Corto Maltés. Nocturno berlinés
Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero
Norma Editorial
86 págs.
Color y B/N (dos ediciones)
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(001 Ediciones)
Continuar con una saga histórica y de reconocimiento mundial sin defraudar a los seguidores más adeptos y sin caer en algo que pueda parecer un pastiche o una mera secuela nunca es una tarea sencilla para quienes aceptan la propuesta. Y más aún cuando se trata de un personaje tan icónico y emblemático y que despierta tanta admiración como es el caso de Corto Maltés, quien, 55 años después de ser creado por Pratt, sigue siendo tremendamente atractivo para los lectores, con los que llega incluso a generar una relación afectiva. Lo sencillo siempre puede ser optar por hacer un completo continuismo de las historias anteriores, pero cuando se trata de un personaje con tantos perfiles y que ha protagonizado historias de ambientación y temática tan diversa, la necesidad de reinventar es casi una obligación. Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero han conseguido lo que parecía imposible, continuar la serie con un Corto Maltés respetuoso con el de Hugo Pratt, pero, a la vez, actualizarlo para que sea tan diferente y estimulante como el que nos encontramos en las páginas de esta su cuarta aventura.
En esta nueva entrega, esta dupla de creadores continúa con las andanzas del marinero con una historia ambientada en el Berlín de 1924, en plena República de Weimar, que se debate entre las estrictas condiciones impuestas a Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial y la lucha interna en el país entre los comunistas, el emergente partido nazi y la policía. Todo ello mientras se asiste al nacimiento del nacional-socialismo de Hitler. En este marco, crean una historia de investigación en la que Corto indagará en las causas de la muerte de su amigo, el profesor Jeremiah Steiner.
En este escenario, centrado en Berlín y con una escapada en Praga, se desarrolla un noir con todos los ingredientes del género y perfectamente hilado, dando un giro radical y alejándose de las historias de las tres entregas anteriores. Lejos de los viajes y aventuras de esos álbumes, Nocturno berlinés tiene una trama más urbana, en la que todo transcurre entre las dos ciudades. Es una historia casi policíaca, que ha permitido a los autores hacer cosas nuevas, pero siempre con referentes de su universo. En el caso más policíaco y urbano, las sociedades secretas y el ascenso del fascismo ya estaban La Fábula de Venecia y Tango; y con esas referencias asistimos a un cómic ambientado en un periodo de tremendo desarrollo y creatividad artística, lo cual ha sido perfectamente descrito por parte de Juan Díaz Canales.
Otro aspecto tremendamente destacado de esta historia es la manera en la que se trata la personalidad del personaje, que sigue siendo el mismo, pero nos presenta algunas características que surgen del paso del tiempo y de los años. Los autores podrían haber optado por seguir el camino fácil y dejar tal cual ha sido siempre su personalidad, muy definida, por otro lado. Pero lejos de ello, aquí veremos como Corto sigue con ese espíritu de libertad, de independencia y de mirada crítica sobre lo que le rodea, pero al que su bagaje vital le ha ido dejando huella. Aquí le vemos cansado, incluso borracho o afectado por algún problema personal. Incluso ha perdido la gracia a la hora de contestar a las mujeres. Se podría decir que le han hecho más humano y han abierto una nueva puerta hacia la personalidad de un personaje sobre el que aún queda mucho por conocer y sobre el que siempre nos queda la sensación de que aún no lo conocemos del todo a pesar de todas las historias que ha protagonizado.
En cuanto al apartado gráfico es de destacar que, en la edición a color, Pellejero ha optado por unos colores más planos, algo más alejados de las acuarelas de Pratt, pero muy apropiados para la atmósfera de los lugares y de la trama en sí. Lo que queda claro es que el dibujante ha vuelto a desplegar toda su maestría y a mostrar cómo le tiene perfectamente cogido el punto al personaje y a su atmósfera, aunque este sea el cómic en el que más se he alejado de la estética del autor italiano, abundando elementos menos habituales en él, como las ambientaciones o los interiores y escenas que casi podrían parecer terroríficas. Se trata sin duda del libro más oscuro de toda la serie.
En definitiva, Corto Maltés. Nocturno berlinés es una obra que se disfruta mucho con su lectura, con un argumento perfectamente hilado y documentado y que a nivel gráfico te sumerge en una atmósfera que en todo momento es la adecuada para los hechos que se están desarrollando y con la que Díaz Canales y Pellejero demuestran que al personaje le queda mucha vida por delante.
Jot Down Comics 7. Anuario de comics
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