Ilustración de portada del cómic 'La última sirena'.
José Luis Vidal
04 de mayo 2025
Una interesante ¿coincidencia? editorial hace que en el mes de abril que acaba de dejarnos y este en el que acabamos de entrar lleguen a las librerías dos cómics firmados por el autor de ascendencia coreana Derek Kirk Kim. Un par de propuestas muy, muy diferentes, que son una clara muestra de la versatilidad de este autor que ya en el año 2004 recibió la tríada de premios más importantes en el mundo de las viñetas norteamericanas, los Eisner, Ignazt y Harvey, por La misma diferencia, que ahora Astiberri, con el buen ojo que la caracteriza, trae a las librerías.
En ella vamos a conocer a dos amigos treintañeros, Simon y Nancy, junto a Ian, que departen mientras saborean la comida de un restaurante chino-vietnamita en Oaklan. La conversación es distendida, y va desde los típicos chascarrillos, cotilleos y demás temas que suelen surgir en estos momentos, cuando te encuentras a gusto.
Pero de pronto, la inesperada aparición de una persona del pasado de Simon hará que este confiese un error, un comportamiento que le avergüenza y que Nancy le recrimina. Pero cuando parece que va a tratar de enmendarlo, ya es demasiado tarde. Esa persona, una chica invidente llamada Irene, ya no está…
Por otro lado, y ya que la cosa va de traer de vuelta hechos del pasado, una vez que el dúo está en casa de Nancy, esta le muestra algo totalmente alucinante: La anterior inquilina, una tal Sarah, sigue recbiendo cartas y objetos de su enamorado, un insistente tipo llamado Brian.
Como no tienen nada mejor que hacer, los protagonistas emprenden un corto periplo hasta Pacífica, la población donde Simon creció y estudió, y que da la casualidad que se trata del lugar de residencia del misterioso Brian.
Una vez allí, el pasado volverá a la vida de Simon de la manera más inesperada…
En la misma diferencia, su autor utiliza una buena carga de ironía para llevar a las viñetas una historia en la que el protagonista deberá admitir un comportamiento equivocado, y como la vida finalmente logra ponerte en tu sitio, pese a que tú hayas tratado de olvidar.
El volumen se completa con una variada serie de historias cortas que van desde lo autobiográfico, casi siempre utilizando el humor como recurso, la escatología, o presentarnos a un personaje tan ‘especial’ como es Oliver Pikk, y sus peripecias.
Derek Kirk Kim, además de trabajar en el mundo de las viñetas, tiene una larga experiencia en la animación (Anfibilandia, Hora de Aventuras, Huevos verdes con jamón…), por lo que el cómic que llega a las estanterías en mayo tiene mucha, muchísima influencia de ese mundo. Se trata de La última sirena, y nos traslada a un mundo devastado, un inmenso y letal desierto, donde casi nada sobrevive, tan solo seres que por su propia naturaleza y comportamiento se convierten en letales amenazas para la protagonista.
Ella es Isla, un ser nacido de la leyenda, una sirena, la última de su especie. Junto al gracioso y fiel acompañante de aventuras, Lottie, un ajolote, van a protagonizar un viaje a través de páramos, en busca del preciado y vital líquido elemento, el único medio en el que Isla puede sobrevivir.
Y lo hace gracias a un artilugio, Mecano, un enorme robot que se transforma en vehículo, y que contiene un receptáculo en el que la protagonista almacena agua, una especie de enorme pecera cuyo contenido va perdiendo la pureza necesaria para que Isla viva, y que deberá ir renovando.
Monstruos mutantes, seres que viven en oscuros e insondables abismos… Varias serán las letales amenazas que ataquen sin piedad a este curioso dúo que, mientras les suceden estos hechos, desconocen que están siendo seguidas y observadas por un misterioso tipo, que desconocemos si es amigo o enemigo, pero que va a tener un importante papel en la trama, cuando las cosas se pongan especialmente feas para Isla y Lottie.
Con un estilo fuertemente influenciado por el manga japonés, y una narrativa propia del medio cinematográfico, esta primera entrega nos atrapa por la belleza y el misterio de sus viñetas, unido a la acción desbordante y el misterio que rodea a sus protagonistas, a los que les ha tocado sobrevivir en un ambiente totalmente hostil.
Un cómic dirigido, en principio, a los más jóvenes de la casa pero que resulta una apasionante lectura para todo aquel que busque emociones fuertes en sus páginas.
En fin, dos cartas de presentación de un autor tan versátil como dotado para el Noveno Arte, y al que seguiremos la pista a partir de ahora.
Diario de Cadiz
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