Dibujos a lápiz, ordenador, 'collage'. Los jóvenes talentos del cómic español prueban con todo. Y se alejan de la temática tradicional. El certamen del Injuve muestra por dónde van los nuevos ilustradores
TEXTO. MANUELA VILLA
EXISTE toda una vida en el interior de las viñetas que va más allá de los superhéroes, la estética manga o las típicas historias de aventuras. Lo podrás comprobar en la exposición de la obra de los 19 seleccionados en el Certamen de Cómic e Ilustración del Instituto de la Juventud (Injuve) en la sala Amadís de Madrid hasta el 17 de enero. Los más jóvenes apuestan por historias intimistas, críticas acidas, ingenuidad adolescente, optimismo o temática social y corroboran que los tebeos no son sólo para los niños. "Estamos asistiendo a un nuevo impulso del cómic y la ilustración aunque todavía sea de una manera muy incipiente", asegura el madrileño de 49 años Jorge Diez, director de Cultura del Injuve y de la sala de exposiciones Amadís. Así, en es esta sexta edición se ha premiado el riesgo creativo frente a los lenguajes más conocidos de la viñeta. "Han sido los participantes más jóvenes los que han encontrado el camino para plantear las propuestas más arriesgadas", dice Jorge. Los cuatro ganadores tienen entre 20 y 24 años: Esther Gili, Fidel Martínez y Alvaro Ortiz son los tres premiados en el apartado de cómic y Txell Darné es la galardonada en ilustración.
Distintos estilos y una misma pasión: la ilustración. Todos empezaron a hacer garabatos cuando eran pequeños, como Esther Gili, madrileña de 22 años que dibuja tebeos "desde siempre". "Mi hermana y yo nos montábamos unas historias increíbles dibujando nuestras propias muñecas y recortándolas", asegura esta técnica superior en Ilustración.
"Yo desde pequeñito hacía dibujillos que más tarde se iban convirtiendo en viñetas", dice Alvaro Ortiz, el más joven del grupo, con 20 años, que acaba de terminar sus estudios superiores de diseño gráfico en la Escuela de Arte de Zaragoza.
Las técnicas varían, desde el más tradicional dibujo a lápiz finalizado con ordenador del sevillano de 24 años Fidel Martínez, hasta los collages con objetos como martillos, sierras o tapones de botella de la gerundense Txell Darnés, de 23 años. Los temas, sin embargo, son comunes: "Hemos premiado contenidos que tienen más que ver con la intimidad que con las aventuras y que buscan la elaboración de un mundo propio", asegura Jorge Diez. Así, gran parte de las historias seleccionadas gira en torno a la vida cotidiana, al amor o a la muerte. "Trato temas sencillos que la gente pueda sentir como cercanos, pero siempre desde un punto de vista un poco surrealista, algo extraño y quizá muchas veces bastante melancólico", asegura Alvaro, que relata en Gotitas el miedo a la muerte que provoca en un niño cortarse el dedo con un folio, quizá uno de los guiones más representativos de la exposición.
Este alejamiento de la temática tradicional parece más fruto de la intuición que de la premeditación, ya que al preguntarles cómo definirían su obra, ninguno acierta a responder. "Eso de obra me suena grande porque acabo de terminar ahora de estudiar y todavía no me he hecho a la idea", asegura Txell. "Mis historias se basan en las cosas que me rondan la cabeza, las que me gustan o las que me preocupan, pero la verdad es que no sabría definirlo", concluye Alvaro, que también acaba de terminar Diseño y pensará en lo que hace con su vida laboral a partir del año que viene.
Y es que pese a que todos aseguran taxativamente que en el futuro les gustaría dedicarse profesionalmente a dibujar cómic o a hacer ilustraciones, también coinciden en las dificultades que esto entraña. "Hoy en día en España el panorama no es muy positivo", asegura Fidel, que vive y trabaja en Badajoz. Mientras tanto ven en el diseño gráfico una salida laboral digna. "Por ahora me contento con seguir mis labores de diseñador y con poder dedicarme al cómic en mi tiempo libre", dice Fidel, "soy como cualquier diseñador gráfico del siglo XXI, un chico para todo, y lo mismo hago una página web que un calendario o una tarjeta de visita". El sueño de Alvaro también sería vivir del cómic, "pero por si acaso ahí está el diseño gráfico como algo más viable". El de Esther sería montar un estudio con unos amigos y, mientras ilustran libros, cuentos y revistas, poder seguir dibujando los tebeos que les gustan.
No haber publicado nunca es una de las principales dificultades a las que se enfrentan estos autores jóvenes en el mercado laboral, y por ello, después de que la exposición se presente en el Salón del Cómic de Barcelona y en el de A Coruña, algunos participantes podrán acceder a la publicación de sus álbumes en editoriales alternativas como Astiberri o Sinsentido, que apuestan por la innovación y por proyectos audaces. El Injuve se ocupará de remunerar a los artistas, siendo un apoyo tanto para éstos como para las pequeñas editoriales. ■
MUNDOS PROPIOS
Entre los temas que destacan en este certamen resalta la creación de mundos propios. Txell Darnés, que trabaja en un estudio de diseño de Girona, dedica gran parte de su tiempo a ilustrar cuentos gitanos, cuya tradición es normalmente oral. "Es muy difícil encontrar libros de cuentos gitanos ilustrados", asegura Txell, que presentó a concurso parte de su libro de ilustraciones Mingo i el Gegant (Mingo y el gigante, en la imagen) y que es una fábula protagonizada por un niño calé.
Exposición de los seleccionados en el Certamen de Cómic e Ilustración Injuve 2003. En Madrid hasta el 17 de enero. Sala Amadís, José Ortega y Gasset 71. Metro Ortega y Gasset. www.mtas.es/injuve
El Certamen de Cómic Injuve te gustará si te gusta... el dibujo, los relatos cortos, descubrir nuevos talentos, la animación. Una cifra: se presentaron 163 autores. Un regalo: con la compra del catálogo de la exposición (10 euros) te obsequian con una camiseta en la que se puede ver la impresión de una ilustración de uno de los autores seleccionados.
TEXTO. MANUELA VILLA
EXISTE toda una vida en el interior de las viñetas que va más allá de los superhéroes, la estética manga o las típicas historias de aventuras. Lo podrás comprobar en la exposición de la obra de los 19 seleccionados en el Certamen de Cómic e Ilustración del Instituto de la Juventud (Injuve) en la sala Amadís de Madrid hasta el 17 de enero. Los más jóvenes apuestan por historias intimistas, críticas acidas, ingenuidad adolescente, optimismo o temática social y corroboran que los tebeos no son sólo para los niños. "Estamos asistiendo a un nuevo impulso del cómic y la ilustración aunque todavía sea de una manera muy incipiente", asegura el madrileño de 49 años Jorge Diez, director de Cultura del Injuve y de la sala de exposiciones Amadís. Así, en es esta sexta edición se ha premiado el riesgo creativo frente a los lenguajes más conocidos de la viñeta. "Han sido los participantes más jóvenes los que han encontrado el camino para plantear las propuestas más arriesgadas", dice Jorge. Los cuatro ganadores tienen entre 20 y 24 años: Esther Gili, Fidel Martínez y Alvaro Ortiz son los tres premiados en el apartado de cómic y Txell Darné es la galardonada en ilustración.
Distintos estilos y una misma pasión: la ilustración. Todos empezaron a hacer garabatos cuando eran pequeños, como Esther Gili, madrileña de 22 años que dibuja tebeos "desde siempre". "Mi hermana y yo nos montábamos unas historias increíbles dibujando nuestras propias muñecas y recortándolas", asegura esta técnica superior en Ilustración.
"Yo desde pequeñito hacía dibujillos que más tarde se iban convirtiendo en viñetas", dice Alvaro Ortiz, el más joven del grupo, con 20 años, que acaba de terminar sus estudios superiores de diseño gráfico en la Escuela de Arte de Zaragoza.
Las técnicas varían, desde el más tradicional dibujo a lápiz finalizado con ordenador del sevillano de 24 años Fidel Martínez, hasta los collages con objetos como martillos, sierras o tapones de botella de la gerundense Txell Darnés, de 23 años. Los temas, sin embargo, son comunes: "Hemos premiado contenidos que tienen más que ver con la intimidad que con las aventuras y que buscan la elaboración de un mundo propio", asegura Jorge Diez. Así, gran parte de las historias seleccionadas gira en torno a la vida cotidiana, al amor o a la muerte. "Trato temas sencillos que la gente pueda sentir como cercanos, pero siempre desde un punto de vista un poco surrealista, algo extraño y quizá muchas veces bastante melancólico", asegura Alvaro, que relata en Gotitas el miedo a la muerte que provoca en un niño cortarse el dedo con un folio, quizá uno de los guiones más representativos de la exposición.
Este alejamiento de la temática tradicional parece más fruto de la intuición que de la premeditación, ya que al preguntarles cómo definirían su obra, ninguno acierta a responder. "Eso de obra me suena grande porque acabo de terminar ahora de estudiar y todavía no me he hecho a la idea", asegura Txell. "Mis historias se basan en las cosas que me rondan la cabeza, las que me gustan o las que me preocupan, pero la verdad es que no sabría definirlo", concluye Alvaro, que también acaba de terminar Diseño y pensará en lo que hace con su vida laboral a partir del año que viene.
Y es que pese a que todos aseguran taxativamente que en el futuro les gustaría dedicarse profesionalmente a dibujar cómic o a hacer ilustraciones, también coinciden en las dificultades que esto entraña. "Hoy en día en España el panorama no es muy positivo", asegura Fidel, que vive y trabaja en Badajoz. Mientras tanto ven en el diseño gráfico una salida laboral digna. "Por ahora me contento con seguir mis labores de diseñador y con poder dedicarme al cómic en mi tiempo libre", dice Fidel, "soy como cualquier diseñador gráfico del siglo XXI, un chico para todo, y lo mismo hago una página web que un calendario o una tarjeta de visita". El sueño de Alvaro también sería vivir del cómic, "pero por si acaso ahí está el diseño gráfico como algo más viable". El de Esther sería montar un estudio con unos amigos y, mientras ilustran libros, cuentos y revistas, poder seguir dibujando los tebeos que les gustan.
No haber publicado nunca es una de las principales dificultades a las que se enfrentan estos autores jóvenes en el mercado laboral, y por ello, después de que la exposición se presente en el Salón del Cómic de Barcelona y en el de A Coruña, algunos participantes podrán acceder a la publicación de sus álbumes en editoriales alternativas como Astiberri o Sinsentido, que apuestan por la innovación y por proyectos audaces. El Injuve se ocupará de remunerar a los artistas, siendo un apoyo tanto para éstos como para las pequeñas editoriales. ■
MUNDOS PROPIOS
Entre los temas que destacan en este certamen resalta la creación de mundos propios. Txell Darnés, que trabaja en un estudio de diseño de Girona, dedica gran parte de su tiempo a ilustrar cuentos gitanos, cuya tradición es normalmente oral. "Es muy difícil encontrar libros de cuentos gitanos ilustrados", asegura Txell, que presentó a concurso parte de su libro de ilustraciones Mingo i el Gegant (Mingo y el gigante, en la imagen) y que es una fábula protagonizada por un niño calé.
Exposición de los seleccionados en el Certamen de Cómic e Ilustración Injuve 2003. En Madrid hasta el 17 de enero. Sala Amadís, José Ortega y Gasset 71. Metro Ortega y Gasset. www.mtas.es/injuve
El Certamen de Cómic Injuve te gustará si te gusta... el dibujo, los relatos cortos, descubrir nuevos talentos, la animación. Una cifra: se presentaron 163 autores. Un regalo: con la compra del catálogo de la exposición (10 euros) te obsequian con una camiseta en la que se puede ver la impresión de una ilustración de uno de los autores seleccionados.
El Pais de las Tentaciones Viernes 19 de diciembre de 2003
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