Las historias se olvidan: la gente necesita que le refresquen la memoria, porque mucho de lo que se ha ganado con la lucha en décadas precedentes está desapareciendo en el presente. Quizá en el pasado se puedan encontrar respuestas a algunas de las preguntas que plantea el turbulento siglo XXI en el que nos encontramos inmersos. Esa es la idea alrededor de la cual Mary Talbot y Bryan Talbot elaboran su más reciente obra, La virgen roja, un recuento en formato novela gráfica de la vida y milagros de la activista francesa del siglo XIX Louise Michel.
Una mujer anarquista, feminista, comprometida con los desfavorecidos, adelantada a su tiempo (y al nuestro, también, vista la situación actual en muchos aspectos), y convencida de que la utopía debe ser no un ideal inalcanzable, sino la meta a la que aspirar, por la que trabajar, por la que luchar y hasta morir si es necesario. Así lo demostró, junto a otros idealistas como ella, cuando se instauró la Comuna en París: un régimen de gobierno que nació y murió en 1871, que iba en contra de todo lo establecido y en favor de los que habitualmente no tienen a nadie a su favor, y que fue aplastado con rapidez, como suele suceder en estos casos, no fuera a cundir el ejemplo.
Ambos autores realizaron una exhaustiva investigación, a lo largo de varios años, que incluyó numerosas fuentes académicas, y también viajes de documentación a París y a la remota Nueva Caledonia, donde la protagonista de su obra pasó unos años de reclusión tras ser deportada.
Los Talbot encuentran en Louise Michel la figura perfecta para ejercitar sus músculos creativos. Mary Talbot, ya retirada de la vida académica, vuelca sus esfuerzos en investigar figuras y momentos históricos relacionados de alguna manera con la evolución de la mujer en los dos siglos pasados. La historia de la hija de James Joyce le sirve como espejo en el que mirarse en La niña de sus ojos, y la ficticia Sally Heatcotte le permite repasar el movimiento a favor del voto femenino de su Gran Bretaña natal durante los años de entreguerras en Sufragista.
En La virgen roja, en vez de un simple relato cronológico de la vida de su protagonista, Mary Talbot estructura la historia utilizando como ágil vehículo a la reformista norteamericana Charlotte Perkins Gilman, que conversa sobre la vida de Louise Michel con dos mujeres que la conocieron bien. El libro intercala con fluidez la charla, que acontece cuando la activista ya ha fallecido, con los flashbacks que relatan la incansable lucha de la «virgen roja», como la apodaban en la época.
Un gran acierto del libro es la humanización de la protagonista: Louise Michel no es una mesiánica Juana de Arco en busca del martirio, sino una incansable luchadora por los derechos de los más oprimidos, que reconoce claramente allá donde va, sin tener en cuenta razas ni credos.
La académica convertida en guionista se declara encantada con la riqueza del medio y las amplias posibilidades narrativas que ofrece para hacer accesibles y atractivas historias e ideas complejas. Además, considera fundamental contar historias en las cuales las mujeres de hoy en día puedan encontrar modelos inspiradores, como Louise Michel: pioneras que demostraron que se podía aspirar a ser, y llegar a ser mucho más, crecer mucho más de lo que la sociedad estaba dispuesta a permitirte. Las tres obras que ha realizado hasta ahora son buena demostración de esta idea.
Por su parte, Bryan Talbot, que ya se zambullía en el universo femenino haciendo referencia a otra pionera, la ilustradora Beatrix Potter, en El cuento de una rata mala, ese cómic imprescindible que se adelantó en unos cuantos años a la eclosión de la novela gráfica, hace una vez más que su versátil estilo se acerque a la temática de las obras que ilustra. Escoge para La virgen roja un aspecto visual que nos remite a la época en la que la Revolución Industrial ya tomaba definitivamente el control del mundo civilizado, en espléndidas páginas en tenebroso blanco y negro que el creador de Grandville salpica con estallidos de rojo para destacar elementos concretos.
En resumen, La virgen roja es un estupendo libro, indicado particularmente para los amantes de las historias cercanas a la realidad que tan habituales son en el mundo de la novela gráfica y que están atrayendo a muchos lectores tradicionales al cómic en los últimos años.
La virgen roja
Mary M. Talbot y Bryan Talbot
Ediciones La Cúpula
Estados Unidos
Rústica
144 págs.
Color
Obra relacionada
La niña de sus ojos
Mary M. Talbot, Kate Charlesworth y Bryan Talbot
(Ediciones La Cúpula)
Sally Heathcote, sufragista
MaryM. Talbot, Bryan Talbot y Kate Charlesworth
(Ediciones La Cúpula)
La mujer rebelde
Peter Bagge
(Ediciones La Cúpula)
Virginia Woolf
Michèle Gazier y Bernard Ciccolini
(Impedementa)
El grito del pueblo
Jacques Tardi
(Norma Editorial)
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