Mikel Bao
Last Man
Bastien Vivès, Balak y Michaël Sanlaville
Diábolo Ediciones
Francia
Rústica con sobrecubiertas (8 vols. hasta la fecha)
216 págs.
Blanco y negro
Obra relacionada
El gusto del cloro
Bastien Vivès
(Diábolo Ediciones)
Una hermana
Bastien Vivès
(Diábolo Ediciones)
La plaga verde
Michaël Sanlaville
(Ninth Ediciones)
Dragon Ball Ultimate Edition
Akira Toriyama
(Planeta Cómic)
Sin hacer demasiado ruido, Diábolo comenzó en 2013 a editar Last Man, una obra cuya única referencia entre nosotros hasta entonces era uno de sus autores, Bastien Vivès, uno de los valores más consolidados de la novela gráfica actual. Ya conocíamos sus historias costumbristas, íntimas, plagadas de silencios y apabullantemente virtuosas en lo gráfico, como El gusto del cloro o la reciente Una hermana. Pero aquí Vivès cambiaba de registro, y además llegaba acompañado de otros dos talentos con quienes comparte estudio: Michaël Sanlaville y Balak (seudónimo de Yves Bigerel). De la conjunción de las capacidades de los tres surge esta serie, una desprejuiciada mezcla de géneros que es tan apta para el público adolescente como para cualquier persona que desee disfrutar de aventuras llenas de acción y sorpresas a cada paso.
Bastien Vivès no necesita presentación. Es el creador de obras como la mencionada El gusto del cloro, Ella(s), Amistad estrecha o Polina, un artista con un estilo narrativo personal y evocador, y que además cultiva una vena humorística gamberra y vitriólica en obras como El amor o La blogosfera. Sanlaville es el autor del genial La plaga verde (Ninth), y colaboró ya con Vivès en Hollywood Jan. Y Balak es un solicitado creador de storyboards para el mundo de la animación.
Los tres, sin dejar que su historia se convierta en una simple referencia al manga, mantienen en todo momento un tono ligero que sin embargo no excluye los momentos dramáticos y emotivos, y ponen en pie esta obra que fue publicada primero como webcómic en Delitoon y después en forma impresa por Casterman.
Nueve volúmenes componen la serie, hasta ahora (los autores tienen planeado llegar a doce), de los cuales Diábolo ha publicado en España ya ocho, a la hora de escribir estas líneas. Lo que comenzó casi como una broma entre los tres creadores, deseosos de divertirse y homenajear a los mangas y a las películas que disfrutaron de chavales, se ha convertido con el tiempo en una historia mucho más ambiciosa, con personajes cuyo pasado hemos ido descubriendo viñeta a viñeta, en la que puede pasar de todo, y en la que sus autores fusionan una gran cantidad de influencias para conseguir una lectura tan entretenida y sorprendente como brillante en lo gráfico.
La historia de Last Man comenzaba con un torneo de artes marciales que se celebra en el Valle de los Reyes, en el cual el joven Adrian Velba, un chaval entusiasta e inocente, participaba acompañado de manera imprevista por el rudo y taciturno Richard Aldana, un vagabundo con el que pronto le unirá una gran amistad. Vibrantes peleas, misteriosos rivales como el enmascarado Cristo Canyon, ataques místicos en la mejor tradición Dragon Ball... Pero el pasado de Aldana esconde muchos secretos, y muchos de ellos relacionados con la madre de Adrian, la despampanante panadera Marianne. Pronto, el ambiente de la serie se amplía cuando Adrian y Marianne siguen a Richard más allá del Valle de los Reyes...
Más adelante, y tras toda una sucesión de acontecimientos y revelaciones, una sorprendente elipsis nos permite, alcanzado el sexto tomo, dar un salto en el tiempo hacia un nuevo escenario, con un Adrian ya adolescente y desencantado y toda una nueva dimensión para la historia.
¿Dónde está la frontera entre el trabajo de cada uno de los autores? Eso es lo menos importante. Lo fundamental es el resultado que los tres consiguen en Last Man. Las andanzas de Adrian, Marianne, Richard y demás personajes que configuran el colorido reparto se convierten en una aventura plagada de sorpresas, mujeres explosivas y de armas tomar y personajes chalados, narrada de manera colosal, rebosante de talento y de humor por los cuatro costados.
El trío realiza el trabajo a base de reuniones en las que discuten el guión y luego lo ponen en imágenes, con Balak realizando la planificación más básica y Vivès y Sanlaville ocupándose del acabado final de las páginas. Como nota curiosa, y enlazando con el espíritu lúdico de la obra, hay vídeos publicados en YouTube en los cuales los tres autores se cachondean de sí mismos y de su proceso de trabajo sin ningún pudor.
El dinamismo de las escenas de acción permite que las múltiples persecuciones y peleas no se conviertan en algo repetitivo o gratuito. Se disfruta enormemente en cada página con la sencillez solo aparente del acabado, el elegante y efectivo uso de los grises y el cuidado diseño de los personajes (esos nombres, esos bustos, esos atuendos improbables), siempre sorprendentes y efectivos y en muchos casos con una evidente huella del maestro Akira Toriyama. La inagotable creatividad de los tres autores brilla tanto en la narrativa gráfica, siempre clara y precisa, como en los avatares de la historia.
Last Man es un tebeo para lectores de todo tipo, sin distinción, que busquen disfrutar de un cómic hecho con tanto talento como cariño, en el que los autores se divierten demostrando lo buenos que son en lo suyo, pero sin presunción y sin quedarse en el simple homenaje. Todo lo contrario, crean una obra que engancha al primer vistazo y unos personajes a los que no puedes (ni quieres) evitar cogerles cariño.
Jot Down - Anuario Comics 2017
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