sábado, 16 de mayo de 2020

VIDA MOSTRENCA:El enigma Blissett (I)


EL PAÍS DE LAS TENTACIONES
VIERNES 20 DE OCTUBRE DE 2000

Texto: Jordi Costa Ilustración: Darío Adanti


Un tipo sale de casa de buena mañana y se encuentra la ciudad empapelada de enigmáticos carteles. Su texto: "Se busca. Desde el pasado 11 de julio falta de su domicilio el conocido mago Luther Blissett. Firmó como propia la novela Q. Luther Blissett tiene buena presencia física, mide 1,85, cabello castaño, ojos verdes, voz seductora y mirada penetrante. Quien facilite pistas que conduzcan a su paradero recibirá una suculenta recompensa. Si quieres saber más busca en: www.q-blissett.com".

El tipo que sale de casa es su mostrenco servidor. Al undécimo cartel con el atildado rostro de Blissett, me topo con Zebulón, mi amigo cibernauta. Zebulón apunta la dirección en un bono-bus sin que nada delate que ha percibido mi presencia. Tras guardarse el bono-bus, me dice: "Muchacho, creo que aquí hay temita", con el mismo tono que hubiese empleado si llevásemos toda la tarde charlando. Y se va. Durante los dos días siguientes, Zebulón me fue mandando un e-mail cada dos horas. Sin mensajes, ni título: sólo con algunos vínculos a diversas páginas de Internet que me han permitido ir reconstruyendo el rom¬pecabezas Blissett. Tal y como he creído entenderlo: así se lo cuento a ustedes.

Luther Blissett fue un jugador de fútbol de origen jamaicano en las filas del Watford, que fue fichado por el Milán durante la temporada 83-84. Los cinco ridículos goles que marcó a lo largo de los 30 partidos de esa etapa italiana le valieron una reputación de ídolo deportivo trash e inspiraron una reprobable tradición de chistes de marcado corte racista. Diez años después, el nombre de Luther Blissett fue adoptado por un nutrido grupo de agitadores culturales con base en Bolonia. Luther Blissett se convirtió, así, en un "nombre múltiple", concepto inaugurado por algunos artistas de vanguardia del mail-art de mediados de los setenta y que va mucho más allá de la simple idea de colectivo.

El uso de los "nombres múltiples" está directamente relacionado con la creación de una mitología imaginaria —varias acciones diversas son atribuidas a un solo individuo- y con la transgresión de las nociones de identidad, individualidad, valor y verdad propias de la filosofía occidental. El "nombre múltiple" barrena la idea de la propiedad intelectual, porque está a disposición de cualquier persona que lo quiera utilizar para reivindicar una determinada acción o firmar una determinada obra, y crea una situación abierta en la que se diluye toda responsabilidad. Según uno de los manifiestos inaugurales de lo que se ha dado en llamar el Proyecto Luther Blissett -una arborescente conspiración cultural que nació con un programa de acción de cinco años-, "hay que escapar de las identidades convencionales. Seguimos luchando contra el lenguaje de los poderes existentes (...) Luther Blissett representa el poder de la comunicación y la inteligencia colectiva".

Luther Blissett destila algunos planteamientos del dadaísmo, fluxus, el neoísmo, el punk y el mail-art. El movimiento opera en 32 países, entre ellos Gran Bretaña, Francia y España, con el objetivo primordial de sabotear los medios de comunicación mediante el pánico informativo. Luther Blissett ha aplaudido actos de terrorismo artístico, como el del italiano Piero Cannata, que fue encerrado en un manicomio tras "intervenir", brocha en mano, sobre un cuadro de Jackson Pollock. Una minucia comparada con los desmanes que Blissett es capaz de perpetrar...
(Continuará...).




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