domingo, 25 de febrero de 2024

LA BRUJA Y EL DEMONIO ROSA Pedro Paredes




Grito Nocturno

Borja González 

Reservoir Books 

España

Rústica con solapas 

168 págs.

Color

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Grito nocturno es la tercera pata de una silla formada por La Reina Orquídea, Black Holes y la próxima novela gráfica que Borja González publicará a finales de este año, pero ello no significa que para leer Grito nocturno sea necesario haber leído las anteriores, pues, como señala Teresa en La Reina Orquídea respecto al cómic Rachel Rising, de Terry Moore, «Lo interesante del cómic es la protagonista. Lo de las brujas es solo una de las muchas historias que se pueden contar». Y justamente eso es lo que hace Teresa, personaje recurrente y clave en los tres cómics: imaginar, soñar y contar historias como modo de escapar de una vida monótona. ¿Quién no ha imaginado ser otra cosa y vivir en otra época?

Borja González parte de una premisa que funciona como mac-guffing: en «la ciudad azul» ha comenzado a haber una serie de desapariciones —la primera de ellas la de Cristina, nombre de una de las protagonistas de The Black Holes— y la causante es un fantasma de brazos ensangrentados que deambula por la ciudad. ¿Va de eso el cómic? No. De manera paralela se lee que una chica que tiene una tienda cuyo nombre es Magic Shop —donde se venden libros, vinilos, facsímiles, fanzines y hechizos— se viste de bruja y gracias a un antiguo libro invoca a un demonio ¿Entonces Grito nocturno trata sobre el ocultismo? Sí, pero no respecto a su significado mágico y alquímico.

Todo eso es simplemente el bello decorado que presenta Borja González —y que imagina y sueña Teresa— para contar algo más, del mismo modo que hace H. G. Wells en su relato La puerta en el muro, libro que Matilde coge de la tienda de Teresa. En Grito nocturno, Teresa está cansada de este mundo, de un mundo que cada vez es mas real, insoportable, trágico y deprimente, si le quitas el barniz de lo mágico y la posibilidad de que lo maravilloso sea posible. Junto a Teresa está Matilde, una joven skater que acude de manera diaria a The Magic Shop y que oculta una de sus pasiones por agradar, para acercar- se a quien quiere. Ambas, Teresa y Matilde, son personas solitarias que se disfrazan para lograr sentirse reconocidas y que aspiran a ser queridas por alguien. A ello, Borja González añade que los sueños que ansiamos es muy posible que no aparezcan como nos imaginamos, y que en nuestra búsqueda por algo nuevo, un significado o un sentido, nos perdamos dando vueltas en circulo.

Una de las claves de Grito nocturno es que presenta una colisión entre realidad y ficción. La realidad que Borja González vive y la ficción que recrea ¿no es ese un modo de generar magia? Conversaciones y comentarios sobre películas, grupos, canciones, libros y mangas que Borja y Mayte tienen en su casa de Badajoz atraviesan el muro de la realidad cotidiana y se convierten en diálogos entre una demonio que quiere ser invocada en Japón y que le fascina el manga, una joven que crea fanzines y es propietaria de una tienda de coleccionismo, y una chica a la que le gusta el anime clásico, que no olvida las desapariciones que se están produciendo y que está enganchada al fanzine Grito nocturno y a su crea- dora. Otro lugar donde se puede hallar el modo en que fluyen entremezcladas la ficción y la realidad es respecto al misterio del número 38 del fanzine Grito nocturno, que no está disponible ni de manera física ni por Internet y que tanto desea leer Matilde ¿No es lo mismo que sucede con el cómic La Reina Orquídea que Borja González publicó en 2015, que muy pocos tienen y que no ha sido reeditado?

¿Quieres otro ejemplo de cómo se construyen los cuentos? En la página 59, Laura, que no ha probado el helado de fresa que le ha comprado Matilde, lo tira y este se desparrama por la acera, en la parte final del cómic se va repetir esa viñeta, pero el rojo que llena la acera no es helado sino sangre causada por Laura: una acción cotidiana se transforma en horror.

Grito nocturno es el cómic más extenso dibujado por Borja González y es donde su «idea», en lugar de diluirse entre las más de 140 páginas que componen el cómic, se expande de mejor manera. Más espacio le permite conjugar mejor el hechizo realizado por monotonías y misterios, resiliencias y nihilismo, humor chabacano —«pis de camello»— y reflexiones metafísicas —«significa que esta es la única mierda que hay»—. Por otro lado, es también su mejor trabajo narrativo, tanto por el dibujo como por el color, es donde más brillan los silencios, la tristeza, la noche, el bosque, las ramas, las hojas, las plantas... Un trabajo mimado al detalle con numerosos ecos y rimas entre dobles páginas, y entre la parte inicial y la final.

Para terminar, un secreto, mirad dentro del espejo y descubriréis las primeras páginas del próximo cómic de Borja González.





Jot Down 7. Anuario de comics

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