viernes, 3 de abril de 2020

La Inglaterra victoriana

'The League of Extraordinary Gentlemen' (1999), de Alan Moore y Kevin O'Neill, narra las andanzas de personajes literarios reclutados por el Imperio Británico como agentes secretos

GERARDO MACÍAS
01 Abril, 2020



'The League of Extraordinary Gentlemen'. Guion: Alan Moore. Dibujos: Kevin O'Neill. Planeta Cómic, 2016.

La expresión Inglaterra victoriana se usa para referirse al extenso reinado de Victoria I de Inglaterra (20 de junio de 1837-22 de enero de 1901). La era victoriana marcó la cúspide del Imperio Británico, en plena revolución industrial.

Entre los ideales literarios de dicha época, sin lugar a dudas el más evidente es el de progreso en todos los sentidos, ya sea progreso científico (Darwin), progreso económico (Stuart Mill y librecambistas de Manchester), progreso social (a pesar de las lacras de miseria de la nueva sociedad industrial), progreso tecnológico (ferrocarril, industria textil). Todo esto se refleja en la obra de escritores británicos mundialmente conocidos, como Charles Dickens, las hermanas Brontë, Lewis Carroll, H. G. Wells, Hilda Doolittle, Oscar Wilde, Arthur Conan Doyle, Bram Stoker y Robert Louis Stevenson.

Precisamente, en 1999 se publicaba en EEUU el primer número de La Liga de los Caballeros Extraordinarios, un cómic en seis entregas creadas por Alan Moore y Kevin O'Neill donde el guionista británico busca la inspiración en algunos personajes de la literatura victoriana, como Mina Harker, Allan Quatermain, el Capitán Nemo, el Hombre Invisible y Mr. Hyde, entre otros. Un heterogéneo grupo reunido por el MI5, servicio de espionaje británico, para combatir al mítico Fu Manchú, al menos hasta que descubren que en realidad son títeres al servicio del también mítico Moriarty, adversario de Sherlock Holmes. Todo ello está ambientado en el año 1898, en una Inglaterra victoriana ficticia, donde se reúnen estos y otros muchos personajes reales e imaginarios.

La Liga de los Caballeros Extraordinarios se convirtió en uno de los cómics más exitosos de aquel momento, de tal modo que ambos autores lo retomarían en 2003, en una nueva miniserie de seis números ambientada poco después de los eventos de la primera, y que tenía como principal argumento el enfrentamiento entre la Liga y los invasores marcianos de H. G. Wells. Pese a alzarse con la victoria, el grupo se disuelve, ya que dos de sus miembros han muerto, mientras que otro miembro decide desvincularse del grupo para siempre.

El final de la segunda serie remite a una tercera entrega que tardó varios años en publicarse y que lo hizo en un formato muy diferente al de sus dos predecesoras (tres volúmenes especiales de 72 páginas, en vez de los seis números de rigor), titulados génericamente Century y ambientados en 1910, 1969 y 2009, donde los supervivientes de La Liga de los Caballeros Extraordinarios tienen que enfrentarse a una amenaza de índole mágico, vinculada al Anticristo y al inminente cambio de milenio.

Paralelamente, se publicó El dossier negro (2008), un cómic enmarcado en la década de los años 50, cuya acción estaría pues situada entre los nº 1 y 2 de Century. En realidad, El dossier negro no es más que una recopilación de historias cortas escritas a partir del año 2003, de forma paralela a la primera entrega de Century, y reordenadas de cara a su reedición para así poder dotarlas de una cierta coherencia narrativa. La lectura de El dossier negro no es realmente imprescindible para entender Century, aunque sí es muy recomendable, dadas las continuas referencias cruzadas que hay entre los argumentos de ambas historias. El dossier negro se aleja un tanto del tono mágico de Century, para decantarse por un cierto aire de novela de espías al estilo de las de Ian Fleming.

Tras este volumen 3, Alan Moore ha escrito tres spin-off dedicados a la familia del Capitán Nemo: Corazón de hielo (2013); Las rosas de Berlín (2014), y Río de fantasmas (2015), cuya acción está relacionada con la de Century, aunque de manera muy tangencial.

Esta obra y todas sus secuelas están repletas de referencias a la literatura victoriana y más adelante incluso a los distintos formatos de ocio, como las novelas pulp, las biblias de Tijuana, la música rock de los años 60, el teatro isabelino... formando parte de un resurgir del cómic que emprendió el propio Alan Moore junto con otros artistas en la línea editorial America's Best Comics, de la editorial estadounidense Image.

The League of Extraordinary Gentlemen es una obra incombustible que se mantiene fresquísima y que gana más con cada relectura.



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