martes, 21 de abril de 2020

El Velo, de El Torres y Gabriel H. Walta

Kit de supervivencia cultural para el encierro (día 38)

El cómic siempre ha sido buen compañero del género de terror: forma casi parte de su ADN desde que los cómics de la EC popularizaran el horror como espacio de reflexión social. Y no es una fácil compañía: el género usa (quizás abusa) de unos recursos que son complejos en la viñeta y naturales de otros medios como el cine. Mientras el espectador en una sala cinematográfica está atado a una tensión de la que no puede escapar, el lector puede imponer un ritmo al pasar la página que rompa todo intento de impactante sorpresa. Así que el cómic ha tenido siempre que buscar el miedo a través de mecanismos más sutiles, jugando con la psicología del lector y con el simbolismo del dibujo, reconvertido en mandala provocador de pesadillas, como bien saben autores japoneses como Junji Ito o Hideshi Hino, auténticos expertos en provocar malos sueños que se enganchan en las retinas.

Uno de los guionistas que mejor han sabido moverse por el género en España ha sido El Torres, autor poliédrico que ha sido uno de los pocos escritores capaces de desenvolverse a gusto por mercados tan diferentes como el exigente americano o el español, con obras que suelen jugar al guiño referencial de partida hacia cine o televisión para luego surcar su propio camino en connivencia siempre con excelentes artistas. El Velo, publicada hace ya una década, es un perfecto ejemplo de una obra que nace con aroma de series como Medium o Entre fantasmas para embarcarse pronto en un proyecto más personal. El Torres maneja con soltura los mecanismos del thriller de fantasmas, pero demuestra su inteligencia al dejar que sea el brillante trabajo de Hernández Walta el que mueva la historia, provocando una atmósfera malsana que lleva al lector a una inquietud constante. Solidez narrativa, excelente arte y una historia entretenida, una ecuación perfecta para una buena lectura.
Álvaro Pons

El velo, de El Torres y Gabriel Hernández Walta, fue publicada por la editorial Dibbuks y los autores la han compartido gratuitamente en este enlace.


El Pais

No hay comentarios: