viernes, 30 de agosto de 2013

Torpedo: EL Partido por Bernet y Abulí











Historieta publicada en el Pais Semanal en el año 1990

RIPD Departamento de Policía Mortal

Por el Heraldo de Melkart.
 
El 13 de septiembre se estrena en España la película basada en el cómic R. I. P. D. (Rest In Peace Department).  
 
Ficha técnica: 


Dirección: Robert Schwentke Guión: Phil Hay, Matt Manfredi (Cómic: Peter M. Lenkov) Música: Christophe Beck Fotografía: Alwin H. Kuchler Reparto: Jeff Bridges, Ryan Reynolds, Kevin Bacon, Mary-Louise Parker Duración: 96 minutos Productora: Universal Pictures

Sinopsis según Filmaffinity: “Nick Walker y Roy Pulsipher son dos policías especiales. Nick acaba de morir, pero es llamado para trabajar con Roy, un agente que murió hace cientos de años. Ambos forman parte del “Rest In Peace Department”, que se encarga de perseguir a los demonios que habitan en el mundo de los vivos y de mandarlos al infierno. A Nick le cuesta hacerse a la idea de su condición de muerto, y no acepta estar alejado de su esposa, a la que envía reiteradas señales para que perciba su presencia. Al menos, gracias a su empleo post mortem, el joven agente intentará averiguar la identidad de su asesino”.

Escrito por: Jordi T. Pardo el día 30 agosto, 2013   
Lo que podemos esperar
El director responsable de la adaptación de Red a la gran pantalla, Robert Schwentke, cambia la comedia de acción y espionaje por la “fantasía policíaca sobrenatural” en esta producción cuya base es nuevamente un cómic. En este caso, la obra original, publicada por Dark Horse, pertenece a Peter M. Lenkov, una historia con mucha acción y comedia que en su adaptación cinematográfica cuenta con un Jeff Bridges cada vez más acostumbrado a este tipo de papeles. Las primeras impresiones nos dejan la sensación de estar ante una nueva película demasiado deudora del planteamiento Men in Black, aunque con el mencionado Jeff Bridges y Ryan Reynolds como protagonistas del espectáculo. En el mejor de los casos, siempre dejándonos llevar por las apariencias nos encontraremos ante un producto ligero y bastante modesto sin mucha pegada en la taquilla. Lo que hemos podido adivinar en los trailers sabe excesivamente prefabricado, falto de personalidad e innecesariamente artificioso para su simpleza argumental pero las expectativas y los prejuicios siempre nos pueden jugar una mala pasada…


El cómic es una miniserie de cuatro números:

Guión: Peter M. Lenkov
Lápices: Lucas Marangon
Entintado: Randy Emberlin
Rotulista: Steve Dutro
Colorista: Dave Nestelle
Editor: David Land
Diseñadora: Lia Ribacchi
Portadista: Lucas Marangon

Fuentes:

http://www.zonanegativa.com/?p=68159
http://www.darkhorse.com/Search/Peter%20M.%20Lenkov

sábado, 24 de agosto de 2013

El cuento de una rata mala Bryan Talbot




El cuento de una rata mala
Bryan Talbot Astiberri. Bilbao, 2013 136 páginas. 20 euros
Grandville / Grandville. Mon amour
Bryan Talbot Astiberri. Bilbao, 2013 104 páginas. 16 euros
La niña de sus ojos
Mary M. Talbot y Bryan Talbot La Cúpula. Barcelona, 2012 104 páginas. 18 euros

CON LA PUBLICACIÓN EN 1999 de Historia de una rata mala, los lectores españoles tuvimos una nueva señal de que algo estaba cambiando en el paisaje del cómic. Una confluencia de factores había llevado a Bryan Talbot a concebir este emotivo relato sobre dolor y redención: el deseo de recrear con su dibujo el distrito inglés de los lagos, su devoción por las ficciones de Beatrix Potter y el encuentro con una adolescente fugitiva en el metro de Londres. Con el título retraducido, con buen juicio, para subrayar esa vinculación con el imaginario de Potter, El cuento de una rata mala se recupera estos días en una nueva edición, en un contexto editorial transformado donde encaja como un guante. La apuesta de Astiberri por Talbot es similar a la acometida con con otro ilustre, Eddie Campbell; ambos ejemplifican el vigor que la escena británica ha proporcionado a la evolución del cómic de autor. A Bryan Talbot el valor de actualidad se lo proporciona la reedición de la rata mala, sí, pero también el lanzamiento de los dos primeros volúmenes de Grandville, una serie de aventuras retro-futuristas, ambientada en un periodo decimonónico apócrifo y tan realista como los animales antropomorfos lenguaraces y violentos que la protagonizan.

Grandville es una fantasía esteticista en la línea del Sherlock Holmes de Guy Ritchie, que recupera el tono arrebatado que Talbot imprimió de joven a Las aventuras de Luther Arkwright y El corazón del imperio. Su versatilidad como dibujante queda demostrada en ese moverse con similar efectividad en registros de pura inventiva o de ficción comprometida con dolorosas causas reales. En El cuento de una rata mala, el afán de verismo se manifiesta en el detallado registro figurativo y la base fotográfica de los personajes protagonistas. Se remueve en el corazón del libro un tema tabú, el del abuso sexual en el seno familiar, y la credibilidad de la muchacha protagonista, Helen, que al exorcizar la culpa y el resentimiento, ha propiciado que sea un título recomendado en centros sociales de varios países. Que Talbot se equivoca quedó demostrado en la desmesurada Alicia en Sunderland, pero en su cuenta de aciertos recientes destaca el esmero al poner en imágenes La niña de sus ojos, un guión con incisiva visión de género de su esposa, Mary M. Talbot, sobre la destrucción íntima a que fue sometida por sus progenitores la hija de Nora Barnacle y James Joyce.
Valentín Vañó


El Pais Babelia 24.08.13

Los pies vendados Li Kunwu



Los pies vendados
Li Kunwu
Traducción de Lucía Bermúdez
Astiberri. Bilbao, 2013
128 páginas. 14 euros
UN PASAJE DE LA ANTERIOR obra de Li Kunwu, Una vida en China, se repite en Los pies vendados: el de la niñera anciana, de pies diminutos y apariencia distinguida, que devora con delectación los pedazos de carne pasada que los niños a su cargo han transportado en los bolsillos, desde el comedor escolar. Si en los tres volúmenes de Una vida en China, Li Kunwu —en colaboración con el guionista Philippe Ôtié— entregó unas memorias que podían leerse como minuciosa radiografía de las transformaciones que China sufrió en la segunda mitad del siglo XX, en Los pies vendados se ha centrado en esa niñera como figura fracturada entre la tradición dinástica y la nueva era revolucionaria. En el breve prefacio de esta novela gráfica, Li Kunwu se congratula de poder manejar "la máquina del tiempo" que es su dibujo, y habla de "añoranza y gratitud" para referirse a la mujer que les acompañó a él y a su hermana durante su infancia en los años cincuenta del siglo pasado. Li Chunxiu era su nombre. Y Li Kunwu, artesano de la narración gráfica, cuenta su historia con ternura y profundidad. El drama de Chunxiu es que fue literalmente deformada, según tradiciones ancestrales, para ser un juguete manso, una esposa decorativa y servicial Pero su sacrificio no solicitado, que ella quiso sobrellevar con ensoñaciones de amores mitológicos, se encontró con las oleadas revolucionarias que condenaban como "arcaísmos feudales" a las mujeres sometidas a esas prácticas de vendado de pies y pechos, El cómic deja entrever el sufrimiento de una vida a destiempo, aunque otorga unas pronunciadas elipsis como muestras de empatía y humanidad.
Valentín Vañó

El Pais Babelia 24.08.13

La infancia de Alan Emmanuel Guibert



La infancia de Alan
Emmanuel Guibert
Traducción de Julia Osuna Aguilar
(Las Cuatro de Syldavia)
Sinsentido. Madrid, 2013
158 páginas. 20 euros

EN LA ENTREVISTA INCLUIDA en el reciente volumen Supercómic, publicado por Errata Naturae, el dibujante Emmanuel Guibert le comenta al especialista Alberto García Marcos que un motivo para realizar novelas gráficas en colaboración con otras personas es la "oportunidad de reforzar la amistad". Según el reflexivo y prudente Guibert, "cuando produces algo en colaboración, la amistad se vuelve más profunda y mucho más interesante". Esa perspectiva humanista del autor francés al encarar el acto creativo ha generado varias piezas maestras de la narrativa visual de los últimos años. Son especialmente singulares sus libros realizados con reporteros gráficos: El fotógrafo, que contaba las experiencias de Didier Lefevre en Afganistán, y la reciente Un viaje entre gitanos, con Alain Keler. En La infancia de Alan, Guibert vuelve a trabajar a partir de la memoria de otro amigo, el anciano norteamericano Alan Ingram Cope, con quien mantuvo innumerables conversaciones que cuajaron, hace una década, en La guerra de Alan (una serie no disponible en España en estos momentos a causa de la errática política de saldos de la editorial Ponent Mon). Guibert viaja en este libro al paraíso perdido de los primeros años de vida de Alan, en un territorio, la California previa a la Segunda Guerra Mundial, que era un auténtico nuevo mundo. Con un estilo gráfico de evocadora elegancia, la figura interpuesta del historietista nos retrotrae a una época irrecuperable con una veracidad que el artificio audiovisual nunca podría alcanzar. Además de la estética de su sabia representación en página, además de la luminosa escritura, el documental de Guibert activa en el lector el resorte mental del recuerdo de su propia niñez.

Valentín Vañó


El Pais Babelia 24.08.13

Delicias japonesas


El manga actual se debate entre las tensiones de un medio dividido entre su tradición de entretenimiento popular y la evolución hacia una expresividad de mayor calado


Por Valentín Vanó

INTEGRADO DE PLENO DERECHO en el paisaje de fondo del mercado editorial en España, el manga o cómic japonés sufre también las tensiones de un medio dividido entre su tradición de entretenimiento popular y la evolución hacia estrategias expresivas de mayor calado. Yoshihiro Tatsumi o Shigeru Mizuki son autores representativos de la utopía cumplida del cómic de autor realmente complejo, literario. Mizuki, en concreto, está de plena, actualidad por la publicación de su ambiciosa Autobiografía, donde narra sus experiencias como combatiente en la Segunda Guerra Mundial, además de por la reedición de su combativo Hitler. La novela gráfica.

Pero si hay un mangaka que supo intuir las posibilidades del cómic como novela total ese fue Osamu Tezuka. En El libro de los insectos humanos es significativo el contraste entre el estilo gráfico de Tezuka, idóneo para sus maravillosas ficciones infantiles tipo Astro Boy, con la intrincada trama de ambición contemporánea que se narra en sus páginas. Prepublicado en 1970 en una revista popular, El libro de los insectos humanos cobra auténtico sentido en formato novela gráfica, como narración extensa y autocontenida. La historia, como digo, parece de ahora mismo: una misteriosa joven se apropia de los logros diversos de personas cercanas, como "mariposa en perpetua metamorfosis" en busca del reconocimiento social. La amplísima difusión del cómic en Japón propicia que existan mangas con todo tipo de temáticas y orientaciones arguméntales. El perro enamorado de las estrellas es un libro de Takashi Murakami



Una de las viñetas de El perro enamorado de las estrellas.

(no confundir con el artista plástico del mismo nombre), que cuenta cuatro historias interrelacionadas de fraternidad entre personas y perros. Es un cómic inusual, sorprendente, de sentimientos exhibidos con propósito de catarsis. En las cuatro historias, la lealtad incondicional de los canes propicia las redenciones íntimas de sus dueños. Murakami cuenta su historia con un tipo de dibujo sencillo y efectivo, realista, recreándose en la expresividad de los perros, en su alegría desbocada y melancolías sinceras. Algún relato resulta triste, pero el dibujante sabe mantener el tono emotivo y no desviarse hacia la atracción fácil de la sensiblería.

En el extremo inverso, como versión asequible de la oscuridad malsana que contamina los universos de Shintaro Kago o Usumaru Furuya, está la serie de terror I am a Hero. El mangaka Kengo Hanazawa ofrece en sus tres primeros volúmenes un recital caudaloso de narración gráfica, con la coartada del advenimiento del Apocalipsis zombie en un país de ciudadanos muy poco heroicos. •

Autobiografía. Libros 1, 2, 3, 4. Shigeru Mizuki. Traducción de Alberto Sakai. Astiberri. Bilbao.
2013.18 euros (cada uno). Hitler. La novela gráfica. Shigeru Mizuki. Traducción de Marc Bernabé. Editores de Tebeos. Barcelona. 2013. 288 páginas. 15 euros. El libro de los insectos humanos. Osama Tezuka. Traducción de Eva Sakai. Astiberri. Bilbao, 2013. 368 páginas. 23 euros. El perro enamorado de las estrellas. Takashi Murakami. Traducción de Víctor Illera Kanaya. Ponent Mon. Tarragona, 2013.304 páginas. 20 euros. I am a Hero. VoL 1, 2, 3. Kengo Hanazawa. Traducción de Marc Bernabé. Norma Editorial. Barcelona, 2013. 8,50 euros (cada uno).

El Pais Babelia 24.08.13


Anatomía de un genio total


Una exposición contrapone los dibujos de Leonardo con resonancias magnéticas y modelos en 3D para demostrar que el artista se adelantó hasta 400 años en el estudio del cuerpo

ÁLEX VICENTE Edimburgo 22 AGO 2013

'Los músculos del hombro', Royal Collection Trust / (C) Her Majesty Queen Elizabeth II 2013. / THE ROYAL COLLECTION

Ya ha pasado casi medio siglo, pero Peter Abrahams recuerda el día que descubrió los estudios anatómicos de Leonardo da Vinci. Profesor de la Universidad de Warwick y eminencia en el campo de la anatomía clínica, Abrahams era entonces un joven estudiante en el Londres de la posguerra. “Observé el dibujo de un cráneo abierto en dos, en el que se observaban las capas de piel, los músculos faciales y la estructura ósea”, rememora. “Ese fue el día que entendí cómo funcionaba la anatomía humana”. La experiencia le marcó, hasta el punto que Abrahams sigue utilizando esas mismas láminas de trazo nervioso para enseñar los principios básicos de la anatomía a sus estudiantes. “Hace cuarenta años que recurro a ellas. Gracias a Leonardo, me consideran el maestro enrollado que consigue que la anatomía se vuelva interesante”.

El profesor ha pasado los últimos cuatro meses orquestando la exposición The Mechanics of Man, (La mecánica del hombre), que hasta el 10 de noviembre permite observar de cerca los dibujos firmados por Da Vinci en el Palacio de Holyroodhouse de Edimburgo. La muestra exhibe treinta de los originales, que forman parte de un lote de 600 dibujos del artista que pertenece a la corona británica desde 1690. Hoy no queda anatomista que los desconozca, pero durante 300 años acumularon polvo en la biblioteca real. “Nadie los entendió porque eran demasiado avanzados para su tiempo”, afirma Abrahams. Hasta que, en 1900, alguien decidió publicarlos como un compendio de anatomía y el mundo se dio cuenta de lo que se había perdido. “Ya era tarde para alterar el curso de la investigación anatómica, pero de haber sido publicados antes de su muerte habrían supuesto un auténtico giro en la medicina renacentista. Su lucidez sigue dejando boquiabierto incluso hoy”, afirma Martin Clayton, conservador de la colección de la corona británica, especialista en la obra de Da Vinci y comisario de esta exposición.

Los dibujos ya habían sido expuestos en numerosas ocasiones. Sin ir más lejos, sucedió el año pasado en una concurrida exposición en el Palacio de Buckingham. La novedad es el sorprendente enfoque que se ha escogido para la ocasión. Clayton y Abrahams han tenido la ocurrencia de contraponer los dibujos de Da Vinci con modernos modelos anatómicos, con el objetivo de demostrar hasta qué punto el artista logró dar en el blanco. Escáneres, radiografías, resonancias magnéticas y modelos en 3D aparecen expuestos junto a los originales, revelando parecidos más que razonables. “Acertó prácticamente en todo. Tendrían que pasar 300 o 400 años para que el resto del mundo llegara a las mismas conclusiones. Los errores son mínimos y se deben considerar producto de un tiempo en el que no existía ni una sola guía anatómica”, matiza Abrahams. Leonardo no tuvo más remedio que empezar desde cero. Para el anatomista, si los dibujos se hubieran dado a conocer en su momento, la ciencia se encontraría hoy “entre 50 y 70 años por delante”. “La anatomía se habría puesto de moda, como lo están hoy los estudios genéticos. Todos los chicos listos de la época se habrían puesto a investigar el cuerpo humano. ¿Quién sabe lo que habría podido pasar?”.


Retrato de Leonardo da Vinci.

Todo empezó durante el invierno de 1507, cuando Leonardo da Vinci se sentó en el lecho mortal de un anciano “que decía tener 100 años” en el hospital de Santa Maria Nuova de Florencia. En plena conversación, el viejo se fue apagando hasta que falleció. “No había nada mal en su cuerpo, excepto la debilidad. Decidí diseccionarlo para entender la causa de una muerte tan dulce”, escribió Leonardo. Observó un corazón “seco” y un hígado en el que describió, por primera vez en la historia, los síntomas de la cirrosis. Sería solo el primero de innumerables descubrimientos, como el primer dibujo de la espina dorsal, un esquema rompedor de las arterias y los vasos o incluso un dibujo pionero de un feto en el útero materno, que aparece expuesto junto a una maqueta 3D generada con ultrasonidos de un feto de quince semanas. La comparación con el dibujo de 1510 no desmerece en absoluto.

La experiencia del viejo despertó el gusto por la anatomía en el artista, que llevaba varias décadas experimentando con animales muertos. Entre 1507 y 1513, Da Vinci ya había abierto treinta cadáveres para examinar órganos y conductos, con la ayuda de un profesor de anatomía en la Universidad de Pavía, Marcantonio della Torre. “A diferencia de lo que se suele creer, la disección humana no estaba prohibida. Una bula papal lo autorizó expresamente a partir de 1482”, precisa Clayton.


'El esqueleto', 1510-11. Royal Collection Trust / (C) Her Majesty Queen Elizabeth II 2013. / THE ROYAL COLLECTION

En su punto de mira se encontraban el corazón, los músculos y la estructura ósea. El primer objetivo del artista fue conocer mejor la anatomía humana para poder trasladarla de manera más fiel sobre el lienzo, obsesionado por una reproducción fidedigna del modelo imitado. “Leonardo veía la pintura como una actividad científica”, añade el comisario. Sin embargo, acabó entendiendo la necesidad de firmar un tratado de anatomía que reflejara su investigación. “De hecho, él nunca se habría reconocido solo como artista. Sus estudios científicos fueron por lo menos igual de importantes que sus cuadros”.

Pese a todos sus avances, Da Vinci nunca logró publicar su soñado tratado. “Se encontró con un problema. El 95% de su investigación era correcta. Solo le fallaba el corazón”, explica Abrahams. Da Vinci no logró desmarcarse de las tesis de Galeno, médico del siglo II cuyas improbables teorías sobre los humores y la relación entre el físico y la psique se mantendrían vigentes durante 15 siglos, pese a que toda su investigación le obligara a adoptar un nuevo camino. Describió las válvulas cardiacas y las arterias coronarias a través de un modelo de cristal que daría por buenas las tesis del siglo XX, pero nunca logró entender cómo funcionaba la circulación de la sangre, pese a que tuviera la evidencia en sus manos, un siglo antes de su descubrimiento por William Harvey.

“Cada científico trabaja en un marco de posibilidades fijado por las creencias actuales y solo algunas veces es capaz de marcar un giro en el paradigma. Leonardo no fue capaz de llegar a este punto”, afirma Clayton. “El problema es que los resultados no se ajustaban a lo que él creía ser cierto. Se desesperó hasta el punto de acabar abandonando”. Para Abrahams, el artista y científico entendió perfectamente lo que sucedía en el corazón, “pero le debió de parecer complicado ir a contracorriente respecto a lo que todo el mundo había dado por bueno durante 1500 años” y tuvo miedo de “ser condenado por la Iglesia como un loco”. Cuando Da Vinci falleció en 1519, se había convertido en uno de los hombres más célebres de la Europa del primer Renacimiento. En cambio, esos dos centenares largos de dibujos siguieron condenados al ostracismo durante siglos. En gran parte, por culpa del artista, que escribió las notas de acompañamiento con un código secreto difícilmente legible a primera vista. Para entender de qué iba el asunto se requería un espejo. No resulta extraño que su aprendiz, Francesco Melzi, a quien legó los papeles, no entendiera que aquellas incomprensibles notas a pie de página constituían el oráculo de la medicina del futuro.


'Los músculos y los tendones de la pierna y el pie'. c.1510-11 Royal Collection Trust / (C) Her Majesty Queen Elizabeth II 2013. / THE ROYAL COLLECTION


El Pais 22.08.2013