jueves, 26 de octubre de 2017

El vengador dorado Un apunte sentimental por Montero Glez



Grandes Heroes del Comic Nº 17- Iron Man


Tony Stark, millonetis y guaperas, tiene en su haber más líos de faldas que todos los demás superhéroes juntos. Vamos a recordar algunos, como aquel que mantuvo al principio de su carrera con una mujer de buena familia y cara de lata, hija del Conde Nefaria y conocedora del secreto más preciado de nuestro amigo. El mismo Tony Stark se lo desvelaría en una viñeta alargada y en cuatricromía. Fue una noche de luna fecunda en la que ambos se juraron amor eterno."Llegaste tú,y trajiste a mi alma un calor como yo nunca había conocido", le suelta ella a corta distancia de la boca.

Los dibujantes de entonces crearon a una mujer dotada para la acción, traje untado al cuerpo, botas altas y cinturón reglamentario."Aunque yo no podía ni quería estar contigo, no veía razón para que otra pudiera estarlo", le confiesa a nuestro amigo esta maligna y secreta mujer, disimulada bajo una máscara y con ganas de dar guerra. Madame Masque, así se llamaba según traducción de entonces, abrirá un hueco tan importante en la vida de Tony, que éste no lo llenará ni dándose a la bebida. Y es que, en el fondo, estamos ante un romántico; un hermoso y un maldito que diría Scott Fitzgerald.

Otra mujer fatal que marcaría a nuestro amigo será Natasha Romanoff, la Viuda Negra. Sucedió en plena Guerra Fría. Se trataba de una espía comunista que intentó buscarle las cosquillas. Pero no era una parias, ni muchísimo menos. Al igual que la antes citada, venía de buena familia; la sangre azul y la piel transparente.Tony Stark, el irresistible playboy, nunca pudo conquistarla. Hay un momento en sus vidas en el que se aprecia un arrimo, una aproximación. Y es cuando ella se siente engañada por su propio país y descubre que la KGB ha sido responsable de la muerte de su marido, y por lo mismo responsable de su viudez.Y es entonces cuando se traslada a los USA a vivir.Y aquí se desmelena y se viste con un traje ceñido al cuerpo, de esos que realzan su figura. Natasha no ha perdido su boca de pantera,tampoco la manera de hacer daño.Y Tony Stark se quedará a verlas venir cuando la rusa pase de largo y se ponga a hacer migas con otro de Los Vengadores: El Capitán América.Y ahora, después de este apunte sentimental, hablemos del secreto más preciado de Tony Stark.

Se trata de un traje de metal dorado y rojo, tras el cual oculta su verdadera identidad. Pero no es un traje cualquiera, no se vayan a creer, es más bien una armadura de combate lo que se planta Tony Stark cada vez que la injusticia se asoma a nuestro injusto mundo. Recordemos que Tony Stark es un multimillonario norteamericano y un lumbreras para todo lo que sean los cacharritos y la robótica. Acaba de heredar la fortuna que sus padres le han dejado tras perder la vida en un accidente de automóvil.Y aquello que tienen los ricos de limpiarse la conciencia haciendo de hermanitas de la caridad,Tony Stark lo tiene a lo grande. Es un superhéroe y lo demuestra en cada viñeta, en cada combate y en cada mandoble.
 
En los cuarenta años que han pasado desde su creación, a Iron Man le ha pasado de todo. Además del ya citado problema de alcoholismo, ha sufrido enfermedades diversas, tales como un cáncer o un páralis, enfermedad ésta que en un principio le dejó inmóvil y de la que posteriormente se recuperó; y eso sin contar las veces que ha muerto y resucitado, pues han sido numerosas como en todo personaje de la Marvel que se precie después de tantos años. Cada día que pasa está más joven y aquel bigotón de seductor que se gastaba en las primeras viñetas junto a los impagables trajes de tres piezas setenteros, han dado paso a un Tony Stark más cercano a la expresión nipona. Ahora luce perilla y viste ropa de esa que llaman de espor. Sigue siendo miembro fundador de Los Vengadores y, a veces, en sus momentos más melancólicos, sale a la ventana de su despacho y pierde la mirada en el horizonte. Es entonces cuando piensa en Natasha Romanoff,o en aquella otra mujer de cuyo nombre ya no guarda memoria.

Montero Glez nació en Madrid en 1965 y ha publicado las novelas Sed de Champán y Cuando la noche obliga.



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