sábado, 2 de mayo de 2015

El camino hacia el abismo


Nietzsche y Pavese amaron Turín, la ciudad en la que terminaron precipitándose en su ocaso. Pajak logra trasladar a sus dibujos el tormento que sacudió a ambos escritores

JOSÉ ANDRÉS ROJO


En una de las cartas que escribió en noviembre de 1887, cuando estaba instalado en Niza, Friedrich ­Nietzsche confiesa que está cerrando una época. Lleva 10 años enfermo, tuvo que dejar su cátedra en Basilea en 1879, quiere darle carpetazo a todo lo que ha sido hasta entonces. Unos meses más tarde llega a Turín, tras un viaje accidentado en el que se confunde de tren. La ciudad lo seduce desde el principio: “¡Y dónde habrá un adoquinado semejante! ¡Un paraíso para los pies, incluso para los ojos!…”, cuenta entusiasmado. En octubre, cuando le toca cumplir 44 años, decide sumergirse en su autobiografía, Ecce homo, que escribe en pocas semanas. A comienzos de enero del año siguiente se abalanzó al cuello de un caballo al que estaba maltratando su cochero para abrazarlo. Fue el inicio de su locura, el fin.

El 18 de marzo de 1936, Cesare Pavese regresó a Turín después de haber pasado una temporada de arresto domiciliario en Brancaleone, Calabria. En la estación lo espera un amigo, al que de inmediato le pregunta por la mujer que ama. Le contesta que acaba de casarse, y Pavese se derrumba. En su diario, El oficio de vivir, apuntará más tarde, en marzo de 1938, que lo que más se ha temido de manera secreta termina siempre sucediendo, y recuerda que de niño pensaba, estremeciéndose, en un hombre que ve cómo su amor se casa con otro. El 7 de diciembre de 1945 vuelve a escarbar en la llaga y apunta que aquel golpe bajo lo sigue llevando en la sangre. El suicidio lo ronda permanentemente. Por fin, el viernes 17 de agosto de 1950 hace la maleta y deja la casa de su hermana. Termina pidiendo una habitación en el Albergo Roma, cerca de la estación de Turín. Al día siguiente hace varias llamadas telefónicas, todas desafortunadas. Luego se toma 16 somníferos y un veneno. Un camarero lo echa de menos al día siguiente y fuerza la puerta. En la primera página de un ejemplar de Diálogos con Leucó, su libro favorito, ha escrito: “Perdono a todos y a todos pido perdón. ¿Vale? ¡Y nada de habladurías al respecto!”.

Frédéric Pajak llegó a Turín en 1995 y pasó allí cuatro años dedicado a desentrañar la ciudad en la que Nietzsche y Pavese terminaron perdiéndose definitivamente. Tinta, pluma y pincel: no necesitó nada más para ir adentrándose en esa historia a la que terminó refiriéndose como “la inmensa soledad”. Su libro empieza con la imagen de un camino lleno de sombras, luego viene una curva. Junto al tercer dibujo aporta las primeras palabras: “Mi padre ha muerto; se mató en un accidente de coche. Tenía 35 años. Yo, nueve”.

También el padre de Nietzsche murió cuando él era niño, tenía cinco años, y lo mismo le ocurrió a Cesare Pavese, que perdió al suyo cuando tenía seis. Este extraño vínculo es uno de los elementos misteriosos que recorren el libro de Pajak, como si esa remota coincidencia le permitiera mejor llegar al fondo de aquellos personajes a los que persiguió en Turín. Su procedimiento, en cualquier caso, fue inusual: pintar cada rincón de la ciudad, como si el reconstruirla con los trazos de su pluma le permitiera agarrarles el alma a esos inmensos solitarios.

Los adoquines de sus calles, las piedras de sus iglesias, las plazas, los pórticos que la recorren entera, Pajak dibuja Turín y al mismo tiempo recupera las vidas de ­Nietzsche y Pavese, la materia de sus obras y las lecturas (a veces torcidas) que se hicieron de ellas. Las palabras que estos escribieron resuenan junto a los trazos con los que Pajak vuelve a dar vida a la Piazza della Repubblica, el Palazzo Madama, la Mole Antonelliana, la iglesia de la Gran Madre di Dio. Los edificios de los arquitectos que marcaron Turín, como Guarino Guarini o Filippo Juvara, se solapan con el reto que se impuso Nietzsche a sí mismo, la transvaloración de todos los valores, y con la fina escritura con la que Pavese armó las pasiones y dolores que iban estallando, novela tras novela y poema tras poema, a orillas del Po.

Hay veces que Pajak necesita salirse de los carriles y entonces recupera las reflexiones y la pintura de Giorgio de Chirico, cuando quedó seducido por el encanto de Turín, o se adentra en los secretos satánicos de la ciudad. Pero todo va colaborando, poco a poco, para que el ensayo funcione y que con la tinta de su pluma Pajak consiga trasladar en sus dibujos el inquietante tormento que iba sacudiendo a aquellos escritores por dentro mientras paseaban dichosos por la ciudad que amaban. Ya fuera la calma aristocrática que celebró Nietzsche o el empuje industrial con el que convivió Pavese, Turín se levanta en las páginas de Pajak con toda su grave melancolía.

La inmensa soledad. Con Friedrich Nietzsche y Cesare Pavese, huérfanos bajo del cielo de Turín. Frédéric Pajak. Traducción de Javier de Prado Biezma. Errata Naturae. Madrid, 2015. 320 páginas. 22,90 euros.


El Pais Babelia 2.05.15



viernes, 1 de mayo de 2015

La nueva amazona


JAVIER FERNÁNDEZ



Wonder Woman: Sangre. Brian Azzarello, Cliff Chiang. ECC. 160 páginas. 16,95 euros.

Creada en 1941 por el psicólogo y abogado William Moulton Marston (quien también participó en la creación del polígrafo), Wonder Woman es uno de los personajes básicos del género de superhéroes. Fue una de las primeras superheroínas de la historia y acabó convirtiéndose en la más importante de todas, la única capaz de seguir la estela de Superman y Batman, con quienes conforma la llamada Trinidad del universo DC. Su bibliografía posee etapas memorables, comenzando con la de Marston, muy rompedora para los estándares de la época, y continuando con el relanzamiento del personaje en 1958, de la mano del escritor Robert Kanigher y dibujantes como Ross Andru. Más reciente, y conocido, es el fenomenal trabajo realizado por Greg Potter y George Pérez en la década de los 80, al que siguieron variados (y dispares) intentos de devolver relevancia a la princesa amazona.

El último de ellos, iniciado en noviembre de 2011 con el cuarto volumen de la cabecera Wonder Woman, ha sido realmente afortunado, y se ha granjeado el respeto unánime de la crítica y el público. Coincidiendo con la transformación radical conocida como los Nuevos 52, el guionista Brian Azzarello y el dibujante Cliff Chiang (entre otros) reforzaron los lazos de Wonder Woman con los viejos dioses griegos, modificando el relato de su origen y ampliando el elenco de secundarios hasta lograr un tapiz denso y adictivo que la ha llevado a la primera línea de interés. Con Azzarello, la serie se tiñó de rojo sangre, pues sus dioses no son precisamente amables, y Chiang interpretó la violencia con una estética elegante y moderna, más propia del género fantástico.

Sangre es el primer tomo recopilatorio de esta vigorosa etapa, llamada a ocupar un sitio de honor en la dilatada trayectoria del personaje. Van aquí los números 1 a 6 de la nueva serie, con sus portadas respectivas y 16 páginas de diseños de personajes y bocetos de cubiertas a cargo de Chiang. En pocas palabras, una de las mejores reinterpretaciones de cuantas ha ofrecido DC en los últimos años.


Malaga Hoy

Obra maestra de Morrison

JAVIER FERNÁNDEZ



Los Invisibles. Libro 2: Apocalipstick. Grant Morrison, Jill Thompson, John Ridgway, etc. ECC. 208 páginas. 20,50 euros.

Continúa la recopilación de Los Invisibles, la obra maestra de Grant Morrison editada originalmente por el sello Vertigo de DC. El segundo tomo, Apocalipstick, contiene los números 9 a 16 (1995-1996) de The Invisibles, dibujados por Jill Thompson, Chris Weston, John Ridgway, Steve Parkhouse y Paul Johnson. La historia comienza con el abandono del miembro más reciente del grupo, Jack Frost, y continúa con el ataque de los Mirmidones. Se revela también el origen de Lord Fanny, el chamán travesti brasileño, último de una larga línea de hechiceras y uno de los personajes más controvertidos de esta serie valiosa como pocas. Seguramente, Los invisibles es el compendio perfecto de todo lo que ha convertido al autor en referencia mundial.


Malaga Hoy


jueves, 30 de abril de 2015

Ilustrar lo cotidiano


Una nueva generación de ilustradoras da el salto al papel gracias al éxito en la web

MÓNICA LUENGO MONTERO Madrid 29 ABR 2015

SARA HERRANZ


Cuando Agustina Guerrero preparaba su nuevo libro, se enteró de que estaba embarazada. De repente, a esta ilustradora de origen argentino que reside en Barcelona desde hace más de una década, no le apetecía otra cosa que no fuese dibujar sobre su embarazo. Así que aparcó el proyecto que tenía entre manos y se puso a trabajar en lo que sería Mamma mía!, su tercera novela gráfica, que ha salido a la venta este mes, y la segunda protagonizada por su alter ego de papel y tinta, La volátil. “En mi caso, sin el blog no habría existido un libro. No me habría animado a enviar Diario de una volátil a una editorial”, recuerda por teléfono Guerrero que, como muchos artistas de su generación, han podido dar el salto a la publicación gracias al éxito que su obra ha tenido en Internet. En su caso, la argentina abrió su bitácora, que alcanzó miles de seguidores en pocos meses, en 2011. Además, tiene más de medio millón de me gusta en su página de Facebook, unos 76.000 seguidores en Instagram y otros 22.000 en Twitter, las principales redes por las que difunde su trabajo.


AGUSTINA GUERRERO
Otro elemento común de esta nueva ola de dibujantes es que hay una fuerte representación femenina. Guerrero afirma que no le gustan demasiado las clasificaciones, y que hay tanto mujeres como hombres volcados ahora mismo en la ilustración. Sin embargo, su compañera de profesión Sara Fratini habla de un “boom de ilustradoras” en España en estos últimos años. “Hacía falta una voz femenina en el mundo ya sea para representar la vida cotidiana, para dar nuestra visión, para recordar nuestros derechos o sencillamente para expresarnos”, comenta esta artista venezolana que ha publicado recientemente La buena vida, un proyecto que surgió cuando la editorial Lumen se puso en contacto con ella tras haber visto su trabajo en las redes sociales (cuando comenzó con su blog, la ilustradora abrió una cuenta de Facebook que hoy en día tiene más de 60.000 me gusta).


LAURA PACHECO
Fratini cuenta en su obra pequeñas situaciones cotidianas, siempre envueltas en positivismo, a través de un personaje femenino. “Imagino que es mi alter ego de chica segura, tranquila, a la que no le importa nada lo que piensen los demás”, comenta la ilustradora. Y es que esta nueva hornada de creadoras cuenta en sus historias la vida cotidiana de sus personajes, casi siempre femeninos y con profundos tintes autobiográficos, que muchas veces son directamente ellas mismas. “Me inspiran lo cotidiano, el amor, el desamor, la vida. Me gusta hablar de mis experiencias porque creo que es la mejor forma de trasladar esas situaciones a la ficción”, confiesa Sara Herranz, autora de Todo lo que nunca te dije lo guardo aquí. Cuando esta ilustradora tinerfeña terminó la carrera de Comunicación Audiovisual en 2009 se encontró que no sabía muy bien que hacer, a lo que se unieron, según cuenta, las escasas oportunidades de futuro ofrecidas a su generación. Por eso, se refugió en la ilustración. “Al final hablamos de temas universales, y lo importante es que, más allá del género, el público se ha acercado a nuestro mundo y está interesado en la ilustración”, comenta la tinerfeña.




SARA FRATINI
En este punto, Herranz coincide con otra artista, Laura Pacheco: “Cada vez más gente que no viene del mundo del cómic está empezando a dibujarlos y eso ha atraído a gente que no viene de ese mundo a leerlos”. Pacheco es la autora del blog de la revista SModa Problemas del primer mundo en el que habla de esos pequeños obstáculos de la vida cotidiana en Occidente, nada graves, pero sí fastidiosos. Recientemente ha publicado un cómic con su hermana, Let’s Pacheco, con curiosidades de su familia. “En realidad sólo contamos algunas anécdotas puntuales, pero con ellas mucha gente ve reflejados a sus propios padres y siente como si los conociera”, reconoce la ilustradora.


El Pais

martes, 28 de abril de 2015

Variaciones de Superman

'Otros mundos' se suma a la colección 'Grandes autores de Superman' con tres historietas que proponen argumentos alternativos al canon



Superman: Otros mundos.Dave Gibbons, Steve Vance, José Luis García-López. ECC. 184 páginas. 18,95 euros.

La recuperación de la obra del veterano artista José Luis García-López por parte de ECC es una gran noticia para los aficionados al cómic, especialmente para aquellos a los que les gusta el género de superhéroes. El gallego criado en Argentina es uno de los dibujantes más dotados de la industria estadounidense, y resulta penoso que su trabajo haya permanecido tanto tiempo inédito, o publicado erráticamente, en el panorama español. La buena noticia, ya digo, es que parece que al fin le ha tocado su turno (con aparente buen éxito, vista la cantidad de títulos aparecidos en pocos meses).

Ciñéndonos al universo de Superman, seguramente el personaje por antonomasia de García-López, hemos podido disfrutar ya de los volúmenes Superman contra el mundo y Superman y los mejores superhéroes del mundo, recopilaciones de los episodios sueltos realizados para las cabeceras Superman y DC Comics Presents, junto con el bello All-New Collectors' Edition C-54, que presenta un inolvidable team-up de Superman y Wonder Woman. A estos dos títulos se suma ahora Otros mundos, siempre en la colección Grandes autores de Superman.

El tomo en cuestión compila tres historietas de la línea Elseworlds, originalmente editadas en formato prestigio, y, como indica el propio nombre de la serie, proponen al lector argumentos alternativos al canon, variaciones sobre el concepto y los elementos de Superman. Dichos cómics son Superman: Kal (1995), escrito por Dave Gibbons, Superman, Inc. (1999), con guion de Steve Vance y tintas de Mark Farmer, y Realworlds: Superman (2000), también con Vance y Farmer. El primero es una deliciosa aventura épica, de tintes artúricos, con un Superman trasplantado a la Europa medieval; el segundo juega con la idea del Hombre de Acero convertido en una celebridad deportiva y con la explotación de su imagen por parte de una poderosa corporación; y el tercero nos transporta a la década de los 50 y explora la influencia del héroe en un joven del mundo real al que le tatúan en el pecho la famosa S de Superman. Son relatos muy entretenidos, con desarrollos sólidos y giros sorpresivos en la trama, que sirven para ampliar el espectro del personaje. Aunque, claro está, lo que destaca realmente en el tomo son los estupendos dibujos de García-López, que convierten la lectura en un deleite. Solo por ellos ya merece la pena adquirirlo.

Hablando también de Superman, aprovecho para reseñar la salida del número 8 de la reedición trimestral de su serie regular. Con el título El último desafío, el librito de ECC presenta los cómics 15 a 18 (2012) de la cabecera Action Comics, es decir, los cuatro últimos escritos por Grant Morrison en su breve, pero sustanciosa, aportación a la reencarnación del personaje dentro del contexto de los Nuevos 52. Como en anteriores números, los dibujos corren a cargo de Brad Walker y Rags Morales; y el volumen se completa con historietas cortas de la Legión de Superhéroes, escritas por Sholly Fisch y dibujadas por el siempre espectacular Chris Sprouse.


Malaga Hoy


domingo, 26 de abril de 2015

El rey de Wakanda

La colección Marvel Limited Edition recupera las aventuras de Pantera Negra, creado por Lee y Kirby en las páginas de 'Los 4 Fantásticos'.

JAVIER FERNÁNDEZ





Marvel Limited Edition: Pantera Negra. Jack Kirby. Panini. 248 páginas. 34,95 euros.

La colección Marvel Limited Edition se suma a la amplia oferta de la editorial Panini en el campo de la reedición de los clásicos Marvel. Son tomos encuadernados en cartoné, con un formato similar a los de la colección Marvel Gold, pero con un diseño más innovador y con tiradas numeradas y limitadas a 1.500 ejemplares. En cuanto al contenido, se trata de rescatar del olvido series o etapas de culto, con alta significación y calidad artística pero que, aparentemente, cuentan con un público menos amplio. Por el momento, Marvel Limited Edition ha traído a nuestro mercado Los Eternos, de Jack Kirby, las historias de Hulk en la revista The Rampaging Hulk, así como la intervención de Kirby en Pantera Negra.

Los Eternos es quizá la serie más recordada de las que realizó el Rey en su breve retorno a Marvel en los 70. El que fuese pilar fundamental de la creación del Universo Marvel, junto con Stan Lee, dejó agriamente la compañía a comienzos de la década y fue tentado de nuevo en 1975, aunque su estancia se prolongaría solo hasta 1978. En Los Eternos dibujó una cosmogonía inspirada en las extravagantes teorías de Erich von Däniken, aquellas que ligaban ciertos elementos del arte precolombino a la llegada de extraterrestres en tiempos ancestrales. La intención primera era mantener estos personajes al margen de los superhéroes tradicionales, pero las deidades cósmicas ideadas por Kirby acabaron pronto absorbidas por el océano marvelita. El conjunto destaca por la increíble capacidad del artista para el diseño de personajes y ambientes, que provoca la continua admiración del lector.

The Rampaging Hulk fue un magazine en blanco y negro originado cuando la popularidad del monstruo verde estaba alcanzando las cotas más altas de su historia. Se adelantó solo unos meses a la célebre serie de televisión y al paso del personaje por las tiras de prensa, y confirma la importancia de Hulk en el esquema de la editorial durante aquellos años. La mayoría de los guiones los firmó Doug Moench, un escritor notable, recordado por su habitual solidez, y el tablero de dibujo fue ocupado por diversos artistas, casi siempre entintados por filipinos como Alfredo Alcalá, santo y seña de las, entonces frecuentes, revistas para adultos de Marvel.

En cuanto a Pantera Negra, el personaje es uno de los primeros superhéroes negros de la historia. Creado por Lee y Kirby en las páginas de Los 4 Fantásticos, había ganado relevancia merced al excelente trabajo un joven Don McGregor en la cabecera Jungle Action. Como también hiciera con el Capitán América, Kirby pasó por alto el trabajo de sus predecesores y compuso en 1977 y 1978 unos episodios llenos de acción, trayendo al universo del rey de Wakanda elementos de ciencia ficción, fantasía y aventuras. Toda esta etapa (12 números, más un décimo tercero debido a Jim Shooter, Ed Hannigan y Jerry Bingham) aparece por primera vez a color en nuestro idioma, en un formato respetuoso que devuelve al trabajo de Kirby toda su espectacularidad e interés. Su edición es otro sueño hecho realidad.

Malaga Hoy


De vuelta a las raíces


JAVIER FERNÁNDEZ 



Marvel Héroes, 59: Los 4 Fantásticos de John Byrne, 1. John Byrne. Panini. 592 páginas. 39,95 euros.

En el amplio panorama de los cómics Marvel, Los 4 Fantásticos son la pieza fundacional, el origen de una revitalización que ha llevado al género de superhéroes al lugar de privilegio que ocupa hoy día. Claro está que nada de esto habría sido posible sin la creación de Superman en 1938, pero fueron Stan Lee y Jack Kirby quienes, en 1961, revolucionaron el concepto y terminaron de definirlo, aportando cierto realismo y la continuidad que es ahora una de las características principales del género.

Aquellos primeros Fantastic Four permanecen como una piedra de toque narrativa, tantas veces imitada y rara vez igualada. Uno de los que más abiertamente continuó la senda de Lee y Kirby fue John Byrne, que supo tomar los aspectos básicos de la fórmula y reproducirla con modernidad y sabor propio. Tras unos inicios fulgurantes, Byrne consolidó su estilo en las páginas de La Patrulla-X, apoyándose en los guiones de Chris Claremont, y luego pasó a establecerse como autor completo en Los 4 Fantásticos, comenzando con el número 232 (julio de 1981). Aquel primer tebeo se tituló significativamente ¡De vuelta a las raíces!, y es que Byrne mostró desde el principio su voluntad de devolver al cuarteto a su esencia, de recuperar el brillo perdido con el paso del tiempo. Se mantuvo al frente de la cabecera durante cinco años, hasta el número 293, y dejó para el recuerdo un conjunto de historietas sobresalientes, especialmente las realizadas en la primera mitad.

Panini recupera de nuevo esta hermosa pieza del género en cuatro volúmenes de la colección Marvel Héroes. El primero de ellos contiene los números 232 a 250, más diversos extras relacionados con esta etapa como el 36 de What if?, el Fantastic Four Special Edition y el Fantastic Four Roast. Van también ilustraciones, una entrevista a John Byrne que vio luz en Marvel Age y una curiosa reinterpretación del célebre episodio del 20 aniversario escrita por Bill Rosemann y dibujada, a la manera de Byrne, por Anthony Castrillo para el número 109 del volumen 2 de What if? (1998).


Malaga Hoy