martes, 14 de abril de 2020

El espíritu del Escorpión, de Fernando Llor y Pablo Caballo

Kit de supervivencia cultural para el encierro (día 31)

En el cómic, el blanco y negro forma parte de una tradición que va mucho más allá de las imposiciones técnicas de las artes gráficas, obligaciones de una naturaleza reproducible. El blanco y negro en el cómic es vital, es protagonista en sí mismo de un expresionismo único y propio del medio. La mancha de negro logra erigirse como narradora de historias, como eje de atención crítico de la lectura gracias a ese poder magnético que atrapa la mirada. Lo supieron desde los inicios los autores que heredaron esa magia del grabado, como Masereel o Nückel, y lo perfeccionaron en la prensa autores como Milton Caniff o Roy Crane. Alext Toth fue maestro absoluto de la mancha hastaque Alberto Breccia rompió toda regla para otorgar al blanco y negro un reinado absoluto en el cómic, desde el contrate puro al uso de collages y pincel roto, jugando con las texturas para abrir nuevos caminos expresivos. El blanco y negro es un medio, una forma de contar historias que requieren ir más allá de la realidad, atravesar el espejo de la existencia cromática para entrar en un mundo de paisajes imaginados. Perfecto para contar historias que no quieren ser contadas, que se resisten a entrar en esa realidad. La locura de Radovan Karadžićy el horror de sus actos puede ser una de esas historias. Rechazamos siquiera imaginar el grado de perturbación que le llevó a liderar un genocidio espantoso, pero el blanco y negro poderoso de Pablo Caballo nos atrapa, mientras Fernando Llor firma un guion también de contrastes, de blancos y negros de una figura surrealista, reconvertida en ese Dr. Dabic experto en radiestesia y auras energéticas que imponía sus manos con la terrible energía de la sangre derramada, reconvertido en un amable Papá Noel de roja indumentaria. Roja como la sangre, negra y blanca que dibuja Caballo. Álvaro Pons


El espíritu del Escorpión se puede leer online en la página de Panini Cómics.

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