EI mes pasado terminaba esta sección comparando la extraordinaria capacidad productiva de nuestro Manuel Gago con la de ese mito (viviente en el momento de escribir aquellas lineas) del tebeo norteamericano llamado Jack Kirby. La desgracia quiso que, transcurridas apenas unas semanas después de la finalización de dicho texto, el inmenso autor neoyorkino tuviese la desdichada ocurrencia de cumplir con el último requisito que le faltaba para convertirse en la mayor leyenda de toda la historia del "comic book". Su repentina muerte, el pasado 6 de Febrero, cayó como una auténtica bomba en la redacción de esta revista, provocando de inmediato entre su cuadrilla de colaboradores, la realización de varios artículos alrededor de tan colosal figura.
Era lógico, pues, que este rinconcito dedicado a los clásicos más o menos "desconocidos y olvidados" por aquí, se prestara a ceder su siguiente entrega a ese impar dibujante, pilar y máximo representante de toda una forma de entender la Historieta, conocido por muchos simplemente como "el Rey".
Tal vez algunos se extrañen, no obstante, ante la inclusión de Kirby entre los autores "a descubrir" por el aficionado español, atendiendo, sobre todo, a que determinada etapa de su obra "parece" a simple vista de sobra conocida por el lector nacional.
Ahora bien, lo cierto es que cualquiera que que se aventure a examinar con cierto detalle su ingente, monstruosa trayectoria profesional comprobará hasta que punto la (considerable) cantidad de material perteneciente a su vastísima obra que, a lo largo de los años, ha ido viendo la luz en nuestro mercado viñetero resulta, aun así, poco menos que anecdótica, rozando incluso lo ridículo, si lo comparamos con el grueso de su producción. Y es que, descontando sus celebérrimas colaboraciones, durante los Go, con Stan Lee en el nacimiento del Universo Marvel y posteriores incursiones en el género superheroico tanto en dicha compañía como en su rival DC, la gran mayoría de sus creaciones (miles y miles de páginas de Historieta pertenecientes a todos los géneros habidos y por haber: bélicas, románticas, policiales, humorísticas, terroríficas, fantacientíficas, del Oeste...) permanecen todavía ignotas para el lector español (y más si éste cuenta con menos de 30 años). De ahí que reivindicar (fea palabra, lo sé, pero a veces viene al pelo) desde aquí la portentosa figura de Kirby, con motivo de su desaparición, no resulte, ni mucho menos, una tarea tan superflua como muchos podrían en un principio imaginar. Lo que sigue no es más que otro intento (fallido, me temo) por establecer la verdadera magnitud creativa de semejante bestia parda del tebeo. Quizás sirva para que algunos comprueben de una vez lo poco que en realidad hemos podido conocer de ese fenómeno llamado Jack Kirby.
Jacob Kurtzberg (auténtico nombre del dibujante) nace el 28 de agosto de 1917 en New York, de padres austriacos. Su infancia transcurrirá de forma extremadamente modesta en la zona neoyorkina del Lower East Side, un abigarrado crisol humano repleto de inmigrantes europeos de muy diversa procedencia y escasa capacidad económica. Pese a las obvias dificultades ambientales para adquirir cultura, el pequeño Jacob demostrará desde muy pronto una capacidad de absorción literaria impresionante, devorando con avidez toneladas de narrativa popular ("pulps" como "Amazing Wonder" o "Astounding Stories"), así como clásicos de la novela de aventuras como "Robin Hood", "La Isla del Tesoro", "Las Minas del Rey Salomón" o "El conde de Montecristo". Estas inquietudes tardarían muy poco en trasladarse con idéntica fuerza a la llamativa parte visual presente en casi todos aquellos volúmenes, obra de ilustradores tan notables como Newell Wyeth, Maxfield Parrish o, sobre todo, Howard Pyle, quienes espolearían al muchacho a agarrar por vez primera un lápiz para tratar de reproducir aquellas espectaculares instantáneas, convirtiéndose así en sus primeras influencias gráficas. A los 11 años Kurzberg puede ser considerado ya un dibujante compulsivo, siempre aferrado al lápiz y volcado sobre una página en blanco en la mesa de la cocina, rodeado de libros sacados de la biblioteca y empeñado en capturar en imágenes estáticas las frenéticas emociones proporcionadas por su lectura. Con 14 años se verá obligado abandonar los estudios convencionales al tener que dedicarse a ganar algo de dinero para su casa como repartidor de periódicos, debido a las cada vez mayores dificultades laborales de su padre, sastre de profesión.
Ya en edad adolescente una nueva pasión competirá por su tiempo de ocio con la lectura y el dibujo: el cine. El escaso dinero ahorrado gracias a sus esforzados empleos de media jornada los empleará en devorar, a lo largo de incontables tardes, las películas de maestros del celuloide clásico como Ford, Fleming, Hawks, Milestone o, sus favoritos, los grandes cultivadores del horror, Whale, Browning y Freund. En 1935 consigue ganarse por fin la vida gracias a sus aptitudes artísticas, al entrar como dibujante intercalador en los famosos estudios de animación de los hermanos Fleischer, trabajando en varios cortos protagonizados por Betty Boop y Popeye. Sin embargo, lo rutinario de este trabajo ("Aquello parecía una cadena de montaje", afirmaría años después el dibujante, "la gente inquieta lo pasaba allí muy mal") le animarán a buscar pronto algo más acorde con sus ambiciones creativas, cosa que conseguirá un año más tarde al entrar en la Lincoln Newspaper Syndicate. Para esta agencia el joven Jack dibujará, firmando con el solemne seudónimo de H.T. Elmo, un par de series de viñetas divulgativas tituladas "Your Health Comes First" (algo así como un "Más Vale Prevenir" historietístico) y "Facts You Never Knew!!!" (curiosidades de cultura general referidas a historia, geografía, ciencia, etc), así como, poco después, un puñado de tiras diarias hoy ya olvidadas, entre ellas "Abdul Jones" (como Ted Grey), "Detective Riley" (Richard Lee), "The Black Buccaneer" (Jack Curtiss), "Socko the Seadog" (Teddy) y "Cyclone Burke" (Bob Brown).
Resulta curioso al contemplar estos vacilantes trabajos primerizos, la chocante diversidad de estilos empleados por Kirby a la hora de ilustrar todas estas series y la forma en que cada una de dichas personalidades gráficas es delimitada con un seudónimo propio.
Casi a continuación el dibujante comenzará a colaborar en sus ratos libres también con la Novelty Press y la Fox Publications con los personajes "Blue Bolt" y "Blue Beetle". En el caso de este último la intervención de Kirby sería totalmente anónima al quedar su presencia oculta bajo la de Charles Nicholas (seudónimo de Charles Wojtkowski), creador gráfico del justiciero enmascarado. Otros trabajos de aquella su primera época (difíciles de rastrear debido a lo cambiante de su firma) incluyen la colaboración en el nacimiento de "Jumbo Comics" (mítica publicación lanzada por Will Eisner y Sam Iger en 1938), y un sinfín de obras poco memorables, siempre bajo el oportuno seudónimo: "Wilton of the West" (Fred Sande), "The Diary of Dr. Hayward" (Curt Davis), "The Count of Monte Cristo" (historia firmada como Jack Curtiss en la revista británica "Wags", aunque más tarde reeditada en "Jumbo") o "The Solar Legion" (Michael Griffith), ésta última para la revista "Crash". En 1939 dibujará para el Associated Features Syndicate, firmando como "Lance Kirby", el "western" "Lightnin' and the Lone Rider" (también conocido como "The Lone Rider"), serie de tiras diarias de prensa recopiladas mensualmente en la revista "Famous Funnies" a partir de su número 62. Después de unos meses, abandonará esta serie cediendo la parte gráfica en las hábiles manos del gran Frank Robbins, posteriormente famoso gracias a su labor en "Johnny Hazzard" (de hecho, el propio Kirby llegaría a dibujar a lápiz, de forma anónima, algunas tiras del célebre aviador, entintadas por Robbins).
En 1940, ya bastante más maduro en el uso del pincel y haciendo gala de una planificación cada vez más poderosa, colaborará brevemente con la revista "Wow Comics", publicada por Fawcett Publications dibujando al superheroe de aspecto demoniaco "Mr. Scarlet", un implacable justiciero de los bajos fondos siempre acompañado por su fiel discípulo, el "jovencito" Pinky. También ese año ilustrará unas cuantas historias para las colecciones de la Fox "Mistery Men" (firmando Floyd Kelly), "Science Comics" (de nuevo como Michael Griffith) y "Red Raven" (con el alias Martin A. Bursten), así como una portada y varias páginas de la revista "Prize Comics". Pero quizá lo más significativo para el dibujante (quien por entonces comienza ya a utilizar el que pronto se convertirá en su seudónimo definitivo: "Jack Kirby") de ese comienzo de década sería el inicio de su caudalosa y mítica colaboración con Timely (antecendente de lo que años después se convertiría en MARVEL COMICS), realizando la portada del número 12 de "Marvel Mistery" (Octubre de 1940), cabecera para la que a continuación ilustrará 15 historias cortas (una de ellas con "La Visión" como protagonista) hasta Enero del 42. Para "Daring Mistery", otra publicación de la Timely, Kirby también creará tres heroes ya olvidados: "Marvel Boy", "The Fiery Mask" y "Captain Daring".
En 1941, creará, junto a su amigo íntimo el guionista Joe Simon (padre literario también de "Blue Bolt", su primera colaboración con Kirby), el personaje que le lanzará, por fin, a la fama: "Captain America". El primer número de este "comic book" aparecerá en abril de aquel año editado por Timely, si bien sus trepidantes aventuras verán también la luz en las páginas de otras publicaciones de la Timely como "All Winners", "USA Comics" o "All-Select". Durante los siguientes ocho meses Kirby dibujará hasta 35 historias del personaje, todas ellas caracterizadas, en lo temático, por un exacerbado patrioterismo, lógico en una figura creada como encarnación de los más sagrados valores norteamericanos y cuyo primer antagonista sería, nada más y nada menos, que el mismísimo Adolf Hitler. En la parcela gráfica, se puede decir que Kirby dinamitó con su volcánico trabajo en "Captain America" toda la forma de entender el tebeo de entretenimiento, realizando historias tan inusitadamente intensas que no pocos lectores llegaron a calificar su arrobado grafismo de "bofetada para la vista". Comparadas con las suyas, las páginas de casi cualquier dibujante de "comic books" coetaneo parecen frías, estáticas, carentes de interés y emoción.
Kirby comienza a sentar entonces (durante la llamada "Golden Age") las bases de ese estilo granítico, exagerado y colosalista que un par de décadas después daría lugar a la segunda (desde el punto de vista cronológico) etapa gloriosa del tebeo americano.
Otras aportaciones de la compenetrada pareja Simon-Kirby al aun en pañales universo viñetero de la Timely serían "Tuk", "Caveboy", "Hurricane", "The Young Allies" (obra seminal de lo que poco después sería todo un subgénero dentro del campo superheroico: el del grupo de adolescentes) y "Tough Kid's Squad". 1942 marcará el pasó del ya cotizado duo a la National Periodical Publications (si bien Kirby todavía realizará para Timely la portada del número 7 de "Mistic" en junio de dicho año), donde de inmediato darán comienzo a "Boy Commandos" y "Newsboy Legion", haciéndose cargo también de "Star Spangled" a partir del número 7 e irrumpiendo en las páginas de "Adventure Comics" con personajes como "Sandman" y "Manhunter" (trabajos todos ellos caracterizados por una dinámica febril y desgraciadamente abortados por culpa de la llamada a filas del dibujante).
Tras la contienda mundial, un Kirby en plenitud de facultades regresará como un ciclón al cómic con un par de colecciones realiza-das, junto a su inseparable Simon, para la Harvey Publications: "Stuntman" y "Boy Explorers", a las que inmediatamente seguirían "Punch & Judy" (!"funny animals" a lo Kirby!), "Real Clue Crime", "Clue", "Airboy" y "My Date" (comedia romántica "teen" tipo "Archie") para la Hillman Publications y "Picture News" para Lafayette.
Entre 1947 y 1957, el neoyorkino esparcirá su ciclópeo talento por diversas editoriales, dando lugar a innumerables páginas de Historieta para títulos como: "Headline Comics", "Justice Traps the Guilty", "Charlie Chan", "Young Romance", "Young Love", "Western Love", "Real West Romances", "Black Magic", "Strange World of your Dreams", "Fighting American", "Young Brides", "Jail for Lawbreakers" (todas para Crestwood Publising, aunque bajo el sello Prize), "Boy Commandos", "House of Secrets", "House of Mystery", "Real Fact", "My Greatest Adventure", "Tales of the Unexpected", "Showcase", "Challengers of the Unknown" (en el seno de la National, ya convertida en DC Comics), "Boys Ranch", "Captain 3-D", "Western Tales" (Harvey), "In Love", "Bullseye", "Foxhole", "Young Brides", (Mainline), "Police Trap" (Mainline y, posteriormente, Charlton), "From Here to Insanity", "Win-A-Prize" (Charlton), "Race for the Moon" (Harvey), "48 Famous Americans" (J.C Penny), "The Fly" y "The Double Life of Private Strong" (ambas para ML), poco después Archie Comics). Por si fuera poco, también realizaría alguna incursión en el campo de la Historieta de prensa como dibujante (aunque sin figurar como tal), durante una temporada, de la serie "Johnny Reb and Billy Yank" de su amigo Frank Giacoia, además de desarrollar una enriquecedora colaboración con Wally Wood y Dick Ayers (como entintadores) en las planchas dominicales de "Skymasters" (1957-59) para el George Mathew Adams Service.
Por entonces Kirby comenzará a recibir encargos por parte del responsable de colecciones de Atlas (ex-Timely) Stanley Martin Leiber (Stan Lee), sobrino del editor Martin Goodman para ilustrar portadas e historias cortas en "comic-books" como "Battle ground", "Kid Colt Outlaw", "Quick Trigger Western", "Rawhide Kid", "Love Romances", "My Own Romance", "Astonishing", "Strange Worlds" o "The Yellow Claw", junto con la responsabilidad total de la colección "The Black Rider Rides Again". Estas labores serían alternadas por el hiperactivo dibujante con ocasionales incursiones en otras compañías como DC ("Green Arrow", "World Finest"), Harvey (un puñado de portadas para el "comic-book" bélico "Warfront" e historias para "Black Cat" y "Alarming Tales"), o Gilberton Publishing (algún que otro "Classic Illustrated" como, por ejemplo, "The Last Days of Pompeii" e historias cortas para la linea paralela "World Around Us).
A finales de 1958, Goodman, propietario de Atlas, decidió ampliar su línea de "comic-books" "monstruosos" con dos nuevos títulos: "Tales of Suspense" y "Tales to Astonish", apoyados en los grotescos relatos de horror y ciencia ficción salidos de la épica imaginación de Stan Lee y plasmados en papel de forma impresinantemente gantuesca por Jack Kirby, quien también aterrizará por la colección "Strange Tales", de la que sería un firme puntal hasta 1967. Estas colaboraciones iniciales con Lee no serían más que menos aperitivos de la borrachera creativa en que pronto ambos se verían inmersos y que se prolongará durante buena parte de la década de los 60; una prodigiosa labor de creación de personajes y situaciones que serviría para apuntalar los cimientos de uno de los más sólidos y lucrativos emporios de la industria del comics mundial: la Marvel Comics.
La primera piedra del más tarde llamado Universo Marvel sería "The Fantastic Four", un grupo de superheroes "distintos" (es decir, con personalidades bastante más definidas y complejas de lo habitual hasta entonces en el género) creados por Lee-Kirby para complacer a Goodman, deseoso de contar entre sus títulos con un equipo capaz de competir con la exitosa "Justice League of America" de la DC. El fulgurante éxito entre los lectores de la propuesta espolearía al duo a continuar avanzando en esa (hasta entonces poco transitada) senda de la "humanización" de los superhéroes. Así irían naciendo sucesivamente "The Incredible Hulk", "Spiderman" (nacido en la páginas de "Amazing Fantasy" del lápiz del gran Steve Ditko, si bien fue Kirby quien elaboró los bocetos previos del personaje), "Thor" (con origen en "Journey into Mistery"), "Ant-Man" (de las páginas de "Tales to Antonish"), "Iron Man" (surgido en "Tales of Suspense"), "Sgt. Fury", "The Avengers" (el supergrupo Marvel por excelencia) y "The X-Men". Por fin, en marzo de 1964, Kirby cerraría todo un simbólico circulo dentro de su copiosa carrera al traer de vuelta, junto a Lee a su personaje más célebre, el Capitán América, en el número 4 de "The Avengers". Intentar describir, a partir de ahí, la trayectoria del dibujante dentro de la estructura de la Marvel resulta una tarea tan agotadora como inútil, capaz de exprimir de golpe las pocas fuerzas que a uno le quedan a estas alturas de su carrera. Eso, sí, como curiosidad reseñar su intervención en el origen de "Not Brand Eeech", el primer "comic-book" autoparódico de la compañía, lanzado en agosto de 1967.
Es en estos años cuando Kirby, convertido ya en un maestro de la composición interna del plano, llevará al paroxismo su característica tendencia a la grandiosidad escénica, cuajando todo ello en su operístico e inimitable sentido de la épica. Trufadas de encuadres rebuscadísimos, perspectivas desquiciadas, ambientes majestuosos y anatomías desencajadas, sus vehementes planchas, siempre rozando el manierismo, reproducían un universo imposible en perpetua crispación, donde siempre podía ocurrir lo peor, un genuino halito de fatalidad y dramatismo cuyo impacto por fortuna lograba trascender a la obtusa retórica presente en los diálogos de Lee.
En 1970, tras hader funcionado durante toda un década como la verdadera piedra angular del ahora floreciente imperio Marvel, Kirby abandona Marvel por discrepancias contractuales y creativas, para cruzar instantaneamente la acera y asentarse en la DC. Allí, bajo la mirada del director editorial Carmine Infantino, tendrá la oportunidad de desarrollar con relativa libertad su mirífico talento para la creación de universos de ficción autónomos dando lugar a una trío de colecciones de ampuloso tono "shakesperiano", con personajes totalmente nuevos e interconectadas a su entero gusto. "Forever People", "New Gods", y "Mr. Miracle" conformarían este "nuevo universo Kirby" conocido como "Fourth World", el cual, por desgracia, no llegaría a obtener entre los lectores el apoyo esperado. Otros trabajos suyos para DC durante este periodo incluyen "Jimmy Olsen", "Kobra", "Omac", "Our Fighting Forces" (título bélico encabezado por el célebre comando "The Losers"), "The Demon", "Sandman", "Super DC Giant" y esa barbaridad de serie titulada "Kamandi" (40 apabullantes números entre el 72 y el 76, de lo mejor salido del lapiz de Kirby). Cuando en 1976 expira su contrato con DC, el dibujante regresa de nuevo a Marvel, volviéndose a hacerse cargo de las riendas del alicaido Captain América, esta vez con guión propio. En los tres años que siguen trabajará, entre otras, en las siguientes colecciones: "The Eternal", "2.001: A Space Odissey", "Rom" y "Devil Dinosaur", además de planificar una catedralicia adaptación a la Historieta de la teleserie "de culto" "The Prisioner" que finalmente abandonaría tras completar las primeras 17 páginas.
Nuevas fricciones con Marvel motivarán en 1981 su ya definitiva salida de la editorial, recalando esta vez en la independiente Pacific Comics, donde, incansable aunque acusando ya en su trazo los años y las incontables páginas salidas de su prodigiosa mano, volverá a la carga con nuevos personajes como "Captain Victory", "Silver Star" o "Destroyer Duck", este último guionizado por Steve Gerber, prolongación del "Howard The Duck" "gerberiano" y símbolo de la siempre ardua lucha de los historietistas por la propiedad intelectual de sus creaciones (experiencia que tanto Gerber como él habían sufrido en carne propia). En 1984, tras la cancelación de dichas colecciones, la firma de Kirby aparecerá por última vez bajo el sello DC con la serie "Super Powers", al principio sólo con argumento suyo y, más tarde, hasta febrero del 86, también dibujada por él pero con un estilo cada vez más fatigado. Por fin, a finales de los 80, y tras unas cuantas portadas realizadas para la serie "Last of the Viking Heroes" de la Genesis West, el viejo y extenuado "Rey" abandona la Historieta para dedicarse a realizar diseños para varias teleseries de dibujos animados y saborear, de paso, un más que merecido descanso.
Sin embargo, para sopresa general, esta retirada de la viñetas no sería definitiva ya que en abril del 93 la compañía Topps Comics sacaría al mercado una nueva línea de "comic-books" basada en personajes concebidos por el incombustible Kirby. Cinco títulos ("Bomblast", "Captain Glory", "Night Glider", "Satan´s Six" y "Secret City") compondrían esta ultimísima incursión del maestro en la Historieta, en la que su aportación ya se limitaría a algunas portadas (entintadas por otros) y a proporcionar las premisas básicas de cada serie, recayendo las verdaderas responsabilidades en un heterogéneo grupo de autores compuesto por ilustres (y no tanto) veteranos y actuales estrellas (Roy Thomas, Gary Friedrich, Tony Isabella, Walt Simonson, Frank Miller, Terry Austin, Todd McFarlane, John Severin, Steve Ditko...). Y en ello andaba precisamente metido cuando hace dos meses, de improviso, decidió marcharse para siempre, tal vez a algún sitio donde él, católico ferviente de toda la vida, pensara que podría seguir dibujando eternamente con las misma energías e ilusión que cuando era joven. En cualquier caso, esté donde esté, seguro que en estos momentos tendrá un lápiz en la mano. A ver quién se lo impide.
Revista Viñetas nº4 Abril 1994
Ediciones Glenat. Barcelona
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