es difícil apreciarlo bien ya que las ediciones españolas —en especial Vértice— llevan a cabo una labor de destrozo con remontajes, abocetamientos etc. difícil de superar. Poco amante de la espectacularidad tiende al clasicismo y se desarrolla en multitud de pequeñas y abigarradas viñetas.

Tales caracteres son comunes a la mayoría de enemigos con quienes se enfrenta. Sus atuendos remiten a la Edad Media en muchas ocasiones: Capas, yelmos, cotas de mallas, etc. (La fascinación por esta época es, evidentemente, otro rasgo gótico); o bien son de una austeridad rayana en el ascetismo: los trajes del Doctor Misterioso o Sylvester Jenkins son sencillos e inmutables.
 
No se puede despedir este artículo sin hacer una breve mención de quiénes son estos enemigos, una de las más fabulosas nóminas de villanos de la historieta de todos los tiempos: el Tótem Viviente, un ídolo de tres cabezas vivo; la Silueta, misterioso ente del espacio del que sólo llegamos a conocer los brazos; el Emperador Androide, superviviente de la Atlántida y fabricante de robots; Limbo el desconocido, ser de otra dimensión jefe de los Siete Siniestros; el Rana, el Renacuajo y el Hormiga, protagonistas de una aventura que es, más que ninguna otra, puro delirio surrealista; Fidio, el Hombre-Perro-Robot-Legionario romano + gigante; el aún más gótico Exterminador, etc. Todos conocen la derrota a manos de
Spider casi de repente, después de haber dado guerra un montón de páginas, en desenlaces absurdos y apresurados que llegan cuando el guionista parece considerar que ya han sido suficientemente explotados.

En fin, hasta aquí algunos de los aspectos más interesantes de estas historietas. Spider sigue siendo-veinticinco años después de su creación-uno de los pocos superhéroes modernos, con historias verdaderamente adultas que optan por la libertad, el humor y la fantasía antes que por los estrechos cauces de una pseudoadultización y una tramposa verosimilitud de tramas y personajes. Su desenfado y su originalidad le conceden la categoría de puro pop-art, incombustible hasta ahora al paso del tiempo.

PEDRO PORCEL ANDRÉS PORCEL


El Maquinista numero 4 Septiembre 1991