Lo siento, pero tu princesa está en otra estación espacial
Bamf
Cosmoknights 1. Paladines del espacio
Hannah Templer
Editorial Astronave
EE. UU.
Rústica con solapas
216 págs.
Color
Traducción: Laura Obradors Noguera
Obras relacionadas
Cosmoknights 2. Libro segundo
Hannah Templer
(Editorial Astronave)
De otro planeta: Las indecentes aventuras de Patricia Highsmith
Grace Ellis y Hannah Templer
(Sapristi Cómic)
Bitch Planet
Kelly Sue DeConnick y Valentine de Landro
(Astiberri Ediciones)
Saga
Brian K. Vaughan y Fiona Staples
(Planeta Cómic)
Ninguna corriente artística puede recrearse de igual forma que cuando tuvo lugar originalmente. Todo es producto de su contexto y de su zeitgeist. Lo que venga después estará, consciente o inconscientemente, influenciado por lo que la situación previa haya alterado, sumado o provocado en distintos ámbitos. El tramo final de 2014 y todo 2015 fue un periodo de efervescencia feminista en la vertiente más mainstream del cómic anglosajón, coincidiendo en el tiempo títulos de ficción histórica como Sally Heathcote: Sufragista (La Cúpula, 2015); propuestas superheroicas a las que se les concedía un mayor recorrido debido al interés que suscitaba un protagonismo coral femenino total, como el Fuerza-V, de Marvel Cómics (Panini Comics, reeditado en 2024), títulos reivindicativos, combativos y antisistema desde un sector editorial otrora independiente, como el Bitch Planet, de Image Comics (Astiberri, 2017), e incluso un bombazo juvenil sin precedentes como lo fue Leñadoras (Sapristi, 2017). Un caldo de cultivo único en un momento de máxima exposición de un feminismo en proceso de ser fagocitado y asimilado por el mercantilismo dominante —para bien o para mal—.
La magia, la chispa, el corazón de Cosmoknights reside en el hecho de que, pese a iniciar su andadura en formato webcómic (www.cosmok- nights.space) en 2019, año en el que el feminismo secuencial no es en modo alguno extraño pero se encuentra quizás dividido entre un ni- cho académico, específico y autoconsciente por una parte, y otro nicho generalista, comercial y vacuo por otro, Hannah Templer consigue replicar, a través de la aventura, la emoción, el entretenimiento y el color, una experiencia que transmite la energía contestataria, ilusionante y con ganas de romper moldes de épocas previas sin convertirse en un manifiesto farragoso que peque de excesivo didactismo, algo más apropiado para etapas previas. El “feminismo distópico” de Bitch Planet se une con fuerza a la space opera post-Star Wars y post-Firefly del Saga, de Vaughan y Staples (Planeta Cómic, 2012), y al drama personal, humor e inocencia de She-Ra y las Princesas del Poder (Netflix, 2018-2010) a través de algunos de los tropos más sanadores e infalibles que hay: el del grupo de inadaptadas, rebeldes embaucadoras, mordaces e ingeniosas —todas ellas con pasado misterioso, traumático o sencillamente complicado— que luchan contra el orden establecido y la injusticia de un sistema futurista-feudalista y patriarcal. No se trata de un sistema intrínsecamente malvado porque sí, sino más bien un reflejo claro de las insalvables contradicciones y callejones sin salida morales propios del sistema capitalista en el que vivimos. Templer no peca de maniqueísmo, sino que encuentra precisamente aquí uno de sus fuertes: una constante postura de abogada del diablo utilizando los diferentes puntos de vista ideológicos de todas sus protagonistas, uniéndose frente a la adversidad —y desde la diversidad— pese a sus diferencias, formando una familia encontrada y de elección, que puede ser más poderosa que la sangre.
Una obra que gana estabilidad y fondo conforme avanza, de la que puedes quedarte con el mensaje —anticapitalista, antipatriarcal, de rebelión adolescente y llegada a la madurez—; con la diversión fresca de sus ágiles y épicamente lapidarios diálogos, el drama de adolescentes a la fuga y el empoderamiento de sus princesas, que son también caballeros que se rescatan a sí mismas de una forma más compleja que hasta ahora; con su estética de atardeceres galácticos y siluetas fluorescentes que le dan un toque mágico a lo futurista, fusionando las bodegas de carga de naves ajenas a la ley y los edificios ciclópeos estilo Blade Runner con las escenas etéreas y oníricas de Utena (Norma Editorial, reeditado en 2023); o simplemente deleitarte con la siempre poderosa estética de los romances sáficos con espadones y láseres de por medio y cocinados a fuego muy lento. En su conjunto, Cosmoknights es una esperanzadora épica coral futurista de crecimiento personal que envuelve interesantísimos debates y perspectivas acerca de cuál sería la manera correcta o más efectiva de destruir el status quo, en un marco de ciencia-ficción, pero con un discurso perfectamente aplicable a cualquier sociedad real contemporánea. Una oda —simultáneamente futurista, medieval y actual— a la familia de elección, a la lucha de clases, a los tropos románticos y a la diversidad como realidad innegable, con suficiente corazón como para poblar varios planetas, y quedando de sobra para completar el aforo de unos cuantos estadios de violentos deportes espaciales... y alguna que otra nave de contrabando repleta de piratas, pícaras y rufianas de alma noble.
Jot Down Comics 2024
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