Diego García Rouco
Boomers
Bartolomé Seguí
Salamandra Graphic
España
Cartoné
140 págs. Color
Obras relacionadas
Lola y Ernesto
Bartolomé Seguí
(Ediciones La Cúpula)
Las serpientes ciegas
Felipe H. Cava y Bartolomé Seguí
(Norma Editorial)
Historias del barrio
Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí
(Astiberri)
Los viejos hornos
Wilfrid Lupano y Paul Cauuet
(Norma Editorial)
La edad estupenda
Raquel Gu
(Sapristi Cómic)
Según los manuales de sociología, los boomers son aquellas personas nacidas entre 1946 y 1964, durante la explosión de natalidad —conocido en los países angloparlantes como baby boom— posterior a la Segunda Guerra Mundial. Como era habitual en la época, España también llegó tarde a eso, y en nuestro país se llama boomers a los nacidos entre 1957 y 1975, unos años marcados por la recuperación económica tras la Guerra Civil, que también propició una alta natalidad. Sin embargo, hoy en día el término boomers ha adquirido una connotación negativa entre los más jóvenes, que lo usan para referirse a los integrantes de esas generaciones. Uno de ellos es el historietista Bartolomé Seguí (Palma de Mallorca, 1962), conocido en los últimos años por obras como la ganadora del Premio Nacional del Cómic en 2009, Las serpientes ciegas (Norma), en la que dibujaba un guión de Felipe H. Cava, Historias de barrio (Astiberri), escrita por Gabi Beltrán, o la trilogía de adaptaciones de las novelas de Pepe Carvalho, el detective creado por Manuel Vázquez Montalbán y guionizada por Hernán Migoya. Pero su carrera había comenzado muchos años antes, dando sus primeros pasos en las revistas de los años ochenta para las que creó diferentes historias cortas y series entre las que destacan dos que realizó para El Víbora: Lola y Ernesto y Héctor y Rita. Dos series de humor costumbrista en las que el autor mallorquín usaba a los personajes principales como alter ego para reflejar sus preocupaciones en la excitante Barcelona de finales de los ochenta y principios de los noventa, y entregas con la colaboración en los guiones de Sonia Delgado. Unos personajes que retoma más de treinta años después en esta novela gráfica para seguir hablando a través de ellos de la actualidad.
A diferencia de lo que sucede con algunos grandes personajes del medio por los que no pasan los años, los protagonistas de ambas series se han hecho mayores y ya se encuentran bordeando la jubilación, lo mismo que ha sucedido para Seguí y quienes leyeron sus historias hace más de tres décadas. Ernesto y Lola ya no son los jóvenes que disfrutaban de la vida urbanita, sino una pareja que ha madurado y que ya con- templa de cerca la jubilación con más pasado que futuro. Junto con su grupo de amigos conversan con puntos de vista contrapuestos sobre las preocupaciones que marcan el día a día de las personas de su generación, sus sueños no cumplidos, las esperanzas perdidas y el tiempo de vida que les queda con la muerte como una amenaza cada vez más cercana y muy presente. Para poder afrontar su realidad, Ernesto, el personaje que sirve como hilo conductor para hilvanar las diferentes partes que forman la obra, decide comenzar un viaje en solitario por Mallorca en el que recordará su pasado para poder afrontar su futuro.
Seguí nos ofrece una historia fragmentada, no lineal, de mirada lúcida y melancólica de una generación desencantada que tiene que enfrentar- se a un futuro que no se corresponde con el que soñó construir en su juventud, pero que todavía conserva intactas sus ganas de vivir, aunque ya sean considerados «viejos» por la sociedad. Una sociedad moderna que es analizada con una mirada crítica y ácida en la que se cuestionan casi todos los aspectos que más nos preocupan, desde los partidos políticos, las fake-news, la excesiva dependencia tecnología, los problemas ecológicos, etc., mientras se nos muestra que es una generación que sigue teniendo mucho que aportar. Pero no estamos ante una lista de quejas y descalificaciones del momento actual por parte del autor mallorquín, ya que también hay espacio para la autocrítica, además de mostrarnos con humor y cariño todos los aspectos de la vida cuando se llega a esas edades. Un mensaje positivo y optimista que deja ver que todavía tienen mucho por vivir, aunque se sientan un poco fuera de sitio.
Aunque abunden las referencias al pasado, en particular en las canciones que aparecen, entre las que nos encontramos temas de Franco Battiato, Electric Light Orchestra, Jethro Tull, Van Morrison o Bob Dylan, se trata de una obra profundamente anclada al momento presente y que nos dibuja una foto fija de la situación actual repleta de referencias a la situación política, económica y social y con múltiples alusiones a la COVID-19 o la tecnología imperante. Algo que le dota de un valor como testimonio histórico de un momento muy concreto.
Además de ese reflejo de la realidad de las personas mayores de sesenta, que no suelen ser los protagonistas de ninguna obra de ficción, Boomers nos cuenta la preciosa historia de amor entre Ernesto y Lola, maravillosamente resumida en dos páginas, en las que, a través de ocho viñetas, Seguí nos cuenta los momentos más relevantes de la relación con una sencillez y precisión narrativa que está presente en toda la obra. Ellos dos son todo un ejemplo de amor maduro y cabal, en el que se respira la complicidad, pasión y cariño que se encuentran en las mejores parejas, mostrado con una pátina de realismo que inunda toda la obra que es el retrato de una generación, una visión que respira más sinceridad que nostalgia.
Jot Down Comics 2024
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