jueves, 21 de mayo de 2020

LEO TEBEOS (Y ME SIENTO ORGULLOSO)

 EL PAÍS DE LAS TENTACIONES
VIERNES 30 DE ABRIL DE 1999



CADA AÑO HAY MÁS ADICTOS A LOS TEBEOS. Y MÁS DIBUJANTES, MÁS FERIAS DEL CÓMIC, MÁS (Y MEJORES) PUBLICACIONES. LA XVII EDICIÓN DEL SALÓ DE BARCELONA ES LA MEJOR OCASIÓN DE ENCONTRAR VIEJOS Y NUEVOS AMIGOS Y DISFRUTAR DEL PANORAMA ARTÍSTICO Y EDITORIAL MÁS ESTIMULANTE DE LOS ÚLTIMOS AÑOS. LA HISTORIETA ESPAÑOLA RENACE.

TEXTO: DAVIDMUÑOZ


LOS TRES SE DIBUJAN CON GAFAS, Y DOS DE ELLOS CON PERILLA. NO, NO SON CLÓNICOS, PERO LOS TRES ASPIRAN AL PREMIO AL AUTOR REVELACIÓN DEL XVII SALÓ INTERNACIONAL DEL CÓMIC. RAMÓN F. BACHS, JAVIER RODRÍGUEZ Y SERGIO CÓRDOBA (DE ARRIBA ABAJO) HAN DESCRITO PARA TENTACIONES, EN EL LENGUAJE QUE MEJOR CONOCEN SU PROPIA TRAYECTORIA, REMATADA CON UN PREMIO IMAGINARIO. FINAL FELIZ.


RAMÓN F. BACHS. Santa Colonia de Gramenet (Barcelona). 1973. Estudió ilustración, dibujo y diseño durante cinco años en una escuela privada. Sólo se ha presentado a un concurso en su vida, y lo ganó: Premio de Guión en el Concurso de Cómic de Cornelia. Ha publicado en la editorial Planeta Yinn', 'Satura babe' y 'Manticore'). 'Castor y Pollux' en Dude.

JAVIER RODRÍGUEZ. Oviedo. 1972. Estudió artes y oficios, especializaron en diseño gráfico. Su 'best seller' es una publicación que hizo dentro de una campaña de prevención contra el alcohol en los institutos de Gijón. Le acusaron de incitar a la drogadicción y la pornografía. Los 20.000 ejemplares de tirada se agotaron en una semana. Ha publicado en Under Comic y en 'El víbora'. Ha hecho portadas de discos para RCA y Virgin. Ha colaborado con EL PAÍS.

SERGIO CÓRDOBA Benidorm (Alicante). 1972. Actualmente estudia Bellas Artes. Su primera y única publicación, 'Freaks in love' (Subterfuge comix), le ha convertido en aspirante, no sólo al premio revelación del Saló, sino también al premio al mejor guión.

Desde su nacimiento en 1981, el Saló Internacional del Cómic de Barcelona ha sido el indiscutible punto de encuentro de todos los aficionados a las viñetas. Un heterogéneo y multitudinario grupo formado por editores, autores, fanzineros y, por supuesto, lectores, confluye año tras año en la Ciudad Condal, verdadera "capital de los tebeos", dispuesto a pasarlo bien y a demostrar que la historieta sigue gozando de buena salud y, que pese a la tantas veces comentada crisis del cómic, las viñetas no tienen ni mucho menos los días contados.

Lo cierto es que paseando por la bulliciosa Estación de Francia, sede del Saló desde hace ya cinco años, resulta difícil creer que la industria del cómic española no esté pasando por uno de sus momentos más boyantes.

Según la organización, nada menos que 85.000 aficionados acudieron al Saló del año pasado dispuestos a disfrutar de un certamen que, además de ser un gigantesco mercado (ocupa 6.500 metros cuadrados), en el que es posible encontrar prácticamente de todo -desde tebeos de los años cuarenta a exóticas muestras de mercaderías niponas-, contribuye a la divulgación del cómic mediante la celebración de varias exposiciones y decenas de mesas redondas.

Además, allí se otorgan los únicos premios con una cierta repercusión más allá del propio mundillo: el Gran Premio del Saló, el premio Josep Toutain al autor revelación, el que se otorga a mejor obra (nacional y extranjera), el premio al mejor guión y desde hace algunos años, también se premia el mejor fanzine.

Es muy posible que jamás haya existido un momento tan bueno como este para aficionarse a los tebeos. La cantidad de ediciones de cómics de todos los géneros está en el momento más álgido de la década. Si en los ochenta se vivió un boom, y en los noventa el cómic perdió fuelle a causa del cierre de numerosas publicaciones, hoy se puede decir, a pesar de la ausencia de datos oficiales sobre ventas, que la producción editorial entrará con buen pie en el próximo siglo.

Pero la oferta existente en el Saló, que este año se celebra del 6 al 9 de mayo, es tan amplia que puede resultar abrumadora para los neófitos. Desde hace más de una década los números uno son los superhéroes norteamericanos, liderados por los cómics de la editorial Marvel (Spiderman, Los Cuatro Fantásticos, etcétera), que publica Planeta. Muy de cerca, en cuanto a ventas y a popularidad, les siguen algunas series de manga (cómic japonés), como la enésima reedición de la mítica Dragonball (Planeta). También tienen su tirón los tebeos de Vértigo, el subsello de DC dedicado al terror sobrenatural que edita en España Norma Editorial, con series como Sandman o Predicador.
Hay que destacar el auge editorial de los cómics independientes, un término ambiguo que suele definir historietas publicadas por pequeños editores y destinadas a un público más adulto. Entre sus títulos estrella, Sonámbulo (La Factoría de Ideas), Odio, la serie de género negro Balas perdidas, Juego de manos (todas de La Cúpula) o Bone (Dude).

Respecto al material que nos llega de Europa, aunque con cuentagotas, Norma Editorial sigue editando con una cierta regularidad álbumes de autores como Jacques Tardi o Milo Manara.

PRODUCTOS DE LA TIERRA

En cuanto a los cómics de aquí, la oferta incluye revistas de sexo, risas y violencia como El víbora (la decana del cómic adulto español, con más de 200 números publicados); antologías de gran calidad en formato libro como Nosotros somos los muertos; salvajadas gore como las que edita Subterfuge Comix; colecciones destinadas a dar a conocer nuevos autores como Flor de un día, de Under Cómic; media docena de revistas teóricas especializadas, y primos lejanos de los supertipos yanquis como los de la línea Laberinto de Planeta.

Sobra talento y no paran de surgir historietistas. De hecho, cualquiera de los tres nominados a mejor autor de este año, Ramón F. Bachs, Javier Rodríguez y Sergio Córdoba, merece de sobra hacerse con el premio, pero igualmente podrían haberse añadido a la lista otra media docena de nombres de similar interés.

Lo cierto es que el mercado del cómic está en uno de sus mejores momentos en cuanto a la oferta a la que puede acceder el público. Aunque los autores españoles, sobre todo los más jóvenes, no vivan su mejor momento (es más barato comprar los derechos de edición de un extranjero conocido que arriesgar por un autóctono novel), el mundo editorial tiene una oferta amplia: hay tebeos gays y heterosexuales, vacuos y pretenciosos, simplones y retorcidos, castos y pornográficos, para hombres y para mujeres, para frikis acérrimos y para lectores ocasionales. Vaya, que el que no encuentra un tebeo a su gusto es porque no quiere.

Lo que no falta es variedad. Por eso lo mejor para conocer lo que se cuece en este mundillo es zambullirse en el mar de viñetas que colapsan los más de 150 stands del Saló. Y así, parafraseando una de las letras del músico James Brown, "l'm black and l'm proud" (soy negro y me siento orgulloso), poder decir al final del día: "Leo cómics y me siento orgulloso". A disfrutar.



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