lunes, 21 de octubre de 2024

Barras, estrellas y viñetas por Alvaro Pons

El cómic estadounidense ha sabido plasmar la realidad del país y ahora es una forma de explicarlo y hasta de cuestionarlo.

Allá por los ochenta, en una reunión de sabios comiqueros se afirmó que el cómic había nacido en Estados Unidos, exactamente el 25 de octubre de 1896 con el primer bocadillo aparecido en la serie Hogan´s Alley, más conocida como Yelow Kid. Aunque como afirmación resulta exagerada e inexacta, habida cuenta de los muchos ejemplos que se pueden rastrear en siglos anteriores en Europa, lo cierto es que el noveno arte se consolidó como medio de masas durante el siglo XX en ese país, y que la tira de Outcault es un extraordinario ejemplo de cómo la historieta plasmaba como ningún otro medio la realidad de la sociedad americana de la calle, haciéndose tan popular que originaría el término de "prensa amarilla" y una de las primeras guerras de prensa entre los magnates Pulitzer y Hearst.

El cómic en los periódicos se convirtió en reflejo de lo cotidiano y, también, de la política vista desde el hogar, con series como Gasoline Alley que siguen publicándose desde 1916 mientras sus personajes crecían, tenían hijos y morían. Las viñetas fueron escenario de una crítica mordaz e inteligente desde la aparente inocencia de los animalitos de Pogo, de Walt Kelly, o desde la ingenua ignorancia de los hillbilies de las montañas de Li´l Abner (que ahora está recuperando la editorial Diábolo en España), usada como escalpelo por Al Capp para la crítica más acerada. Pero, sin duda, el cómic americano se hace sinónimo del género de superhéroes, exportado a todo el mundo y hoy reconvertido en medio audiovisual.

Los tebeos de DC y Marvel invadieron el mundo con una particular visión de la realidad americana, que a partir de los años setenta se convirtió no solo en reflejo fiel de su sociedad, sino crítico de ella. Personajes como El Capitán América, incomprendidos muchas veces desde la intelectualidad europea, han sido ejemplos de esa línea, como cuando en pleno Watergate la Saga del Imperio Secreto (publicada en España por la editorial Panini) atacaba con dureza la implicación del Gobierno en la corrupción. Englehart, Friedrich, Buscema y Robbins usaron el personaje como un emblema no de la bandera y la patria, sino de los valores democráticos sobre los que se sustentaba el país. Una línea que se ha mantenido, con la aparición de presidentes en las páginas de los comics-books e incluso la crítica abierta a Donald Trump en series como Savage Dragon, de Erik Larsen.

La novela gráfica puede ser una excelente forma de entender la América de hoy que se enfrenta al duelo Harris-Trump y, pese a que desde Europa sea complejo entender los matices que caracterizan los Estados del "cinturón del óxido", obras como Raíces de ginseng, de Craig Thompson (publicado en España por Astiberri), permiten entender mucho mejor el contexto.




El autor de Blankets vuelve a su propia bibliografía, pero deja de mirar su interior para entender cómo el contexto donde creció forjó su personalidad. Una amplia perspectiva que habla de la sorprendente especialización en el cultivo de ginseng de su tierra, que permitió entablar unas inéditas y exitosas relaciones comerciales con Asia para una pequeña zona de Wisconsin. A medio camino entre el ensayo y la catarsis personal, con un rendido homenaje a los cómics que leyó de niño, Thompson desgrana la realidad de una sociedad aislada fuertemente condicionada por la religiosidad, que explica muchas realidades que se antojan incomprensibles a la mirada europea. Con un extraordinario dominio de la narrativa gráfica, que usa tanto con habilidad didáctica como empática, Thomson va diseccionando una sociedad rural y cerrada que ha luchado continuamente contra la adversidad, escéptica ante la política que no sea cercana, pero fácil de manipular desde el populismo. Las casi 500 páginas de la novela gráfica son un eficaz medio para revelar que las dinámicas Harris-Trump va mucho más allá de los apellidos, de los eslóganes o de un debate, que nace de un pasado, de un bagaje histórico que resulta difícil de valorar desde nuestra perspectiva y que no tiene tanto que ver con los partidos como con las tradiciones y una forma de entender la familia y la sociedad que está ligada a la tierra y la economía.

El noveno arte americano siempre ha sido un testimonio de su realidad sociopolítica y, hoy, es una forma de entenderla e interpretarla con obras como esta.


Lecturas



Raíces de ginseng

Craig Thompson

Tradución de Óscar Palmer

Astiberri, 2024

448 páginas

30 euros





Li´l Abner

Al Capp 

Volumen 1

Traducción de Francisco Sáez de Adana

Diábolo, 2022

280 páginas

56,95 euros



Imperio Secreto

Nick Spencer y Derek Landy

Volumen 1

Ilustraciones de Andrea Sorrentino, David Márquez, Jay Leisten, Joe Bennett, Linil Francis Yu, Paco Medina y Steve McNiven

Panini, 2022

520 páginas

47,45 euros



Savage Dragon

Erik Larsen

Volumen 1

Traducción de Ignacio Bentz

Planeta Cómic, 2024

440 páginas. 40 euros



El Pais, Babelia núm. 1.717. Sábado 19 de octubre de 2024

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