GEORGE HERRIMAN
Este álbum trata del eterno triángulo.
Gato quiere a ratón y busca su compañía constantemente. El gato aguanta de buena gana cuanto haga el ratón.
Ratón odia a gato y disfruta de lo lindo tirándole ladrillos a la cabeza, sin llegar a cansarse.
Perro quiere a gato y ha emprendido una lucha desesperada para salvar al gato de los costantes ataques del ratón.
Éste es el sencillo tema que subyace tras la acción de Krazy Kat. Una historia que acontece en un paisaje surrealista que recuerda al paraje más desértico y arrasado por el viento del estado de Tejas, lugar donde la mayor distracción consiste en ver cómo se seca la pintura de una pared. Este mundo extravagante y sus habitantes fueron obra del dibujante americano George Herriman.
Herriman nació en 1880 y debutó como dibujante el 29 de diciembre de 1901, cuando el diario New York World publicó la primera de la que sería una larga serie de tiras cómicas excéntricas.
Durante los siguientes años, Herriman trabajó en varias tiras cómicas, todas ellas con algo en común. Sus personajes principales sufrían algún tipo de "fobia" y esa fobia era llevada hasta sus últimas consecuencias. Fue la misma temática que desarrolló y refino más tarde en Krazy Kat, donde los tres protagonistas principales sólo piensan en una cosa y sus existencias transcurren en torno a esa obsesión. Véanse las líneas con las que arranca este prólogo.
Herriman inició su carrera de dibujante en 1910, al publicar en un periódico una tira cómica diaria, titulada La familia Dingbat. Ésta era una familia de lo más rara. Entre otras cosas, dicha familia vivía obsesionada por extraños ruidos procedentes de debajo del suelo de su piso. Herriman explicaba de dónde procedían aquellos ruidos: en una minitira, bajo la tira principal, narraba la historia de un gato y un ratón y su eterna relación de amor-odio. Así fue como nacieron Krazy Kat y el ratón Ignatz. La relación entre esos dos "personajes secundarios" de la familia Dingbat fue haciéndose cada vez más sofisticada, hasta que llegó a ser inevitable que Krazy Kat tuviera su tira propia Eso fue en 1913.
Durante los 25 años siguientes, Krazy Kat fue piedra angular de los cómics norteamericanos. Se cuenta que el presidente Wilson, durante la Primera Guerra mundial, leía la tira de Krazy Kat, antes de asistir a la reunión del Estado Mayor en la Casa Blanca. Algún que otro bromista llegó a decir que ésa fue una de las razones de la desastrosa política por la paz en los Estados Unidos en aquella época. Pero claro está que resulta exagerado achacar a un cómic -por disparatado que sea- la responsabilidad del fracaso de la Liga de las Naciones.
Durante muchos años, Krazy Kat apareció por primera vez en una página a color en la sección dominical reservada a los cómics de un periódico, y es la colección de esas páginas dominicales las que recoge este álbum. La mayoría datan de 1936 y 1937, época en que Herriman se libró de las limitaciones de la tira cómica diaria Desde entonces se puso a jugar y a experimentar en serio con el nuevo formato de la página Semejante cambio sobrevino de la noche a la mañana. Herriman pasó de unas páginas contadas del modo tradicional, con sus pequeñas viñetas unas detrás de otras, a mi cambio brusco que le llevó a hacer algo totalmente diferente. Y hasta puede fecharse esta "liberación": la historia que fue publicada el 22 de noviembre de 1936, marca el momento exacto en que Herriman empezó de verdad "a jugar" con el formato. Se saltó a la torera las reglas convencionales, hasta el punto de que, si le daba por ahí, realizaba un gran dibujo que llenaba toda la página, como hizo con frecuencia.
Ni siquiera el periodo anterior a ese cambio puede tacharse de estático. Muchas de las tiras en blanco y negro muestran a Krazy Kat en páginas de diferentes tamaños, desde pequeños dibujos a páginas enteras, y el famoso gato incluso ha visto su imagen reflejada en ilustraciones para notas de un ballet, en un libro infantil para colorear y ea revistas satíricas como Vanity Fair.
La tira cómica fue cambiando con el paso de los años. Al principio, la dibujaba Herriman con un montón de viñetas pequeñas, tenía muchos diálogos y apartes ( que al inicio, sobre todo, era la voz del dibujante) y hasta poesía. La poesía de las ponieras tiras era una poesía "en serio", que contrastaba con la "poesía" de tiras posteriores. decididamente satíricas.
A finales de los años veinte, las páginas fueron adquiriendo un estilo cada vez más pulido, y los chistes se convirtieron en el elemento capital. Mediados los años tremía. Herriman enfiló directamente hacia el universo metafísico que iba a convertirse en si marca de fábrica particular.
Sus dibujos tenían siempre un cierto aire desnudo, un aire "espartano". Como si fueran bocetos preliminares. Y la verdad es que no resulta fácil "leer" o mirar las páginas de Krazy Kat. En ocasiones, se precisa ser buen observador para captar el chiste visual.
Porque hay chistes visuales y algunos son muy buenos.
Puede dar la impresión de ser un trabajo chapucero o estar inacabado, pero esa mirada minimalista es lo que los fans fervorosos de Herriman suelen subrayar como lo mejor de su tira cómica.
Herriman fue el único dibujante de Krazy Kat hasta su muerte en 1944. Eso habla sobradamente de su singularidad, ya que ningún otro dibujante pudo continuar su tira. King Features Syndicate, que tenía los derechos sobre Krazy Kat, comprendió que Herriman era tan particular en todos los sentidos que sería imposible dar con alguien capaz de continuar su obra. Por eso optaron por la juiciosa medida de no buscar a otro dibujante para que siguiera adelante con la serie.
El universo en el que vive Krazy Kat es una suerte de limbo que se puede definir como un desierto indefinido y unas cuantas colinas, de entre las que destaca la Mesa Encantada, desde cuya cima Joe Stork acecha a sus víctimas, siempre dispuesto a largarles un bebé.
Hay otros personajes en este mundo particular del Condado de Coconino, como la cotilla y moralista señora Cuacuá y Kolin Kelly, que juega un papel vital en la historia. Koli Kelly es el dueño del almacén de ladrillos, que tan importantes son para que el ratón se los pueda tirar al gato.
Herriman se sirvió de muy pocos ingredientes para forjar un universo en el que todo parecía predecible.
Otro rasgo característico de Krazy Kat es su segundo plano, que cambia constantemente. Aunque la tira se sitúa en un lugar concreto de un país imaginario, el segundo plano se ve modificado de viñeta en viñeta.
Después de Herriman, muchos dibujantes de tiras cómicas se han servido de ese método de dibujar un segundo plano que cambia de una viñeta a la otra. Ejemplos de ello hoy día, son las tiras de Broomhilda u Homo Sapiens, en las que el paisaje cambia en cada viñeta, pero a Herriman le corresponde la gloria de haber sido el primero en hacerlo de manera sistemática.
Lo que pasa en la tira es, al parecer, muy sencillo. Pero es increíble la cantidad de variaciones que hace de un mismo tema, dando con nuevas maneras de describir a sus personajes.
Krazy Kat es el eterno curioso, siempre interesado por las novedades y siempre ingenuo, personaje que con gusto y no sin algo de gratitud acepta los duros golpes que le asesta la vida en general y los que le propina el ratón en particular. El ratón Ignatz es la personificación de la vulgaridad y de la agresividad. El ratón sólo vive para tirar ladrillos a la cabeza del gato. Pero aun así, no vemos nunca al ratón llegar hasta el final y acabar con el gato de una vez por todas. El perro es la bondad y la estupidez personificadas. El agente Pupp puede estar loco por el gato y dispuesto a hacer cualquier cosa para protergerlo pero, al mismo tiempo, el agente Pupp es sumamente consciente de su propia importancia. Prueba de ello es su ampulosa manera de hablar.
El uso del lenguaje es algo que convierte a Krazy Kat en un personaje único. A Herriman le gustaban particularmente las aliteraciones, que acumulaba una tras otra, de manera que el pobre lector coma el riesgo de quedarse sin aliento. En otras ocasiones, se mostraba sumamente taciturno, pero no por ello perdía su elegancia. Remitámonos, por ejemplo, a la página 62, en la que se sirve de tres sencillas frases de casi idéntico contenido para hacer una precisa manifestación acerca de la relación que existe entre sus personajes.
Como traductor de la obra, me he percatado de la imposibilidad de traducir como sena debido el libro de Herriman. Uno se esfuerza por captar ese particular "sabor" del texto. Pero es prácticamente imposible poder traducir ese "algo" que tiene el original. Semejante dificultad en la traducción obedece, en parte, a que Herriman hace que Krazy Kat hable un dialecto de Brookíyn, Nueva York. Y por si eso fuera poco, lo escribe tal como se pronuncia, de manera que el lector tiene que leer las líneas en voz alta una y otra vez hasta penetrar el significado.
Ejemplo de ello es la historia del hombre que camina sobre la cuerda floja, llamado
"funámbulo", palabra inglesa que no existe en otros idiomas.
En el original, las palabras de Krazy Kat son éstas:
Pddin', was that rimmock a lengwidhe - or wot?
Lo que, traducido al inglés ortodoxo, da lo siguiente:
Pardon, was that remark a language - or what?
¡Y ahora a ver quién es el guapo que vierte eso a su propio idioma, de manera que
resulte legible, comprensible y divertido!
Por eso, decidimos no echar mano de un dialecto a la hora de hacer hablar a Krazy Kat.
pues eso hubiera acabado por aburrir a la mayoría de los lectores, resultaría difícil de
leer y suprimiría el encanto vital propio de Krazy Kat.
En vez de recurrir al dialecto, lo que hicimos fue modificar el idioma de Krazy Kat, de
manera que pudiera sonar raro, antiguo o confuso, pero no estúpido o tonto.
Edmondt Jensen

Prologo del volumen "Krazy Kat George Herriman" publicado por Norma Editorial, titulo original: Krazy Kat- The Komplete Kolor Krazy Kat. Volumen II -1936-1937-
Primera edición. Año 1996.
Traducción: Enrique Abulí
Rotulación: Francesc Reig
Barcelona