Un atraco y una imprevista traición llevarán a Parker a seguir el rastro de un miembro de su banda que no ha resultado un tipo de fiar
08 de septiembre 2025
Organizar un robo es una materia complicada en la que todas sus piezas deben funcionar, coordinarse a la perfección: del grupo de atracadores, un par al menos deberán ocuparse de que, una vez comenzado este, los posibles testigos permanezcan lo más tranquilos posible, sin suponer un inesperado problema.
Guion: Doug Headline
Dibujo: Kieran
Tapa dura
Color
112 págs.
22 euros
Por supuesto, un miembro del grupo deberá encargarse, con más o menos dureza, del guardia de seguridad, dejándolo fuera de combate lo antes posible.
Es entonces cuando el cerebro de la banda deberá acompañar al director del banco a la caja fuerte o cámara acorazada, donde con veladas amenazas o haciendo un uso medido de la fuerza, será obligado a suministrar la combinación de esta o a abrirla directamente.
No hay que dejarse obnubilar por lo que se encuentre en su interior, y poseer la sangre fría suficiente para ignorar ciertas piezas que resultará complicado vender en el mercado negro. Lo importante es el dinero, que habrá que guardar lo más rápido posible para, acto seguido, salir pitando del lugar.
Y ahora llegamos a tal vez la pieza más importante del grupo de malhechores, el conductor. Deberá tratarse de un tipo con la suficiente experiencia, una sutil combinación de sangre fría, y experto manejo del volante, ya que aunque todos los pasos anteriores descritos se hayan realizado a la perfección, una buena y limpia huida es crucial.
Algo parecido a esto fue el plan ejecutado por Parker y sus hombres. Un golpe que, en principio, no debía provocar ningún problema. Como suele decirse, “entrar y salir…”
Pero luego llega la realidad, y pese a que Parker tenían total confianza en Weiss y Andrews, al conductor apellidado Uhl no lo conocía de nada.
Y bueno, toda la situación da un violento vuelco, dejando a Parker solo, sin dinero, y con un solo pensamiento en mente, dar con Uhl y hacerle pagar por lo que ha hecho. Ah, y por supuesto, recuperar la pasta del botín.
Para ello, Parker tirará del invisible hilo que le irá conduciendo a través de la Costa Este del país, conociendo a personajes que en algún momento han conocido al traidor conductor, y haciendo que esta 'caza' resulte apasionante para el lector amante de los buenos relatos noir.
Pese a que la sombra del gran y añorado Darwyn Cooke es alargada, y sus adaptaciones de varias novelas surgidas del talento de Richard Stark, son puro arte, el trabajo que realizan los galos Doug Headline y Kieran es magnífico. Utilizando numerosos fragmentos de la novela original, consiguen trasladar perfectamente el ambiente, los escenarios y la crudeza de algunos pasajes a sus viñetas, a lo que hay que sumar el trazo de Kieran, perfecto para este tipo de relato.
Si Donald Westlake, el creador del expeditivo Parker y John Dortmunder, levantara la cabeza, asentiría satisfecho ante este cómic, que recomiendo a los amantes del género negro.
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