lunes, 22 de mayo de 2017

IMAGENES DEL PLANETA IMAGINARIO Josep M. Beá





ZONA 84 Nº77, TOUTAIN EDITOR, Barcelona

YO, DIBUJANTE DE COMICS Will Eisner

Ya de crío me interesaba por los cómics. Y eso que entonces escaseaban; no es como ahora que se los ve por todas partes. Me gustaban los dibujos y también las historias que se contaban. A decir verdad, yo me creía más capacitado para escribir que para dibujar.

No fue hasta finales del 39, que el Register-Tribune Syndicate se interesó por mí. Me encargué de un cómic de 16 páginas, 8 de las cuales corrían de mi cuenta, tanto en lo que hacia respecto a los dibujos como al texto. Las restantes 8 páginas se las disputaban dos personajes: Mr. Mystic y Lady Luck. Me puse en contacto con Bob Powell para que me dibujara Mr. Mystic, mientras que Lady Luck corrió a cargo de Chuck Mazoujian, excelente dibujante. Pero los textos eran cosa mía o de un guionista contratado por la casa.

Jerry Iger y yo formamos la Eisner and Iger Corporation, que yo abandoné para dedicarme por completo a hacer The Spirit, y el caso es que le vendí a Jerry Iger mi 50% de la sociedad, y en dicho 50% iba incluido todo, hasta Sheena, que era una creación mía, así como un buen montón de personajes. Pero yo colaboraba con los mejores profesionales: Lou Fine, Bob Powell, Chuck Mazoujian y otros dos más. Formábamos un equipo que iba a sacar adelante no solo The Spirit, sino cualquier otro cómic, pues contábamos con la colaboración de "Busy"Arnold, que estaba a la cabeza del Quality Comic Group.

Se ha dicho que me he inspirado en el cine o en las narraciones cortas para conseguir mis personajes. Una cosa es cierta: Tanto las películas como los relatos me han influido mucho. Por ejemplo, los cuentos de O. Henry, Bierce y Maupassant, pero hay que tener en cuenta que por los años 30 estas narraciones estaban en boga. En resumen, que las películas me influenciaron, porque veía todas las que podía. Los relatos y cuentos también, pues los consumía en cantidades masivas. Y luego había una tercera influencia que no era de desdeñar: mi experiencia, que contagiaba todos mis trabajos. En realidad, basta con ver mis historias para saber la clase de influencias que he recibido. Las películas que más me gustaban eran las de Orson Wells, pero la verdad es que entonces apenas entendía de directores. Me tragaba todas las películas que me ponían por delante algo así como se tragan ahora los programas de televisión. Es curioso, para mucha gente, los artistas del cine y de la tele son de verdad, y cuando se les mueren, se ponen de muy mal humor, como si se les hubiera muerto un familiar.

Creo haber colaborado con los grandes del cómic. En este momento recuerdo a Jack Kirby, Jules Feiffer y a Wally Wood. Parece ser que mi encuentro con Jack Kirby ha sido uno de esos que suelen llamarse providenciales. Pero, ahora puedo decirlo. Al principio no se llamaba así, ni era tan famoso. Aunque otro tanto puede decirse de mí.

A Jules Feiffer le conocí terminada la guerra, cuando se presentó un buen día en mi oficina de Wall Street. Me dijo que quería trabajar y que no le importaba a qué precio. Al principio empezó con trabajillos de poca monta, pero no tardó en revelarse como un guionista de primera. Y en cuanto a Wally Wood, debo decir que no llegó a formar parte del equipo, pero colaboró con nosotros, y muy bien. Era lo que nosotros llamamos "a freelancer". Por aquel entonces yo andaba metido en el asunto de la American Visuals Corporation y no daba abasto. Estaba considerando la posibilidad de dejar Spirit, cuando se presentó Wally, que se encargó de cuatro o cinco episodios.


Terminé con Spirit en 1952, y el caso es que en los 15 ó 20 años siguientes permanecí, por decirlo así entre bastidores. Es que me metí en negocios. Estaba al frente de una compañía educativa, y pasaba el tiempo desarrollando ideas para el lanzamiento de cómics desde un punto de vista comercial. Considero que hay dos niveles dentro del cómic: Uno aspira a distraer, a divertir a pasar el rato, y el otro a instruir. Al menos, eso me parece. A cualquiera que se dedique a los cómics en los Estados Unidos, suele ocurrirle que tarde o temprano se encuentra con Jim Warren. Lo digo porque eso también me pasó a mí. Warren quería sacar una historia de Spirit en su Eerie o en su Creepy, pero me negué. O lo sacaba aparte, como una revista independiente o nada. Y así fue.

Me han preguntado muchas veces qué pienso del color. Y siempre he contestado lo mismo:  Que no me parece esencial. Más aún: El color llega a suprimir ciertos efectos. Antes he hablado de un nivel de cómics que aspira a distraer. Pues bien, yo diría que dicho nivel se divide a su vez en otros dos niveles. Primero, el cómic como experiencia sensual, de los sentidos, y segundo, el cómic que cuenta una historia, usando de los dibujos como de un lenguaje. En este último se nota un equilibrio muy delicado entre la historia o texto y los dibujos. Volviendo a Spirit, que tanto parece gustar, habré escrito cosa de 250 episodios, de los cuales se han reimprimido ya unos 170. No sé qué va a pasar con Spirit. Puede que escriba más historias y puede que no. Es lo mismo que preguntarle a un candidato si piensa presentarse a las próximas elecciones. No hay por qué correr tanto. Además, ahora estoy metido en cosas nuevas, que me apasionan, y que creo que pueden alcanzar tanto éxito como Spirit. Ya veremos.








Publicado en Ilustración COMIX Internacional Nº1, TOUTAIN EDITOR, S.A., año 1.980, Barcelona

sábado, 20 de mayo de 2017

NADA, SOLO UN RECUERDO Argumento y guión: Roberto Dal Pra Dibujos: Jordi Bernet














Luca Torelli es Torpedo Revista mensual de historietas y literatura negra Nº 2. Junio 1.991 EDITORIAL MAKOKI, S.A. Barcelona



El potencial infinito

ECC completa el rescate en nuestro idioma de una de las grandes series del cómic francobelga de todos los tiempos, un prodigio visual y narrativo.

JAVIER FERNÁNDEZ
17 Mayo, 2017


'Philémon Integral, 3'. Fred. ECC. 336 páginas. 35 euros.

Con la publicación del tercer integral de Philémon, la obra maestra de Fred (1931-2013), ECC completa el rescate en nuestro idioma de una de las grandes series del cómic francobelga de todos los tiempos, un prodigio visual y narrativo que permanecía inédito (en su mayor parte) en nuestro mercado. Lo hace, además, en una edición exquisita, en la que se incluyen diversos paratextos realizados expresamente para la ocasión, que nos informan sobre el autor, ayudan a contextualizar la obra y ponen en valor este singularísimo título. Tomo prestadas, y suscribo, las palabras del siempre certero Álvaro Pons en el epílogo de este tercer integral: "Fred creó un mundo inigualable, solo al alcance de los genios. Sus letras solo son comparables a los mundos mágicos tras el espejo, a Oz, Slumberland o Coconino. Tomó el sentido de la fábula y la aventura de los clásicos, desde los cuentos de Las mil y una noches o la épica de La Odisea a Swift, Carroll, Verne y Wells, para desarrollar una obra que añadía a la imaginación desbordante ese matiz tan particular de poética del absurdo que encuentra coherencia dentro del delirio. Surrealismo que evolucionaba hasta la autoconsciencia para convertirse en una ficción de ficciones, en una metaficción donde los personajes no solo eran conocedores del papel que estaban representando, sino que tomaban las riendas para independizarse de su creador y transitar solos, de la mano de los lectores".

De los 16 álbumes que componen la serie, el presente tomo nos regala los seis últimos: La Mememoria (La Mémémoire, 1977), El gato de nueve colas (Le Chat à neuf queues, 1978), El secreto de Félicien (Le Secret de Félicien, 1981, serializado como La feuille qui devait passer l'hiver), El infierno de los espantapájaros (L'Enfer des épouvantails, 1983), El diablo del pintor (Le Diable du peintre, 1987) y el muy posterior El tren en el que viajan las cosas (Le Train où vont les choses, 2013), con el que Fred demostró lo poco que afecta el paso del tiempo a los verdaderos genios. No en vano, su larga trayectoria le granjeó premios tan prestigiosos como el Yellow Kid del festival de Lucca (1973), el Gran Premio de Angoulême (1980), el nombramiento como Caballero de la Orden de la Artes y las Letras (1983) y la posterior investidura como oficial de esa misma Orden (1992), o el Alph-Art al mejor álbum francés en Angoulême (1994).

De nuevo en palabras de Pons: "Cincuenta años después de la creación de Philémon, su legado es inconmensurable e inabarcable. Fred llevó la efervescente experimentación radical que estaba a su alrededor en los bulliciosos años sesenta a un nivel distinto. (…) Frente a la provocación y el enfrentamiento, Fred se presentó solo con las armas de la imaginación y el absurdo. (…) Fred forma parte de ese reducido círculo de autores que son citados por todo estudiosos que intente comprender los mecanismos de la historieta. Pero, también, de ese selecto grupo que consigue transmitir con su obra la magia de la historieta. El potencial infinito del noveno arte".


Malaga Hoy

Los orígenes de Neopolis

JAVIER FERNÁNDEZ
17 Mayo, 2017



'Top 10: The Forty-niners + Smax'. Alan Moore, Gene Ha, Zander Cannon. ECC. 256 páginas. 25 euros.

Ecc sigue recuperando los diversos títulos creados por Alan Moore para el sello America's Best Comics y le toca el turno ahora a dos spin-offs de la premiada serie Top 10. Así, el volumen Top 10: The Forty-Niners + Smax reúne la novela gráfica Top 10: The Forty-Niners (2005), que retrocede en el tiempo para narrarnos, con excelentes dibujos de Gene Ha, los orígenes de Neopolis y su particular cuerpo de policía, más la miniserie Smax (2003), en la que el personaje homónimo viaja con su compañera Robyn Slinger (más conocida como Toybox) a su dimensión de origen. Dibujada por Zander Cannon, esta última miniserie sirve a Moore, entre otras cosas, para parodiar los tópicos del género de la fantasía. El libro se completa con la historieta corta Uno de los muertos, también dibujada por Cannon y extraída del America's Best Comics Special número 1 (2001).


Malaga Hoy



Nuevos mundos

JAVIER FERNÁNDEZ
17 Mayo, 2017




'El multiverso integral'. Grant Morrison y otros.ECC. 480 páginas. 40,50 euros.

La trayectoria de Grant Morrison dentro del género de superhéroes está jalonada de obras imprescindibles: Animal Man, Doom Patrol, la serie fronteriza Los invisibles, JLA, New X-Men, 7 Soldados de la Victoria, All-Star Superman o su larga intervención en Batman, por citar solo un puñado. Son títulos que dan cuenta de una fértil imaginación y un gusto por la metatextualidad y la experimentación formal, que han situado al autor en la primera línea del género en el siglo XXI. Recientemente, Morrison se superó a sí mismo con la ambiciosa serie limitada El Multiverso (2014-2015), en la que sacaba punta al concepto de tierras paralelas que ha caracterizado el universo DC desde su invención por Gardner Fox en el número 123 de The Flash (1961).

El Multiverso se compone de siete alucinantes especiales ambientados en diversos mundos paralelos y vinculados al argumento apocalíptico que se abre y cierra en los dos números de la miniserie que da nombre al conjunto. El orden de lectura, usando los títulos originales, es el siguiente: The Multiversity 1, The Society of Super-Heroes, The Just, Pax Americana, Thunderworld Adventures, The Multiversity: Guidebook, Mastermen, Ultra Comics y The Multiversity 2, un auténtico mosaico en el que cada estela tiene un sabor distintivo, sustentado en la amplitud de conceptos vertidos por Morrison, pero también en la variedad de estilo gráficos. Y es que el escritor se acompaña aquí de algunos de los talentos más notables de la industria: Ivan Reis, Chris Sprouse, Ben Oliver, Frank Quitely, Cameron Stewart, Jim Lee y Doug Mahnke, entre otros. Especialmente deslumbrantes son el episodio Pax Americana, denso homenaje a Watchmen protagonizado por los antiguos personajes de Charlton y dibujado por Quitely, el gamberro y divertido The Just o The Multiversity: Guidebook, que apabulla por su profusión de ideas. ECC recupera ahora esta maravilla en un solo volumen que incluye todas las portadas alternativas y un amplio apartado de bocetos, diseños previos y páginas a lápiz.


Malaga Hoy

El Doctor Extraño siempre cambia de tamaño

Stan Lee y Steve Dikto crean en 1963 este personaje, que es el Hechicero Supremo del Universo Marvel. Ha aparecido en numerosas ocasiones en películas y series de dibujos.

GERARDO MACÍAS
17 Mayo, 2017




'100% Marvel: Extraño'. Guión: Mark Waid. Dibujos: Emma Ríos. Panini Cómics, 2010. Edición Original USA: 'Strange vol. 2', nº 1-4 (Marvel Comics, 2010).

En 1969, la banda de rock psicodélico Pink Floyd grabó la canción Cymbaline, escrita para el álbum More y para la película del mismo título. Una estrofa de esta canción dice: "Doctor Strange is always changing size", cuya traducción es "El Doctor Extraño siempre cambia de tamaño".

El año anterior, Pink Floyd había homenajeado al personaje en la portada del disco A Saucerful of Secrets, donde podemos ver elementos psicodélicos que camuflan una viñeta del Doctor Extraño, perteneciente a Strange Tales nº 158.

Dr. Extraño fue creado por Stan Lee y Steve Ditko en Strange Tales nº 110 (1963). Es el Hechicero Supremo del Universo Marvel. No suele cambiar de tamaño como dice Pink Floyd, pero podría hacerlo gracias a sus poderes místicos.

Steve Ditko y Stan Lee basaron la apariencia del Doctor Extraño en la del actor Vincent Price. El año de debut del Doctor Extraño, Price interpretó al Hechicero Supremo Dr. Craven en The Raven para el director Roger Corman.

La mansión de Extraño está en el número 177A de Bleecker Sreet, en Greenwich Village, Manhattan, que es la dirección real del apartamento que dos guionistas de Marvel Comics, Roy Thomas y Gary Friedrich, compartían en los años sesenta.

En aquellos años, Greenwich Village estaba poblado por escritores, dibujantes, actores y periodistas que le dieron al barrio su carácter bohemio. Era la transición entre el movimiento beat y la era hippie, y Greenwich Village floreció como meca creativa.

Stan Lee guardaba muy buen recuerdo de los seriales radiofónicos con los que creció, especialmente Chandu el Mago. El siguiente personaje de Marvel debía ser un mago, y debutando en Strange Tales, qué mejor nombre que Doctor Extraño. Con esa idea se dirigió al artista que mejor plasmaba lo esotérico: Steve Ditko.

Stan Lee era un hombre muy ocupado, guionista principal y responsable de producción, por lo que a partir de Strange Tales nº 135, Ditko se hace cargo del argumento, y Lee inventa frases grandilocuentes como: "Por las Bandas Carmesí de Cyttorak", porque un mago debe tener su repertorio propio de hechizos.

Steve Ditko plasmó la magia utilizando una simbología propia que atrajo la atención de una emergente comunidad interesada en lo místico, pero también la del movimiento hippie, pensando que los viajes astrales del Doctor Extraño representaban los efectos del LSD.

Sin embargo, lo cierto es que Ditko es, ideológicamente, lo más alejado a la cultura hippie. Ditko es seguidor de la filósofa Ayn Rand, y de su sistema filosófico llamado Objetivismo, que es contrario a las drogas y a la religión, y partidario del capitalismo del libre mercado. Ditko nunca consumió drogas y sus referencias provienen de su imaginación.

El Doctor Extraño ha aparecido en incontables ocasiones en películas y series de dibujos animados. Peter Hooten interpreta en 1978 el papel del Dr. Extraño en una película para televisión, escrita y dirigida por Philip DeGuere. En 2016, se estrenó en cines la película Doctor Strange, protagonizada por Benedict Cumberbatch y dirigida por Scott Derrickson.

Emma Ríos es una dibujante nacida en 1976 en Villagarcía de Arosa. En la Universidad de la Coruña se licenció en Arquitectura. Fue galardonada con el premio a Autor Revelación en Expocómic 2008. También ha realizado Amadís de Gaula para SM. Extraño supuso el primer encargo de Marvel para Emma Ríos, que fue la primera autora española que entró en el mercado USA, y además coincidiendo con esto dejó de ejercer la arquitectura.

Mark Waid (1962) es un guionista estadounidense. Comenzó en la compañía Fantagraphics Books en la revista Amazing Heroes, antes de ser contratado por DC Comics a mediados de los 80. Waid es un profundo conocedor de los universos DC y Marvel, y son suyas algunas de las más reconocidas etapas de Flash, Capitán América, JLA o Los Cuatro Fantásticos.

En las páginas de este cómic, dibujadas al estilo amerimanga, el Doctor Extraño ha dejado de ser, al menos temporalmente, el Hechicero Supremo del Universo Marvel. Ahora debe descubrir un nuevo camino que le lleva hasta un terrible cónclave de amenazas mágicas. Para sobrevivir a la experiencia, tendrá que buscar la ayuda de su nueva aprendiz, Casey Kinmont.

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