El faro del fin del mundo / Jacinto Antón
La lanza tiene en general menos pedigrí que la espada (de hecho, yo tengo varias espadas y solo tres lanzas) pero a menudo nos equivocamos no concediéndole toda la enorme importancia que posee. Simbólicamente, representa el poder, la guerra y el sexo (masculino, obviamente). Se la relaciona con la rama, el árbol y la cruz, y es un axis mundi, un eje que une lo de arriba y lo de abajo (se podría decir que la espada también, pero es más cortita). La lanza era un atributo de Atenea, de celta Lug y de Odín (la lanza Gungnir, que siempre daba en el blanco).
En este lanzado preámbulo he omitido a propósito hablar de la que quizá sea la más importante de las lanzas, la lanza de las lanzas, la legendaria Lanza Sagrada que le clavaron a Cristo cuando estaba en la cruz, según la tradición cristiana. Lo cuenta el evangelio de San Juan: un soldado "le atravesó con su lanza el costado, y al instante salió sangre y agua" (que simbolizan la doble naturaleza humana y divina de Jesús). Al soldado se le ha puesto nombre en textos apócrifos: Longino, y se le ha ascendido a centurión. La lanza se convirtió en un objeto sagrado y se conservan varias que pretenden ser la original.
Los nazis, que buscaron tantas cosas absurdas (como el martillo de Thor o el grial), no tuvieron que ir muy lejos para hacerse con la Lanza Sagrada, pues había una muy cerquita después del Anschluss (anexión de Austria), en el palacio Hofburg de Viena (en realidad una lanza carolingia del siglo VIII). La lanza vienesa fue trasladada por orden de Hitler a Núremberg con otras insignias imperiales. Se ha especulado con que la rama esotérica de los nazis (i.e. Himmler y su organización Ahnenerbe) contemplara la lanza como fuente de poder, pero en todo caso Hitler no se la dejó al Reichführer para que jugara a los arcanos SS en su castillo temático de Wewelsburg.
La Lanza Sagrada o Lanza del Destino ha tenido menos éxito que el grial en la ficción, pero se han hecho varias películas sobre la reliquia. Una de ellas es el filme para televisión The Librarian: Quest for the Spear (2004) traducido en España en un alarde de imaginación como En busca de la lanza perdida (como éste artículo) y en el que aparece Kyle MacLachlan con cara de qué hago yo aquí con lo bien que estaba con Nomi Malone en la piscina de Showgirls. Más interesante es la novela La lanza del destino, de Arnaud Delalande (DeBolsillo, 2010), en que la lanza "verdadera" aparece en una excavaciones de Megido y la roban para ¡clonar a Cristo! mediante el ADN de los restos de sangre en la punta. Otra película en la que sale la lanza es Constantine (2005).
Muy interesante es la asociación de la lanza de Longino con el Santo Grial. La "lanza que sangra" de la leyenda artúrica sería la de Longino: es la que se conservaría en el legendario Castillo del Grial y la que habría herido al Rey Pescador / Amfortas, es decir la del poema de Wolfram von Eschenbach Parzival y la subsiguiente ópera de Wagner Parsifal.
Y Parsifal y Wagner nos llevan al descubrimiento de otra lanza inesperada, la que ha creado el artista catalán Jordi Gispert. Su lanza es una personal interpretación de la legendaria Lanza Sagrada y ha sido realizada como parte de una instalación, con motivo del aniversario del estreno de Parsifal en Barcelona, que incluye también un escudo y el grial. El conjunto puede verse en el Club Wagner de la ciudad condal.
La original lanza de Gispert de dos metros, presenta una rama que brota del asta, como una forma de subrayar las ramificaciones de la leyenda y la conexión simbólica con el árbol. "Quien la sostenga en la manos sostendrá, para bien o mal, el destino del mundo", reza la leyenda de la Lanza Sagrada. ¿Quién se puede sustraer a la emoción de empuñar una? "Shake a spear!", como decía, precisamente, Shakespeare, "¡agita la lanza!" Y deja el resto a los dioses.
EL PAÍS CULTURA Sábado 29 de abril de 2023
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